(La escena de la "pesadilla" está basada en un cómic hecho por DemonWriterX. Gracias Clover819 por decírmelo, y me alegra que te haya gustado mi fic :D. Sinceramente no esperaba que fuera tan bien recibido, y me gustaría daros las gracias escribiendo otro capítulo, pero no se me ocurren ideas y no quiero forzarme a escribirlo, así que si tenéis alguna sugerencia será bien recibida)
—Felicidades señor Wilde, es una niña —dijo la enfermera mientras le pasaba una coneja recién nacida.
—Hola pequeña. Oh, eres preciosa —Nick extendió sus brazos para coger a la cría y acercársela al pecho. Sus ojos morados le miraron con curiosidad mientras una risita se escapaba de sus diminutos labios—. Tienes los mismos ojos que tu madre. Y su personalidad por lo que veo.
—Felicidades señor Wilde, otra niña.
La enfermera se acercó con otra conejita, pero esta tenía la piel naranja y los ojos verdes.
—Vaya, que sorpresa, dos por uno —dijo riendo mientras se sentaba para poder tener a sus dos hijas en brazos—. Ahora que no me oye vuestra madre y no sabéis lo que estoy diciendo, sois súper cuquis.
—Enhorabuena señor Wilde, el primer zorro.
¿Qué?
—Vaya, trillizos.
—Enhorabuena señor Wilde, otra zorra.
—¿Más?
—Enhorabuena señor Wilde.
—Enhorabuena señor Wilde.
—Enhorabuena señor Wilde.
—Enhorabuena señor Wilde.
—Enhorabuena señor Wilde.
—¡JUDYYYYY!
Nick se despertó hiperventilando de aquel sueño tan horrible. Se sentó e inspeccionó la habitación para asegurarse de que no era real lo que acababa de soñar y cuando lo confirmó al ver que se encontraba en el pequeño apartamento de Judy suspiró aliviado y se volvió a tumbar.
—¿Qué ha pasado? —preguntó la coneja mientras se daba la vuelta para admirar a su pareja.
—Nada, recuérdame que no tengamos hijos. Nunca.
—¿Por qué?
—¿Quieres tener hijos?
—No, bueno aún no, pero no sé porqué lo dices tan repentinamente.
Nick le dio la espalda mientras se tapaba con la sábana. Ahora le daba vergüenza decirlo.
—He tenido una pesadilla.
—¿Qué? No te oigo, habla más alto.
—Que he tenido una pesadilla.
Judy se quedó callada durante unos segundos hasta que procesó la información
—Ah. Y... ¿de qué iba?
—Pues estabas embarazada y rompiste aguas así que te llevé al hospital y cuando empezaste a dar a luz, bueno, digamos que no podías parar.
Al entender cuál era la preocupación de su novio Judy se dio la vuelta corriendo y se mordió el labio inferior para contener su risa, pero aun así se le escapó inevitablemente.
—Ríete, como no lo has soñado.
—Oh Nick, si fueras un conejo no te diría que no pudiera llegar a pasar pero eres un zorro. No sabemos cual va a ser el producto, ni siquiera sabemos si va a haber un producto, por eso de que somos especies diferentes.
—Sí, tienes razón.
—Además solo llevamos saliendo un año, aún nos queda muuuucho para plantearnos la idea de tener hijos. Por todas las zanahorias aún no sabemos si nos vamos a casar.
—Tienes razón —El zorro se alivió al escuchar la primera oración de su novia pero después se volvió a preocupar cuando escuchó la segunda—. Espera, como que no sabemos si nos vamos a casar.
—Buenas noches Nick.
—No, porque yo no pienso compartir mi vida con alguien que no sea tú.
—Hmmm bueno, a lo mejor me lo pienso si el anillo es bonito.
Una gran carcajada salió de la garganta del zorro al escuchar el único requisito que le ponía Judy para casarse con él.
—Descuida Hopps —dijo mientras se daba la vuelta y abrazaba a la coneja por la cintura—. Tu pedida de pata será algo que nunca olvidarás.
