Capítulo 1. Día 1.
Siempre lo tuve todo, desde que era pequeña, nací en lo que muchos le llaman "cuna de oro", eso me dio la oportunidad de estudiar en las escuelas mas prestigiadas.
Asistí a la universidad de Yale, estudié lo que era tradición en mi familia, arquitectura, como mi abuelo, mi padre, mis tíos y mi único hermano.
Nuestra familia era una de las más importantes en Chicago, así que decidí continuar con lo que ellos a través de los años construyeron tanto con su trabajo, quería continuar con su legado.
No tuve muchos novios, todos me parecieron poca cosa así que los botaba de inmediato, tampoco fui muy amiguera, a mis amigos los podía contar con los dedos de la mano muy fácilmente, por alguna razón que no entendía, no dejaba entrar a muchas personas a mi vida.
Pero todo cambió cuando mi mejor amiga Tina, me invitó a ese viaje de fin de cursos, luego de 4 años encerrada en la universidad por fin éramos libres para entrar en el mundo de los adultos.
Cuando me dijo el nombre de la playa no lo reconocí, porque sencillamente no aparecía en los mapas, según ella su ex novio Mike Chang la había llevado a ese lugar cuando terminaron de estudiar la preparatoria, dijo que prácticamente era una playa virgen, que estaba a unos cuantos kilómetros de una playa muy famosa y que últimamente era habitada por lo que ella llamó "hippies".
Ni siquiera sabía que los hippies aún existieran, de hecho nunca en la vida había conocido a un hippie físicamente, sólo por las revistas y los artículos que de repente leí.
Tina estuvo insistiéndome por varias semanas para acompañarla ese viaje, según ella quería reconciliarse con su ex novio Mike, teníamos otra amiga en común su nombre es Rachel Berry, ella era muy curiosa así que no lo dudó ni un minuto y aceptó acompañarnos al viaje, yo seguía con mis dudas pero finalmente acepté cuando Tina me dijo:
"Vamos Quinn, sólo se vive una vez, no sabemos lo que vaya a pasar mañana, anda di que sí, sólo serán tres semanas, luego podremos ir a Grecia como tanto lo deseas."
Así que acepté, les avisé a mis padres que estaría fuera por tres semanas, me pidieron la dirección del hotel donde me quedaría, pero lo raro era que la ubicación del hotel tampoco aparecía en los mapas ni en el buscador de Internet, así que simplemente les dije que si se les ofrecía algo me llaman al celular.
Con algo de miedo e incertidumbre tomamos el avión rumbo al Caribe, sin saberlo esas tres semanas definirían mi vida para siempre.
Día 1.
Mi. Aquí está el auto que renté, les ayudaré con sus maletas.
R. Gracias Mike, por cierto sabes cómo conducir hasta la playa?
Mi. Desde que tengo 14 años he venido este lugar Rachel, lo conozco como la palma de mi mano.
T. Es fantástico, en cuanto lo vean se enamorarán de él para siempre.
Comenzamos nuestro viaje por carretera, me incomodé bastante al grado de casi llegar al pánico cuando nos empezamos a alejar de la ciudad.
El camino cada vez se parecía más a una selva tropical donde no se veía ni un alma en todo el recorrido.
Q. Mike está seguro de que vas en la dirección correcta?
Mi. Ya te dije que conozco este lugar como la palma de mi mano.
T. Quinn, relájate, estás tan erguida en ese asiento que te va a doler la espalda, sólo confía en nosotros.
R. Tina tiene razón Quinn, son tres semanas para relajarnos no para que estés toda nerviosa.
Q. Ok, ok no me regañen.
Luego de aproximadamente una hora de camino en carretera, finalmente se empezaron a ver los primeros signos de civilización, al entrar por las calles tan angostas y empedradas noté que esa pequeño pueblo era bastante pintoresco, pero en ese momento lo único que quería era llegar al hotel para tomar una buena ducha, el calor ya era insoportable.
Mi. Bienvenidas a playa Sayu, sólo faltan unos cuantos metros y llegaremos al hotel.
T. Vaya, sí que el pueblo ha crecido, hace años que venimos no había tanta gente.
Mi. Muchos retirados vienen aquí a pasar el resto de su vida, además esta playa ya no es tan secreta como antes, se fijan que hay muchos chicos aquí que han venido divertirse como nosotros?
R. Sí, pero pareciera que son algo raros…(mueca)
Mi. Son hippies.
En efecto, la mayoría de los chicos que andaban por ahí aparte de traer muy poca ropa encima, usaban sandalias, los hombres usaban largas cabelleras con barbas prominentes, otros tenían rastas y algunos cargaban instrumentos como tambores, guitarras acústicas, etc.
Recuerdo perfectamente que eran las dos de la tarde cuando llegamos al hotel, no era un lugar que me incomodara del todo, pero aún así no contaba con todos los lujos a los que yo solía estar acostumbrada, pero eso era mejor que alojarnos en uno de los cuantos campamentos que estaban por ahí, según nos había dicho Mike.
Mi. Muy bien chicas, instálense, en un rato más bajaremos a la playa.
Rachel y yo compartimos la habitación ya que Tina en su empeño por reconquistar a Mike había decidido quedarse con él.
R. Hace mucho calor. (mueca)
Q. Lo sé.
R. Pero me caerá muy bien este clima ya que en New York me esperará otro muy distinto.
Q. Ya lo creo.
R. Decidiste por fin establecerte en Chicago?
Q. Sabes que sí, finalmente ahí está la compañía de mis padres.
R. Eres bastante apegada a ellos.
Q. Sólo quiero seguir con mi sueño de trabajar a lado de papá y de mi hermano Sam.
R. Si tu lo dices...
Un rato después finalmente bajamos a conocer la famosa playa Sayu, el agua del mar era de un color turquesa bastante hermoso, las olas eran grandes, perfectas para los surfistas.
R. Wooow.
T. Se los dije.
Q. Es muy linda.
Mi. Lo es, lástima que ya medio mundo sepa de su existencia.
T. No te quejes Mike, mejor vamos a nadar al mar.
Mi. Ok, vienen chicas?
Q. No, yo quiero tomar primero el sol.
R. Yo igual.
Estuvimos tomando el sol por un rato, de pronto se empezaron a escuchar tambores, era una especie de batucada, seguí el sonido con mi mirada hasta que finalmente encontré de donde provenía, se trataba de cuatro chicos de los cuales tres de ellos tocaban los tambores y una chica bailaba en el centro, estaba haciendo una especie de espectáculo en plena playa.
Los movimientos que hacía esa chica con su cuerpo al bailar eran bastante hipnotizantes, se notaba que tenía muchas habilidades para hacer eso, la gente que la veía estaba encantada y le aplaudían para que continuara.
Estuvieron tocando por algunos minutos, finalmente al terminar su acto pidieron dinero a los espectadores.
R. No sería más sencillo que encontraron un trabajo estable?
Q. Es lo mismo que yo digo.
De pronto un chico de rastas se acercó a nosotras.
X. Amigas gustan cooperar?
R. No.
Q. Lo siento no traigo efectivo.
X. Gracias.
Xx. Chicas, tenemos artesanías, hay pulseras, diademas, muchas cosas les gustaría verlas?
Q. En otra ocasión, ahora estamos ocupadas.
Xx. Está bien.
Xxx. Joe, Puck, vamos ahora a aquel costado de la playa.
J. Si, vamos.
P. Santana ayúdame.
S. No que tus músculos eran muy fuertes?
P. Mmm.
S. Jajajaja ya voy.
Cuando esa chica de piel canela se agachó a recoger las artesanías que sus amigos vendían, no pude evitar darle un buen vistazo a su marcado abdomen y sus grandes senos.
S. No me digan que no les gustó nada de lo que vendemos muchachas?
Q. Pues...
S. Bueno, la verdad es que no tenemos ahorita mucha variedad, pero por la noche estaremos tocando en el centro del pueblo, ahí llevaremos más cosas por si gustan irlas a ver.
Q. Claro.
S. Por cierto, mi nombre es Santana mucho gusto.
Q. Yo soy emmmm.
S. Nos vemos luego "Emmm", yo siempre ando por aquí… (sonriendo)
La chica de piel canela y sus amigos se fueron dejándome sin habla, reaccioné hasta que escuché las fuertes carcajadas de Rachel a mi lado.
Q. Qué?
R. Jajajaja te puso nerviosa esa chica?
Q. No, claro que no.
R. Claro que sí, te ves tan extraña, jamás me imaginé que una mujer pudiera llegar a tener ese efecto en ti.
Q. No sé de lo que hablas, yo jamás me he sentido atraída por una chica.
R. Bueno... Pues creo que ese día se llegó hoy.
Q. Voy a nadar.
R. Jajaja.
Estuvimos nadando un rato, luego Mike fue a rentar unas tablas de surf e intentamos surfear un poco, aunque realmente nos la pasamos cayéndonos al el mar.
Más tarde regresamos al hotel a comer y a bañarnos, Mike nos dijo que nos llevaría a un pequeño bar que se encontraba en el centro del pueblo, que el ambiente se ponía muy bueno.
T. Mike primero deberíamos de ir a la pequeña placita que está en el centro, recuerda que ahí muchos chicos se ponen a tocar y a vender sus artesanías,sería lindo que me compraras algo de ahí no lo crees?
Mi. Aún hay tiempo para eso Tina, vamos mañana.
R. No, vamos hoy, se que a Quinn le encantaría ir a ese sitio.
Q. A mi?
Mi. Ok vamos.
En cinco minutos ya estábamos en la plaza del pueblo, en efecto había infinidad de personas ahí, ya fuera paseando, viendo las artesanías o escuchando a todos los jóvenes que tocaban distinto tipo de música en el lugar.
De pronto escuché ese sonido particular que me hizo voltear de inmediato.
R. Vamos ahí están.
Mi. Quiénes?
Sin contestarle a Mike, Rachel me tomó de la mano y me llevó directamente a donde estaba ese grupo de amigos que habíamos visto por la tarde.
Vimos todo su acto, cuando lo terminaron nuevamente pidieron dinero, en esa ocasión Rachel y yo cooperamos.
S. Hola "Emmm" que bueno que vinieron, les gustó?
T. Jajajaja ella no se llama "Emmm" su nombre es Quinn.
S. Quinn?
Q. Sí (sonrojada)
S. Entonces les gustó?
Q. Sí...
S. Genial... Nos vemos luego, siempre ando por aquí.
Q. Ok. (nerviosa)
Ella se alejó.
T. Qué fue eso?
R. Creo que ella estaba coqueteando con Quinn.
Q. Por favor, claro que no. (incómoda)
Mi. Jajaja dejen en paz a la pobre Quinn, mejor vamos al bar, ah y si estaba coqueteando contigo.
Q. Ash.
Fuimos directamente al bar y en efecto era pequeño pero bastante acogedor, estuvimos tomando varios tragos hasta que finalmente la variedad empezó, cuando la música comenzó me puse a bailar inconscientemente, pero me quedé petrificada cuando escuché esa voz familiar cantar la melodía.
Se trataba de la chica de piel canela, sí la que dijo llamarse Santana, estaba cantando y era acompañada por sus amigos en los instrumentos, me quedé impactada por su linda voz.
Cuando terminó de cantar esa canción, los demás chicos cantaron la siguiente, ella bajó del pequeño escenario y se acercó a mi.
S. Hola otra vez.
Q. Hola...
S. Te diviertes?
Q. Mucho.
S. Qué bien... Nos vemos luego... Siempre ando por aquí. (sonriendo)
Q. Ya lo creo.
Entonces ella salió del lugar y no volvió en toda la noche…
Mi primer día en playa Sayu había sido muy peculiar.
...
