Estimada humana.
Entiendo que no pudiste elegir lo que paso, o siquiera haberlo prevenido. A un así fue tu culpa. ¿Por qué confiaste en que volvería luego de nuestra discusión? ¿Pensaste que era tu héroe? Ese hombre que volverá cada vez que a ti se te dé la gana y luego desaparecer. ¿Así nada más? Tu dependencia hacia a mí fue tu perdición; No obstante, también fue la mía.
¿Quién lo diría? Simplemente me volví dependiente a ti. Y, con el tiempo, note esa ausencia independencia y coraje que me caracterizaba. Y la única manera de reemplazarlo fue aumentando mi orgullo, era cobarde hacer eso, pero lentamente notaba como me perdía; como una parte de mí moría lentamente.
Y si una parte muere, tarde o temprano las otras las seguirán. Y eso paso.
Realmente todavía sigo confundido con respecto a cuándo paso, pero solo sé que fue devastador cuando note que faltaba algo en mí. Algo importante. Mi personalidad había desaparecido dejándome hueco y sin vida, sin saber quién era, más aun, sin saber que hacer o que hacía.
Lo olvide todo, y perdí todo. De pronto me hallaba inmerso en la oscuridad absoluta y sin más remedio que aferrarme a algo que me mantuviera a flote en ese caudal de agua espesa. Y ahí es donde entras tú, me ofreciste tu mano cuando los demás me arañaban. Pero esa también fue la gota que derramo el vaso.
Note que te necesite y estuviste hay, eso solo reforzó mi dependencia hacia ti. Todo se convirtió en un bucle sin fin de depresión y estrés. Pronto todo cambio con la llegada de los androides y pude identificar que algo nos separaría, no sabía qué, pero algo entre nosotros cambiaría para siempre.
Y así fue.
Tu muerte fue muy sorprendente para mí, fuiste aplastada. Salvaste al pequeño niño dando tu vida por él, pero realmente no me interesa ese asunto. ¿En qué pensabas? Yo no lo quiero a él, te quiero a ti. Te necesito a mi lado… o eso pensé. Tu muerte acabo con el bucle de infelicidad de mi vida. Desde ahí me fue bien; todo me salía bien.
Pude entender que el problema se resolvió solo. Tu muerte solo abrió las puertas para que pudiera entrar a la habitación de las respuestas y el sentido, encontrar mi camino y seguirlo. ¡Me aferre a él con uñas y dientes!, pero no estuve solo. Gohan, el hijo de Kakarroto, me acompaño en ese viaje tan brusco que recorría y batallaba con mi propia sombra.
Me ayudo a criar a nuestro hijo, Trunks. Y ahora es un niño grande y saludable. Use tus planos para construirle una máquina del tiempo… es muy inteligente, como tú. ¿Sabes algo más? El me pregunto algo muy estremecedor para mí. "¿Qué es el amor?" pregunto. Y por primera vez desde tu partida, no supe que contestar.
Intente no llenarle la cabeza con puras estupideces. Algo que tú hubieras hecho, sin embargo, me hizo recordarte. Extrañarte y a la vez odiarte, porque recordé los altibajos y… otras cosas que pase a tu lado. Te extrañe… y no tengo miedo de decirte que hasta llore entre las sabanas en soledad.
¿Puedes culparme por eso? No puedes… no puedes hacerlo. Así que olvídate las veces que discutimos. Pero recuerda que yo… jamás pude olvidarte como quise hacerlo.
No pude desearte una feliz víspera del día de los enamorados, pues, tú ya no vives ni sientes. Pero puedo desearte un feliz día de los muertos… para que tu espíritu me siga y me abrase en las noches de frío.
Espero que esta carta no llegue tarde a ti. No tengo más que decirte, pues, no te amo. Y ahora tampoco te extraño, siento indiferencia hacia a ti… o eso quiero que crean.
Atentamente, Vegeta…
Continuación de "¿Qué es el amor?" historia especial para san Valentín.
