Hola bienvenidos a esta nueva historia jojojo ok no jejejeje :3
Jojojo es una historia de Sirenas… a decir verdad es "La Sirenita" de Disney… pero a mi manera jajajaja, tengo que admitirlo creo que será algo raro(?.
Jajaja y bueno recordándoles que los personajes no me pertenecen son parte del fabuloso mundo de SHINGEKI NO KYOJIN y su querido padre asesino ósea el autor es Isayama.
La pareja que veremos es ErenvLevi (ERERI) jajaja soy nueva en ese shipp… y lo lamento por el momento no hay hard… pero prometo escribir algo hard o intento de jejeje :3 es un creo que un AU o un OCC sabe dios qué….(aún no me sé que son cada uno pero si me explican doy mejor la explicación)
Sin más por el momento los dejo leer.
Capítulo 1
Las historias de los marineros son de lo más curiosas, están llenas de magia, de seres increíbles, ya sean hermosos o feos, sorprendentes o normales, de todos tamaños. Cada navío regresaba con grandes historias que contar, de las aventuras que vivían mientras estaban en la mar.
Cada una contada con lujos de detalles, con descripciones de escenarios que ningún hombre jamás haya podido imaginar, ni en sus más locos sueños y cada una estaba conectada con alguna tormenta.
El mar estaba alebrestado, el viento movía de manera salvaje todo lo que se encontraba a su paso, las olas chocaban violentamente contra las costas y el puerto, las nubes se volvían grises y delgadas líneas de luz pasaban fugazmente para dejarse escuchar en las lejanías un impetuoso estruendo .
Las aves volaban apresuradas, el clima había cambiado drásticamente, los marineros corrían a sus embarcaciones para asegurarlas bien en el puerto y otras luchaban contra las feroces olas para llegar a tierra.
-Capitán, al parecer el Dios de los mares está enfadado.- decía un marinero mientras hacia las amarras de un majestuoso barco en el puerto.
-Es lo que todos podemos ver, de seguir así el clima, no podremos zarpar hasta dentro de dos días- el hombre llamado capitán respondía desde las sombras del barco.
Las olas movían el barco de izquierda a derecha, de arriba hacia abajo, el viento evitaba que las velas fueran plegadas de nuevo, el agua del mar entraba por estribor y babor, empujando y mojando todo lo que se encontraba a su pasó.
-En verdad capitán, será muy complicado salir con este tipo de clima-
-Lo sé, será mejor notificarle al Rey Jeager que será imposible partir, quedas a cargo marinero. Que coloquen bien las amarras, bajen el ancla de ser necesario y cuando todo esté terminado, vayan a refugiarse-
-Si capitán- en unisonó contestaron los marinos a bordo de la nave.
-Esto será complicado, si mañana el clima está en mejores condiciones daremos una gran ofrenda al gran señor de los Mares- se decía para sí mismo el capitán mientras bajaba por la cubierta para llegar al puerto.
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En la costa se vivía un gran alboroto, la lluvia parecía comenzar, cayendo a paso veloz y poderoso, pero eso no evitaba que en el pueblo que esta cerca de la costa y que estaba de camino al reino, se viviera con singular alegría.
Las personas corrían a refugiarse de la incesable lluvia, algunos caminaban animadamente por las calles, disfrutando de la vista húmeda que les mostraba los hechos de la naturaleza, otros simplemente convivían en el calor de sus hogares o de la caída compañía de sus amigos dentro de una taberna.
Un joven de cabellos rubios miraba por la ventana la lluvia caer y los truenos resonar e iluminar a lo lejos, la vista que tenia no era algo alentador, sin embargo, conocía a un chico que probablemente este agradeciendo a todos los dioses de escuchar su plegarias y detener momentáneamente su camino hacia lo probablemente inevitable.
-Bueno, Eren querrá atrasar este viaje.- se decía a mismo el rubio mientras suspiraba contra el cristal
-Eren ¿Atrasar algo?, Vamos Armin, admítelo, él desea desaparecer de este pedazo de tierra y jamás ser encontrado.- respondía al comentario un joven de piel morena, cabello corto y de tonalidades rubias que se acercaba a la mesa donde el rubio se encontraba.
-Jean, todos sabemos que solo estas celoso porque Mikasa lo haya elegido a él y no a ti.- respondía el rubio a un empapado joven de cabello corto con tonalidades rubia.
-Ja!, ¿yo celoso? Vamos Armin no juegues con eso, no es divertido, yo ya tengo a una persona especial- expresaba en tono burlón mientras jalaba una de las sillas para tomar asiento.
-Admítelo estas celoso- alejo su vista de la ventana para mirar a su nuevo acompañante, el cual veía completamente empapado, con una expresión de completo fastidio.
-Ya te dije que no, sería bueno que dejaras de tener esas ideas extrañas.- respondió de manera más seria y demostrando su completa molestia ante el comentario.
La puerta de la taberna se abrió dejando ver a siete hombres, un par se había quedado en la parte de afuera vigilando la entrada, mientras que otros cinco entraban. Cuatro hombres iban cubiertos y encapuchados por una capa azul marino, con el escudo de un par de alas, una negra y otra blanca mientras que a su alrededor estaba decorado con tallos de rosales espinosos.
Los dos que se encontraban fuera de la taberna, aparte de portar el emblema de las alas, llevaban otro en la parte de enfrente de la capa, en el lado izquierdo, el busto de un unicornio, el cual también estaba rodeado de tallos de rosales. El último hombre, llevaba una capa color verde pasto, decorado por los bordes con grecas de color dorado, llevaba tres escudos; en la espalda las alas monocromáticas, en la parte frontal, en el lado izquierdo el unicornio y en el lado derecho un par de rosas.
Camino por el centro de la taberna, evitando a las animadas parejas que bailaban al son de la música, a las bellas meseras que servían alegremente las mesas, llevando de aquí para allá un sinfín de copas, tarros, botanas a cada lugar, dio un vistazo rápido encontrando el lugar y a las personas que buscaba. Pudo notar que tenían una cálida conversación de la cual ya se estaba sintiendo excluido.
-¿De qué discuten ambos?- Un joven de grandes orbes verdes se despojaba de su perfecta capa, mostrando así sus cabellos castaños, los cuales al caer, le daban un toque más fino a sus expresiones.
-Entérate Eren, Jean esta celoso de que tú te vas a casar con Mikasa y no él.- explicaba Armin, mientras veía de manera traviesa a su otro acompañante. Teniendo como resultado un ligero tono carmesí en las mejillas del contrario.
-Jajajaja vamos Jean, no estés celoso, sabes que a la final podemos cambiar de lugares, así como cuando evadimos a mis guardias.- respondió de manera burlona mientras veía como los cuatro hombres que lo acompañaban se acomodaban en lugares estratégicos.
-Vamos Eren, no le creas nada a Armin, yo no estoy celoso, tal vez hace algunos años cuando me entere de que ya estaban comprometidos, si sentí un poco de celos- el rojo que tenía sus mejillas iba incrementando de tonalidades mientras declaraba tan bochornosa situación.
-De verdad Jean, eres sorprendente, nunca pensé que fueras a admitir que sentías celos de mí- el tono burlón aun se dejaba sonar en sus palabras, mientras tomaba una silla para dejarse caer cual bulto.
-Eren, en verdad crees que esa es una buena forma de sentarte, si tu padre, EL REY, te viera, ya estarías castigado con el maestro Shadis, de modales en la mesa.- riño el rubio, mientras trataba de enderezar a su amigo en la silla.
-Armin, no estamos en el Palacio María, sería bueno que de vez en cuando dejes las formalidades y disfrutes un poco la vida, ¿No crees?- Miro Jean, para buscar un poco de complicidad en su acto, sin embargo, lo que vio no le fue muy agradable. -¡Hey Jean!, ¿Qué te pasa, porque tienes esa cara?- pregunto de manera seria, sentándose de una manera más adecuada, miraba a su compañero, esperando pacientemente a que le respondiera.
-Eren, ¿En verdad te vas a casar con Mikasa? Digo, tu siempre quisiste encontrar a la mujer de tus sueños, una que en verdad amaras y que te amara, que no solo fuera un matrimonio por compromiso, arreglado por vuestros padres, lleno de políticas y cosas así, ¿Por qué aceptaste casarte con ella si no la amas?- el castaño rubio ceniza había preguntado de manera seria y calculadora, con solo una respuesta sin rodeos.
-Wow, no esperaba eso- sus ojos mostraban gran sorpresa ante la repentina pregunta, mientras buscaba la respuesta correcta. -Mira Jean, desearía decirte que si la amo, pero como sabes, solo la veo como una hermana, una gran amiga, se que ella si siente algo por mí, en muchas ocasiones ella se me declaro y en esa muchas veces yo la rechace- Dio un largo y cansado suspiro- Pero sabes que eso de pertenecer a la "Realeza", te limita y te encierra en una jaula, para que hagas lo que los demás quieran, no tengo tanta libertad como tú o como Armin de poder escoger a la persona que quiero ver todas las mañanas y lo último que vea antes de dormir..- su dialogo fue cortado por él rubio que veía y escuchaba atentamente.
-Eren, pero si no la amas y no estás a gusto, ¿Por qué hacerse la vida complicada?, ¿Por qué no lo hablaste con tu padre?, el hubiera entendido que….- un golpe en la mesa silencio a su amigo, la taberna se había quedado en callada, dirigiendo su atención a esa mesa en particular.
-Lo siento, estamos jugando y el joven de aquí acaba de perder la apuesta, lo sentimos- después de eso el ambiente volvió a su alegre convivencia olvidándose del grupo de jóvenes.
-Gracias Jean- agradeció el castaño mientras sus ojos eran tapados por el fleco.
-De nada Eren, pero contrólate, sabes que se supone que no deberíamos estar aquí-
-Si lo sé, deberíamos estar en el palacete cerca de la playa- su voz se había apagado, de nuevo se encontraba arrumbado en la silla, cual muñeco de tela.
-Armin, lo hable incontables veces con mi padre, le explique el motivo y mis sentimientos, pero no quiso ceder, lo hable con Mikasa para que ella hablara con sus padres y ellos fueran los que rompieran el compromiso pero…- el silencio se hizo en la mesa, cerro de nuevo sus puños, mostrando impotencia y conformismo.
-¿Pero? ¿Qué fue lo que paso?- insistió el rubio.
Miro a los ojos de su amigo, veía el azul cielo de sus orbes, turbarse cual mar por la preocupación, dirigió su mirada para ver a Jean, el cual tenía determinación y enfado en sus ojos color miel.
-Lo único que Mikasa me dijo, fue que ese matrimonio nos beneficia a ambos, que no pensaba renunciar a mí y que si debía tenerme por la fuerza, aunque la odiara, ella así lo aceptaría- sus fuerzas se habían agotado, ya no tenía ganas de pelear ni de hablar, solo quería perderse en el alcohol y olvidar por unos segundos sus penas.
-Eren, yo… lo siento mucho, creí que Mikasa…- Armin bajo la mirada mientras se disculpaba, no entendía a su amigo. Llevaban muchos años de conocerse, técnicamente fue el primer amigo que tuvo cuando este llego a palacio, para ser el acompañante del hijo del Rey.
Con el paso del tiempo, comenzó a tenerle cariño, dejo las formalidades cuando estaban solos, se volvió su fiel confidente, escuchaba cada una de las locuras que este joven tenía, participo en muchas aventuras, que claramente terminaban castigando al de ojos verdes.
Siempre sabía lo que le pasaba, conocía mejor que nadie las limitaciones que tiene la jaula llamada Realeza, era el único que comprendía el porqué era tan rebelde y desobligado ante sus deberes. Pero en esos momentos el no podía entender el porqué su amigo desistía de esa manera a perder su poca libertad. Conocía la forma de pensar de Eren, sabía que no se iba a quedar con los brazos cruzados. Pero en ese momento que lo veía, se daba cuenta de que su amigo en verdad se había dado por vencido.
-Vamos hombre, no te deprimas, tienes al dios del mar de tu lado, te está dando tiempo de pensar en una solución a este problema y sabes que cuentas con nuestra ayuda sin mencionar a los amigos que tienes en el pueblo- Jean le dio un par de palmadas a su hombro, buscando la manera de animarlo, porque verlo en ese estado preocupaba a más de uno.
-Si Eren, anímate, vamos a pensar en una forma de salir de esto, tenemos cinco días, un par mas por las tormentas, ya se nos ocurrirá algo- las palabras le habían nacido a Armin, conocía demasiado bien a su amigo para no darse cuenta de que si tenía algo planeado.
-Gracias chicos, pero por esta noche la verdad solo quiero beber y divertirme- llamo con su mano a una mesera, al ser clientes frecuentes y de conocer el secreto no tan secreto de ese trió, se acerco con el pedido que siempre hacían.
-Mi querida Sasha, ¿Qué sería de nosotros si no trabajaras aquí?- con tono juguetón hablo con la mesera.
-Mi querido príncipe, sin mí, usted ya estaría en su bella casa de veraneo, aburriéndose mientras juega ajedrez a la bella luz de la chimenea y de las velas- le guiño junto con un beso en la mejilla dejando sus bebidas- Caballeros disfruten esta noche, aquí están sus bebidas.- se retiro contoneando sus caderas y jugando con su cabello castaño, que estaba atado en una coleta alta. En la mesa había dejado tres tarros de cerveza, una jarra del mismo líquido y un plato de botanas, eran pequeños pretzels.
-Ah… esta noche es para disfrutar, la última noche de mi bella libertad comprada-tomo uno de los tarros y dio un largo trago, acabándose más de la mitad del envase y después llevarse a la boca uno de los bocadillos.
-En verdad hombre, eres insoportable- dijo Jean en tono divertido mientras tomaba su tarro y de la misma forma le dio un largo trago.
-Ustedes, en verdad… les gustan las emociones fuertes- Armin agarró su tarro y lo miro por un corto periodo, terminando por darle un pequeño trago.
-Vamos, déjenme disfrutar, el día de mañana será un muy, pero muy largo día- dijo Eren mientras le daba un corto trago a su cerveza.
-Pues quiero hacer un brindis por el próximo Rey y futuro hombre casado. ¡Por Eren!-
-¡Por Eren!-
-Por mí y mis planes frustrados.-
La noche prosiguió entre risas y comentarios sarcásticos, comentarios inapropiados, las bebidas jamás se hicieron esperar, la convivencia con la misma gente del pueblo que algún día gobernaría le daba la tranquilidad a su consciencia de que tal vez no estaba cometiendo un error, mientras su gente pudiera disfrutar de esas alegrías pasajeras, aunque eso significara tener que sacrificar parte de su felicidad y vivir por siempre al lado de una mujer que no amaba, ni muchos menos deseaba. Solo por esos pequeños detalles valía la pena ese matrimonio arreglado.
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Las aguas del mar aun estaban alebrestadas, el cielo daba la impresión de ser una gran nube negra con varios rayos atravesándola, bajo las aguas no era diferente del exterior, los seres marinos buscaban un refugio, miles de soldados ayudaban a otros seres a buscar un lugar seguro.
-Alguien me puede explicar ¿Por qué estamos haciendo esto?- decía un tritón de cola azul marino, cabello ceniza, mientras hacía señales de avanzar a un banco de peces.
-El Rey Ackerman está enojado- contesto una sirena que tenía una cola de color rosa pastel, cabello corto de tonalidad naranja, mientras tomaba algunos de los corales para llevarlos a una piedra que estaba cerca y meterlos ahí.
-Y ahora ¿Por qué?- pregunto otro tritón de cola amarilla, cabello negro y casquete corto, que hacia señalizaciones a los animales marinos mas grandes.
-El príncipe, está decidido a salir a la superficie- contesto la sirena de cola rosada.
-De nuevo el príncipe causando problemas- dijo el tritón de cola azul marino, haciendo una expresión de desagrado.
-Bueno, tampoco es como si pudiéramos culparlo, con el padre que se carga…- comento la sirena de cola rosada
-Shh! Recuerda que su padre es nuestro Rey- comento otro tritón de cola verde y de cabello rubio atado en una coleta.
-Ya lo sé, pero, me gustaría poder ayudarlo- dijo la sirena
-Nadie puede ayudar al príncipe- comento el tritón de cola azul, mientras hacía ademanes con sus manos.
-Claro que si, solo existen tres personas en este vasto océano que podría ayudarlo- cometo el tritón de cola amarilla, mientras esperaba a que terminara de pasar un grupo de tortugas.
-Vamos no creo que los brujos del mar lo quieran ayudar, desde que el Rey los exilio por querer usar humanos para cuestiones mágicas, ellos han mantenido un odio enorme a la familia real-dijo el tritón verde.
-Bueno, podría intentarlo…- respondió esperanzada la sirena.
-Sera mejor que le digamos al comandante Erwin, él sabrá que hacer, sin mencionar que es el entrañable amigo del príncipe.- disgustado y altanero respondió el tritón amarillo.
-Sí, pero solo lo es porque le conviene tener ciertos beneficios en la corte- en tono molesto y sarcástico comento el tritón azul mientras se acomodaba de manera relajada, -Oigan, ahí viene el comandante, será mejor que nos pongamos a trabajar-
-No sé qué es lo que estabas haciendo tú, pero yo si estaba trabajando- objeto el tritón amarillo
-¿Le vamos a decir lo del príncipe?- cuestionó la sirena
-Por favor, como si no estuviera enterado de lo que ese niño mimado hace- respondió el tritón azul
-Vamos Auro, sabes que el príncipe puede ser todo menos mimado- le reprendo la sirena
-Siempre nos causa problemas- se defendió Auro
-Y aun así te atreves a imitarlo, tratando de ser un hombre serio y genial, sabes ese estilo no te queda- se burlo la sirena mientras llevaba una de sus manos a su boca y tratar de ocultar su sonrisa
-Petra, eso no se vale, soy un hombre genial y serio, ese niñato es el que me imita- comento molesto Auro, mientras se enderezaba y colocaba sus manos a la altura de sus caderas.
-Sí, si Auro, lo que digas, pero Petra tiene razón, deberías de dejar de imitar al joven príncipe, eso no te queda, hasta te ves mal.- se burlo el tritón verde.
-Ah?! Tú también Erd- comenzaba a sonar desesperado al no encontrar apoyo en sus compañeros. Al tener solo una esperanza, miro en dirección cal tritón de cola amarilla, buscando un comentario que lo salvara de ser la comidilla de ese momento.
-Lo siento pero estoy con ellos- contesto el tritón, mientras lo veía entre divertido y con compasión.
-No puede ser Gunter, estaba seguro de que tu si me conocías- reprocho fingiendo molestia, mientras se cruzaba de brazos y les daba la espalda.
-Como sea, debemos continuar, al parecer durara por un largo tiempo la molestia del Rey.-dijo Petra mientras recuperaba la compostura.
-Y si hacemos un sacrificio, para que esté contento por unos días?- comento divertido Auro en lo que seguía viendo todo el trafico marino que se estaba generando en esos momentos.
-A veces dices más idioteces de las normales, Auro.- le regaño Petra, frunciendo el ceño y viéndolo de manera molesta.
-Solo era una idea, quiero descansar- trato de disculparse Auro al ver que había cometido un error con su comentario inapropiado.
-Entonces ponte a trabajar- le recriminaron al unisonó.
Bajo las cristalinas aguas marinas, pasando el área de arrecifes, se elevaba un volcán apagado, del cual grandes torres se erguían, una mezcla entre corales, piedras, magma y restos de barcos unidos daban forma a lo que era el palacio de las Sirenas, lugar donde las sirenas vivían, notándose en su estructura la división de clases sociales que se hacía, en los alrededores grandes restos barcos se encontraban marcando el territorio del edificio.
En las forma de rosa de los vientos, se encontraban los costados de los barcos, haciendo referencia a la señalización de los cuatro puntos básicos cardinales, mientras que las proas señalizaban los puntos intermedios. A simple vista no se alcanzaba a vislumbrar la forma que tenía dicha barrera, sin embargo, al tomar un poco de altura se podía ver que en el centro se encontraba el palacio siendo el rededor la rosa de los vientos.
El palacio era de un negro con brillo grafito, que gracias a la poca luz que llegaba a esa profundidad se podía ver lo majestuoso del edificio, jugando con los colores que penetraban.
Era un de plante regular, de tendencia cuadrada, con cuatro torres cuadrangulares de doble planta, unidas en sus esquinas por cortinas de murallas, era la primera vista que se tenía para después poder observar lienzos de muralla que unían las cuatro torres con un segundo muro por sus esquinas interiores y conforman un espacio de unos treinta metros y ponía en comunicación las primeras plantas de las cuatro torres con los muros internos.
Un segundo muro se elevaba de manera circular mostrando las primeras torres de vigilancia, con terminación de cúpulas acebolladas, dirigidas a los puntos cardinales.
Los muros siguientes eran una recopilación de varias torres, las cuales se dividían en cuatro tipos, al este las cúpulas seguían el modelo esférico, al oeste tenían un modelo floral, al sur la cúpulas tenían una mezcla de formas esféricas con terminaciones en pirámide cuadrada, al norte mostraban cúpulas de pirámide circular, dejando en el entro un espacio desinado a un tipo jardín, tapado por una serie de cristales decolores. Sirenas y tritones, nadaban por toda la estructura, innumerables tipos de animales marinos, nadaban a los alrededores, unos entrando otros saliendo.
En las entrañas del castillo, por todos los pasillos, se podía escuchar una estruendosa voz masculina, resonando en las paredes, alertando a todo ser vivo que estuviera cerca de la zona. Las exclamaciones provenían de la sala del Rey. La cual se encontraba en la entrada norte del castillo, teniendo una de las torres más altas de toda la estructura.
Decorado el salón se podían ver cuatro arcos ojivalados apuntalando, con un relieve en formas marinas, dando la impresión de que tenían vida, algas, arrecifes, peces, estaban tallados, para unirse en un techo que terminaba con la abertura de la torre. El trono del rey se elevaba al menos unos cuatro metros en una base circular cónica que daba alusión a las algas marinas, que llevaban al asiento en el cual el respaldo tenía forma de coral redondo con un terminado en coral pétreo.
En la base del trono, se encontraba un joven tritón de aleta morada, piel blanca, ojos azul grisáceos, cabello corto rapado en la parte de la nuca de un negro torna sol, sus facciones mostraban una molestia y fastidio, mientras que su cuerpo se mostraba de la aleta relajada y del torso una seguridad infranqueable. Mientras miraba hacia el trono, donde se encontraba el rey, que sentado de forma imponente, miraba con fastidio al muchacho.
-He dicho que no saldrás a la superficie Levi- su mirada se afilaba, la poca luz que penetraba por la estructura le daba una imagen más seria.
-Tsk, el hecho de que te comentara no era para pedirte permiso, solo era un aviso de lo que haría- con un tono de voz moderado, arrogante respondía mientras veía a los demás sirvientes esconderse tras las columnas del gran salón.
-Explícame una cosa Levi, ¿Por qué diablos deseas salir a la superficie? ¿Qué acaso no quieres tomar mi lugar para cuando yo muera?-
-¿Perdón? No me digas ¿Qué está en tus planes heredarme el trono?- su voz se volvió persuasiva, sin inmutar su cuerpo ante la clara amenaza del rey.
-Eres mi único estúpido hijo, ¿Qué esperabas, que viviera eternamente? ¿Acaso esos malditos maestros no te han enseñado nada?-
Lentamente los estruendosos gritos se dejaban de resonar por el salón, mostrando como centro a los dos tritones, la servidumbre y demás seres que nadaban cerca, mantenían su distancia. No era la primera vez que escuchaban esa conversación, no era la primera vez que el joven príncipe retara con sus decisiones a su padre, sin embargo era la primera vez que el príncipe se mantenía sereno ante los gritos del rey. Normalmente cuando comenzaba a alterarse, era el primero en salir del salón y dejar a su padre haciendo su rabieta.
-Ahora si me reconoces como tu maldito hijo ¿No? Después de que me alejaras- su voz se había vuelto dura, su cuerpo se había colocado en posición de defensa.
-Maldita sea Levi, no esperes que actué como padre estas alturas, tu madre era la que se encargaba de darte esas necesidades afectuosas por ambos- acallado por el contrario contrajo su rostro en una mueca de completa molestia.
-¿Mi madre? ¿Acaso si quiera recuerdas como era ella? ¿Cómo nos trataba a ambos?- una sonrisa socarrona se dibujo en sus labios- Maldito di la verdad, tu… tu…- su rostro se comenzó a contraer de dolor, evitando que su frase fuera terminada, su voz estaba flaqueando, sonando débil, perdiéndose en los sonidos del fondo.
-Claro que la recuerdo, era mi esposa pequeño estúpido y la única sirena de la que me pude enamorar dentro de este vasto mar, es algo que jamás podre negar, mocoso insolente- reclinándose en su trono, mostrándose más relajado, escondiendo un tras las sombras de su rostro una mueca de dolor, sabiendo que había tocado un punto sensible para ambos, que daría fin a la discusión.
-Hijo de… - empuñando sus manos bajo la mirada por breves segundos para elevarla y mostrar una mirada de triunfo ante sus últimas palabras, ya que daría el golpe final al ya pisoteado orgullo del poderoso rey de los mares.
-Como sea, vejestorio ya no sirves para nada más que gobernar, y para poner fin a esta estúpida discusión, te parezca o no, subiré a la superficie- se dio la vuelta pero antes de avanzar dio su golpe – Y si yo fuera tú, buscaría a otra inocente sirena para que engendrará al bastardo que tomara el trono, pues como sabrás a mi no me interesa heredar tu reino de mierda- sin más se dirigió a la salida, nadando lo más rápido posible para no dar lugar a una nueva discusión.
-¡LEVI!- fue lo último que se escucho salir del salón.
Nado por los pasillos, pasando por el gran jardín, por los túneles que conectaban con los muros secundarios, para al fin llegar a la salida sur, nado lo más lejos que su aleta le permitió, deteniéndose en la nada, se sentía molesto, frustrado. Una serie de imágenes se apodero de su mente, recuerdos de su madre, de esos bellos momentos donde se sentía protegido y apoyado, querido y necesitado.
Trato de alejar esos pensamientos, le destrozaban profundamente, recordar a su madre era el punto débil de su fortaleza. Jamás le perdonaría a su padre el no haber estado el día en que una bruja de mar le arrebatara la vida a su madre. Dejando sus pensamientos de nuevo dentro de su mente, se apretó el puente de su nariz, esperando a despejar más sus ideas. Por el momento necesitaba saber a donde su dolor y frustración lo habían llevado.
Observo a su alrededor, todos los seres que vivían bajo esas aguas, nadaban en orden buscando refugio, siendo guiados por guardias y todo personal competente que estaban bajo el mando de su padre.
Sumiré Crazzy Murasaki
Bueno este será mi segundo Fic largo… así que espero contar con su apoyo, si buscan el primero lo elimine hace mucho porque ya no supe que hice y mejor lo elimine y ahora quiero volver a intentarlo a ver qué tal me quedan las secuencias jajajaja ok no mal chiste pero bueno espero contar con su apoyo.
Espero que este fic sea de menos de 10 caps si es posible 5 pero depende de mí alocada imaginación y mis ganas de escribir y ohhh sorpresa…. ¿qué creen? Ya…Tengo BETA y soy feliz… pero también depende de ella jejeje y claro su apoyo.
Y cada cuando actualizare…? aún no sé muy bien eso… creo que me caracterizo por tardar en subir algo... pero tratare que sea lo más pronto posible... por el momento ya tengo el prox cap jojojojojo ese lo subo la otra semana por que ohh sorpresaaaa ya está beteado…. Y si soy feliz… lalalalalalaraa…
Gracias por leer espero les haya agrado, jejeje y de ante mano me disculpo por las faltas de ortografía y de redacción (si es que por ahí hay alguna)
P.D. Acepto quejas sugerencias, comentarios, vacío existencial, sonido del silencio ok no ese no pero si acepto RW… son el motor de cada actualización….. literal…. Ustedes son mi motor…..
