Si tan solo pudieras pronunciar mi nombre, realmente deseo eso.

Ya tiene tiempo desde la ultima vez que volvimos a intercambiar palabras ¿Lo recuerdas? Yo si, todo el tiempo desde la ultima vez que nos vimos, la ultima vez que pude ver tu brillante sonrisa.

Me encantaría tenerte a mi lado ahora mismo, no sabes cuanta falta me haces.

¿Por qué el destino nos tuvo que separar? Oye, ¿recuerdas cuando nos conocimos?. Fue uno de los peores días de mi vida ya que en el trabajo de medio tiempo en donde estaba un viejo loco no me dio propina y eso que lo trate como un rey, literalmente era como uno ya que era un sujeto realmente importante pero por mas que yo no quería tratarle bien, mi jefe me obligo a hacerlo pero después de toda esa persecución que duro aproximadamente dos horas, tu entraste a la cafetería, con tu perfecto uniforme escolar, lo se por que ya te había visto anteriormente hace unas semanas y como estabas en etapa de exámenes siempre ibas por un moka cappuccino ya que amabas la espuma de chocolate que le agregaba, pero esa vez te veías distinto, parecías realmente nervioso, yo pensé que te había sucedido algo malo en la escuela o que un maestro había rechazado tu proyecto.

Te acercaste a la barra donde yo me encontraba, me sentía realmente ridículo portando un mandil verde, me miraste con un ligero rubor en las mejillas y los labios entreabiertos, honestamente pensé que te habías excitado por estar apunto de pedir un moka, me dije "Oh Dios este niño es mokasexual", pero me sorprendí como me pediste salir contigo.

Rivaille por favor salga conmigo, me gusta.

Idiota.

¡Vaya! Otro admirador, pero esa vez fue distinto, me comenzaron a sudar las manos, me habías tomado de sorpresa enano, pero aun así acepte, esos tiempos en donde medias 1.45 eran realmente lindos, así es, tu estabas mas pequeño que yo, pero el gusto me duro poco cuando entraste al bachillerato puesto que ya me rebasabas por 10cm, maldito gigante, parecías un titán. Pero no como las criaturas que contaba Hanji, tu eras diferente, eras sumamente importante y apuesto para mi, sobretodo esos ojos y esa sonrisa encantadora que te caracterizaban.

Pero, ya no te tengo conmigo para que me vuelvas a sonreír, te has ido muy lejos de mi lado.

Nuestro primer beso ¿lo recuerdas?, realmente fue muy vergonzoso, yo me encontraba en el trabajo y tu estabas en una mesa que se encontraba en medio del lugar, así te podía ver estudiar ya que me preocupaba que no llegaras a tener la carrera que tu querías; Ahora que lo pienso nunca me comentaste nada al respecto simplemente para no estresarme aun mas, tu pensabas que con mis estudios en la universidad y el trabajo ya era demasiado para mi, idiota. Pero volviendo al tema, ese día tus amigos del colegio habían llegado para estudiar contigo, tengo que admitir que me dieron celos puesto que uno de ellos estaba bastante cerca de ti, era rubio y de ojos azules, muy lindos pero ninguno se comparaba con la belleza que transmitías en los tuyos…aguamarina, ese era el color de tus ojos, se volvieron mi color favorito en todo el mundo, si fuera por mi me hubiera casado con ellos pero en si ¿qué chiste tendría tenerlos, no crees? Vaya, creo que realmente llegaste a gustarme bastante, tanto que ya ni se que es lo que estoy diciendo ahora que tengo la oportunidad de tenerte delante mío.

Lamento desviarme del tema, pero recordar todo lo que pasamos juntos me alegra y me aterra al mismo tiempo ya que puedo sentir tu mirada nostálgica al escuchar todo esto de mis labios.

¿En que me había quedado? Ah si, en mis celos, al parecer ese mocoso rubio no quitaba los ojos de encima, ya me habías comentado de él puesto que era tu mejor amigo, su nombre era Armin Arlet. ¡Ja! Te dije que te estaba prestando atención en el momento que me estabas contando de el. Pero algo me incomodaba bastante, ponía pretextos para tocarte la mejilla y las manos, realmente me molestaba pero trate de tranquilizarme, hasta que el rubio de agradecimiento te dio un beso en la palma de tu mano. Grandísimo idiota.

Deje de limpiar los vasos con una servilleta que llevaba siempre conmigo en el bolsillo del pantalón, me encamine hasta tu mesa bajo la mirada atenta de todos los que se encontraban en el lugar, te tome del cuello de tu camisa y te mire directamente a los ojos, negro contra luz ¿qué te parece?, me miraste con una cara de sorpresa y en tus ojos me mostrabas duda y preocupación, mire de reojo a tu amigo pero solo unos segundos ya que su presencia me hartaba. Sentí tu mano posándose sobre la mía e inmediatamente volví a mirarte, me sonreías tiernamente haciendo que mis manos comenzaran a temblar, quería llorar ¿qué tal que cuando me descuidara, cualquiera te llevaría lejos de mi? No lo soportaría, sabia que tu me eras fiel, sabia que tu nunca me engañarías pero no confiaba en los demás que estaban cerca tuyo con otras intenciones, no tenia confianza en mi.

Y fue ahí, cuando recobre las fuerzas, cerré los ojos y me abalance a tus suaves, lindos y delicados labios. Aunque no te estaba viendo sabia que tu tenias los ojos abiertos de la impresión, mas bien todos los del lugar. Ahí demostré que eras mío, fuiste la única persona con quien me comporte egoísta, con decirte que hasta envidiaba el aire que tocaba tu rostro por las mañanas y tus sueños que hacían que estuvieras sonriendo siempre.

¿Te digo que fue lo que me causo mas gracia? Que desde ese día este Armin no volvió a presentarse en el café, no sabes que feliz me puse y la fiesta que hice con mi mascota.

¿La recuerdas? Era una gatita color negro, tu me la habías llevado un día de lluvia, estaba apunto de salir del trabajo pero te estuve esperando en la puerta del local ya que tenia mas o menos unos diez minutos que habíamos cerrado, te vi corriendo sin suéter, grandísimo imbécil te había dicho que llevaras algo con que cubrirte, pero me percate que tenias algo entre tus brazos, no dejabas que la lluvia tocase lo que tenias, ¿qué era y porqué lo estabas protegiendo? te paraste delante mío y ahí vi lo que traías, era una pequeña gatita que tiritaba de frío tanto como nosotros dos.

Es para ti, feliz cumpleaños.

Era mi cumpleaños y yo no tenia idea pero al poco tiempo la gatita encontró a su dueño y aveces nos iba a visita.

¿Qué mas sabes y sabias de mi? No se porque te hago estas preguntas si se…que no…me vas a contestar.

Maldición, me la he pasado hablando varias cosas sobre nosotros pero mas mías, de cómo me sentía en esos momentos. Háblame Eren, ¿Por qué no me respondes?.

He estado en el mismo lugar desde hace una hora, admirando tu bello nombre.

" Eren Jeager

Un gran hijo y amigo. Se le recordara por siempre."

"Recordar por siempre", eso se lo puse yo ¿te gusta?.

Descuida Eren muy pronto me iré, ya no te molestare mas. Ya que desde hace dos años he venido a verte todos los días.

Pero esta vez vine a hacerte mi ultima pregunta ya que muy pronto me tendré que ir a mi ciudad natal para seguir estudiando medicina, tratare de ayudar a las personas así como tu lo hacías.

Quiero que me contestes.

— Eren Jeager ¿te casarías conmigo?.

Silencio…

¿Por qué no me contestas? Sal de la maldita tierra y respóndeme.

Silencio…

Bueno creo que soy un inmaduro de 26 años, estoy consiente de la situación y lo único que hago es hacer preguntas que nunca serán respondidas.

— Levi.

Escucho que dices mi nombre en un susurro, volteo a ver a todos lados pero no te veo. Lo único que me hace compañía es tu nombre grabado en el suelo en la placa de cemento. Supongo que ya estoy delirando.

— Levi.

Siento una fría mano posándose en mi mejilla, giro al lado izquierdo y aquí estas, conmigo, mostrándome…tu sonrisa.

— Levi, no llores.

Me abrazas pero yo a ti no puedo ya que eres una especie de nube que no puede ser tocada... que no puedo alcanzar. Estas tan frío.

—¿Eren?.

— Te he estado esperando desde hace tanto tiempo.

— ¿Cómo?

— Levi.

Pongo mi mano en tu mejillas pero ahora puedo sentirla ¿Qué es esto?.

— Levi, tu también falleciste.

— ¿Cómo?.

— Aquel día helado dejaste la ventana abierta y tu no llevabas suéter y ya estabas enfermo. El clima frio mata a una persona fría ¿chistoso no?.

— Pero, ¿porqué ahora te puedo sentir?.

— Porque por fin hiciste la pregunta que no te habías atrevido hacer desde hace mucho.

— ¿Me escuchaste?.

— Yo siempre te escuche Rivaille, pero tu no lograbas escuchar mis respuestas, estabas tan cegado en el dolor.

— Así que ¿cuál es tu respuesta?.

— Si, siempre será un si.

Me tomas de la mano y comienzas a caminar mientras yo te voy siguiendo.

Poco a poco las lagrimas que había retenido durante todos estos años comenzaron a caer, tu solo me dedicas una sonrisa cálida, tu mano ya no esta fría, nos comenzamos a acercar a una luz donde ahí puedo ver a tu madre esperándonos con una sonrisa tan linda como la tuya.

Miro de nuevo hacia atrás despidiéndome de aquel panteón en el que siempre me encontraba, vagando sin rumbo fijo. Regreso mi mirada hacia ti y me das un beso en los labios.

— Vamos Rivaille.

— Voy.

Y con eso cruzamos aquella luz, para así comenzar una nueva vida juntos, tal vez no aquí en la tierra pero si en donde podemos ser libres.

Por cierto siempre me estuve preguntando quien se encontraba a lado tuyo en el cementerio, lo único que siempre lograba divisar era:

"Lance Ri…

Siempre le recodaremos con cariño y admiración."

Al parecer también lo habían sepultado el mismo día que tu.

Curioso, ¿no lo crees?.

.


.

Gracias por leer.

Corregido el: 03/02/16 a las 07:57pm