hola! soy nueva en esto de escribir historias... espero me tengan paciencia si no actualizo muy rapido :I
Disfruten su lectura!
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Capítulo 1
Oscuridad. Solo veía oscuridad. O, en cualquier caso, la oscuridad me impedía ver.
Tenía los ojos cerrados. Me pesaban los párpados. Mis sentidos estaban adormilados. Reuní fuerzas e intenté abrir los ojos. Poco a poco, despacio, logré atisbar algo. Blanco. Enfoqué la vista y me di cuenta que era un techo liso de color blanco. Giré la cabeza a un lado y vi camillas con personas que, al igual que yo, estaban recostadas, noté que todas estaban enlazadas a maquinas que monitoreaban sus secuencias cerebrales mediante tubos conectados a sus cabezas.
Entonces caí en la cuenta de que yo también tenía una máquina que monitoreaba mis secuencias cerebrales. ¿Qué es lo que está pasando?
Voltee hacia el otro lado de la cama y… Había una chica idéntica a mí.
Tenía el cabello ondulado y rojo, como el fuego, como mi cabello, con la piel blanca, igual a la mía, con unos labios carnosos y rojos, al igual que los míos, las pestañas oscuras y espesas, mi figura, mis brazos, mis dedos, mi cuello, todo igual. Era algo así como mi clon.
Es mi clon. Este pensamiento me asaltó de repente. Y tenía la sensación de que era cierto. Aquella mujer que tenía a mi lado era mi clon.
¿Cómo era posible que yo tuviera un clon?
Me paré y arranqué todos aquellos tubos. Rápidamente entendí que todo ello era algo malo, y debía destruirlo cuanto antes. A eso me dedicaba, a deshacer todo lo malo que existiese.
Busqué con la vista algún arma que pudiera utilizar para la destrucción de las máquinas. Entonces vi una puerta entreabierta en la que se veían bolsas de basura etiquetadas cómo: cosas personales. Me dirigí hacia allí corriendo. Quizás encontrara yo algo que sirviera para golpear.
Revisé todas las bolsas. Lo único que había allí era ropa, u objetos que me resultaban inservibles en aquel momento, en aquella situación. Hasta que hallé un bate de beisbol. Seguro que alguien de los que permanecían inconscientes practicaba ese deporte.
Lo tomé y con él, con todas mis fuerzas, golpee la máquina que tenía más cerca. Fue entonces cuando una puerta se abrió y salieron unos hombres vestidos de blanco, uno de ellos con una jeringa en mano. No me detendrían sin haber luchado antes, eso sí que no. Golpee con el bate otra máquina. Dieron un paso adelante.
−No se acerquen más−les advertí mirándolos fijamente
− ¿O sino qué? –preguntó con una sonrisa estúpida y fanfarrona el que tenía la jeringa en mano dando un paso adelante
−O si no me encargaré de que no tengas descendencia, así le haría un favor al mundo, ¿no crees? No necesitamos a más imbéciles por aquí, ya hay bastantes flotando por estos rumbos.
El idiota puso cara de no entender, mientras que su amigo rió disimuladamente. Los miré desafiante. No podrían conmigo tan fácil, eso lo aseguro.
Él de la jeringa se acercó a mí lo suficiente para enfadarme.
−Creo que no habéis entendido bien. He dicho que no te acercases−mi rodilla velozmente golpeó su ingle−. Muy cerca y te puedo golpear−sonreí satisfecha
Su compañero se acercó también e intento sujetarme del brazo. Con un solo movimiento deshice su agarre.
−No me toques−le grité. Con el bate golpee su brazo y la pierna de su amigo, con la esperanza de haberles roto algo.
Corrí hacia otra máquina y le di porrazos hasta que me decidí a por otra. Por el rabillo del ojo vi al chico de la jeringa acercarse, aún con una mueca de dolor –lo que significaba que quizás si le había roto algo−, hacia a mí. Dirigí otro batazo hacia su cabeza. Cayó al piso pesadamente. Un pequeño chorrillo de sangre oscura brotó de la parte que había golpeado, manchando el blanco y bruñido piso.
Ya antes había visto la sangre correr frente a mis ojos. Lo había hecho antes, ya había herido, asesinado. Era parte del trabajo, aunque no mi parte favorita. Nunca olvidaré a mi primera víctima; recuerdo cómo sus negros ojos abiertos perdían brillo, en una expresión de sorpresa que quedaría perpetuada para siempre en mi mente, y la sangre oscura, como aquella noche, cubría todo el piso.
El compañero puso cara de horror –por lo menos aún siente horror, debe ser nuevo− y estupefacción.
−Y si te acercas a mí, serás el próximo−le dije con un tono cortante y mordaz, un tono asesino
Me miró a los ojos un par de segundos y salió huyendo.
Sonreí llena de orgullo. Entonces sentí una mirada a mi espalda. Voltee y allí estaba, mirándome con esa mirada que únicamente había visto gracias al espejo, mi clon.
Ella me sonrió, pero con una sonrisa de lo más macabra, que me erizó los vellos. Tan rápido como yo lo habría hecho, me dio un puñetazo. Quedé totalmente en shock, fue más fuerte de lo que a mí me hubiera gustado. Apreté mi mano contra el bate y trate de propinarle un porrazo en la cabeza, pero obviamente ella era más rápida que yo, más de lo que me hubiera gustado, debo decir.
Mi clon me asestó otro puñetazo en la cara, mi cuerpo no reaccionó lo suficientemente rápido como para esquivarlo así que caí pesadamente al piso, golpeándome la repente la estancia se empezó a llenar de agentes de la Agencia del Dragón Rojo,como nos llamábamos. En ese momento supe que la ayuda había llegado.
− ¿Vanessa? ¿Vanessa, estas bien?− preguntó Raira, mi mejor amiga y compañera de trabajo, qué había venido en mi rescate. Su negro y largo cabello negro azabache estaba sujeto en una elaborada trenza francesa.
−Si…−contesté quedamente.
Mi vista se empezó a nublar. Me sentí liviana como una pluma. Alcancé a ver cómo unos agentes amigos golpeaban a otros hombres de blanco, que acababan de entrar a la habitación, que era un caos total
−Tranquila Vanessa, te llevaremos al hospital de la agencia para que descanses. − dijo Raira muy preocupada.
−Gracias− contesté.
"Mi clon ha escapado, mi clon ha escapado, mi clon ha escapado…" me repetía una y otra vez en mi mente.
Poco a poco mis párpados se hacían más pesados, se iban cerrando a medida que la oscuridad volvía y se apoderaba de mi mente y mi cuerpo poco a poco…
Escuchaba a personas hablándome a lo lejos, como un murmullo, pero las ignoré. En cierto modo, este estado de inconsciencia me daba cierto tipo de paz, así que me deje llevar por él… Perdiéndome en lo más profundo del abismo de mis sentidos.
No podía ver nada, todo se oscureció.
Y de nuevo, la negrura, la oscuridad.
...
Gracias por leer! Espero les haya gustado!
Espero con ansias sus Reviews!
Con amor, ChikaWolfCullenBlack3
