Disclaimer: Los personajes no son míos les pertenecen a sus respectivos dueños.

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¿Desde cuando Lynn se puso tan llamativa? Lincoln no podía dejar de verla. Teniendo un departamento para él solo, sus hermanas iban a visitarlo unos momentos. Cuando era una joven chica, Lynn no tenía muy bien desarrollado su cuerpo a comparación de Leni y Lori. Se burlaban de ella por ser una "tabla". Ahora que ya tenía una edad mayor a los 20 años, las bocas de quienes se burlaron ahora eran cascadas de saliva. Teniendo un partido muy importante en el club, la casa quedaría lejos. Lincoln fue lo bastante tonto... O listo, para dejar de lado la calma de su piso al invitar a su hermana a dormir.

Lincoln sabía que su sex... Querida hermana Lynn vendría tarde. Así que preparó una buena comida para recuperar las calorías perdidas, pizza con abundante queso. Se atrevió también a comprar unas latas de cerveza, ya que ahora no eran niños. Prendió el horno y colocó la masa y al mismo tiempo, alguien llamaba a la puerta.

-¡Ahí voy! -Dijo.

-¡Lincoln!

Lynn envolvió con sus brazos a su hermano, atrapándolo y atrayéndolo a su atlético y firme cuerpo. El albino sentía que la ropa de entrenamiento estaba mojada por el sudor. La chica dejó su medalla y el bolso en el suelo para saltar y aferrarse con sus piernas a su hermano. El muchacho también participó del afecto aprovechando sentir aquel cuerpo refregándose con el suyo.

-¡Me dieron una medalla a la mejor jugadora! ¡Estoy feliz!

-Eso es... Genial Lynn.

-¿Preparaste la comida? Tengo un hambre feroz.

-Ya casi está lista. Estoy haciendo pizza ¿Te gusta?

-Por supuesto que si, pero primero me voy a bañar. ¿Te molesta si uso tus toallas?

-No hay problema Lynn, pero no las ensucies todas.

El joven muchacho fue a su cuarto para buscar las toallas. Ya Lynn estaba esperando en la puerta del baño para así entrar y encerrarse. Lincoln después de entregarlas, regresó a la cocina.

Mientras ponía la mesa, escuchaba gotas de agua salpicando en el suelo y que se podían oír más cerca. Lynn estaba ahí parada con su cuerpo mojado y la única cosa que tapaba sus partes íntimas era una toalla que rodeaba su pecho y cubría sus muslos. No hacía falta hacerle un nudo, ya sus curvas podían sostenerla. Lincoln ocultó su rostro ruborizado bebiendo una cerveza en lata.

-Lincoln estaba lavando mi ropa, ya está secándose ¿Te molesta si ando así?

-No no no para nada Lynn ¿Quieres que te preste algo de mi ropa?

-No, está bien. Además, si me pongo tus camisas me irán chicas. Creo que mis pechos crecieron un poco.

-¡Lynn! -Lincoln tragó saliva.

Verla con la toalla cubriendo su atlético cuerpo era un espectáculo de primera fila. Lincoln no podía dejar de verla y Lynn lo sabía.

-¿No tienes novia verdad?

-¿Queee?

-Lo digo porque me miras así de esa forma idiota.

-No Lynn no tengo, eh tratado de salir a bares y todo eso pero no. ¿Y tú?

-Son todos idiotas, el último se me acercó alcoholizado y te imaginarás como lo espanté jeje.

-Si te conozco Lynn. -Dijo Lincoln mirando unos segundos su pecho.

-No importa, tienes tiempo para ti solo, puedes hacer tus cosas tranquilo como yo. -Lynn agarró una porción de pizza y el queso en sus dedos se le cayó encima, ensuciándola otra vez pero el un lugar sugerente. -Ups.

-¡Espera!

-... Eh... ¿Que ibas a hacer?

Lincoln quedó inmóvil, viendo una de sus manos con un trapo y la intención de ser él el que limpie el queso. Su hermana molesta le quitó el trapo quitándose la suciedad, y tendría que otra vez bañarse.

-Lo lo lo siento Lynn es que... -El chico estaba ruborizado.

-Menos mal que eres mi hermano, o ya estarías en el piso sangrando. Ya no tienes porqué preocuparte, usaré mi ropa cuando salga de la ducha.

Tras terminar de comer, Lynn nuevamente se colocó debajo de la lluvia, mojando todo su cuerpo. No era necesario usar shampoo ya que tenía que usar solo el jabón por el queso en su pecho. El agua caliente era reconfortante hasta levantó la cabeza para sentir las gotas en su cara. No quería decirlo para incomodarlo, pero Lincoln con el paso del tiempo se puso guapo, no tenía músculos u ojos llamativos o el mejor peinado del mundo. Como toda hermana, siempre se decían esas cosas para levantar el ánimo. La falta de un novio se le notaba, Lynn le gustó ser observada de esa manera por Lincoln y para que algo bueno salga de esa boca se tenía que pasar por un peluquero y por un vestido. La castaña de pecas suspiró con recordar lo que pasó en la mesa.

Lynn después de media hora en el baño salió con su ropa de gimnasia seca y continuó hablando con el albino como si nada pasó. Charlas iban y venían, se hacía tarde y ambos tenían sueño. Él no quería dormir en el sillón y mucho menos ella, así que como en su niñez, tuvieron que compartir la cama... Otra vez.

Lincoln tenía puesto solo un bóxer negro, era su casa y estaría como quería estar. Lynn tenía su musculosa y un culotte, que a toda costa su hermano evitó mirarle el trasero (excepto cuando "buscaba" una posición cómoda)

-Je... ¿Se te hace familiar Lincoln? -Dijo ella mirándolo de reojo.

-Por supuesto que si. -Le contestó mirándole la espalda.

-Suerte que hace calor ¿No te parece?

-Ya hace calor...

-¿Que?

-Nada nada... Lynn ¿Te puedo hacer una pregunta?

-Adelante. -Se movió ella sin darse vuelta. Acarició sus muslos para dejar su brazo descansando en su cadera.

-¿Que pesarías si los demás piensan que hay algo raro entre nosotros? Lo digo por esto... Compartimos la misma cama. No pasaba nada cuando eramos chicos pero ahora, tú y yo ya grandes... Solos los dos...

-Lincoln hay peores cosas que pasan ¿A que le prestarían más atención?

-Bueno si tienes razón. -Lincoln bostezó tras decir eso. -Bueno Lynn... ¿Te vas a quedar mañana?

-Tengo que ir a casa, le prometí a mamá que volvería para el desayuno y tengo entrenamiento. -Lynn fue contagiada por el bostezo. -Bueno, buenas noches Lincoln...

El sueño los invadió en minutos, cada uno en un rincón de la cama, cerraron sus ojos, y dejaron que la mente se relaje...

Lynn sintió el brazo de Lincoln envolviéndola por la cintura y se encontraba apoyado en ella, hasta sintió algo duro entre sus nalgas. ¿Porqué no lo empujó? Miró el reloj y eran las tres de la mañana. Ella no podía hacer nada, ni sabía si Lincoln estaba despierto o se encontraba consciente de lo que estaba haciendo. Lynn lo extrañaba mucho, necesitaba alguien con quien compartir charla y risas además de sus hermanas. Cuando Lucy lo fue a visitar y regresó a la casa, volvió con una sonrisa ¡Estamos hablando de Lucy! Rara vez su frío rostro mantenía una pizca de felicidad. ¿Pasó algo más entre ellos? Lynn estaría a punto de descubrirlo.

Comenzó a mover su cadera, sintiendo aún más lo que escondía Lincoln en el bóxer. Una electricidad recorrió su cuerpo como preparándose para algo. Soltó un suspiro sintiendo más y más lo que tenia entre sus nalgas. Lo deseaba tener. Se mordía sus labios conteniendo un suspiro. Sabia lo que su mente estaba pensando cruzaría la linea moral, pero el deseo carnal y la sed de una noche con su hermano, el que tanto extrañó, era mas fuerte.

-Lincoln déjate de juegos...

-¡Lynn! ¿Estabas... Despierta?

Sus miradas se clavaron adivinando lo que querían. Sin pestañear, pegaron sus labios, intercambiando saliva con sus lenguas jugueteando en la boca, uno del otro. Lynn lo tumbó boca arriba y ella se sentó encima de él, sacándose la musculosa y el sostén al mismo tiempo, quedando con el torso desnudo, solo para él. Lynn sin perder contacto sacó el bóxer negro revelando la virilidad que escondía su hermano. Fue el turno de Lincoln en entrar en el juego. Con ambas manos sacó el culotte de su sensual hermana hasta tenerla completamente sin ropa. La agarró de las nalgas y lentamente entraba dentro de ella.

-¡AAH! Mmmm Lincoln... Ahhh...

-Esperé este momento en toda mi vida Lynn... Aahh... Tenerte arriba mío. Gateando en tu hermoso cuerpo. Tenerte toda la noche para mi y solo para mi... Ahh...

-Lincoln... Ahhh... No seas... Mmmmm... Idiota... Oohhh...

El viril muchacho besaba los pechos de Lynn como un pincel a la pintura. Lamiendo. Besando. Lamiendo y besando. Otra vez y otra vez. ¿En verdad llegaron a esto? Los dos tenían un peso que descargar y era esto. Cada rincón del cuerpo de Lynn era recorrido por las candentes manos de Lincoln. El interior de la castaña aumentaba de calor, deseando más y más la virilidad del albino. Movía su cadera de un lado a otro, arriba y abajo, las esquinas hasta lograr llenar su interior. Ahora fue el joven que dominaba la cama, la tumbó y sin parar aumentaba las embestidas. Veía como los pecho de Lynn rebotaban y le provocaban moverse más rápido. Atrapándolos con sus manos, comenzó a apretarlos y moverlos a su ritmo como un juego de balón.

-¡Lynn! Lynn por favor... No le digas nada a nadie de ¡AHH! Esto... Diles que... Mmm... Yo fui...

-Cállate Lincoln... Ooohhhh... Sigue sigue sigue ohh SIGUE... Sé que... Aahhh... Si se enteran de esto nos ¡AAAHHH! nos matarán... Dame más... Mmmm...

Los dos candentes jóvenes estaban acelerados, aumentando sus movimientos carnales. Nuevamente el la primer posición, Lincoln tenía una vista espectacular de Lynn y su sudado cuerpo. Entrelazaron sus manos y comenzaron a aumentar la velocidad hasta el máximo. Sus cuerpos se golpeaban. El calor aumentaba drásticamente junto con los movimientos. No pestañearon desde que comenzaron este juego inmoral. Querían verse cuando acabaran. La mente de Lynn como la de Lincoln estaban en blanco por este prohibido y hermoso momento. Apretaron sus manos. Soltaron un grito y el clímax llegó...

Lynn descansaba boca abajo recuperando el aire perdido. Lincoln se acostó a su lado, acariciándole la espalda hasta llegar a su sudado trasero. Con la poca fuerza que le quedaba, colocó a su hermana de lado y apoyó su virilidad nuevamente entre las nalgas. Lynn aún recuperándose de éste encuentro, con sus ojos cerrados, dibujó una placentera sonrisa. Los brazos de Lincoln la sujetaron y juntos se dejaron vencer por el sueño...

Eran las nueve y media de la mañana. Lincoln abrió sus ojos encontrando la habitación vacía. Lynn se había marchado pero antes dejó el desayuno en la cama con un regalo de la noche. El culotte debajo de la almohada junto a un papel con un número de teléfono. Lo primero que hizo nuestro héroe fue tomar un sorbo del café humeante para luego leer lo que decía ese papel.

- "Aquí te dejo mi número Lincoln. Espero que no te moleste en que te visite mas seguido. Te dejo un souvenir. Te quiero idiota" .

El muchacho agarró la ropa interior de Lynn y mientras la veía, soltó una larga y satisfactoria risa.

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Fin.

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Feliz aniversario en el fandom de The Loud House! (Si me saludo yo Jajajaja) bueno ya tengo un año aquí y quería festejarlo con este one shot y primer fic erótico ¿Les pareció bueno? Para mi estuvo bien (Bah, siempre uno no se critica) . Bueno, gracias a todos y nos leemos en los siguientes fics que tengo para ustedes. Para los que me siguen, Hazlo por Ella está a dos capítulos de terminar (Mi enemigo es el relleno, y ya me pasó con otro fic) igual tengo varios proyectos para ustedes, ya sea de TLH y otros fics como dice mi perfil, tengo un FicVerse cof cof Marvel DC cof cof Bueno sin mas nada que decir, me despido y feliz 2019 para todos ustedes chicos! Nos leemos luego!