¿Cómo era posible que estuviera sepultando a su marido a los 32 años? Simplemente era ilógico y no quería saber de nada ni nadie, incluso sentía que los papeles que indicaban que Blaine había muerto de un infarto era una total burla.

El moreno siempre tuvo una muy buena salud. Y en el último chequeo médico todo indicaba que estaba en perfectas condiciones ¿Por qué se había muerto? No era justo.

Sus amigos también llevaban a cuestas esa pérdida y era una de las situaciones más dolorosas que habían enfrentado. Por eso no entendió cómo Rachel creyó que era una buena idea la aplicación que le estaba recomendando.

-Debe ser una muy mala broma de tu parte-dijo indignado y esperando una buena respuesta de su mejor amiga. Se encontraban en el departamento de ella, era sábado y un buen momento para encontrarse, al menos así lo creía antes de tocar ese tema.

-Cuando Finn murió me recomendaron esa aplicación de conversación online. Debes ingresar tus datos y los de tu pareja y alguien se comenzará a comunicar contigo como si fuese Blaine.

-Tétrico-respondió sin imaginarse cómo un extraño podría hacerse pasar por el hombre que siempre había amado.

-Quizás, pero a mi me fue muy útil. Deberías intentar-dijo sin mirarlo y terminando de revolver la olla con lo que había preparado.

Eso había conversado con Rachel y sólo un mes después se atrevió a ingresar a la página, estuvo unos minutos leyendo las condiciones de uso y la documentación que solicitaban. Todo estaba en orden y le parecía bien hasta que vio el dinero a pagar.

-Demasiado-pensó mirando que esa cifra contenía demasiados ceros para una aplicación de celular que cualquiera podría manipular.

Pero esa era la idea del servicio, que cualquiera fuese Blaine, porque así lo interpretaba. En algún momento aparecería alguien detrás del usuario del que fue su esposo y comenzaría a hablarle. Sin embargo, si el servicio cumplía con sus expectativas, valdría el absurdo monto que ahora se cuestionaba en pagar.

Se mantuvo frente a la pantalla unos segundos más hasta que tomó su tarjeta de crédito y pagó la cuota del mes. Al instante tuvo que llenar un formulario con sus datos y luego enviar unos documentos con los de Blaine, foto incluida. Se sentía mal al hacer eso, quizás era una tontería seguir pensando en revivirlo después de siete meses. Era muy poco tiempo para algo así, sin embargo, era mucho tiempo desde que no se comunicaban.

Lo último que aparecía en la página es que en cuanto procesarán sus datos le enviarán un correo con la información para ingresar y comenzar con el uso de la aplicación, lo que podría tardar hasta 24 horas. Sólo le dio al botón aceptar y sintió cómo todo eso era una tontería. Pero ya estaba hecho, sólo debía esperar.

El resto de la mañana se ocupó de ver la ropa que usaría. Desde la muerte de Blaine había arrendado un departamento sólo para él, porque no podía seguir en el que habían comprado luego de casarse, porque guardaba demasiados recuerdos. Además, dejó de utilizar cremas y maquillaje, no le veía mucho asunto a algo tan superficial, aunque Rachel le decía que se veía mejor así, al natural. Él no quería verse mejor, él quería a Blaine.

Cuando terminaba de organizar su tenida fue que llegó un correo de la aplicación Post Mortem, en él le indicaba que entrando a un enlace tendría su clave y estaría listo para ingresar en su sesión. Lo hizo y lo siguiente fue ver una casilla de chat, ahí aparecía que Blaine estaba offline.

-Eso lo hace peor-susurro mirando la ventana de chat. Por el momento decidió dejarlo así, se reuniría en una hora con Isabel Whight y quería lucir presentable.