Esto es una idea estúpida que no sabía cómo escribir. Quedó así... No sé si escribir la versión de Rusia. ¿Debería?

Eh... Mejor dejaros leer esto primero...

Disclaimer: Hetalia no me pertenece

A veces me pregunto qué me llevó a él. No suelo ser una persona de ideas románticas pero, de vez en cuando, me gusta pensar que nuestro encuentro fue fruto del destino. En realidad, todo el mundo parece coincidir en que nuestro encuentro fue resultado de mi naturaleza distraída y de mi inconsciencia. Bueno, todo el mundo menos mi amigo italiano, que insiste en que todo fue culpa de mi idiotez. Él sí que es un idiota encantador...

Sigo pensando que el destino influyó en nuestro encuentro. ¿Por qué otra razón decidí ir a aquel Salón del Manga cuando no me siento nada atraído hacia la cultura japonesa? Fue el destino el que me hizo subir al tren equivocado que llevaba hacia ese lugar. Una vez llegué al recinto, decidí entrar. ¿Qué podía perder? Me dije que podía ser hasta divertido.

Caminé entre la multitud mirando a todas partes. Había puestos que vendían figuras, posters, peluches, tazas... Algunos personajes dibujados en ese merchandising me sonaban. ¿Quién no reconocería al protagonista de Bola de Dragón o a los fontaneros más famosos del mundo de los videojuegos? Un llavero me llamó la atención. Había muchos parecidos y yo ya tenía un llavero que me gustaba, pero acabé comprándolo. Pensé que sería un buen recuerdo de la experiencia. Así es como Luigi, el simpático fontanero de la gorra verde, llegó al bolsillo de mi pantalón aquella tarde.

No me di cuenta de que cada vez había menos gente a mi alrededor. Cualquier otro se habría alejado de esa zona del recinto, pero yo seguí. No fue cuestión de valentía, simplemente fue que no me pareció que allí hubiera nada extraño. Llegué a un pequeño puesto sin vendedor. Más tarde me enteré de que el dueño del puesto había huído. Curioseando en ese puesto había un chico que iba de cosplay. O puede que no. A mí me recordó ligeramente a mi llavero, por su altura y por su tubería. También llevaba una gorra verde, pero no sabía que Luigi llevaba abrigo y bufanda. Tal vez era de un nuevo videojuego al que todavía no había jugado. La verdad es que llamó mi atención y decidí preguntarle.

-¡Hola! ¿Eres Luigi?- le pregunté. No parecía acostumbrado a que se dirigieran a él, ya que miró a nuestro alrededor antes de responder para asegurarse de que realmente le hablaba a él.

-¡Da! Mi hermana quería que le acompañara, así que me consiguió la gorra. Me dijo que si no llevaba nada no me dejarían pasar-explicó.

-¿En serio? Yo no llevo nada... No sabía que había que venir con cosplay... -me preocupé.

-Entonces, toma esto-me ofreció su gorra verde-. Nadie me dirá nada por no llevarla.

-¡Gracias!-sonreí-. Es cierto, todavía te queda tu tubería-observé-. Casi me olvido de presentarme. Me llamo Antonio.

-Yo Iván. Y la tubería no es parte del disfraz. Siempre la llevo-me dijo con una sonrisa inocente. Creí que bromeaba, así que reí.

-Nunca se sabe cuándo puede serte útil, ¿no?-bromeé.

-¡Da!

Iván parecía contento. Hablamos durante un buen rato hasta que mi móvil sonó. Mi amigo Gilbert necesitaba que cuidara de su hermano pequeño y no confiaba demasiado en su vecino francés. Le había surgido una emergencia y no quería dejar al niño solo.

-Lo siento, tengo que irme. Ya nos veremos-me despedí.

-¡Espera! Dame tu número de móvil-dijo sonrojándose.

Yo se lo di y me fui rápidamente del lugar, todavía llevando la gorra que Iván me había dado. No me di cuenta hasta que llegué a casa de mi amigo y éste de burló de ella despiadadamente. Aquella noche Iván me envió el primer mensaje de muchos.

Bueno... ¿Merecería la pena escribir la versión de Rusia?

Review? Please~