Hola a todos aquí les traigo mi primera historia en esta cuenta nueva que hice, ya que la anterior como lo ven en mi perfil tuve mucho problemas en abrirla y pues henos aquí jeje, bueno espero les agrade esta historia.

"Wiii"- pensamiento

-Wiii- narración y dialogo

-Wiii-recuerdo

Pareja Principal: Gaara/Hinata

No entendía que era lo que le pasaba, pero a cada momento suspiraba, sus hermanos lo miraban con preocupación, mientras que algunos guardias lo miraban extrañada mente, al igual que sus consejeros.

-Continúen- sin muchos ánimos, ordeno al aire sin mirar a la gente frente a él.

-Si majestad- menciono un guardia mientras abría un pergamino- Este hombre cometió un crimen, a estado falsificando joyas y engañando a muchas mujeres para que este, se quedara con su dinero…

-No majestad, por favor es mentira jamás haría algo así- suplicaba el anciano, para no recibir el castigo.

- Silencio- ordeno un guardia- ¿Qué es lo que ordena Faraón?

Volvió a salir de sus labios un suspiro, mostrando que en esos momentos no le interesaban esos asuntos, se levanto de su trono, llamando la atención de todos los que estaban presentes.

-Me da igual, hagan lo que quieran con él- sin mas que decir salió de ese lugar dejando a todos confundidos.

-¿Qué le esta pasando?-

-No lo se Kankuro, a estado de esa manera desde la tormenta- Se encontraban realmente muy preocupados por su hermano menor- Es mejor que hablemos con él.

Estaban a punto de salir del salón cuando un guardia los detuvo.

-Disculpen, mis señores pero ¿Qué hacemos con el prisionero?

-Libérenlo, pero vigílenlo, si vuelve a cometer de nuevo el crimen házmelo saber.

-Si, como ordene Señorita Temari- dicho esto lo hermanos salieron.

Caminaba por los pasillos de su palacio, no tenia ánimos de nada lo único que quería era regresar a su habitación.

-¡Gaara!- giro para ver a sus hermanos correr y colocarse frente a él.

-¿Qué pasa?

-Eso queríamos saber Gaara- no entendió las palabras de su hermano mayor.

-Gaara ¿Qué ocurre? Has estado muy extraño.

- No se de que me hablan.

-Vamos Gaara, as estado comportándote de esa manera, desde que volviste de las tierras de Konoha.

-Solo he cambiado.

-Lose, pero…

-Por favor les pido que me dejen solo, solo quiero recostarme me encuentro cansando- se alejo de sus hermanos, y siguió caminando.

-Ha cambiado, pero aun así sigue sin decirnos nada Temari- soltó un suspiro mientras se rascaba la cabeza- Yo también necesito descansar, tu también haz lo mismo hermana.

Kankuro se alejo dejando a su hermana completamente sola.

-"Si Gaara has cambiado, ya no eres aquel hombre cruel y despiadado, que lo único que quería ver era sangre, y como sufrían los prisioneros a tu antojo, pero todo cambio desde que fuiste a las tierras de konoha"- aun se preocupaba por su pequeño hermano pero decidió que lo era dejarlo solo.

Miraba el techo como si fuera lo mas interesante en el mundo, pero su mente se encontraba en otro lado, sus hermanos tiene razón se encontraba extraño pero ni él sabia que era lo que tenia, él sabia que quería cambiar pero no de esa forma en la que se encontraba. Había viajado a las tierras de Konoha, ya que él líder de ese reino lo había invitado para celebrar su nombramiento, Uzumaki Naruto era su nombre, y el único Hombre que pudo vencerlo en una pelea a muerte y hacerlo reaccionar de que no todo el mundo puede ser tan cruel, y él se lo mostro al no matarlo frente a todos y ofreciendo su mano en señal de amistad.

Desde ese momento decidió cambiar su forma de ser, disculpándose con sus hermanos en como los había tratado en el pasado y el disculparse con las personas que habían viajado con él.

Pero ese no era el motivo por el cual él se encontraba de esa forma, no, simplemente fue esa tormenta.

Flash back

-¡Vamos, sigan remando!- Gritaba un guardia agitando su látigo asía los prisioneros, para que estos no pararan de remar.

-Ya no puedo mas- gimió un esclavo no ayudando a los demás a remar.

-¡Sigue remando!- le grito un guardia.

-Estoy muy cansado, ya no puedo más-

- Que miserable-levanto aquella arma en forma de darle un castigo al prisionero.

-No por favor- suplicaba.

-¡Toma!- agito la mano pero el látigo no toco la espalda del prisionero, ya que alguien le detuvo la muñeca- pero que… ¡Majestad!

-No es necesario que hagas eso- Se acerco al prisionero- ¿Qué pasa?

-L-Lo siento majestad, ya no puedo seguir- dijo aquel hombre mostrando las palmas de sus manos que se encontraban rojas, y llenas de ampollas, la cual la mayoría sangraban- En verdad lo lamento.

-Ya veo, llévenlo a descansar, y ayúdenlo a limpiar sus manos- dos guardias obedecieron a Gaara.

-Pero señor, nos faltaría una persona-Gaara miro aquel hombre que portaba el látigo, extendió su mano en señal que le diera el arma y este se la dio.

-Puedes tomar su lugar.

-¿Señor?

- Tienes brazos fuertes, no creo que sea un problema para ti-

Aquel guardia bajo el rostro y se sentó en el lugar donde se encontraba aquel prisionero, para comenzar a remar, Gaara subió las escaleras para volver arriba.

-Estas nubes, no me dan confianza majestad- fue lo que dijo el capitán observando las nubes negras.

-Tranquilo, no te desconcentres pronto llegaremos- Gaara comenzó a preocuparse un poco ya que podía ver como el mar se encontraba extraño y mientras que sentía sus cabellos rojos moverse por el aire frio, pero debía mantenerse tranquilo por su gente.

Pero la calma del capitán no duro mucho, cuando comenzó a sentir como el mar comenzó a agitarse, y a caer gruesas gotas del cielo, a acompañando de un aire violento, se encontraban atrapados de una gran tormenta.

El tiempo se volvió mas violento y hostil, el barco no duro mucho resistiendo ya que un rayo cayo en el árbol del barco provocando un incendio.

-¡Vayan todos a las esquifes! ¡Ahora!- Sin ningún pero todos obedecieron al faraón, Gaara veía como se incendiaba un parte del barco tenia que sacar a su gente, antes de que este golpeara la entena mayor y se hundiera.

-Majestad, venga con nosotros- Gaara se fue con el guardia pero vio que las esquifes se encontraban algo vacías.

-¿Dónde están los demás?-

-Solamente somos nosotros señor-

-¡Hay mas gente haya abajo!-

-Pero son solo prisioneros-

-¡Son personas!- sin decir mas Gaara bajo y les ordeno que salieran y fueran a las esquifes, todos salieron, Gaara espero a que todos salieran.

-A-A-Ayúdenme por favor-Un hombre suplicaba ya que se había atorado, sin mas Gaara fue hacia él para ayudarlo a salir- Gracias señor.

-¡Vamos corre!- Salió a salvo el prisionero pero, Gaara no corrió la misma suerte, el árbol del barco golpeo la entena mayor provocando que esta cayera, partiendo la mitad del barco y este comenzara llenarse de agua, todos se encontraban en las esquifes, excepto Gaara.

No podía mantenerse quieto cada vez que salía a respirar una ola lo golpeaba hundiéndolo mas, dándole vueltas, lo intentaba de nuevo nadando hacia la superficie pero era el mismo resultado, sentía como sus pulmones se llenaban de agua, volvió a intentarlo por ultima vez, pero la ola lo había golpeado tan fuerte quedando completamente inconsciente.

Todo se encontraba oscuro y en silencio.

Tal vez ese era su castigo por todo lo que había echo en su pasado, por haber sido un monstruo con su gente.

Tal vez y no se encontraba en ese mundo o eso era lo que creía…

Poco a poco comenzó a escuchar las olas del mar, empezó a respirar de forma lenta y tranquila, frunció un poco el ceño para después comenzar abrir los ojos poco a poco, pero con una visión borrosa pero no vio el cielo sino una silueta negra.

-"¿Dónde estoy?"-

-Tranquilo.

-"¿Quién es?"- aquella silueta negra, comenzó a adquirir color, su visión estaba regresando, parpadeo dos veces hasta que su visión volvió a la normalidad-"Pero que…"

Sus ojos se encontraban viendo a una mujer realmente hermosa y bella, en su vida había visto mujeres bonitas en su reino y en el reino de su amigo, pero ninguna mujer se comparaba lo que estaba viendo en estos momentos, sus ojos eran dos perlas con un toque de lila, su cabello largo y negro azulado como la misma noche, y su piel blanca e igual como la suya era como si en estos momentos se encontraba viendo a misma luna en persona.

-Tranquilo- su voz era melodiosa y encantadora- todo esta bien, ya paso. Te encuentras a salvo- toco su mejilla, no su piel no era igual que la de él áspera, el de ella era suave y lisa como la misma seda.

Estaría soñando, era un sueño, llevo su mano para colocarla encima de la de ella, no, no era un sueña era real.

Observo como aquella mujer levanto el rostro y miro asía una dirección, para después sonreír, volvió a mirarlo.

-Ya vienen por ti- fue lo ultimo que dijo, para alejarse de él.

Reacciono después de 3 segundos pero al levantarse, ya no estaba aquella mujer, se encontraba totalmente solo en aquella playa giro su rostro tratando de buscarla con la mirada pero no había nadie.

Y como dijo aquella mujer, vinieron por él sus hermanos totalmente preocupados.

Fin del flash back

Sus hermanos le preguntaba si se encontraba bien, que era lo que había pasado lo único que respondía era afirmando con la cabeza que se encontraba a salvo y que todo fue por una tormenta pero jamás les conto a sus hermanos sobre aquella mujer, quien fue que lo había salvado.

Se levanto de su cama, para dirigirse hacia la ventana y disfrutar de la noche, desde que tiene memoria ha sufrido de insomnio, su única compañera era aquel astro que siempre estaba con él, pero estaba vez lo único que podía ver, era aquellos ojos que lo miraban con ternura, su mente no paraba de recordar aquel rostro hermoso que lo había salvado.

-¿Quién eres?- fue lo único que dijo al viento.