Todo lo que reconozcan, NO es mio
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Vía Láctea
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Llevo tu voz en mi voz, grabada con aerosol, tu beso fantasma pegado en mi labio inferior, y el mapa de tu desnudez.
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Ya no sabe ni donde esta, ni quien es. (El alcohol, le confundió el cerebro) Lo único de lo que esta conciente es de que la mujer mas hermosa que ha visto en su vida, lo esta besando apasionadamente, luchando por quitarle la camiseta.
Están tan borrachos que el piso se mueve y las paredes hacen un complot para golpearles las extremidades. Tan borrachos que no saben sus nombres y se están tocando como si fueran la persona de mas confianza en su vida. Tan borrachos que los botones de sus ropas, tienen que romperse para liberarlos.
Su camiseta cae, al igual que la de ella, seguida de más besos, se acarician, se están amando, aunque apenas se conozcan desde hace dos horas. El sabe que ella es LA CHICA, la única de ahora en adelante.
Lo supo desde que la vio entrar por la puerta.
Entramos en una habitación, que para suerte era una recamara. No me fije en el decorado, lo único que me importa es que tiene una cama, pues la chica acaba de besarle el pecho recién descubierto y le ha hecho perder la razón de nuevo.
La habitación parecía un horno, nuestros alientos se mezclaban en apasionados besos, interrumpiéndose por los continuos jadeos que salían de nuestros ya muy rojos labios.
Empecé a bajar la falda de mi futura esposa (Si que volaba rápido su imaginación.) ella me miro con sus grandes y cafés ojos enturbiados por la pasión y una sonrisa extrañamente tímida debido a la situación. Sentí mi corazón palpitar alocado, y la bese apasionadamente, deshaciéndome de la estorbosa prenda.
La recosté en la cama delicadamente y comencé a besar cada parte de su cuerpo a la que no tuve acceso antes. Ella se retorcía y gemía cada poco tiempo.
Con un empujón me hizo cambiar de posición.
Me miro coquetamente, y casi deliro. Su conjunto rosado, combinaba con el rubor de sus mejillas, y su cabeza ladeada dejaba caer su cabello marrón por su hombro, enmarcando su hermoso rostro.
Ella era perfecta, e iba a ser mía para siempre, y no era el exceso de Whisky el que me hacia pensar eso.
Comenzó a besar mi pecho, su boquita dejaba rastros húmedos por todo mi cuerpo, mientras sus pequeñas manos recorrían mis costados. Tome su cabeza sin poder contenerme, y la arrastre hasta mis labios.
Necesitaba besar sus embriagantes labios. Me beso el cuello, mordiéndome, haciéndome enloquecer de deseo. Yo le recorría los muslos y la espalda, con manos desesperadas y posesivas.
Comenzó su descenso de nuevo, besando mi pecho y mi abdomen suavemente, hasta llegar a mi cinturón, donde mi más que notable erección, gritaba por ella.
- Creo que alguien quiera salir a jugar. – Susurro seductoramente, provocando que su frío aliento le hiciera cosquillas a mi bajo vientre.
Solté un gruñido y volví a ponerle bajo de mi, quería que sienta el efecto que provocaba en mi, ella gimió y juntos sus labios con los míos violentamente. Hundió sus dedos en mi cabello, acariciándolo y dejándome fascinado.
Le quite el corpiño, y casi llore de placer cuando ella se mordió un labio, esperando mi aprobación.
- Eres por mucho la mujer mas hermosa de este mundo.- Le dije con la voz ronca y la mirada intensa llena de amor y pasión.
Mi pantalón al igual que sus bragas desaparecieron tan rápido que en verdad, no se no donde acabaron. Solo podía pensar, en la chica y yo teniendo el mejor sexo de mi vida, en la chica gimiendo, en la chica y sus caderas moviéndose con las mías.
El orgasmo al que llegamos, fue tan increíble, que me dejo sin aliento y tan exhausto que lo único que pude hacer fue acurrucarla en mis brazos y cerrar los ojos.
- Te amo – le susurre tiernamente al oído, me rei de lo ridículo de la situación.
Me había enamorado de una completa extraña.
Ella sonrío, y me beso debajo del mentón, igual se veía cansada – Es extraño, pero yo igual te amo - Sonreímos y caímos en un profundo sueño.
No sabíamos nuestros nombres, ni donde vivíamos, ni nada sobre nosotros. Eso no importaba ahora, había mucho tiempo en la mañana, para conocernos.
Nos dormimos placidamente en los brazos del otro.
…
- ¡Edward! – Una fuerte voz masculina, me gritaba al oído, fastidiando mi sueño.- ¡Edward! – Ahora comenzaba a sacudirme violentamente.
Abrí los ojos lentamente, gracias a dios las cortinas estaban corridas.
Mire a mi hermano Emmett mirarme burlonamente, y recordé mi situación. Me sonroje furiosamente (Algo raro)
- Alguien tuvo mucha acción anoche. – Dijo maliciosamente, mirando al otro lado de la cama insinuantemente.
Mierda, ojala no haya despertado a la chica. Voltee rápidamente, para taparla por si no lo estaba y sentí la peor sensación de mi vida. (Como si un balde agua fría te congelara de pies a cabeza.)
No estaba.
Ni ella, ni su ropa, ni nada.
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Cancion: Via Lactea - Zoè
Un nuevo fic. Debo decir que va a ser cortito. Es un miniminific :P
Practicamente va a tratar de Edward y su busqueda por la chica misteriosa...¿Quien sera? x)
Saludos.