Este fan fic es escrito en respuesta al reto de Mac 1826, espero este a la altura de lo que solicito, y que alcance al menos 5 comentarios por capítulo, pues de lo contrario será borrado.
Con mis mejores deseos y esperanzas para este fic.
Atte: Ciel Phantohive.
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La ley del amor.
Resumen
Verte es un soplo de aire que me inspira, me alimenta, me excita, me tranquiliza, me perturba, me mata...
Capítulo 1
Taichi dio un suspiro profundo antes de volver a repasar los documentos frente a él. Llevaba casi dos semanas en el caso y aun no lograba armar una defensa sólida. La verdad era que, ni siquiera se estaba esforzando, ¿Por qué? Pues porque el sujeto era culpable y él no pensaba ayudarlo a quedar libre para que siguiera haciendo daño sin importar los argumentos de su superior o las amenazas que pudiera pronunciar en su contra.
Simplemente era cuestión de tranquilidad, Taichi tenía muy bien fundamentados sus principios y no pensaba dejarse llevar por las corruptelas del despacho. Cuanto menos porque él era reconocido por sus logros en el ambiente legal.
Con calma se puso en pie para mirar a través del ventanal a su espalda la impresionante estampa de Odiaba que se podía apreciar desde el piso 36 en donde se encontraba su despacho. La tarde estaba cayendo pintando el horizonte con sus tonos dorados y rojos.
—Señor — llamo la secretaria desde el intercomunicador. Tai solo escucho sin responder. —El Sr. Michel lo espera en el living—aviso y corto la comunicación, ella sabía no obtendría respuesta.
Tai respiro profundo para serenamente caminar a la salida y de paso tomar su chaqueta, pero cuando su mano se disponía a tomar la perilla dorada, la puerta se abrió con energía dejando el paso libre a un hombre blanco de cabello rubio y ojos grises.
Tai dio un jadeo al sentir los brazos de Michael Duval enroscase alrededor su cintura apretándolo contra su cuerpo alto y fornido.
—Hueles delicioso —murmuro Michael contra el cuello del castaño mientras sus labios besaban delicadamente su piel.
—Michael —gimió Taichi abrazándose del cuello del rubio con gesto necesitado. Requería del cariño de Michael para poder volver a sentirse seguro y fuerte. Quería escucharle decir que todo iba a estar bien, que no importaba lo que pasara estaría para él y por él.
—Te amo —murmuro el neoyorkino —lo sabes, ¿verdad?
Taichi asintió antes de buscar con sus labios la boca del rubio en un beso demandante, caliente y húmedo.
Michael apretó el abrazo y profundizo el beso, sus manos pasaron de la cintura a la cadera y de ahí un poco más abajo. Adoraba el ardor en la entrega de los besos del abogado, su aroma, su lujuria, su pasión. Todo de él lo enloquecía hasta el límite de la cordura.
—Vamos a casa —propuso en un susurro deseoso el rubio dando un suave apretón al suculento trasero del letrado.
Taichi acepto sonriendo, era raro que Michael gozara de tiempo para ir a recogerlo y cuanto más que tuviera la desfachatez de entrar a su despacho para regalarle un momento candente como ese.
—Sr. Yagami —se escuchó la voz de la secretaria por la bocina del aparato.
Taichi resoplo fastidiado, esa era la razón por la cual Michael rara la vez pasaba a su oficina, siempre había algo que los interrumpía en el mejor momento.
—Sr. Yagami —volvió a llamar la mujer.
Con hartazgo se soltó del rubio para apretar el botón del comunicador.
—Sí —contesto escuetamente.
—Hay un hombre que quiere verlo. Ya le dije que esta de salida pero insiste en que es urgente.
Tai soltó el botón y elevo la mirada, Michael suspiro derrotado antes de deshacer la distancia entre ellos, con cariño abrazo a Tai depositando un dulce beso en sus labios.
—Te espero en casa, no tardes —acoto Michael dándole una palmadita en sus posaderas.
Taichi torció la boca al ver como la puerta se cerraba tras Michael, regreso al comunicador —Hágalo pasar —indico irritado.
Taichi coloco sus manos sobre el escritorio un tanto decepcionado de no haberse ido rápido. Dio un resoplido y comenzó a quitarse de nuevo la chaqueta para colocarla en el respaldo de la silla giratoria, total no pensaba tardarse más de lo estrictamente necesario.
—Si gusta quitarse algo más que el saco, por mí no se detenga —escucho que decían desde la puerta y al girarse para mirar de quien se trataba se encontró con unos sorprendentes ojos azul cielo que lo observaban con fascinación.
Tai se ruborizo levemente ante aquella contemplación un tanto descarada, pero mantuvo la compostura mientras le indicaba a su visita tomar asiento.
—En que puedo ayudarle Señor…
—Ishida, Yamato Ishida —respondió el recién llegado sin despegar la vista de los ojos color chocolate del abogado.
—¿El cantante? —cuestiono Tai divertido esbozando una sonrisa coqueta.
—El mismo, ¿acaso tengo la fortuna de que sea uno de mis fans? —cuestiono entusiasmado el músico adelantando el torso y ampliando su gesto de felicidad.
—Lamentablemente no. Mi hermana disfruta de su música y me ha llegado a comentar de uno que otro concierto al que ha asistido, así que digamos que solo lo conocía de nombre.
—Es una pena —respondió Yamato con sinceridad. —Podria haber tomado ventaja de ello para estar seguro de que aceptaría una invitación a cenar.
Taichi se mordió internamente la mejilla deseando que sus mejillas no delataran lo abochornado que se sentía por el marcado interés del su cliente. Carraspeo con la garganta para recomponer su semblante y continuar.
—Pues bien, ¿en qué le puedo ayudar Ishida?
Yamato sonrió ladino. Cuando le dieron el nombre del abogado y las miles de referencias sobre su desempeño y profesionalismo pensó que se encontraría con un vejete de casi setenta años, en su lugar tenia, para su agrado, a un joven de no más de veintinueve años y muy atractivo.
—Vera, tengo un pequeño pleito con el hermano de mi padre quien me acusa de usufructo sobre vienes de la familia. Lo cual debo aclarar es completamente falso.
Taichi asintió, tomo un bolígrafo y su cuaderno para tomar nota.
—¿Desde cuándo comenzó la querella?
—Más o menos hace unos dos años cuando mi padre falleció. En su testamento dejo repartidas sus propiedades entre mi hermano y yo… sin embargo, mi tío al parecer desea hacerse de la casa que por ley le pertenece a mi hermano menor, Takeru.
—En todo caso, no sería a su hermano a quien tendría que demandar, digo si él es el propietario…
—Takeru, tuvo un accidente de auto que desafortunadamente lo dejo en coma, por lo tanto…
—Los bienes inmuebles de su hermano están a su nombre… —dedujo Taichi señalando al cantante y comenzando a ver la magnitud del problema.
—Así es — confirmo Yamato. —Sin importar lo que diga la prensa y los medios, ser un cantante no te asegura el sustento, siempre estas atado al gusto del público, por eso en lugar de financiar el hospital y todos los servicios que conllevaba la manutención de mi hermano con mi carrera alquile la casa y el departamento que tenía a mi disposición.
—Por eso su tío lo está achacando de usufructo. Al no estar su hermano se puede decir que usted se está aprovechando del patrimonio que le corresponde al menor.
Yamato asintió. —Mi tío quiere quitarme la casa pero no piensa hacerse cargo de los costos del nosocomio, cuanto menos de las terapias, medicamentos o hasta las consultas regulares. Estoy muy atareado con mi carrera, porque a pesar de tener buena aceptación, no hace mucho mi nombre comenzó a ser público y según mi manager no debo restarle tiempo ni dedicación porque podría decaer en cualquier momento, lo que me obliga a buscar a alguien de confianza que pueda llevar el caso con mi mínima intervención. Hable con varias personas y todos me recomendaron al mismo abogado, a usted señor Yagami. Así que… que me dice, está interesado. Le pagare muy bien sus honorarios se lo aseguro.
Taichi observo detenidamente los ojos azules de su interlocutor buscando un titubeo que le dijera que mentía, pero nada, en ese rostro agraciado solo había una preocupación evidente y mucha esperanza de que aceptara.
—Antes de responder tengo que hacer mis debidas averiguaciones… pero…
—Señor Yagami, este es un asunto delicado, si algo se llega a filtrar a los medios será una bomba para la prensa, lo que menos deseo es que mi hermano sea motivo de notas amarillistas, además los médicos tienen buenas expectativas de que pronto despierte y…
Taichi dio un suspiro. —Puede estar tranquilo Ishida, todo lo que se hable en mi despacho es completamente confidencial. Ahora, con respecto a mis averiguaciones, solo serán respecto a los fundamentos de los argumentos expuestos, en ningún momento me entrometeré en su vida privada.
Yamato sonrió auto suficiente antes de agregar —Es una lástima que no desee ser parte de mi privacidad.
Taichi se sonrojo levemente apretó los labios y recobro su compostura.
—Si gusta facilitarme y agilizar ese trámite le daré cita para pasado mañana, a las siete, para que me presente las escrituras de la casa, las facturas del hospital y las terapias, y todo aquello que lo avale como el responsable de joven Takeru.
Yamato estaba fascinado con la forma de hablar del litigante, con sus gestos suaves y elegantes.
—Entonces… nos vemos pasado mañana señor…
—¡Oh! Por favor solo dígame Matt
—Bien Matt, fue un placer… —dijo Tai extendiendo la mano para estrechársela a su nuevo cliente.
—El placer fue todo mío, te lo aseguro Taichi—respondió tomando la mano y con un rápido movimiento se la llevo a los labios para depositar un beso en el dorso.
Tai no supo cómo reaccionar, su cuerpo había temblado con tan leve contacto y sus mejillas estaban tan rojas como granadas maduras.
Yamato salió del despacho muy contento, esperando que al final de aquella trifulca familiar, la que estaba seguro de ganar, tendría además una pareja, la verdad Taichi Yagami lo había embelesado desde el mismo momento en que sus ojos se posaron en su figura, solo para terminar rendido a sus pies cuando sus ojos chocaron, Yamato no era creyente del destino, ni del Karma, sin embargo, el contacto entre sus pieles lo había hecho estremecer en deleite.
Estaban destinados a encontrarse, a intimar, porque Matt jamás había sentido nada parecido por nada ni nadie hasta ahora.
Continuara…
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N. A.
El primer capítulo creo que estaba bien delineado y está dando pauta una buena trama. Eso creo yo…
Atte: Ciel Phantomhive.
