El Heredero de la Casa Zagan
No me pertenece Naruto, Highschool DxD, ni ninguno de los personajes y elementos de otras fuentes
Capitulo 1
Por su posición Rias Gremory evitaba evidenciar mucho sus emociones. Sin embargo cuándo se encontraba rodeada de sus amigos más cercarnos, ella no dudaba en mostrarlas. Sobre todo si era sobre un asunto que le molestaba mucho.
Actualmente la pelirroja de exuberante cuerpo se encontraba sobre el escritorio del salón de su club, en un estado que simplemente podía considerarse como desinflado.
-¿Sucede algo, Buchou?-pregunto un rubio que se acerco a la joven.
-Realmente no lo sé, Yuuto-dijo desanimadamente Rias. –El desconcierto que me invade es demasiado.
-Ara, ara. Esto es raro en ti, Buchouu-dijo Akeno ingresando a la habitación. -¿Acaso es sobre ese chico del otro día? Hyodou-kun si no me equivoco.
-Temo que sí. No puedo quitarme la idea de que perdí una muy buena oportunidad con él.
-¿Y qué pasa con este chico?-pregunto Kiba.
-Buchou cree que hay una posibilidad de que el tenga un Sacred Gear-explico Akeno.
-Entiendo. ¿Entonces ella está interesada en reclutarlo?
-Tenía toda la intención, pero se me adelantaron-dijo la pelirroja con los cachetes inflados con molestia.
-¿Eso se puede?
-Es raro, pero cuando varios clanes conviven en una misma localidad se puede dar el caso-dijo la pelinegra.
-No creo que Sitri-san hubiera hecho algo así.
-No fue ella-dijo la pelirroja levantándose con molestia. –Estoy bastante segura que fue Naruto. Le puedo pasar algunas cosas por su falta de experiencia, pero esto definitivamente no se quedara así.
[En un lugar desconocido]
Completo desconcierto era lo que sentía Issei cuando despertó.
El mejor día de su vida había tomado un giro de 180 grados cuando su cita, Yuuma Amano, se transformo en una provocativa especie de ángel con alas negras y armas brillantes, para luego asesinarle.
Todo ese suceso pareció ser solo un mal sueño cuando al día siguiente sus amigos Matsuda y Motohama le dijeron que no sabían nada sobre una cita. Más bien le acusaron de mentiroso.
Sin embargo, un segundo intento de asesinato por parte de un sujeto de también alas negras llevo a Issei a saber que algo raro estaba pasando.
Lo último que recordaba era que estaba en la plaza de su "primera muerte" en la búsqueda de respuestas, pero ahora se encontraba en un extraño paraje que poco tenía que ver con ese lugar. El "cuarto" donde estaba consistía en cuatro postes de madera con una cortina blanca que evitaba que el sitio estuviera completamente en la intemperie. No había ningún mueble aparte de la cama donde se encontraba.
La zona que rodeaba al "cuarto" estaba cubierta de vegetación. No solo de campo, sino la propia de bosques y selvas, cosa que hacía que el sitio fuera algo insólito. Se podían observar algunas mariposas y pájaros sobrevolando la abundante flora. Fue cuando unas aves azules se posaron sobre una persona, que el castaño se percato de esta.
Era un rubio de picudo cabello rubio que estaba sentado en posición de zen sobre el pastizal, aparentemente meditando debido a que se encontraba con los ojos cerrados y tenía una expresión de total calma. El joven de unos dieciocho vestía con un mono negro y una camiseta naranja, que dejaba sus músculo más o menos al descubierto.
A pesar de que su cuerpo algo fornido le desconcertó un poco, Issei pudo reconocerlo en acto, pues no conocía a nadie más con esas marcas fáciles de bigote.
El castaño se levanto de cama con algo de resentimiento. Noto que su torso estaba vendado, cosa que confirmaba que el último ataque no había sido un sueño. Sin embargo, tenía que saber que estaba sucediendo y por ello llamo al que era compañero de clases.
-¡Hey! ¡Lolicon-senpai!-dijo Issei.
Inmediatamente el rubio cayó de espaldas ante tan peculiar llamado.
-¡Naruto! ¡Es Naruto Uzumaki, idiota!-dijo el rubio energéticamente, para luego golpear la cabeza de su kouhai.
-Lo siento-se disculpo el castaño sobándose la cabeza. -Así como todos te conocen
-Pues es un hecho que no lo hacen muy bien-refunfuño el castaño.
-Senpai. ¿Qué es este lugar? ¿Qué rayos sucedió?
-Me alegra que lo preguntes. La respuesta es bastante complicada.
-¿Eso también explica porque tus ojos se ven tan raros?-dijo Issei viendo atentamente el rostro de Naruto. Usualmente su senpai tenia ojos de color azul, pero ahora no solo era de color lila, sino que tenía un extraño patrón anillado. Además parecía tener un maquillaje naranja alrededor naranja sobre su rostro.
-Lastimosamente no-dijo Naruto rascándose la barbilla. –Eso haría las cosas más sencillas-dijo el chico con un suspiro.
-¿Eh?
-No estamos desviamos del tema principal. El asunto aquí es que fuiste asesinado, Issei-dijo Naruto seriamente.
-¿¡Que!?
-Lo creas o no, eres usuario de un gran poder llamado Sacred Gear. Hace tiempo que lo sospechaba, pero unos ángeles caídos se me adelantaron-dijo Naruto, a lo que Issei ladeo la cabeza con confusión. -Los que te atacaron son seres llamados ángeles caídos. Básicamente son ángeles que cayeron en la desgracia, perdiendo así sus aureolas y derecho a estar en el cielo. Claro que eso no les evita seguir enemistados con los demonios-dijo el rubio viendo al Hyoudou. –En algún momento debiste haber tenido contacto con alguno y eso mas tu Sacred Gear hizo que los ángeles caídos te vieran como una amenaza.
-¿Sacred Gear? ¿Ángeles y Demonios? Aun no caigo.
-Lo siento. Tampoco es que sea un experto en todo el asunto, pero puedo mostrarte algo que facilitara las cosas-dijo el rubio para que de su espalda salieran un par de alas de murciélago.
-¿¡Pero qué!?
-Veras, Issei. Yo soy un demonio, tal como lo eres tú ahora Issei. Te reencarne como uno.
-Ya veo-dijo Issei pensativamente mientras veía fijamente a Naruto.
-No pareces muy sorprendido por la noticia.
-Si lo estoy, pero ahora veo que las chicas tienen mucha razón al llamarte demonio lolicon.
-¿¡Que no soy un lolicon!?-reclamo Naruto energéticamente. -Ravel y yo solo somos amigos. ¿Entendido?
-Se que ambos son parte de club de cuidado ambiental, pero igual ustedes dos se llevan demasiado bien como para no pensar que haya algo más-inquirió el Hyoudou.
-De acuerdo. Supongo que debes saberlo debido a que eres unos de mis compañeros. La cosa es que Ravel es parte de mi Nobleza.
-¿Nobleza?
-Como te explique previamente, fuiste asesinado por un ángel caído. Estaba en posición de curarte y que siguieras siendo humano, pero eso solo te hubiera puesto en más peligro. Mira que te atacaron una segunda vez.
-Es verdad-dijo Issei revisando su herida.
-Por cierto lamento eso. Debí contactarte tan pronto te resucite, pero me tuve que ausentar por algunos asuntos-explico Naruto. –En fin. Por tu seguridad te reencarne como un demonio de mi Nobleza. Para que entiendas el asunto, primero imagina un set de piezas de ajedrez. A los demonios de clase alta se les da la oportunidad de crear una Nobleza con unos artefactos llamados Evil Pieces, las cuales imitan mucho al juego antes mencionado. Ellas permiten transformar o revivir a seres que hayan muerto recientemente como fue tu caso.
-¿Y porque te tomaste esa molestia? Quiero decir, agradezco estar vivo, pero…
-Dos razones. Uno, debí haber previsto que podrías ser atacado debido al poder que sentí en ti. Tu muerte era algo perfectamente evitable. Dos, me recuerdas a una persona muy importante para mí.
-¿En serio? ¿Por qué si puedo saber?
-Eres un pervertido sin remedio-dijo Naruto seriamente, provocando que Issei cayera de bruces al suelo.
-¡Hey!
-Pero asimismo esa persona era un gran hombre y presiento que tú también puedes serlo si tienes la correcta orientación.
-Gracias. Supongo.
-La cosa es que ahora eres parte de mi Nobleza. Realmente me hubiera gustado pedirte que te unieras de una forma menos abrupta, pero la ocasión no lo permitió.
-¿Y cuál es la función de esta Nobleza?
-Son varias según tengo entendido. Una Nobleza está conformada por las personas de confianza del King de esta, que sería yo en este caso. Bien pueden ser sus mejores amigos, sus guardaespaldas, su harem, sus guerreros, sus….
-Espere puede repetir eso ultimo.
-El poder de un demonio no se mide solo por su fuerza, también importa quienes siguen a este. Por ello debe contar con guerreros que….
-Eso está bien, pero me refería a lo otro-dijo Issei tragando nerviosamente.
-Supuse que te interesaría esa parte-dijo Naruto rascándose la cabeza con algo de pena. -Los demonios son bastante liberales con el tema de matrimonio. Si bien se le da mucha importancia a los arreglos nupciales, se permite que los líderes de clan tengan la libertad de tener concubinas.
-¿¡En serio!?
-Es extraño, pero se le da mucha importancia a que los demonios tengan mucha descendencia. A pesar de lo que te puedas imaginar, no hay muchos demonios, al menos no si se compara su número con el de los humanos. Las Evil Pieces fueron creadas precisamente para compensar un poco las cosas y subir sus números.
-Esto…. ¿eso quiere decir que yo podría tener mi Nobleza?-dijo el castaño con una expresión pervertida.
-Es correcto. Actualmente eres lo que se denomina un demonio de clase baja, por lo que para muchos no eres más que un sirviente o lacayo-dijo Naruto con cierto pesar. –Claro que yo no opino de esa forma. Yo te veo como un igual. Un camarada.
-Agradezco eso.
-Eventualmente podrás subir tu rango y ganar el derecho de tener tu propia Nobleza. Puede que incluso tengas suerte y te conviertan en el jefe de tu propio clan.
-¿Clan?
-Como te explique, los demonios no son muy numerosos. La mayoría de las familias que los conforman están extintas. De hecho esa es casi la situación de mi clan. Déjame presentarme adecuadamente, Issei. Soy el cabeza y actualmente único miembro del clan Zagan, Naruto Zagan-dijo el rubio mostrando imponencia.
-¿Entonces qué sucede con tu otro apellido?
-El es….una cobertura. Los demonios preferimos pasar desapercibidos en el mundo humano. Básicamente por eso cambio mis ojos. Destacan mucho.
-Entiendo-dijo Issei viendo a Naruto ahora con una mirada más profunda.
-¿Qué sucede?
-Senpai. Si dices que eres el único miembro de ese clan, ¿eso quiere decir que no tienes familia?
-Temo que ese es el caso-dijo el rubio suspirando. –Realmente no es algo que me moleste mucho, ya que es algo a lo que estoy acostumbrado. Sin embargo, ahora que soy cabeza del clan tengo una pesada tarea sobre mí. No solo entre a la academia Kuoh para aprender sobre el mundo humano. Estoy obligado a conseguir formar una Nobleza adecuada y conseguir pareja. En mi esta el compromiso de renacer mi clan.
-No digas más, senpai. Ya he entendido muy bien mi posición-dijo Issei con su mano en la barbilla, mostrando un aire de confianza.
-¿Eh?
-Tú requieres mi ayuda para formar un harem.
-¡No he dicho tal cosa!-reclamo Naruto con cierto sonrojo.
-No se preocupe. Soy experto con las chicas y le enseñare todo que le debe saber para tener múltiples parejas-dijo Issei con los ojos brillantes.
-¿En serio lo dice el sujeto que fue asesinado en su primera cita?
Issei entonces volvió a sentir como su corazón era apuñalado.
-Ok. No debí mencionar eso-dijo Naruto disculpándose. –Sin embargo, tengo que resaltar que fuiste algo tonto al aceptar ir con esa chica. ¿No creíste que era demasiado sospechoso que consiguieras una cita con una joven tan hermosa así de la nada?
-Tal vez, pero….
-Además. Tú y tus amigos son las personas más estúpidas de toda la academia. Sin son tan pervertidos, no creen que sería bueno pasar de desapercibidos. Literalmente todos los clubes deportivos los tienen como blanco de práctica.
-No me recuerde eso-dijo con una mano en el trasero. –Las espadas de kendo en verdad duelen.
-No puedo hacer nada por tus amigos, pero a ti te cambiare. Te entrenare en el arte del espionaje y el subterfugio. Te hare un ninja, tal como fui yo y mi maestro.
-¿¡Un que!? ¿Acaso no es un demonio?
-Cada demonio tiene su especialidad-dijo Naruto para entonces poner sus manos juntas. Casi inmediatamente una pequeña explosión de humo se hizo presente y cuatro rubios iguales hicieron presencia. –Yo tengo una gran afinidad al Ninjutsu-dijeron los cuatro al unisonó. –Este es mi mejor jutsu, el Kagebushin. Con mi guía podrás hacer técnicas como esta y más.
Nuevamente Issei sintió una apuñalada en el corazón, pero esta vez incluso cayó en el suelo con aura de derrota.
-¡Maldición!-dijo el castaño con molestia.
-¿Ahora qué te pasa?-dijo Naruto extrañado.
-Al principio pensé que mi camino sería fácil, pero me has abierto los ojos, senpai. Ahora sé que tengo que entrenar duramente para dominar esa técnica y así volverme un rey del harem. No, el dios del harem.
-No entiendo a que te refieres.
-¡No se haga el inocente! Estoy seguro que sabe que usando puede hacer que cualquier chica caiga a su pies.
-Sigo en blanco.
-Escuche bien…..
[Al día siguiente]
-Senpai. En verdad se paso-dijo Issei mientras se acercaba a la academia Kuoh con un montón de curitas en su rostro. –Ahora todos van a pensar que me estuve involucrado en una pelea.
-Tú te lo buscaste por meter todas estúpidas ideas que ni siquiera voy molestarme en recordar-dijo Naruto con un bufido.
-Si sabes que eso no te conviene. Todos piensan que eres un delincuente por tu apariencia.
-Realmente no entiendo por lo que hacen. Kiba también es rubio y no tiene el mismo problema.
-No hay forma en la que pueda compararlos, senpai-dijo Issei pensando en el príncipe de Kuoh.
-De cualquier forma. Nos vemos después de clase. ¿Si sabes dónde está el salón de nuestro club?
-Sí. Allí estaré-dijo el castaño separándose de su compañero en la entrada de la academia.
-Oye, Issei-dijo Matsuda. – ¿Que te ha sucedido, hombre?
-Primero mintiendo sobre una novia ficticia y ahora metiéndote en peleas-dijo Motohama acomodándose en peleas. –Eso no es propio de ti, Issei.
-Lo siento. Últimamente han pasado cosas muy extrañas-dijo el castaño.
-Como sea, ahora vayamos a clases. Quiero mostrarles algo que conseguí-dijo Matsuda con una sonrisa pervertida.
Por otro lado, Naruto suspiro ante esos tres. Realmente no estaba muy seguro si valdría la pena darle a Issei darle los conocimientos del arte ninja, pero no podía dudarlo mucho o pondría en peligro su seguridad.
-U-zu-ma-ki-escucho el rubio de una voz femenina que parecía molesta. El chico inmediatamente se giro y se encontró con un par de ojos azules que le veían detenidamente.
-Buenos días, Rias-san. ¿Qué tal su día?-dijo el rubio nerviosamente.
-¿Podrías acompañarme un momento?-dijo la pelirroja en un tono que más que una petición parecía una orden.
-¿No podemos esperar a más tarde? Tengo que reunirme con alguien y…..-entonces Naruto recibió una fuerte mirada de Rias. –Supongo que eso es un no.
[En el club de Ocultismo, minutos después]
-Naruto no se si lo tienes presente, pero has sustraído algo importante de mi poder-dijo Rias tras su escritorio.
-Vamos, Rias-san. No lo digas de esa forma. Suena algo feo-dijo nerviosamente Naruto. –Además no puedes decir que te robe algo. Yo no te vi por ninguna parte cuando reviví a Issei.
-Pero si debiste sentir que estaba próxima a transportarme a ese lugar.
-¿Ups?-dijo el rubio rascándose la cabeza con una sonrisa de inocencia.
-¡Hey! No te hagas el desentendido. Es cierto que se te dieron ciertas libertades al permitirte estar en le territorio de mi familia, pero debes estar atento a cuestiones como esta. Otros demonios verían esto como una ofensa grave.
-Lo lamento, Rias-san. Tratare de evitar revivir a alguien que acaba de ser cruelmente asesinado. Dificulto que le moleste mucho estar muerto por un minuto o dos.
-¡No me hagas la villana! No sé como hiciste para aparecer en la escena tan rápidamente, pero yo lo reencarnaría antes de que muriera.
-En todo caso. ¿Por qué estas interesada en Issei? Algunos dirían que te estoy haciendo un favor al evitar a una persona de su….. "personalidad".
-Yo soy quien juzgara eso-dijo la pelirroja cruzada de brazos. – ¿Cómo planeas resarcir tu equivocación?
-No lo sé. Dime tú.
-Me alegra que lo preguntes. ¿Por qué no te cambio una mis piezas no usadas por Issei?
-Rias-san. No me gusta ver a mi Nobleza como algo intercambiable, especialmente cuando apenas conseguí mi primer reclutamiento real.
-No quise decirlo de esa forma, pero igual estoy dispuesta a negociar. Solo dime que pieza usaste.
-No creo que estés en posición de negociar. Use esa pieza en Issei-dijo Naruto poniendo especial atención en sus palabras.
-¿¡Hablas en serio!?-dijo la pelirroja levantándose abruptamente.
-Sí. Lo hice un Knight, pero no sirvió la pieza normal que tenia. Tuve que usar mi pieza mutada para reencarnarlo como un demonio.
-Rayos. En ese caso no estoy en posición de nada-dijo la chica mordiéndose un dedo con molestia. –El que hayas usado esa pieza prueba sin duda mis presunciones.
-Es una pena que esta conversación haya terminado así, pero tranquila Rias-san. Me comprometo a ayudarte en cualquier asunto con el que tengas problemas.
-¿Cualquiera?-dijo la chica poniendo atención a las palabras del rubio-
-Lo que sea. Solo dilo-dijo Naruto, para que entonces sonaran las campanas de inicio de clase. –Creo que nuestro tiempo se termino. Hablamos luego-dijo el chico para entonces explotar en una nube de humo.
-Con que no estaba hablando con el real-dijo la pelirroja apretando un puño, para luego suspirar. –Espero que al menos cumplas tu palabra.
[Más tarde]
Como la mayoría de Kuoh eran grandes, pero el club de cuidado ambiental era la excepción. Su sede consistía en un salón pequeño con espacio para una mesa y sus sillas, un sofá, un librero y un par de casilleros. Todo estaba lleno de poster sobre arboles y animales. Era raro que solo hubiera dos miembros, dado que era un lugar bastante agradable.
Issei sin embargo se encontró con dos desafiantes ojos azules que le veían desde una relativa baja altura.
-Naruto-sama. Sabe que apoyo sus decisiones, pero este sujeto no me nada de confianza-dijo la rubia de coletas tipo espiral que abordo al castaño apenas entro al club.
-Tranquila, Ravel-chan. Issei será una genial adición para nuestro grupo-dijo Naruto poniendo su mano sobre la cabeza de la chica, provocando que esta tuviera un ligero sonrojo. –Los Ángeles Caídos le atacaron por una razón y está en nosotros descubrir porque le tenían miedo.
-Aun así no me fio de él. Tengo entendido que es un pervertido de la peor clase-se quejo la chica.
-Tranquila, Ravel-chan. Pondré mi mejor esfuerzo-dijo Issei.
-¡Solo Naruto puede decirme así!-advirtió la joven. –Tú me llamaras Ravel-sama.
-Ravel. Sabes que no quiero ese tipo de cosas entre mis compañeros-dijo Naruto. –Todos somos iguales.
-Eres cabeza del clan Zagan, Naruto-sama. Debes demostrar tu posición.
-Tal vez, pero aquí no es necesario tal cosa-dijo el rubio para entonces ver al otro presente. –Muy bien, Issei. Te convoque aquí porque Ravel-chan es la más indicada para enseñarte sobre todo el asunto de los demonios. Ella es mi asesora personal y mi primer Alfil.
-Y tu prometida-aclaro la chica con un sonrojo más fuerte.
-Po favor no hablemos de eso ahora-dijo el Uzumaki tosiendo al ver la mirada que le dio Issei.
-Tú y Matsuda se llevarían bien-comento el Hyoudou.
-No sé qué decir a eso.
-Antes que nada, Senpai. ¿Puede responderme a algo?
-Por supuesto.
-Ya me ha explicado como uso la Evil Pieces para revivirme, pero no me ha dicho que pieza uso en mi.
-Ese ciertamente es un punto importante. La cuestión es que tú eres uno de mis Knight.
-¿Knight?
-Usualmente estos son maestros de la espada y cuentan con una gran velocidad. Es cierto que tú no tienes con nada de eso, pero planeo entrenarte para hacerte un shinobi digno de esa pieza.
-Si no tiene ningún característica especial, lo propio es lo hubieras resucitado como un simple Peón-dijo Ravel.
-No podía hacer eso, Ravel-chan. Para eso seguramente hubiera necesitado ocho piezas y sabes que tengo dos en uso.
-¿¡Qué insinúas!? ¿¡Acaso ya usaste tu pieza mutación!?
-En efecto.
-¿¡Por qué!?
-Issei tiene un Sacred Gear bastante poderoso. Requería tal cosa.
-Menudo desperdicio-dijo la rubia haciendo como si se fuera a desmayar.
-Tranquila. Dentro de poco sabremos si todo valió la pena-dijo Naruto con una sonrisa aterradora que estremeció a la chica. –Es hora de un entrenamiento sorpresa.
-Issei, corre-advirtió Ravel al castaño que se vio completamente desconcertado ante la aura oscuridad que le envolvió.
-Hey, Naruto. No seas tan duro con el chico. Lo vas a romper antes de tiempo-comento una voz profunda en la cabeza del rubio.
-¡NO LO ESCUCHES! HAZ QUE FLUYA LA SANGRE. ¡BUAHAHAHA!-dijo otra con un tono más alocado.
Y así tres de seis están ocupados.
