Mikoto Uchiha bajó del auto junto a su pequeño hijo. Habían llegado al jardín de niños y Sasuke no se veía para nada contento. Cruzaron el patio yendo por el pasillo donde muchos niños, al igual que Sasuke estaban con sus madres o padres.

—A ver, ¿dónde estará? —murmuró viendo hacia varias direcciones. Sasuke tomó su mochila e hizo un gesto de molestia.

—Seguro no vino —respondió el pequeño—Bueno mamá, ya te puedes ir.

—Ni se te ocurra Sasuke Uchiha. Te quedas aquí y buscaremos a la niña, te disculparás con ella por haber sido tan grosero ayer y sólo así me iré.

El aludido expandió su gesto de molestia. Disculparse no era parte de sus principios, mucho menos si debía hacerlo a una molesta niña de cabello ridículamente rosa.

—¡Ahí está! —exclamó tomando de la mano a su hijo y yendo hacia donde una mujer rubia se encontraba.

—¡No quiero hacerlo! —espetó furioso el pequeño Uchiha tratando de zafarse del agarre de su madre, pero sólo logró que ella aumentara la fuerza de su mano.

—¡Cállate! Harás lo que yo diga y punto —amenazó zarandeando al pequeño.

—Hump.

—¡Mebuki! ¡Cuánto tiempo!

La mencionada se giró en dirección a Mikoto y le sonrió en respuesta, detrás de ella Sakura se escondió en cuánto vio la mirada furiosa de Sasuke.

—Vaya que sorpresa verte aquí.

—Sí, vine porque quería asegurarme de que Sasuke se disculpara con Sakura.

Mebuki Haruno frunció levemente el ceño con confusión.

—¿Disculparse? Sakura ¿Sasuke te hizo algo malo?

La niña negó inmediatamente con miedo.

—La llamó tonta ayer, Iruka me notificó de su grosero comportamiento en su clase.

—Oh, seguro Sakura hizo algo para que le llamara así.

Sakura juntó sus manitas avergonzada y se inclinó clamando disculpas a Mikoto.

—Discúlpeme Mikoto-sama, no quería molestar a Sasuke-kun ayer, la verdad es que tan sólo le di un beso en la mejilla porque era un reto, Ino-cerda y yo estábamos jugando verdad o reto y mi reto era darle un pequeñisimo beso a Sasuke-kun, como la cerda no especificó dónde yo elegí la mejilla. Fue entonces dónde me llamó tonta y molesta pero fue mi culpa, por favor no castigue a Sasuke-kun.

—¡Sakura cuida tu vocabulario! No llames así a tu amiga —regañó su mamá.

Mikoto abrió un poco la boca con sorpresa viendo como una avergonzada Sakura tenía las mejillas rosadas. Miró de reojo a su hijo que también tenía un leve sonrojo mientras desviaba la vista.

Suspiró y negó con la cabeza.

—Bueno, de igual manera debe disculparse por su mal comportamiento —empujó al pequeño Uchiha para que éste prosiguiera. Sasuke se cruzó de brazos, molesto. Miró con el ceño fruncido a la pelirosa que temblaba frente a él de los nervios. Como Mikoto no veía que su hijo hablaría le dio un zape para que hablara.

—¡Auch! —se quejó. Suspiró y cruzándose de brazos volvió a ver a Sakura —Lo siento.

La niña asintió nerviosa.

—Muy bien Sasuke, ahora abrázala —sugirió su mamá con una sonrisa malévola en su rostro. Sasuke se giró a verla rápidamente con sorpresa y disgusto.

¡Eso no era parte del trato!

—No quiero —murmuró y gritó al sentir el jalón de oreja que su madre le proporcionó. Avergonzado y resignado, el Uchiha menor se acercó a Sakura abriendo lentamente los brazos y envolviéndola mientras los colores se le subían a la cabeza y comenzaba a murmurar cosas inteligibles a causa de los nervios de tener una niña abrazando. Olía bastante bien, como a cerezos dulces y miel.

Sakura correspondió el abrazó risueñamente. Se sentía emocionada pues el niño más lindo que había visto la estaba abrazando.

Detrás de ellos sus madres chocaban los cinco satisfechas.