Morello hizo su última reverencia antes de bajar del escenario para poder cambiarse después de la función. Pero entonces escuchó un revuelo de reclusas en las butacas. Todas las "actrices" salieron algunas a medio cambiar y vieron que estaban todas juntas en las puertas intentando ver algo mientras los guardias intentaban controlarlas. Al final sonó la alarma y todas tuvieron que tumbarse en el suelo.
- ¿Qué está pasando? - preguntó Morello en voz baja
- Y yo que sé. No me he movido de aquí – replicó Poussey alzando un poco la vista por si podía alcanzar a ver algo.
Después de unos instantes dieron la señal y todas se levantaron pausadamente y en cuanto pudieron volvieron a agolparse a las puertas pero mucho más calmadas. Al asomarse vieron cómo los guardias esposaban a Piper que tenía las manos ensangrentadas y la mirada perdida. En el suelo, atendida por los enfermeros había alguien cubierto de sangre que no se sabía quién era aunque en seguida reconocieron el disfraz de ángel. Pensatuccky. La chica no se movía ni parecía respirar. Morello se tapó la boca con las manos asombrada por lo que veía. Miró a sus compañeras y todas tenían más o menos su misma expresión. Volvió a mirar al frente y vio que dos figuras se acercaban. Eran Nicky y Alex que estaban tan sorprendidas como las demás. Alex en cuanto vio la sangre que cubría se acercó a Chapman corriendo.
- ¡Piper! ¿Estás bien? ¿Qué ha pasado?
Pero no obtuvo ninguna respuesta ya que Chapman estaba en shock por lo que había hecho. Miraba al infinito mientras las guardias se la llevaban. Alex se puso histérica y se acercó a Piper agarrándola de su abrigo para que contestase. Así que los guardias no tuvieron más remedio que esposarla y mantenerla alejada mientras se llevaban a Piper a aislamiento.
Nicky se quedó mirando a Pensatuccky a la que ya habían subido a una camilla y se la llevaban en una ambulancia. Parecía que de momento respiraba. Se pasó una mano por el pelo y miró al frente. Justamente donde estaba Lorna aún sin creerse lo que había pasado. Morello la miró y no necesitó más confirmación. Ahora veía a Nicky como un libro abierto. Conocía esa mirada huidiza cuando hacía algo de lo que no quería que se enterase. Cómo robarle las patatas fritas en la comida. Pero esta vez no eran unas simples patatas.
Nicky vio la mirada que le lanzó Morello. No estaba segura de que algo le hubiese dolido más en toda su vida. No sabía como pero Morello sabía lo que acababa de hacer con Alex. Y aunque no se arrepentía por el acto, sí que se arrepintió por haberle causado ese dolor a la otra chica. Aunque inmediatamente se reprendió a sí misma. No le debía nada porque no era nada. No sabía qué hacer, estaba parada en el otro lado del patio mirando alrededor. Big Boo le hizo una señal para que se acercara, y ella casi en piloto automático obedeció. Pero cuando estaba llegando al grupo Morello se recompuso y dio media vuelta marchándose al interior y murmurando que ella recogería. Lo que le vino muy bien a los guardias que intentaban controlar al resto de reclusas. Unas cuantas volvieron a la capilla, la mayoría fueron a sus cubículos. A Alex se la llevaron a aislamiento también sólo por precaución ya que estaba muy alterada.
Nicky volvió con todas a su cama sin decir nada. Nadie se podía creer lo que había pasado. Sabían que entre Pensatuccky y Chapman había asuntos pendientes. Incluso amenazas de muerte pero de ahí a que se llevaran a cabo… todas pensaron que los guardias se darían cuenta antes y que harían algo al respecto. Pero no. Una vez más esa prisión volvió a demostrar lo incompetente que era. Pero lo que nadie se imaginaba es que Chapman realmente iba a defenderse y por lo que se veía había ganado. Casi había matado a una chica a golpes. Eso era muy duro de aceptar. Sobre todo si eres una chica de clase media alta con una vida perfecta y un futuro brillante como ella.
Dejando a un lado que había conseguido que su condena aumentase notablemente ahora iba a tener que convivir consigo misma después de lo que había hecho. Estaba claro que no era la misma Piper Chapman que entró. Su tiempo en aislamiento le iba a venir muy bien para reflexionar en todo eso. Pero esperaban que saliera algún día y no se quedara en ese infierno lo que le quedaba de condena.
Nicky no hacía más que dar vueltas como un tigre enjaulado en el cubículo. Así que dejó a Norma que descansara tranquila y se fue a ver si podía ayudar con algo.
En la capilla ya sólo quedaba Morello que estaba recogiendo la decoración del lugar. No dejaba de darle vueltas a lo que había pasado con Piper. Nunca la hubiera creído capaz de hacer algo así pero es cierto que últimamente había pasado por mucho quizá lo que había pasado entre Nicky y Alex había sido la gota que había colmado el vaso y cuando Pensatuccky fue a por ella no pudo más y atacó también. Nicky y Alex juntas… no quería pensar en eso pero en su mente no dejaban de filtrarse imágenes de ellas dos. Furiosa arrancó una de las guirnaldas de la pared con tan mala suerte que se clavó una de las grapas en el dedo.
- ¡Joder! – se quejó por el dolor y se chupó el dedo.
- ¿Estás bien? – una voz preocupada a su espalda preguntó.
Se giró justo para ver cómo se acercaba Nicky pero antes de que estuviera suficientemente cerca, de nuevo, giró y fue en otra dirección. Nicky se quedó un momento perdida por la actitud de la morena.
- He venido a ayudar – dijo en tono casi de disculpa mientras se rascaba la nuca.
Morello sin mirarla seguía quitando guirnaldas y con tono cortante respondió:
- Puedes guardar los disfraces en esa caja de ahí.
Nicky no quiso insistir por el momento y fue a hacer lo que le había dicho, dejándole el espacio que, obviamente, necesitaba. Fueron recogiendo todo en silencio hasta que Lorna volvió al escenario y se subió en unas escaleras para quitar las luces. Al instante, Nicky estaba a su lado sujetando la escalera para que no se cayera.
- Ten cuidado
- No soy una niña, Nichols – resopló Morello.
- Lo sé – murmuró la rubia.
Lorna intentaba concentrarse en quitar los dichosos cables pero sentía la presencia de Nicky rodeándola. Al sujetar la escalera es como si la estuviera abrazando pero sin tocarla. Además la diferencia de altura hacía que la respiración de la rubia se colara en el espacio que había entre sus pantalones y la camiseta y llegase directamente a su cadera. Eso unido a los recuerdos que tenía de ese lugar hizo que al final cerrara los ojos apoyando la frente en la pared y suspirara. En ese justo momento Nicky reunió suficiente valor para volver a hablar en voz alta:
- Lorna…
Pero su valor no sirvió de mucho cuando la morena, hecha una furia, bajó las escaleras tirando los cables a un lado y la interrumpió:
-¡No! – Levantó un dedo en señal de advertencia- No te atrevas a ponerme ese tono y con esa carita de cachorrito pensando que esta vez funcionará. ¿Qué pasa que te apetece un segundo asalto y cómo esta noche no está Alex vienes a por mí?
- Yo no he dicho nada – Nichols intentó defenderse pero la pequeña morena no le dio cuartel volviendo a interrumpirla.
- No estoy disponible. No soy tu muñeca hinchable para cuando tengas ganas. Se acabó lo que teníamos. Hazte a la idea y vete con tu Vause – dijo con reproche-
- ¿Pero por qué coño siempre tienes que hablar de cosas que no entiendes? – Nichols contestó enfadada por las acusaciones.
- ¿Cosas que no entiendo? Creo que lo he entendido muy bien. Esta noche te has follado a Vause. Felicidades – dijo con sarcasmo- Esperaste a que ella y Piper rompieran mientras te ibas acercando a ella. ¿Cuánto tiempo llevabas pensándolo? Apuesto que desde el primer momento en el que la viste quisiste meterte en sus pantalones. Por eso te importó una mierda que termináramos. Dios, ¿cómo he podido ser tan idiota? –se llevó las manos a la cabeza sin creerselo- yo pensando que te había hecho daño. Menos mal que cuando salga de aquí me iré con Christopher –mintió-
Nicky no pudo más y después de tantas acusaciones y sobre todo al oír el nombre del dichoso Chritopher dio un fuerte golpe en la mesa que hizo que Morello se sobresaltase.
- ¡A la mierda el puto Christopher y tu maldita boda perfecta! ¡No sabes nada! Sí, me follé a Vause ¿y qué? No significó nada sólo era un poco de sexo de consuelo ya que estamos hartas de que las malditas chicas que no saben lo que quieren nos arruinen la vida – se acercó a Morello casi rozando su nariz con la propia, respirando el mismo aire- ¿Qué te pasa estás celosa? ¿Creías que la yonki idiota no iba a conseguir a nadie más? No me arrepiento de lo que hice porque era lo que quería así que no me oirás pedir perdón. Eso no quiere decir que vuelva a pasar nunca más. Sólo somos amigas que tuvimos un momento de debilidad.
Las dos se quedaron en silencio de repente, tan cerca que prácticamente estaban pegadas. Morello nunca había visto en ese estado a Nicky. Ella siempre actuaba como una pasota a la que todo le daba igual pero ahora estaba hecha una furia gritándole, con los ojos muy abiertos y mirándola amenazante. Y todo por su culpa. Al instante quiso calmarla y sin pensarlo subió las manos hasta colocarlas en las mejillas de la otra chica y enredándolas en su pelo. Nicky por puro instinto enroscó sus brazos alrededor de la cintura de la morena pegándola a ella todo lo posible y la besó bruscamente, duro, intenso. Lo dio todo en ese beso, en una ocasión sus dientes llegaron a chocarse pero ninguna se separó. Mordió el labio inferior de la morena y después lo chupó atrapándolo entre los suyos casi sin prestar atención al gemido que había escapado de la garganta de Morello. Y tan rápido como había empezado Nicky rompió el beso pero sin separarse ni un centímetro.
- Escúchame, Morello- la miró fijamente- ni se te ocurra pensar que me dio igual que decidieras terminar. O que estaba planeando acostarme con Vause porque nada de eso es cierto. Pero no puedo seguir esperando mi oportunidad. ¿Quieres tu boda con tu prometido? Toda tuya. Yo me alejo de ti y nunca volverás a saber de mí. Será inevitable que nos veamos aquí, no puedo hacer nada. Pero ni se te ocurra venir y hacer el numerito de la novia celosa porque no lo eres. No tienes ese derecho y yo soy libre de hacer lo que quiera. No te me vuelvas a acercar porque está claro que esto no funciona ni como amigas. Se acabó.
Nicky la soltó tan bruscamente que Lorna tuvo que agarrarse a la mesa para no perder el equilibrio. Totalmente desorientada y aun procesando lo que había pasado vio como la rubia se alejaba rápidamente y salía de la capilla dando un portazo. Se llevó una mano a los labios magullados por el beso tan abrasador y cerró los ojos.
¿Es que Nicky no se daba cuenta? Ya no quería esa boda perfecta, no quería al idiota de Christopher. No quería nada de eso. Sólo quería que la volviera a besar así, que la abrazara y no la dejara ir. Que se volviera a escabullir a su cama por las noches o a su ducha por las mañanas. Sólo la quería a ella. Sólo quería a Nicky.
Dejó que las lágrimas silenciosas cayeran libremente por su rostro mientras bajaba hasta el suelo con la espalda pegada a la mesa.
- Nicky –susurró entre sollozos aunque nadie la podía oír- vuelve…
Miró y vio que estaba en el mismo sitio donde había decidido que lo que había entre ellas se acabase. Y no podía entender cómo podía haber sido tan idiota de dejar escapar lo que más había querido. Lo más real que había tenido en toda su vida. Se abrazó las rodillas sin dejar de llorar.
Nicky llegó a su cubículo limpiándose con furia las lágrimas que se iban escapando por el rabillo del ojo. Tiró las botas y se limpió los labios con la manga de la camisa hasta que se fijó en el pintalabios rojos que se había quedado en la prenda. Cerró los ojos y se la quitó. Esa sería la última prenda de ropa manchada con el maldito pintalabios rojo de Lorna Morello que tanto le encantaba. La tiró con furia al suelo y se metió en la cama, girando para quedar de cara a la pared. Cerró los ojos con fuerza intentando dormirse porque las chicas duras no lloran. Nicky Nichols no llora. Sin embargo, las leves sacudidas y sollozos ahogados que Norma escuchó esa noche, provenientes de la cama de su compañera de cuarto, decían lo contrario.
