Disclamer: Ninguno de los personajes usados para este fict me pertenecen, todos son de Masashi Kishimoto, y yo no tengo regalías por mis geniales historias (tengo ego, no me culpen xD).
Reto # 16 de los 100 ShikaTemas
Este fic fue corregido en Junio del 2017.
La Búsqueda de Shikamaru
Capitulo 1. La última vez que la vio
Para Nara Shikamaru, sólo había una mujer en todo el mundo lo suficientemente problemática como para superar a su propia madre.
Ella tenía fuerza, carácter, orgullo, un don innato de mando y la cabeza lo suficientemente fría para pensar estrategias y cálculos rápidos en las situaciones más difíciles… además de unos hermosos ojos verde aguamarina que con tan sólo posarse sobre él, le provocaban una extraña sensación que le recorría por todo el cuerpo.
Y ella, esa chica rubia que antaño acudía periódicamente a Konoha como la embajadora, era la princesa del Suna…
La hermana mayor del Godaime Kazekage, Sabaku no Temari, había resultado para Nara Shikamaru, la mujer más problemática del universo…
Y por supuesto, el gran estratega de Konoha, no se había percatado de ese pequeñísimo detalle la última vez que la viera, hacía poco más de tres años cuando ella había acudido por última vez al país del Fuego para preparar los últimos exámenes chuunin antes de que su hermano Kankuro la relevara en su puesto en la embajada…
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Konoha, hace 3 años…
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Temari estaba distraída, Shikamaru pudo notarlo casi en seguida.
Tenían toda la semana trabajando en oficinas de la sede de los exámenes Chuunin, enfocados al papeleo que preparaban en conjunto, y curiosamente, aquella mañana ella no había prestado atención a la lista de actividades y aspirantes que tenía que aprobar… lo que para el joven Nara implicó comenzar a preocuparse: después de todo era él quien la mayor parte del tiempo estaba distraído y no prestaba atención al trabajo…
―Esto… Temari… hay que terminar de revisar estos papeles dijo sintiéndose de lo más raro.
Casi siempre era ella la que lo sacaba de su nube de ensoñación a base de gritos y a veces hasta de golpes, aunque él presentía que antes de llegar a esos extremos, quizás ella intentaba hablándole con calma y tranquilidad. La rubia de la arena suspiró lentamente y asintió.
―Claro, los papeles… ―respondió sacudiendo la cabeza como queriendo ahuyentar aquellos pensamientos que la distraían. Acto seguido, Shikamaru arrugó el ceño.
―¿Te sientes bien? ―preguntó, la rubia concentró toda su atención en el papeles que debía terminar.
―Estoy bien, pon atención a tu parte ―respondió retomando su trabajo sin siquiera mirarlo, aunque sintiendo los negros ojos del Nara fijos sobre ella… y entonces se dio cuenta de como era que se sentía él cada vez que ella le llamaba la atención cuando se distraía mientras trabajaban.
Para su alivio, después de unos breves instantes el moreno se permitió relajarse y dejar de vigilarla, aunque ella por más que quería avanzar con el trabajo no lograba concentrarse y en su desesperación comenzó a cambiar hoja tras hoja, apenas leyéndolas superficialmente hasta que todas las hojas de su montón se terminaron…
Y suspirando con frustración Temari decidió ponerse de pie y avanzar hacia la ventana, sintiendo de nuevo la mirada de Shikamaru que la observaba en silencio con una mueca de escepticismo apenas notable en su cara…
Después de todo, ellos se conocían de años, y él sabía perfectamente que aquella no era una actitud normal en ella… pero Shikamaru tampoco era de los que hablaban con facilidad, y evidentemente ella no quería que le preguntase nada, de lo contrario hubiera respondido cuando preguntó si se encontraba bien.
―Shikamaru, ¿tú tienes un plan de vida a futuro?
La pregunta de Temari rompió el silencio en que los dos se habían sumido desde hacía varios minutos, dándole al pelinegro la oportunidad de averiguar que era lo que le pasaba a su amiga, así que asintió de inmediato poniéndose de pie y avanzando hasta ella con las manos en los bolsillos.
―Claro, pienso casarme con una mujer que no sea demasiado guapa ni demasiado fea, tener dos hijos, una niña y un niño, y morir durante alguna misión antes que ella ―respondió con desgana, mirando al cielo a través de la ventana, pero notando de reojo como Temari apoyó su cabeza contra el cristal.
―Ya veo…
La verde mirada de la embajadora parecía perdida en las calles de Konoha, y Shikamaru se limitó a observarla con discreción durante unos segundos, antes de volver a hablar.
―¿Por qué preguntas eso? ―Simplemente quiso saber.
Temari le parecía problemática, quizás más que su madre y su compañera de equipo Ino, pero aún con eso ella era su amiga, y si ella tenía algún problema él con gusto intentaría serle de ayuda…
―Simple curiosidad.
Y entonces, Shikamaru sintió aquella sensación que invadía su cuerpo cada vez que esos verdes ojos se posaban sobre él, pero esta vez multiplicada al doble a causa de la pequeña sonrisa que ella le estaba regalando…
Y sintiéndose como hipnotizado por aquel simple gesto, el estratega no puso objeción alguna ante aquella evasiva respuesta, ni puso atención a la expresión que la rubia ocultaba tras aquella hermosa sonrisa…
Al menos no en ese momento y no fue hasta seis meses después, cuando esperándola frente a las puertas de la aldea y se encontrara cara a cara con Sabaku no Kankuro que le informara que su hermana había sido relevada del cargo, que una fuerte presión sobre su pecho provocada por la idea de no volver a ver nunca más a la problemática rubia le causó tal desazón que los recuerdos de ése último día a su lado le volvieron frescos, permitiéndole de esa manera analizar con mayor detalle la situación que en aquel momento le había parecido irrelevante…
Y finalmente, después de pensarlo tanto, el muchacho había llegado a la conclusión que detrás de aquella sonrisa, y detrás de aquella curiosa pregunta que hacía tres años la kunoichi de Suna le hiciera, debería de haber algún problemático secreto que ella no se había atrevido a confesarle y que él estaba más que dispuesto a sonsacarle nada más pisar la arena de aquella aldea oculta en la mitad del país del viento de donde hacía tres años que ella no salía…
Porque, después de todos esos años de pensar día y noche en ella, en la vana espera del día en que regresaría a Konoha, Nara Shikamaru había solicitado el permiso de la Hokage para viajar directamente a Sunagakure no Sato, deseoso de poder volver a ver a la mujer más problemática sobre la faz de la Tierra y por fin confesarle ese sentimiento que durante la ausencia, había sido identificado como amor…
Pequeño prologo para una gran e intensa historia... si les suena el título y parte del capítulo, no es coincidencia jajaja xD y no, no me estoy autoplagiando, no se asusten...
Gracias por leer y dejen reviews! Les Quiero n.n
