Titulo: Los ingenuos Dinamarca y Noruega

Claim: Islandia, Dinamarca y Noruega

Prompt: "Lo entenderás cuando seas mayor"

Resumen: Islandia era mayor y entendía muchas cosas, pero su hermano mayor parecía atasco en la costumbre. O tal vez sólo le gustaba hacerse el difícil.

Advertencia: ¿Algo de OoC? No lo sé. No manejo mucho a Islandia, pero me cae bien.

Notas: La historia está colocada en la época actual, a diferencia de las demás.


—Suéltame Dinamarca, no soy un peluche tamaño real —se quejó Noruega, por segunda vez ante el fuerte abrazo del mayor, pero no se movió ni peleó contra él.

Islandia, en la mesa de la cocina, terminaba de leer una historieta que Estados Unidos amablemente le había prestado hace unos días en un encuentro mundial. Ante los gritos simplemente levantó la cabeza y los observó.

—Idiota —masculló, regresando a la historieta o eso fingió, porque de cuando en cuando les lanzaba miradas curiosas.

Noruega le había soltado un golpe al hombro para sacárselo de encima después de que Dinamarca mordió su oreja. El danés reía bajito, con complicidad, y no esquivó el golpe. Islandia volvió a pensar que eran unos idiotas.

—Escandaloso —masculló, pasando la página. Escuchó una exclamación de disgusto, probablemente de Noruega, y después un gemido de dolor. Probablemente Dinamarca había vuelto a tirar de "aquel mechón" que tenía su hermano.

"Idiotas, escandalosos y exhibicionistas" pensó. Levantó un poco la vista y vio a su hermano mascullando cosas, como si estuviese enfadado y a Dinamarca dándole mimos, ignorando los insultos y las amenazas con maldiciones en un futuro cercano si no lo soltaba. Pero Islandia rodó los ojos y bufó, ¿pensaban engañarlo a él? Por favor, él no era el ingenuo.

Estaba bien que de pequeño creyera que su hermano mayor realmente iba a maldecir al danés, y hasta se riera un poco, pero ahora ya conocía bien la situación. Volvió a rodar los ojos, él sabía que Dinamarca podría haber esquivado esos golpes con facilidad, y que Noruega de haber querido realmente alejarlo, ya lo hubiera hecho hace más de veinte minutos.

Ahora era lo "suficientemente mayor" para entender que eran esos ruidos raros que su hermano hacía en la noche, cuando Dinamarca no dormía en su cuarto. Pero se preguntó si era lo suficientemente mayor para escapar de una palmada por parte de Noruega si llegaba interrumpirles la escena.

Decidió no arriesgarse, la puerta quedaba demasiado lejos de su alcance en caso de que necesitase huir.