CAPÍTULO 1: La ceremonia de selección

Se abrieron las puertas, y ante la mirada asustada y curiosa de los alumnos de primer año, apareció una amplia estancia con cuatro mesas alargadas, un techo amplio y otra mesa al fondo que debía de ser la de los profesores. Justo delante de esta última se situaba un taburete con un sombrero sucio y raído.

La mayoría de los niños no se atrevían a avanzar y la profesora McGonagall tuvo que empujar ligeramente a la primera alumna de la fila obligándole a avanzar.

Cuando llegaron al frente del sombrero. Este entonó una canción. Mientras el sombrero cantaba, una sonriente niña, de ojos inteligentes, observaba maravillada todo cuanto había a su alrededor. Miró hacia la mesa de su derecha, en la que todos sus integrantes sonreían mientras escuchaban al sombrero, bueno, todos sus integrantes no. Un par de cabezas pelirrojas idénticas, se arrimaban y susurraban cosas entre ellas. El pelo era idéntico a uno de los niños que había en la fila de los de primer año, por lo que supuso que eran parientes.

De repente, una de esas cabezas se irguió y clavó sus ojos marrones en ella. La niña, avergonzada desvió la mirada y se fijó en la mesa de su izquierda, en la que la mayoría de los alumnos tenían expresiones aburridas mientras miraban al sombrero o directamente, no lo miraban.

No le dio tiempo a observar las dos mesas restantes porque el sombrero había terminado de cantar y la sala entera estalló en aplausos. El sombrero se inclinó hacia las cuatro mesas y después se volvió a colocar e una pose rígida que no indicaba que el sombrero poseyera vida.

La profesora McGonagall se situó con un pergamino al lado del taburete en el que estaba el sombrero, y comenzó a leer los nombres que estaban escritos en el.

- ¡Abbott; Hannah!

Una niña rubia, con expresión asustada, salió de la fila y se sentó en el taburete, donde la profesora le colocó el sombrero.

Tras una pausa el sombrero exclamó "¡Hufflepuff!" y los alumnos mesa más alejada estalló en aplausos mientras su nueva integrante, contenta, se dirigía hacia ellos.

La siguiente nombrada, Susan Bones, también acabó en la casa de los tejones. No ocurrió lo mismo con Terry Boot, que fue colocado en Ravenclaw.

La siguiente niña, Lavender Brown, estrenó el primer puesto en la casa de los valientes, Gryffindor. Millicent Bulstrode, sin embargo, acabó en Slythering. Y así siguió la lista hasta que, al pronunciar un nombre, toda la sala acalló los aplausos, felicitaciones y murmullos.

- ¡Potter; Harry! – gritó la profesora acabando con el silencio de la sala.

Después de la interrupción, y mientras un niño moreno, menudo y con el pelo despeinado se acercaba a la silla, todo el Gran Comedor se lleno de preguntas y gritos ahogados.

Tras unos cuantos minutos de tensión, el sombrero gritó: "¡Griffyndor!", y todos los alumnos, sin excepción, se levantaron de sus asientos y aplaudían y gritaban celebrando la llegada del nuevo león.

Tras ese nombramiento, parecía que toda la sala había perdido el interés por la selección y ya no prestaban atención a los niños (salvo cuando alguno acababa en su casa, en ese caso se limitaban a aplaudir y dar una palmada en la espalda al nuevo alumno).

"Llegó el momento" pensó la última niña al ver que el penúltimo alumno, Zabini, Blaise, acababa en Slythering.

- ¡Zaharias, Mabelle!

La nombrada se acerco lentamente al sombrero, quería recordar ese momento bien, sin nadie mirándola, sólo unos pocos ojos curiosos.

Se sentó en el taburete y la profesora McGonagall le colocó el sombrero.

- Vaya, vaya… - susurró el Sombrero Seleccionador en su oído - Eres especial chica; tienes el valor de una Griffyndor, la astucia de Slythering, eres inteligente cómo una Ravenclaw y leal como una Hufflepuff. Difícil elección.

Pasaron los minutos y el sombrero seguía sin decidirse. Al ver que no nombraba ninguna casa, la gente empezaba a mirar a Mabelle interesados en saber dónde acabaría.

Al cabo de unos 15 minutos, el director de Hogwards, Albus Dumbledore, se acercó al sombrero para ver que sucedía.

- Director, me temo que no puedo mandar a esta chica a ninguna de las casas. He decidido tomar medidas drásticas, así que… ¡Griffyndor, Hufflepuff, Ravenclaw, Slythering!