Capitulo#1: me voy

Había pasado ya un año desde la derrota de Ozai y el establecimiento de una nueva era de paz. Katara de 16 años de edad, había estado fuera dos meses, en Omashu y ahora regresaba a la nación del fuego.

Sokka, Katara y Toph cumplían como embajadores de Aang en las naciones mientras él y Zuko se encargaban de rebeliones aun existentes en la nación del fuego. Katara estaba ansiosa. Separarse de su familia y amigos por mucho tiempo, mas cuando eres joven, es duro.

Exploro cada centímetro del puerto costero de la nación del fuego mientras bajaba del barco que la traia. El puerto era enorme y las personas, ahora de todas las naciones, iban y venían de un lugar a otro.

Caminó un poco mas y encontró a Sokka y Suki esperar por ella. Al momento se sintió muy feliz, pero a decir la verdad, extrañaba mucho a Aang y esperaba poder verlo; seguro qu estaba atrapado en otra interminable reunión.

-¡Sokka, Suki! ¡Que alegría verlos!

-lo mismo digo hermanita- Era su imaginación, ¿katara estaba mas alta?- y cuanto has crecido en dos meses…

-exagerado- respondió Katara rodando los ojos. Luego su expresión se torno vacia- ¿y Aang?

Esta vez fue su querida hermana en ley quien se encargó de contestar- tuvo que salir esta mañana a hacer algo muy importante… ya regresará te lo aseguro.

Katara asintió distraídamente. Avanzaron un poco hasta subirse al carruaje que había mandado Zuko para ella. En el camino iba hipnotizada observando la hermosa flora y fauna de la nación del fuego, sus coloridas casas, sus exquisitas construcciones y los niños que corrían de un lado a otro por el lugar y haciendo enojar a los vendedores ambulantes.

-¿katara?- la voz de Suki la trajo a la realidad

-¿si?

-¿Cómo ha estado Omashu últimamente?

- pues, bien… es bueno que no hubieron muchos daños a la ciudad por la guerra. Las personas ya han logrado adaptarse bien al comercio con la nación del fuego, ha cesado el miedo y el Rey bumi a hecho de todo para que funcione normalmente…

-¿Cómo está él ?- preguntó su hermano de manera interesada

-bromista como siempre… aunque últimamente se ha estado cansando mas rápido de lo normal…

Mmm ya…- suspiró Sokka. Se quedó un momento callado hasta que se enderezó con Júbilo- Bueno… ¡al fin! Bienvenida al palacio Katara.

Katara aunque ya conocía al derecho y al revés el imponente lugar, no dejaba de sorprenderse. Catorce años de su vida estuvo acostumbrada a lugares súper menos lujosos y tan pequeños- no sé si algún día me acostumbraré…- suspiró en voz baja

-lo haces- intervino el moreno- después de algún tiempo… yo ya no me siento tan incómodo…

-pues yo si…- intervino su novia- me siento como una completa desconocida esperando a que en cualquier momento un soldado nos diga que es un sueño y nos ataque.

Katara le sonrió de lado.

Bajaron del ostentoso carruaje y cada uno de los sirvientes cargó las cosas que traia katara del viaje rumbo a su habitación. Los tres jóvenes estaban tan distraídos que no habían visto correr a Toph hacia ellos y lanzársele a Katara haciendo a las dos caerse.

-¡te extrañé, reina del drama!- exclamó dándole un fuerte golpe en el brazo

-lo mismo Toph- respondió ella sobándose el brazo adolorido

Katara se encontraba poniendo todo en sulugar en su habitación cuando entró la bandida ciega desplomándose sin cuidado sobre la gran cama.

-¿Qué tal tu viaje?

-cansado- respondió la joven sentándose a la par de su amiga. Toph observaba el techo pensativo. Claro que la ciega no podía verlo.

- adivino el por que estas asi…- suspiró Katara haciendo fruncir a la bandida ciega el seño.

Mientras katara estuvo de viaje, Toph continuamente mandaba cartas notificándole los últimos acontecimientos pasando en la nación, algunos saludos de parte de Aang y su hermano. Es cierto que Toph era ciega, pero había conseguido a Yatma, una señora de 39 años que se las escribia y no revelaba a nadie del contenido que en ella Toph confiaba.

-si, es por eso…- confesó después de un rato.

Katara se enderezó sobre su codo para ver la expresión desolada de su joven amiga.

-ahora que me pongo a pensar- continuo Toph- nunca debi terminar con el Duque, menos por algo tan imposible…

-¿te arrepientes?

-no, no me arrepiento de haber terminado con el Duque porque, a decir verdad, fue una tontera comprometerme sin amor, era más amistad ¿sabes?- Respiró lento y después continuó- pero me es tan imposible sentir que a quien yo amo, solo una persona le cabe de esa forma en su corazón… y no soy yo

- tocara aguantar- explicó Katara después de un rato, fijándose en el comportamiento de su amiga- Sokka y Suki seguirán juntos y aunque no quieras lo tendrás que sentir.

-¿sabes que es lo que mas me enoja Katara?

Katara simplemente esperó a que su mejor amiga se dignará a hablar

-me duele poder senitr como los latidos de Sokka se aceleran solamente con la mención del nombre de Suki, y ¿por mi? ¿K siente por mi? Simplemente nada…

Toph estaba a punto de romper en lagrimas cuando Katara de un brinco se enderezó en su cama

-vamos Toph, ya se que te animara…

Aang se encontraba vagando por la calles de la ciudad real, buscaba un regalo especial para su novia que hoy regresaba de Ba-Sing-Se. Estaba consiente de su tardanza, sin embargo la recompenzaria esa misma noche con una cena romantica en un popular restaurante llamado el Fenix.

Aang tenia todo fríamente planeado. Velas, música, soledad, paseo por las calles, llegar al boder del cráter del volcán y ver la luna y finalmente comprometerse con ella regalándole un collar que el mismo acababa de terminar.

Estaba muy orgulloso de su creación. Era la perfecta armonía entre aire y agua. Exquisitamente tallado, brillante y con las mejores piedras. Habia comenzado su diseño desde antes que Katara se fuera a Omashu y, finalmente cuando ella partió pudo terminarlo felizmente sin miedo a que ella fuera a descubrirlo.

Mientras caminaba alguien lo observaba con mucha atención. Al reconocerlo sonrió y se levanto del asiento que anteriormente ocupaba.

¿Kuzom?- lo llamó

Aang casi no se percata pero, de inmediato volteó extrañado. Frente a el estaba la joven risueña, optimista, pelo café y esplendida sonrisa que había conocido en la escuela de la nación del fuego ya hace mas de un año. Su cara dejó mostrar una sonrisa.

-kuzom…-dijo dando dos pasos a él- ¿o debería llamarte por tu verdadero nombre avatar Aang?

-Onji que gusto verte

-me alegro que me recuerdes, con tu vida tan ocupada me sorprende siquiera que sepas aun mi nombre- dijo la joven notando felicidad

-yo nunca olvido a los amigos- sentenció el avatar

-¿Qué haces por estas calles?- preguntó curiosa- ¿no deberías estar en importantes reuniones?

-de hecho tengo un tiempo libre, por eso aquí me miras…

La joven sonrió de lado. Con esos ojos brillantes- eso quiere decir que no importaría si damos una vuelta un rato y platicamos ¿verdad?

Aang pensaba rechazar pero no quería ser descortés. Además solo iba a ser un rato y quería platicar con su amiga. Podría hacer las compras después. Asintió sonriente y juntos partieron por las transitadas calles.

¿Por qué me traes aquí?- preguntó Toph curiosa mientras salían del volcán, hacia las laderas a un lugar alejado del puerto y de ciudadanos

-porque… - la maestra agua sonreía mientras caminaba por aquellos sitios. Había descubierto ese lugar por accidente y era tan hermoso que esperaba próximamente mostrárselo a Aang- es un lugar maravilloso para la Tierra control, agua control y además para relajarse.

Toph quedó casi hipnotizada por lo que sentían sus pies.

Hierba fresca empezaba ahora a acariciar sus pies, arboles rodeaban todo el lugar. Llegando se podía distinguir la hermosa laguna cristalina caliente y agua cayendo hacia ella de un risco de piedra solida perfecta para tierra control.

-no está mal- dijo Toph explorando el lugar- de hecho, nada mal

-¿Por qué no simplemente admites que te gustó?

-como dije, no está mal

-¿quieres pelear?- preguntó Katara con una sonrisa preparando un látigo de agua.

-créeme que será un placer derrotarte

Sokka estaba apoyado en el balcón de su cuarto con sus ojos cerrados recibiendo el golpe de la brisa del fresco aire en su cara. Recordaba aun a Yue de una manera afectiva, pero se había dado cuenta que ya no la amaba y que las heridas con el tiempo cicatrizan aunque claro, con el tiempo nada nunca vuelve a ser igual

Suki entró a la habitación muy callada, sin ganas de perturbar a su novio. Se acercó hacia Sokka por la espalda y lo abrazó cariñosamente. Le besó sensualmente el cuello. Sokka sonrió ante eso.

-¿en qué piensas?- preguntó en voz baja la guerrera Kioshi.

Sokka volteó a ella y le dio un suave beso en los labios- en nada importante… ¿Dónde estabas?

-En el comedor- simplemente respondió- Ty Lee me envió una carta sobre como van las cosas con las guerreras ahora que me he retirado.

-¿sientes que fue lo correcto?- preguntó el guerrero. Haciendo a Suki asentir

-¿te hace Feliz?- volvió Sokka nuevamente a preguntar.

-claro- Respondió sin vacilar. Luego su rostro tomó otra actitud- ¿pero sabes que me hace más feliz?- dijo soltando los nudos de su túnica y con mirada sensual.

Sokka enrojeció ante eso- no creo que deberíamos…- el beso de Suki lo interrumpió

-no te preocupes- dijo ella al separarse- ninguno de los chicos está en el palacio y no estarán por mucho tiempo…

-yo sé… pero aun así- recibió un candente de beso de su novia.

-como dije… hay mucho tiempo ¿si?

Sokka sonrió contra sus labios incapaz de resistir mas- si…

Suki se sentó a horcajadas en su cintura y Sokka caminó hacia la cama y la depositó en ella, antes de ubicar su cuerpo por encima del de su novia y seguirla besando con fiereza.

¿Onji, hacia a donde vamos?- preguntó el joven avatar al ver que se dirigían justo al borde del cráter.

-te quiero mostrar mi lugar favorito en toda la ciudad- Onji volteó a verlo mientras caminaba- claro que para llegar tendremos que caminar mas…

Aang pensaba protestar

-valdrá la pena, lo prometo- "claro que valdrá la pena" pensaba

Después de un rato llegaron y al hacerlo Aang pensaba que Onji si que tenía razón.

-¿Qué te parece?- preguntó la joven detrás de él con una sonrisa.

-es hermoso- contestó Aang aun muy sorprendido

-y eso que no has visto todo el lugar- agregó Onji- mas allá hay una hermosa laguna termal con una cascada que cae libre hacia ella.

-¿Qué esperamos?- preguntó Aang dispuesto a seguir explorándolo. Le llamaba mucho la atención y ya se imaginaba a quien mas le iba a gustar.

- podemos parar solo un rato acá- dijo la hermosa chica sentándose en una gran piedra- estoy agotada, no es corto el viaje

Aang le dedicó una sonrisa ubicándose justo a su lado.

-mamá fue la primera persona que me trajo aquí- comentó ella- me traía siempre que estaba molesta o triste por algo.

-¿ella viene aquí a menudo?

-no desde que fue en este lugar que papa dijo que quería el divorcio- comentó su amiga con un dejo de tristeza y con lágrimas en sus ojos a punto de aflorar de sus ojos. Con pesar y para no verla llorar, Aang la acunó en sus brazos y la hizo descansar en su pecho.

-mama nunca se repuso- agregó- éramos una familia feliz y unida y de pronto paso eso…

-quiza tu familia no era lo que parecía- contestó el avatar- tus padres pudieron aparentar para no hacerte sufrir… ¿Cómo es la relación con tu padre?

-genial- admitió después de un rato- de hecho es con el con quien vivo… me llena de comodidades y me acompaña siempre, sin contar con que deja a mi madre irme a visitar

- ya veo

Se quedaron un buen rato viendo simplemente el horizonte. Onji enderezó su cabeza de su pecho. Aang aun tenía sus brazos rodeándola. Ella le dedicó una espectacular sonrisa.

-pero esto me a hecho aprender grandes lecciones- agregó la joven sonrojándose

-¿Cómo que?

-como aprender a arriesgarse para poder tener la felicidad que deseas- y terminando esto se inclinó al avatar y le plantó un beso en los labios.

-Toph, ven por acá… sigamos recorriendo el lugar- Katara dijo caminado lejos de la laguna. Toph la seguía de cerca hasta que sintió vibraciones conocidas muy aceleradas. Y entonces sintió otras que estaban de la misma manera. Frunció el seño viendo el lugar donde estaban.

-espera, ese no es…- intervino la ciega

En ese instante Katara volteó para ver petrificada como su novio besaba a aquella chica totalmente desconocida. Una lágrima resbaló por su mejilla y el tiempo se detuvo. Se la secó ferozmente y frunció el seño con determinación mientras dio la vuelta lejos del lugar. Toph luego se dio la vuelta para seguir a su amiga conteniéndose de ir a gritarle a el unas cuantas verdades en su cara.

Katara iba adelante desolada y muy herida, se sentía a explotar. Como hubiera querido tener el valor de enfrentarlos, pero no, ya no había marcha atrás. Toph la alcanzó en una carrera y le sujetó el brazo haciéndola voltearse.

-¿Cómo pudiste no enfrentar a pies ligeros?- le reclamó la ciega muy molesta

-¿de que serviría?- se lamentó- hubiera hecho el total ridículo

-te debe una explicación…

-no me debe explicar el porqué introducía su lengua en la garganta de la otra… al contrario estuvo muy bien descubrirlo asi antes de que fuera demasiado tarde-rió sínicamente- maldito infeliz que dijo te amos tan vacios… quien sabe hace cuanto disfruta la compañía de ella.

-el parecía sincero de su amor hacia ti- agregó Toph-lo pude sentir por las vibraciones

-el sabe tierra control- agregó Katara en un grito desesperado- seguro usó algo para despistar, que tu no sintieras ni me dijeras nada… es que hay que ver que todos los hombres fueron sacados con el mismo bisturí... para demostrar que puede… ¡no te imaginas cuanto odio estoy sintiendo!

- no, pero más o menos puedo sentirlo…

- me iré Toph…- agregó la maestra agua después de un momento- no pienso quedarme aquí…

-¿Cómo?- se sorprendió Toph

- no pienso quedarme aquí junto a él y sufrir cada vez que lo vea, sería aun mas humillación y al menos eso de mi, nunca lo va a ver

-p-pero, no te puedes ir, ¿ a donde irias?

-cualquier parte- añadió- eso sí, lejos, muy lejos…

-¿crees que no sospechara que algo pasó?

-escribiré una buena excusa, me encargaré que nunca se entere de la verdadera razón…

Toph intentó retenerse por lo que iba a decir- ¿puedo ir contigo?

Katara volteó a verla sorprendida

-si te vas, ya tengo la excusa perfecta para alejarme de lo que siento por Sokka, lejos lo superaría…- añadió.

-¿en verdad quieres irte?

-si- admitió la ciega- recomencemos las dos en otro lugar muy lejos de aquí… volveremos cuando estemos listas…

Katara sonrió de medio lado y asintió. Antes de susurrar

-me engañaste y jugaste conmigo, me olvidaste, pero ya nunca esto me volverá a pasar, ya no me enamorare como una tonta- diciendo esto se marcharon a palacio.

…...

Aang seguía inmóvil contra los labios de Onji. No sabia que hacer, su mente estaba totalmente en blanco. Esos labios no eran nada comparados con los de Katara, los labios de Katara eran tan dulces, suaves y apetecibles que solo eso hacia que su mente se olvidara de lo demás. Por fin reaccionó cuando Onji intentó profundizar el beso y meter su lengua en la boca.

La empujó y puso su mano en su boca. Ella lo miró extrañada.

-¿pasa algo?

-si, de hecho si- dijo en tono enojado- tengo novia.

La cara de Onji se tornó sombría

-¿tu tienes que?

-lo que escuchaste- respondió Aang levantándose de donde estaba sentado- tengo una novia

-Aang- se acercó ella, el retrocedió unos pasos- se que no solo fui yo, se que tu también sentiste algo especial…

-te equivocas- agregó el joven avatar- lo lamento mucho Onji, pero nunca debiste hacer eso, yo amo a Katara.

Onji asintió tristemente, apunto de llorar- lo lamento nunca debí…

Fue interrumpida por Aang- Gracias por enseñarme este lugar pero debo irme- dicho esto extendió su planeador y salió volando del lugar dejándola sola.

Se dirigió al pueblo a terminar de comprar lo que hacia falta. A pesar del incidente prometió que eso no iba a incomodarlo ni a desconcentrarlo. Esa noche sería una de las más importantes de su vida y de ninguna manera lo iba a echar a perder. No podía esperar para llegar a palacio, ver a Katara, poder besarla y abrazarla, tenerla en sus brazos y pasar todo el dia juntos. La necesitaba

Aang estaba casi seguro de que su vida, sin Katara no tendría sentido. La vida sin ella, perdía color y encanto. Eso lo descubrió en los dos meses que la tuvo ausente. Lo único que lo mantuvo vivo es saber que ella volvería a él.

Descendió en el jardín del palacio. Appa dormía bajo la sombra de un enorme árbol y Mommo perseguía mariposas lechuzas de un lugar a otro. Sonrió ante esa imagen. Lentamente entró en la sala de estar. Estaba completamente vacía, incluso en la terraza no había nadie. Caminó hasta encontrarse a Guajira, su ama de llaves y señora de confianza.

-disculpe Guajira…

-dígame, Avatar Aang- respondió haciendo una reverencia

-¿ha visto a Katara?- en verdad estaba desesperado por verla.

-si, ella vino hace un par de horas, seguro está en su cuarto descansando.

El rostro de Aang se iluminó con una gigante sonrisa mientras corrió a la velocidad del viento hasta el cuarto de su amada. Al llegar, notó raro que la puerta del cuarto de su novia estuviera abierta y al fin, cuando entró, comprobó que Sokka, Suki, Mai y Zuko estaban petrificados y ni señas de Katara.

Sus amigos lo vieron entrar.

-¿Dónde está…?- fue interrumpido por Sokka

-lee- y dicho esto le tendió el papel al calvo de la flecha azul. Aang lo cogió casi temeroso.

Queridos amigos

Sé que seguramente hallaran ilógico el descubrimiento de esta carta y muchas otras razones que en ella estoy dispuesta a aclarar. Lo he decidido de esta forma para evitarme futuras complicaciones que espero, en el transcurso lograran entender. Me voy, y no sé cuando voy a volver.

Estoy segura que ahora deben estar muy sorprendidos, pero esta era una medida que he decidido tomar por mi bien y espero que también por el de ustedes. Como supongo aun no creen lo que está pasando plantearé mis razones.

Me di cuenta en mi viaje a Omashu que estaba quedándome estancada mientras todo el mundo a mi alrededor seguía avanzando, quedarme aquí con ustedes me hubiera hecho frustrarme y quizá me haría daño. Necesito encontrarme a mí misma. Pero necesito hacerlo lejos de ustedes, se que en la nación del fuego nunca podría.

Estaba dispuesta a desertar en Omashu y ya no volver, ni siquiera comunicarme con ustedes, pero una correspondencia de Toph me hizo regresar a buscarla. Ella también ha decidido partir pues ninguna de las dos hemos logrado crecer y progresar.

No crean que es algo contra ustedes, los amo, pero ninguno me ayudaría a ser quien quiero ser. Lo hago de esta forma porque quiero evitarme despedidas que incluso podrían hacerme cambiar de opinión. Imagino que intentarían retenerme.

Aang, espero que al leer esto comprendas que este es el fin de la relación que tenemos. Ya no puedo seguir contigo y tú tampoco podrías seguir conmigo. Espero que seas feliz y recuerdes al menos los buenos momentos que pasamos los dos juntos. Pero ahora serán simplemente eso, recuerdos.

No me busquen, respeten al menos mi decisión. Les aseguro que en el momento más inesperado volveré. Toph igual que yo está decidida.

Sin más que decir, nos despedimos. Nos reuniremos algún día. Los queremos.

Katara y Toph

Aang dejó caer la nota al piso. Sus piernas flaquearon y calló sentado en el suelo partido en llanto.