Universo alterno/Todos humanos

La familia Cullen lleva años en pleito con los Swan por problemas del pasado.

Al mudarse a Forks, los hermanos Swan, Emmett e Isabella comenzaran su último año de preparatoria en el instituto Forks, donde conocerán a los hermanos Edward y Rosalie.
Éstos al enterarse que los nuevos son Swan, cambian su apellido a Hale, para no perder su amistad por una tonta disputa de sus padres.

De un proyecto escolar, nacerá el amor enteré éstos.

Pero... ¿Que pasará cuando Emmett y Bella se enteren sus parejas son unos Cullen?
¿Qué pasará cuando sus padres se enteren?

Una historia de amores imposibles, dolor, traiciones y esperas.


Prólogo:

Con la vista fija en la ventana de mi habitación, contemplo el cielo estrellado y la hermosura de la luna llena, mientras me pregunto sí pensará en mi. Eso espero, porque yo no dejo de pensar en él.

Debo de admitir que Arizona es interesante, grande y calurosa a comparación de Forks; pero no es lo mismo sin él. No importa cuan pequeña o importante era la situación o actividad, sin él, era diferente.

Antes de irme me prometió venir a buscarme, pero ¿Cuánto tengo que esperar? Hay veces en que me canso de hacerlo, porque el tiempo pasa lento y tormentoso. Hay momentos en los que quiero llorar, de no levantarme de la cama de pensar que el no está a mi lado. Me destruye de a poco como una pequeña grieta en el vidrio y me quema como sol en el desierto.

- Hermanita – la voz de mi hermano me saca de mis pensamientos -. Deja de pensar, siento el humo desde el comedor.

- No estoy de humor para bromas, Emmett.

- No puedo creer que sigues pensando él – niega con la cabeza, mientras se colocaba a mi lado.

- ¿Me dirás que no piensas en ella? - bufo

- Tal vez, pero tú lo haces con anhelo. Sigues esperándolos – me recrimina.

- Yo si creo en ello.

- Igual que con la mentira anterior. Bella, ellos no van a volver – aunque él no lo admita, lo conozco muy bien, para saber que está deseando que eso sea mentira.

- Déjalo, hermano – suspiro, apoyando mi cabeza en su hombro -. No cambiaras mi manera de pensar.

- Algún día dejaras de ser tan cabezotas – ríe tenuemente y besa mi cabeza -. Papá nos espera para cenar – anuncia y se va.

Suspiro.

Capaz no entiendan de que estamos hablando, por eso quiero contarle esta historia, no sólo mía sino también de mi hermano, Emmett. Una historia de engaños, amores prohibidos y con rivalidades absurdas.

Suspiro nuevamente, cerrando mis ojos, y como sí fuera una película, todos comienza a repetirse en flashback.


¡Hola! Esta el prólogo de mi primera historia de Crepúsculo! ¡Estoy emocionada!

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