Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son de la gran Yana toboso, yo solo me adjudico la trama.
Aclaraciones: A.U. (Universo alterno)
Advertencias: Yaoi (hombre X hombre), lenguaje vulgar, intento de humor y en proximos capítulos lemon, y tal vez un poco de OoC -Decidan ustedes, pues no se si los pensamientos cuentan como OoC-
Pareja principal: Claude x Alois
VioletaBlak: ¡Kya! -Gomen, gomen, gomen, gomeeeeeeen- Por no actualizar mis otros fic's ( y en los fic's que leo no e podido dejar Review D:) pero es que la escuela me está matando, solo nos quedan dos semanas de escuela, luego la graduación y después por fin dos meses de vacaciones de verano! Y espero poder actualizar en ese momento :3. Uff... Bueno. Este es como un regalo para todas aquellas que dejaron Reviews y me agregaron a alertas y a favoritos en el One-Shot de ¡Yo no estoy celoso!. Este iba a ser otro One-Shot pero me dije a mi misma: ''Mi misma, ¿no se merece esta linda pareja algo mas que un One-shot?''. Y fue así como yo misma me convencí. :3 Espero que les guste, por que este fic tendrá mucho humor y romance, y es 1,000% sexoso (Ya que es Alois de quien estamos hablando y que el pedófilo de Claude lo sigue xD.)
.:. Capitulo I .:.
.
-Solos en la oficina-
.
Claude P.O.V.
Me encontraba trabajando tranquílamente en mi escritorio cuando el teléfono de mi oficina sonó estruendosamente, cortando mi paz. Suspiré con el ceño levemente fruncido y cogí el teléfono.
Mi asistente no me dejó ni contestar.
- Su molesta novia en la linea uno señor~ - me informó cantando Alois, mi asistente, al otro lado de la linea. Yo rodé los ojos. Ese Alois, a pesar de tener ya 20 años, parecía que tenía de asistente a un niño de primaria.
- Ok - contesté frío, como siempre y atendí la llamada. - ¿Que quieres Hannah? - pregunté poniendo el alta voz, y concentrándome en firmar unos papeles importantes de algunos clientes.
- ¡¿Como que, que quiero? ¡Eres un insensible! ¡¿Por que no me preguntas por como estoy? ¡¿O que estoy haciendo? ¡¿Eh? ¡¿No te preocupo? ¡Contestame! - me gruño mi ''delicada'' novia al teléfono.
Yo solo suspiré, estaba cansado de sus tontas peleas y llamadas a mi trabajo a cada 15 minutos. No me dejaba ni respirar.
- Hannah, déjame respirar aunque sea un día... - susurré con monotonía mientras leía unos documentos en donde estaban los nuevos diseños de los edificios para los cuales habían contratado a la compañía.
Oí un ''sollozo lastimero'' al otro lado de la linea por parte de mi novia, pero no me importó.
- ¡To odio! ¡Solo piensas en ti mismo! ¡Insesible! ¡No vengas para mi casa hoy! ¡No te dejaré entrar! ¡Bastardo! - me gritó ''llorando''.
- No me importa que no me dejes entrar, tampoco iba a ir de todas formas... No me apetece que empieces a molestar, a gritar y a enojarte por cualquier estupidez. A sí que adiós. - iba a hundir el botón de enganchar, pero su grito inundó todo el cuarto antes de que pudiera enganchar.
- ¡Pudrete Claude! ¡Lo nuestro se acabó! - y entonces fue ella la que enganchó.
Una sonrisa se escapó de mis labios. ¡Al fin esa chica había hecho algo inteligente y que me beneficiara a mí!
- ¡Oh Mi Dios! ¡Se acerca el fin del mundo! - gritó Alois que había entrado a mi despacho sin permiso y estaba contra la puerta cerrada del mismo, abrazándose a la carpeta de papeles que tenía en las manos y con una cara de espanto, como si hubiese visto un fantasma. - ¡Claude Faustus a sonreído!
Yo suspiré y recompuse mi cara de seriedad y frialdad.
- Sr. Trancy, ¿cuantas veces le e dicho que antes de entrar a mi oficina toque la puerta? - pregunté entrelazando mis manos en el escritorio y mirando a Alois con ambas cejas alzadas.
El solo suspiró, sentándose en la silla de enfrente a mi escritorio y cruzando las piernas, mientras colocaba la carpeta de papeles en las mismas y me miraba fijamente. Yo solo me acomodé mis espejuelos.
- Claude, para tener 23 años eres un completo amargado y sordo. Llamé a tu puerta como cinco veses, esta vez, y como no contestabas, por los gritos de tu estruendosa ex-novia, pues me decidí a entrar. Uff, y tienes suerte de que te dejara, creo que por eso sonreías con tanta felicidad - soltó una risita.
- Alois, a lo que viniste. - dije con un poco de fastidio en la voz.
El nombrado rodó los ojos.
- Si, si, si, a lo que vine. - me entregó la carpeta llena de papeles.
Yo la abrí y observé su contenido que eran unos cuantos diseños para una mansión de cinco pisos de alto y cien pies de ancho. Alcé la mirada de nuevo a Alois, para pedir explicación.
El me entendió enseguida.
- Es para Sebastián, quiere una casa cerca de la playa que esté lista antes de su boda para poder pasar allí la luna de miel. Quiere que el primer piso sea la sala, el family y el baño de visitas, el segundo piso que tenga la cocina y el comedor, en el tercero de tres a cuatro habitaciones para huéspedes con baño incluido en cada uno de ellos. En el cuarto piso una piscina con vista a la playa y que tenga duchas para bañarse allí cuando salgan de la misma. Y en el quinto, será su habitación y la de su esposo, que tenga un baño espacioso, con un jacuzzi de piso sustituyendo la bañera. Me dijo que lo llamaras para explicarte mejor, ya que quiere que todo sea perfecto, pues ese por lo que me dijo, ese es su regalo sorpresa para llevar a Ciel en la luna de miel. - sonrió con todas las ganas del mundo Alois. - ¡Kya! Ya me imagino a Ciel cuando vea la mansión. ¡Se va a poner todo rojo! - exclamó mientras soltaba una musical risa.
Yo sacudí la cabeza.
- A Sebastián le gusta exagerar cuando se trata de Ciel - comenté mirando la hora que era en mi computadora. - Hmmm, ya te puedes ir Alois, son las 6:00 de la tarde. - le dije volviéndome a ajustar los espejuelos y mirándolo. - Yo me quedaré aquí hasta mas tarde hoy, tendré que hacer unas cuantas llamadas y tengo un poco de trabajo atrasado que tengo que arreglar - informé seco a mi asistente.
Alois rodó los ojos.
- Yo también me voy a quedar, no lo pienso dejar solo hasta sabrá Dios que hora. Aparte yo también tengo trabajo atrasado de la semana pasada, por enfermarme. - contestó parándose de su asiento y caminando hacia la puerta, con un va y ven de caderas muy sensual...
¡¿Pero que demonios estoy pensando?
Sacudí la cabeza.
Llevaba ya dos meses así, pensando cosas no muy sanas de mi asistente Alois Trancy, que también se había convertido en un buen amigo, de esos que de joden la vida y son como un dolor de trasero, pero que harían cualquier cosa para hacerte reír... Juck, ya me estoy poniendo cursi. Y eso no es mi estilo.
Bueno, como decía, ya hace dos meses que Aloys Trancy se a vuelto un estimulante en mi parte baja. Lo que logró que ya no pudiera rendir bien en la cama con Hannah y con las otras chicas que tenía aventuras. Que cada una era mas hermosa que la anterior, pero que ultima mente no las podía ver así. Y todo por culpa del cuerpo de ese dichoso chico rubio. Es que, a pesar de ser ya un hombre adulto, aunque solo en años, ya que en personalidad era como un niño de jardín, su cara tierna, sus grandes ojos azules, sus largas y cremosas piernas, su cintura fina -si a pesar de ser hombre tenía cintura- y un trasero redondo, apetecible. Y sus labios, esos labios un poco gruesos y rosados, casi rojos, que cuando hablaba me daban ganas de tomarlo de la noca y plantarle un beso al estilo francés.
Pero yo no soy impulsivo, y logro mantener mis pensamientos y acciones a raya. Así que solo me complazco por las noches en mi baño, pensando en todo lo que le haría a Trancy.
Diablos, de solo pensarlo sentía como el pantalón se me apretaba. Suspiré, esta noche sería muy larga sabiendo que Alois estaba al otro lado de la puerta, con las piernas cruzadas, solo y con esa cara de concentración en firmar papeles. Definitiva mete me volvería loco.
- Será mejor que me concentre en el papeleo - susurré y me puse a trabajar.
Alois P.O.V.
Bostecé por como... ¿La quinta vez en el ultimo minuto? Algo por el estilo. Ya eran las 12:30 de la madrugada, y aquí seguíamos mi sexy jefe y yo, trabajando. ¡¿Por que demonios me había tenido que enfermar la semana pasada? ¡¿Por que?
Bueno, ya que, es normal que me enferme de vez en cuando, después de todo, sigo siendo un humano. Chasqueé la lengua, ¿por que pude haber sido mejor una lechuga? ¿O una piedra? Así no me enfermaría... Aun que pensándolo bien, las plantas si se enferman. ¿Y las rocas, se enfermarán? No lo creo...
¡Kya! ¡Ya el sueño me esta afectando la cabeza!
Gemí. Por culpa de estar pensando en tonterías me corté un dedo con un abre cartas. Me llevé el dedo a la boca, para evitar el sangrado y fui hacia los baños de la oficina para desinfectarme la herida.
Ya cuando tuve la mano desinfectada volví a mi escritorio a revisar otros estúpidos papeles y encontré uno que no era de los que tenía que revisar yo, si no mi jefe, así que, sin tocar la puerta me escabullí por la misma. Pero cual fue mi sorpresa al no ver a nadie en esa oficina solo iluminada por una lampara. Entonces escuché el agua de la ducha correr -si el jefe tenía una ducha en su oficina, por si se quedaba a dormir aquí o por si se quedaba hasta tarde- y supe que se estaría duchando. Dejé el documento en su escritorio y me disponía a salir cuando algo me detuvo.
- Alois - me llamó mi jefe, pero sonó mas a un... ¿gruñido?
Sacudí la cabeza, eso no podía ser posible, estaba escuchando mal o algo así.
Tal vez se le había quedado su toalla o algo y para eso me llamaba. Miré a todos lados y vi que, efectivamente, allí se encontraba la toalla, guindada en el perchero, la tomé y abrí con cuidado la puerta del baño, sin hacer ruido, y lo que vi me dejó totalmente helado, desorientado y con un hilo de sangre bajándome por las fosas nasales.
¡Carajo! ¡No todos los días ves a tu jefe el-cubo-número-uno-de-hielo desnudo, con la espalda en las baldosas, de ojos cerrados, con el agua cayendo por todo su cuerpo, y gruñendo y jadeando de vez en cuando mientras se masturbaba!
Y... ¡Dios! ¡Lo habían bendecido con una cosa extremadamente grande!
Me lamí los labios.
- Alois... Oh...¡así! - dijo mientras se frotaba mas fuerte.
Mmmm, con que era conmigo la cosa, ¿eh? -risa mental diabólica- Pues su fantasía se volverá realidad. Claude Sexy Faustus...
Me deshice de mi ropa y de mis zapatos, poco a poco, para que no notara que estaba allí y me escabullí dentro de la ducha.
Ahí si sintió mi presencia, y abrió los ojos un poco sorprendido e intentó decirme algo pero lo único que salio de su boca fue un...
- ¡Ah!
... puesto que ya me avía arrodillado y estaba sustituyendo su mano...
VioletaBlak: Bueno, ese fue el pequeño primer capitulo :3
Voy a ver cuando escribo el 2do. ^^ y cuando actualizo los demás.
- En el proximo capitulo de este fic va a ver lemon, si quieren y si les gustó el fic ^^ -
¿Reviews, para esta pervertida Yaoista? .3.
Mata-ne~~
