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"ECOS DE TUS SENTIMIENTOS"
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Este es un bello proyecto creado conjuntamente por "Iva Ren" y "cpbr15" Esta historia participa en el concurso "¡Trabajando en parejas! Del foro "Cuartel General del ZPD".
Ambas somos más de Universo alterno en humanos, nos salimos de nuestra zona de confort para traerles un fic furry, esperamos que lo disfruten
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I: Es sólo una cita
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Inalcanzable como estrella, tan distante
Un amor casi imposible
Invisible como el aire
Eres tan inalcanzable tan sublime como un ángel
Un amor casi imposible
Como fuego que no arde
Te me has vuelto inalcanzable…
~Inalcanzable – RBD~
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Nick respiró profundamente para dejar soltar las palabras, estaba sumamente nervioso, miró al suelo algunos segundos antes de poder abrir la boca.
—Judy Hopps... ya no puedo seguir callando esto que me quema por dentro desde que te conocí, coneja por favor, permíteme estar los dos solos este fin de semana, tengo que confesarte algo…
El pecho de Nick latía con mucha fuerza luego de haberse atrevido a decir aquellas palabras, sintió sus labios secos y se apresuró a humedecerlos con su lengua mientras intentaba limpiar el sudor de sus manos en el pantalón, lo cual no era fácil por su pelaje, por su lado Flash lo miraba sorprendido mientras poco a poco la sonrisa se marcaba en su rostro, luego de unos segundos finalmente soltó a reír el perezoso.
—Ja… ja…. ja…. te ves… muy….nervioso… amigo— siempre hablaba con esos segundos de espera entre sus palabras.
—Hey Flash, vamos, tenemos trabajando juntos más de un año y nos conocemos hace casi tres, imagínate- jugaba con sus manos entrelazándolas –he tratado de demostrar mi afecto, las salidas, los regalos, los detalles, pero ella no hace nada más que verme como su compañero y mejor amigo— soltó un suspiro muy sonoro – esto ya me están cansando, aun cuando intento decirle mis sentimientos seriamente, ella siempre cree que estoy jugando – el zorro pasó sus garras por sus orejas despeinando su pelaje.
—Ella… te…. quiere… mucho— fue la respuesta del perezoso a la inquietud de Nick.
—Claro que me quiere, pero como su mejor amigo, incluso ha dicho que me ama, pero no como algo más, supongo que ser un zorro es una desventaja cuando te enamoras de una coneja – Nick tomó asiento y suspiró profundamente tratando de calmar su frustración.
—Entonces… díselo… sin rodeos— Nick miro a Flash alzando una ceja en respuesta.
—Ya lo he hecho muchas veces y ella solo cree que es cariño de amigos, para Judy solo existe su trabajo, trabajo, trabajo,- ponía los ojos en blanco con desgane —a la mierda el trabajo! — casi gritando exasperado –la quiero de verdad amigo, ni siquiera sé cómo sucedió solo… – suspiró y alzó sus hombros intentando encontrar las palabras – sólo me enamoré de ella.
Nick mordió su mano empuñada, era cierto lo había intentado todo, flores, salidas a cine, a parques, dulces, chocolates y ella sólo le daba las gracias con desinterés, sin mirar más allá de sus detalles, de sus insinuaciones, sin sospechar que su compañero moría por hacerla su pareja, su novia.
—No te… desanimes… esta vez… si….lo…lograrás… confía…en…ti – le contestó animándolo.
El perezoso tenía razón, tal vez esta si sería la ocasión, sacó de su bolsillo los tickets que le entregaron como comprobante de la reserva en ese lujoso resort de la ciudad, un fin de semana solo para ellos.
—Una vez más, solo tengo que intentarlo una última vez – respondió brindándole a su amigo su singular sonrisa de medio lado, sus ojos verdes brillaban con mucha intensidad, tenía sus esperanzas puestas en esta última oportunidad.
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*(Si supieras que deseo ser en tu vida más que un amigo, si supieras cuanto te amo, torpe coneja)* pensó al tenerla de frente.
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—No – la respuesta de Judy fue cortante.
Sin dejarlo explicar, cuando notó el dolor en la expresión de su compañero y la forma como se bajaron sus orejas, entendió que tal vez fue muy ruda con él, frotó su frente mientras tomó un largo suspiro para explicarse mejor.
—Lo lamento Nick, esto es algo que debí decirte antes, mamá está presentando muchos problemas de hipertensión, mañana la llevan a casa, me hubiera encantado ir contigo, pero siento que debo estar con mi familia en estos momentos, perdóname – mientras tomaba su mano entre las de ella.
El zorro la sorprendió con un beso en la mejilla.
—Supongo no hay nada que podamos hacer, la familia siempre es lo primero, me gustaría acompañarte, pero seguro un zorro en la madriguera solo generaría pánico – bromeó tratando de relajar la tensión en el ambiente y disimular a su vez la tristeza.
Las orejas de Judy se alzaron y hacían ese movimiento a los lados característico de estar alerta o tener alguna nueva idea.
—Seria genial que fueras conmigo— comentó de inmediato —enserio Nick, así finalmente conoces a toda la familia, son solo 267 hermanos, por favor, ven conmigo Zorro – sus grandes dientes frontales se mostraban detrás de su sonrisa.
Para el zorro era imposible negarse, cuando ella sonreía de tal forma que parecía un ángel desprendiendo luz, era una oportunidad caída del cielo.
—Vamos entonces — disimulando todo con la mejor cara que pudo colocar.
Se despidieron esa noche y quedaron en encontrarse mañana a las 7 en la terminar para tomar el tren.
La joven policía intentaba conciliar el sueño en su diminuto departamento, se preguntaba por qué Nick le había planteado esa idea de estar solos el fin de semana ¿Acaso quería algo más con ella? Había algo oculto detrás de todo? Rápidamente descartó esa loca idea, él era un zorro y ella una coneja, no importa como lo viera, era un imposible.
Era la hora de los pensamientos de medianoche, ese momento en el que mil cosas te vienen a la mente, cuándo te das cuenta de ciertos hechos y tu subconsciente decide ponerse a fantasear sobre sucesos tan anhelados, lo que en realidad desea.
—Él jamás se fijaría en alguien tan patética como yo, tan pequeña y tan simple... –susurraba mirando al techo. —él merece alguien de su raza, tan bella y cautivante.
No dejó de pensar una y otra vez las posibles realidades alternas que su mente le permitía, sólo hasta quedarse dormida y continuarlas en sus sueños.
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Nick yacía en la misma posición, mirando hacia el techo, también sumido en sus pensamientos y anhelos de medianoche, volteó a ver su mesita de noche donde se encontraban los dos tickets de la reservación. ¿Acaso el universo conspiraba para que sus planes fracasaran?
— ¿Que podría ver en mí? –Se preguntó con un tono desalentador –ella es simplemente: Perfecta… y yo sólo soy…
No pudo siquiera decírselo a sí mismo. Al igual que Judy también se sumió entre fantasías, el solo recordar el aroma de su presencia le hacía sonreír, imaginó de una y mil maneras su voz vocalizando un: Te amo, Nick, su mente creaba diferentes escenarios de ellos declarándose un amor que tal vez, iba a ser inexistente.
A diferencia de Judy, él no pudo dormir del todo bien, el caos dentro de su mente y corazón lo tenían intranquilo.
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Al día siguiente el camino en tren fue corto, Nick aprovechó para tomar una siesta, se colocó sus gafas oscuras y dejó que el cansancio hiciera el resto, por su lado Judy amaba ver los paisajes, no importa cuando se repitieran, estaba perdidamente enamorada de la ciudad donde trabajaba y todos sus escenarios maravillosos.
Los hermanos que fueron a recibir a Judy quedaron estáticos cuando Nick bajó y tomó la maleta de los dos, ya sabían que su hermana trabajaba con un zorro, pero nunca creyeron que lo traería a casa, con mucho miedo los llevaron hasta la granja en el enorme y ruidoso tractor de la familia.
El clima sin duda era mortal para un animal nocturno, el fuerte sol molestaba en los ojos del zorro y el calor lo ahogaba en su pelaje, definitivamente Bunny borrows no era un lugar para él.
Llegaron a la casa y el zorro fue esta vez quién quedo boquiabierto, era casi parecido a un nido de hormigas con muchas habitaciones entrelazadas por escaleras y pasillos redondos, una arquitectura bastante peculiar pero adecuada para una familia tan grande, ahora entendía como Judy podía sentirse tan cómoda en su mínimo departamento, en esta casa tendría un escaso metro cuadrado alrededor de su cama.
—Creo que tendrás que dormir en una cama bastante corta para tu... tamaño— Judy intentó no sonar grosera o hacer sentir menos a sus hermanos, pero para Nick se necesitarían tres camas juntas al ser todos tan pequeños.
—Tranquila zanahorias, me acomodaré donde sea – le guiñó el ojo y eso marcó una sonrisa en su compañera.
Judy dejo a Nick con sus hermanos los cuales no dejaban de mirarlo y preguntarle muchas cosas, mientras se agrupaban en manada para conocer más del zorro que trabaja con su hermana mayor, afortunadamente, Nick tenía una oratoria suficiente para entretener un público tan exigente con historias de sus aventuras.
—Pasa cariño— habló Bonnie al otro lado de la puerta cuando escuchó que alguien llamaba, estaba en cama y su esposo sentado a su lado cuidándola, ver a su pequeña los animó a ambos.
Judy se sentó en el borde de la cama al lado de su madre
—Perdóname no haber venido antes – los grandes ojos púrpura hablaban con total sinceridad igual que sus palabras.
—No queríamos preocuparte, eres tan maravillosa haciendo del mundo un lugar mejor, mi pequeña – acariciando el rostro de su hija
Los tres estuvieron un corto periodo de tiempo para ponerse más al día con las novedades de sus vidas, la familia al fin se sentó a la mesa a darse un gran almuerzo, se escuchaban muchas voces hablando, cada loco con su tema.
Nick no evitó sentirse un poco fuera de lugar en esa caótica familia, de nuevo esos pensamientos se asomaban. ¿Fuera de lugar? No pertenecía ahí, así se sentía y odiaba sentirse de esa manera.
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Nick salió a tomar algo de aire fresco al patio trasero, estaba sintiéndose abrumado, sentía un pesar en sus ojos y esa sensación de tener algo atorado en el pecho, sin duda un mal presentimiento.
— ¿Te pasa algo? No te ves nada bien.
—Sí, es que…— titubeó un poco —sabes que el calor no es nada beneficioso para mí
—Aprecio que hayas venido conmigo, a mis hermanos les agradas.
—No hay algo que yo no haría por ti, conejita – se cruzaba de brazos con una cálida mirada
Ambos se miraron algunos segundos después de ser interrumpidos por Stew.
—Ah Judy, aquí estas, tienes una visita
— ¿Una visita? –Preguntó extrañada — ¿de quién?
—Ven a recibirlo.
Los tres entran de nuevo a la casa, Stew se dio paso para presentar al joven conejo que estaba al pie del umbral de la entrada principal.
—Judy, te presento a Jack.
Judy observa con detenimiento al conejo, sin duda a simple vista era muy atractivo, unos grandes y deslumbrantes ojos azules, su pelaje grisáceo y en sus orejas unas rayas negras que hacían juego con las que tenía a los costados de sus mejillas.
Se acercó a ella con amabilidad mostrándole una sonrisa.
—Jack Savage –se presentó estrechando su mano
—Judy Hopps.
Judy contestó también con una sonrisa estrechando la mano del conejo
—Le comentamos a Jack que vendrías a visitarnos y se nos ocurrió: ¡Oye!, ¿Porque no salen los dos juntos? Jack no es de por aquí, es hijo de Lilly, la amiga de tu madre, ¿la recuerdas?
—No exactamente.
Judy captó de inmediato el juego que habían armado sus padres, querían conseguirle una pareja. Vaya forma de hacerlo.
Nick examinó de patas a cabeza al conejo, arqueó ligeramente su ceja en señal de desaprobación, podría enumerar una interminable lista de cosas que no le gustaban de él, pero tenía una fuerte ventaja, una que ni por más virtudes que él tuviese, podría superar. Él era un conejo y Nick un zorro.
Se limitó a estrechar su mano y decir su nombre con seriedad, tenía que disimular su descontento .
— ¿Estas lista? –preguntó Jack
— ¿Lista? ¿Ahora?
Judy miró de reojo a Nick, como iba a poder salir con alguien cuándo lo tenía a él de invitado en su casa, Nick se percató de esa incomodidad y con el dolor que pudiese causar en su corazón, le hizo un gesto con la cabeza, dándole a entender que fuera con él, después de todo ella era inalcanzable.
Judy se acercó a él, tenía algo, lo sabía y se le veía a leguas, no sabía exactamente qué.
— ¿Porque no vienes con nosotros? – en seguida se dijo a si misma: *¿es en serio lo que acabas de decir Judy?*
—No creo que sea conveniente que yo esté presente, zanahorias — la desilusión era presente en sus ojos –anda ve, solo es una cita.
Judy sonrió intentando remediar la situación tan penosa, en el fondo quería salir corriendo de ahí, pero solo se limitó a salir junto al joven conejo, Stew y Nick los acompañaron hasta la entrada, los miraron caminar hasta el auto.
—Hacen una pareja excelente esos dos— suspiró Stew
—Si –contesto Nick mirando a Judy alejarse en aquel auto –no habría motivo para que esos dos no estén juntos.
Continuará…
