Dragon Ball y sus personajes no me pertenecen,ambos son propiedad de Akira Toriyama.
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CAPÍTULO 1
Anochecía cuando Bulma regresó a casa.
Estaba mortalmente cansada y tenía unas ganas horribles de ver al ser más importante de su vida. Miró el reloj por decimocuarta vez en esa tarde,a esas horas el pequeñín ya debería de estar durmiendo apaciblemente en su cuna.
Le parecía mentira,no hacía ni un año su mayor felicidad era pasarse el día de compras con sus amigas,y de juerga toda la noche conociendo hombres guapos e inteligentes,aunque,admitió,este último requisito nunca fue imprescindible.
- Jejeje... ¡Y mírame ahora! - comentó para si misma en voz alta.
Sólo había pasado un mes desde la muerte de Goku y,a petición de Gohan,Bulma se tomó un día libre para sacar a Chichi de casa y asi ayudarla a superar el mal trago. Pero lejos de divertirse ella,se había pasado preocupada por las necesidades de su hijo todo el tiempo,finalmente,harta de disimular su inquietud,puso una excusa y se marchó a casa tras acompañar a Chichi a la montaña Paos.
Sabía que no se estaba portando como una buena amiga,pero solo de pensar en que a Trunks le hubiese pasado algo malo mientras ella retozaba lejos de él,la volvió loca.
Siempre le había extrañado la sobreprotección maternal que recibía Gohan,le parecía una exageración,al fin y al cabo,el niño tenía la sangre de un superguerrero. Y ahora,para su eterno bochorno,descubrió que ella era todavía peor.
Aparcó la aeronave en el jardín de la Corporación,la convirtió en una pequeña cápsula,y se dirigió a la entrada apretando el paso.
- ¡Aún encima hace frio! - murmuró quejándose.
Se disponía a cerrar la puerta cuando algo,un insignificante ruido,captó su atención.
Estaba muy oscuro,esa noche la luna se había tomado unas vacaciones,asi que le costó distinguir la fornida figura que se aproximaba sin prisas hasta donde se hallaba ella.
- ¡Vegeta! - susurró,no quería despertar a nadie con el eco de sus palabras - ¡Tuviste suerte de que hoy saliera,o no habrías podido entrar hasta mañana! - comentó. Sintiendo,como era ya habitual con Vegeta,que su corazón latía mucho más rápido de lo normal.
No esperó a que el sayan le contestara (lo conocía demasiado bien) ,sin más,aguantó a que éste entrara y cerró la puerta.
Se encaminó a la tercera planta,y se coló,con cuidado de no hacer ruido,en el cuarto infantíl para echarle un vistazo a su bebé. Quedó embobada unos minutos viéndole dormir,y a continuación,lo arropó y besó su tierna cabecita.
Cuando al fín llegó a su propia habitación,una enorme sonrisa se estampó en su cara. Allí estaba,el hombre más sensual del mundo aguardaba tumbado en la cama y totalmente desnudo a que ella apareciese.
La sorprendía la total falta de pudor que se tenían el uno con el otro. Ambos habían llegado a un mudo acuerdo tras su primer polvo: todo lo que se hacía y decía en esa habitación,allí se quedaba. Fuera,volvían a ser simples conocidos que nada tenían en común,salvo quizá,una leve simpatía.
Dejando de lado sus reflexiones,Bulma se apresuró a desnudarse y meterse en cama. Montó a horcajadas sobre el más que dispuesto hombre,y sin ningún preliminar,lo introdujo en ella ávida de gozo. Por fín,llevaba ya dos semanas sin sexo,de haber esperado más tiempo se hubiese trastornado.
Por una vez,Vegeta se dejó guiar,rodeándo con sus fuertes manos la cintura de la mujer,y dejándo que fuese ella quien los llevase a la cima del placer.
Fue el molesto despertador el que consiguió despertarla al día siguiente,pero algo o alguien lo hizo callar antes de que ella pudiese mover un músculo. Abrió los ojos para descubrir al héroe que había salvado sus oídos.
- Ve... ¿Vegeta? - balbuceó pasmada.
¡Vaya! Sabía que Vegeta no era el mismo desde la muerte de Goku,pero... ¡¿esto?!
Eran las diez de la mañana y él todavía no se había levantado para entrenar,es más,seguía desnudo y debajo de ella desde la noche pasada.
- ¿Qué haces aquí?
- ¡¿Tu qué crees?! ¡Estoy aqui atrapado por que la mujer con la que follé anoche se quedó dormida encima de mi justo después de... de... - y para dejar a Bulma más asustada,él se sonrojó - ¡Es igual! ¡Quítate de encima! - ordenó malhumorado - ¡A diferencia de otras,yo si tengo cosas que hacer!
Bulma suspiró aliviada,ése si era su Vegeta,reconoció sonriendo mientras lo observaba encaminarse enfurruñado hacia el baño.
Ya que la ducha de su habitación estaba ocupada,se puso la ropa interior y salió en busca de otro baño que estuviera libre,y de paso,aprovechó para amamantar a Trunks.
Media hora más tarde,bajó a desayunar,eran las diez y media,los robots de cocina estaban programados para las diez y cuarto,por lo tanto,el desayuno ya debía de estar listo.
- ¡Hola hijo! - saludó al joven de pelo violeta que les había hecho una visita,y que esperaba sentado a la mesa a que todos llegaran - ¿Qué tal ayer? ¡todo bien,espero!
- Claro madre - aseguró el tímido muchacho - ¿qué tal fue la salida con la señora de Goku?
- ¡Muy bien! Creo que poco a poco lo va superando,además,la pobre ya debe de estar acostumbrada a quedarse sin esposo - gruño. No podía evitarlo,la facilidad que tenía su amigo para dejar a sus seres queridos de lado la sacaba de quicio - Oye... muchas gracias por cuidar del peque ayer,me hiciste un gran favor,ya sabes que tus abuelos salieron de viaje a las Fiji,y tu padre... bueno, ¡ya le conoces! ¡A saber lo que le pasaría al niño si lo dejo con él!
A pesar de su broma,la cara del adolescente se tornó seria.
- De verdad... ¿le importo tan poco como para no cuidar de mi? - preguntó inseguro.
Tremendamente conmovida,se acercó a Trunks y le dio un dulce abrazo maternal.
- ¡Claro que no! ¡Era una broma! ¿O no te acuerdas de cómo reaccionó cuando Célula te mató? ¿Y qué me dices de cómo le impulsaste a salir de su depresión por la muerte de Goku? Cielo,no te preocupes, ¡por su puesto que se preocupa por ti! Aunque nunca lo admita.
Trunks notó que una pesada carga se le quitaba de encima,y un rayo de esperanza calentó su alma.
- ¡Es cierto madre! ¡Ya verás lo contenta que se pondrá la Bulma de mi época,cuando sepa que su sueño de una familia feliz se hará realidad! Bueno... al menos en esta época... ¡jajaja!
- ja... ja... ja... - rió nerviosa y forzadamente ella.
¿Una familia feliz? ¿con quién? quiso saber,pero al ver la emocionada y expectante mirada de su hijo,prefirió callarse.
Una vez terminaron el desayuno,Bulma y Vegeta,quien se permitió un descanso en su entrenamiento,salieron a despedir al joven del futuro.
Sabiendo que quizá esta vez fuera para siempre,las lágrimas corrieron por el rostro de la mujer. Puede que no lo conociera desde hace mucho,pero los lazos forjados entre ellos eran muy firmes. Definitivamente,ser madre la había cambiado.
Vegeta,en su línea,se limitó a hacerle un gesto con la mano y a largarse hacia la cámara de gravedad.
Una vez a solas,Bulma pudo reflexionar sobre la última conversación que mantuvo con su primogénito del futuro.
¿Una familia feliz? ¿Eso era lo que de verdad quería el chico? ¡mierda! ¿y de dónde iba a crear una? con Vegeta imposible,desde luego. ¿Debería buscarse a otro?
Siguió cavilando sobre el tema durante al menos una hora. Al final,solo pudo concretar una cosa: costase lo que le costase, ¡conseguiría una familia feliz! ¡por Trunks!
