Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen a mí, si no a Masashi Kishimoto.
Advertencias: Universo que ninguna en especial, solo pedir perdon si hay OoC.
Gracias por leer lo que yo tengo por contar.
Disfruten de la lectura!
Uиidøs ρøя uивεвε.
Uиidøs εи uиαмisiøи.
Capítulo 1.
Ser la editora de uno de los programas más influyentes de la cadena televisora para la que trabajaba no era trabajo sencillo. Era pasar horas y horas trabajando en la creación, edición y presentación del programa, para que todo quedara tan perfecto como le gustaba y de esa manera continuar teniendo la posición que había alcanzado.
El mundo de la televisión era una rama muy competitiva y no podías dormirte ni por un segundo, porque en menos tiempo del esperado, ya habías perdido las mejores ideas, los mejores actores, los mejores lugares, o peor... el trabajo. Su amiga Sakura encontraría ese trabajo sumamente estresante.
Pero a ella, Ino Yamanaka le gustaba su trabajo.
Por más estresante que fuera.
La puerta se abrió mostrando a su secretaria Hisana, que llevaba un clásico traje negro que entallaba todo su cuerpo, mostrando las suaves curvas, aún en desarrollo que tenía la mujer. Su cabello era negro como el ala de un cuervo y sus ojos verdes, eran de un color semejante al musgo cuando se encontraba húmedo. Eran sencillamente una chica muy atractiva y con mucho futuro pese a su juventud.
—Señorita Yamanaka, afuera se encuentra Shikamaru Nara. Dice que tiene que hablar con usted.
Ino frunció el ceño, mientras se preguntaba quién demonios era ese señor. No lo conocía.
—¿Tiene cita? —preguntó la rubia mientras miraba la hora en su reloj, estaba sumamente ocupada y no tenía tiempo para atender a alguien que se presentara de improvisto.
—No, pero dice que es muy importante.
—Hisana, dile que en estos momentos me es imposible atenderlo. Tengo que entregar este informe mañana a primera hora y ya voy retrasada. Por favor, dale una cita en cuento sea posible. Que regrese después.
Hisana asintió, para después salir del despacho de la rubia. Ino se concentró de nuevo en los papeles que tenía frente a ella en el escritorio. No pasaron ni cinco minutos cuando la puerta del despacho se abrió de nuevo, mostrando ahora la figura alta y delgada de un hombre.
—Señor, no puede pasar —escuchó como decía Hisana.
Se levantó de su silla dispuesta encarar al hombre que se encontraba frente a ella. Era un hombre de cabello largo atado en una coleta de manera despreocupada, sus ojos castaños se veían cálidos y mostraba una sonrisa socarrona. Su cuerpo era magnifico... alto, delgado, imponente. Se apostaba que sin un gramo de grasa.
—Disculpe esta... molesta interrupción, pero creo que Hisana no explico con exactitud que es urgente que la viera —exclamó el hombre con una embriagante voz profunda.
—Y creo que Hisana no le explico a usted con exactitud que yo estoy muy ocupada como para atenderlo en estos momentos.
—Tutututu —exclamó Shikamaru mientras se sentaba frente al escritorio de la rubia, que lo miraba enfurecida ante el atrevimiento de Shikamaru —. Estás siendo descortés, Ino. Te aseguro que te conviene escucharme.
—¿Qué podría interesarme a mí de usted, señor Nara? —preguntó Ino, con la mirada fija en el hombre frente a ella.
Shikamaru se movió ligeramente en la silla, mirándola. Era preciosa. De manera general era rubia, de ojos azules y con buen cuerpo. Pero estaba seguro de que había algo más, ella era algo más que una simple observación general. Sus ojos brillaban con inteligencia, y su boca era pecaminosamente besable. Labios sensuales con una ligera capa de brillo que los hacia aún más deseables.
—¿Tal vez, Sasori Akasuna No?
Ino lo miro con sorpresa, guardando silencio por unos momentos
—Hisana, puedes salir. Platicaré con el señor Nara.
Hisana sorprendida por la reacción de Ino, asintió para salir de la oficina por segunda ocasión, cerrando cuidadosamente la puerta tras de sí. Ino, regreso su mirada hacia Shikamaru que la seguía observando fijamente, para después tomar asiento ella, mientras preguntaba:
—¿Sasori Akasuna No? ¿El abogado?
—No te hagas la tonta que no te queda. Sabes perfectamente lo que quiero decir. ¿Nos referimos a Sasori Akasuna No como un abogado? Creo yo más bien como un mediador —Shikamaru suspiro —. Ya sabes, hay gente que está dispuesta a poner en contacto a unas personas con otras, con un negocio de por medio . ¿O debería decir, los que tienen el dinero suficiente para una transacción? ¿De personas como si fueran mercancía?
La voz de Shikamaru se volvió seria y fría al momento, desconcertando a Ino.
—He investigado ese caso, de hecho, espero poder sacar un programa en emisión dentro de unos meses en la televisora. Tengo entrevistas, información.
—Lo sé. Fue así como di contigo. Entrevistas con parejas que recurrieron a Sasori para realizar adopciones y así evitar los asuntos legales...
—Entonces, ¿qué es lo que quieres?
—Simplemente que dejes de intervenir. Es mi investigación y gracias a ti, las parejas comienzan a hacer demasiadas preguntas, se ponen nerviosos, no hablan.
—¿Quién eres para exigirme algo así? ¿Un policía acaso? —pregunto viéndolo con desconfianza.
—Exacto. Más o menos, soy algo así como un detective retirado que trabaja ocasionalmente para la policía. Tengo más de un año trabajando en el caso de Sasori, y tu intromisión en mi terreno me está poniendo las cosas difíciles. Apártate de mi trabajo —explico con voz pausada, como si estuviera aburrido.
La rubia lo miro ofendida.
—Si solo eres detective en tus ratos libres, ¿A qué más te dedicas? —exigió saber Ino.
—Soy escritor.
—Nunca he escuchado tu nombre.
—Escribo principalmente novelas policiacas. Si no te gustan, es entendible que no hayas leído mis libros. Voto por una carrera sin demasiada fama y sin publicidad innecesaria. Afortunadamente, mis libros se han vendido bien hasta el momento —Shikamaru guardo silencio unos momentos, para después continuar —. Vamos Ino, solo apártate de mi investigación.
—No tienes contigo ninguna orden judicial que me obligue a abandonar el caso, por lo que no voy a dejar el trabajo sobre las adopciones. Seguiré adelante con él a pesar de que tú estés investigando.
Shikamaru suspiro con impaciencia.
—Soy tan pacifico, que estoy dispuesto a llegar a un tipo de acuerdo. ¿Qué te parece? Tú te encargas de las adopciones, mostrándole a todos los eruditos seguidores de tus programas, como hacerlo de manera legal. Yo me encargaré de Sasori.
Si algo tenía Ino, era el ser terca.
—En vista de que Sasori está cometiendo actos ilegales, es mi deber que mi programa se encargué también de ese tema.
—Ino, comprende. Si los dos seguimos los pasos de Sasori, comenzara a sospechar. Hemos entrevistado a las mismas parejas que fueron con Sasori. Saben tu nombre, el programa que estás realizando... no van a decir nada.
—No voy a dejar mi programa —sentencio la rubia con decisión.
—No me gusta que me pongan obstáculos en mi trabajo, Ino. Es problemático y tú estás a punto de convertirte en uno.
—No te estoy poniendo obstáculos. Sólo estoy defendiendo mi trabajo, Shikamaru.
Él la observo fijamente, suspirando con frustración de nuevo. Después lanzó una carpeta al escritorio, esperando a que Ino la leyera.
—Esa es parte de mi investigación sobre Sasori. Descubrirás con mayor profundidad que es importante ponerle un alto a ese hombre. He entrevistado a los padres adoptivos y a las madres que utilizaron los servicios de Sasori. A él no le importan ninguno de los involucrados siempre y cuando los padres adoptivos tengan el dinero suficiente cuando les entregue el bebé. ¡Está vendiendo niños!
Ino suspiro.
—Estoy de acuerdo con que debemos detener a ese hombre. Pero hasta ahorita no he encontrado a nadie que este dispuesto a hablar de frente sobre lo que sucede en realidad. Supongo que el hecho de que se hayan percatado de que los dos estamos tras la misma información, los asusta e impide que hablen.
—Lo mismo me pasa a mí. Las parejas me cuentan como fue que se dio la adopción del bebé, pero no dejan que utilice sus nombres como testigos.
—Están siendo cómplices del tráfico de niños —añadió indignada la rubia, mientras apretaba los puños.
—Los padres adoptivos tienen miedo a que si se abre una investigación, les quiten a los niños. Pagaron mucho dinero por sus bebés, directamente. Nada acredita a Sasori como traficante. Es una adopción privada.
—Yo he hablado con algunas mujeres que entregan a sus hijos en adopción. Tampoco están dispuestas a ser testigos.
Shikamaru frunció el ceño.
—Creo que la única posibilidad de descubrir el sucio trabajo de ese hombre es enfrentarlo —miró a Ino, tentando la situación —. Si trabajamos juntos, tal vez podamos crear un plan de acción. Yo atraparé a Sasori y tu obtendrás la información de primera mano que tanto deseas.
Eso parecía algo sensato.
—Creo que podríamos intentarlo.
—Tendríamos que representar algún papel, actuar en algunas situaciones. ¿Estás dispuesta a eso, Ino? —preguntó Shikamaru con la misma voz profunda y pausada. Un trabajo arriesgado, secreto.
¿Era su imaginación o le parecía una propuesta seductora y sugerente por parte de Shikamaru Nara?
Trago con dificultad.
—Sasori vende niños a quienes pueden comprarlos, Ino —continuó Shikamaru con la vista fija en ella. Su vista iba de los ojos azules de Ino a su boca —. El asunto me enferma. Se aprovecha de parejas desesperadas que han perdido la esperanza de ser padres por canales gubernamentales. También se aprovecha de las jóvenes desesperadas que están embarazadas y sin la posibilidad de poder mantener un hijo. Esas son las victimas de Sasori.
Ino lo miro sorprendida. Shikamaru había plasmado de manera impactante la verdad.
—¿Te importa mucho? El tráfico de niños te afecta tanto que...
—Me parece terrorífica la venta de seres humanos. Soy detective y estoy calado en los temas más escabrosos de la sociedad, pero la venta de personas, ya sean adultos o niños me parece inconcebible. Detesto a Sasori proclamándose como un abogado recto, cuando es parte de la peor escoria de este mundo.
—Yo pienso lo mismo.
—Podemos detener a Sasori, Ino. Podemos infiltrarnos en su circulo de adopciones, reunir las pruebas que nos faltan, y podremos testificar nosotros en su contra. Yo obtendré lo que busco que es a Sasori Akasuna No tras las rejas y tú un reportaje fenomenal.
—Esto ya va más allá de un programa de televisión, Shikamaru.
—Tienes razón —se limitó a responder Shikamaru, con las manos en los bolsillos del pantalón.
Pero, ¿trabajar con Shikamaru Nara? El trabajo parecía estimulante, pero tenía la impresión de que iba a ser difícil y trabajar con él y su atractivo rostro, magnifico cuerpo y su mirada siempre sobre ella. Mirada que le cortaba el aliento.
—Sería bueno que nos reuniéramos con mi compañero, tiene que estar enterado de todo lo que hago conforme pase la investigación —comenzó a caminar hacia la puerta, antes siquiera a que Ino le dijera algo, pero cuando llego a la puerta, se detuvo y regreso sobre sus pasos como si recordara algo —. Pero antes, creo que debemos dejar unas cuantas cosas claras.
Se detuvo justo a un lado de la silla dónde ella se encontraba, llenando su nariz con su embriagante y seductor aroma a colonia. Madera y cuero, salvaje y exótico. el aroma perfecto para un hombre como Shikamaru. Inmediatamente se levantó de la silla para poner cierta distancia entre ella y Shikamaru. Pero él se lo impidió, poniendo sus manos en los finos hombros de ella.
—Tienes que obedecerme en todo lo que te diga —hablo con firmeza —. Sé lo peligroso que pueden ser personas como Sasori. No toda la gente es como las bienintencionadas personas a las que estás acostumbrada a tratar.
—No soy tan tonta —exclamó ofendida de separarse de nuevo, pero una vez más le fue imposible.
—Relájate —y con suavidad comenzó a masajearle los músculos de los hombros, tocando con sus manos el suave cabello rubio de la mujer. Era suave al tacto y afrodisiaco al olfato. La cabeza comenzó a darle vueltas.
Ino se mantuvo quieta, sintiendo como Shikamaru movía sus manos por sus hombros. Debería de sentirse furiosa por el atrevimiento de ese hombre en tocarla, pero era todo lo contrario. Sentía como sus músculos traicioneros se relajaban ante las caricias de Shikamaru, que la miraba con los ojos entrecerrados.
Sentía el calor de su cuerpo, y su respiración en la coronilla. Sus piernas le temblaban y su respiración se entrecortaba. ¿Había rosado con su boca su cabello? Quería dejarse llevar, apoyarse en su musculoso pecho, y besarlo profundamente. Nunca había sentido una excitación de tal magnitud.
¿Lo acababa de conocer y ya estaba dispuesta rendirse a sus pies por un beso?
Eso no podía estar pasándole.
Shikamaru estaba librando una lucha similar a la de ella, también estaba a punto de perder el control y eso no le gustaba. Primero lo había cautivado con sus ojos azules, después cometió el grave error de tocarla, de mantenerla a su lado. De llenar sus sentidos de ella.
Estaba cayendo ahora, que sentía como Ino se iba relajando en sus brazos, cediendo ante él. A su completa disposición. Sintió una profunda oleada de deseo que recorrió todo su cuerpo. Calor, presión, placer...
—¡Ino! —se escuchó la voz de Hisana atravesar la puerta —.Tienes una llamada.
Shikamaru inmediatamente se separó de la rubia con la respiración acelerada y un conocido dolor creciendo en su entrepierna. Ino tenía las mejillas sonrojadas y los ojos brillantes... se veía preciosa.
—Toma recado y di a quién sea que llame que le regresaré la llamada en cuanto me sea posible.
—De acuerdo —se escuchó como Hisana se alejaba de la puerta.
Había sido una acertada interrupción.
—Debemos marcharnos para ir a ver a Chouji —explicó Shikamaru sin mencionar nada de la situación pasada. De lo que estuvieron a punto de hacer, antes de que Hisana, acertadamente, los interrumpiera.
—No puedo marcharme de esa manera. Botar todo y seguirte en tu aventura, detective —se mofó Ino.
—Ino tenemos que darnos prisa en la investigación, además Chouji está libre en estos momentos.
Se acercó de nuevo a ella, la obligo a tomar su bolso y tomándola de la mano, la llevo consigo hacia la puerta saliendo del despacho.
La rubia solo pudo suspirar con frustración.
Si lo se ¬¬. No deberia empezar un nuevo fic, teniendo otros sin terminar, pero ahhh... si no escribo, se me van las ideas, ii miren que ya he perdido que se me olvidan por no escribirlas, y creanme cuando les digo que se que eran buenas ideas las que olvide. O al menos siempre termino con esa sensación jajaja. Hablando de ideas, regreso con la mía como Shika de detective retirado y escritor de novelas policiacas, jejee...Es solo que me gusto la idea, y quedaba bien con la historia.
Espero que les haya interesado la historia. Sin más me despido de ustedes deseandoles lo mejor. Saludos.
¿Merece un review?
Ilusión-chan.
