Disclaimer: Rizzoli & Isles are not mine. Just borrowing them for fun.
4x16
- ¿Qué tienes en la mano?
- Creo que estoy embarazada…
Después de cenar y estar viendo la tele un rato, Jane y Maura decidieron dar por terminado el día e irse a dormir. A pesar de que el colchón de Jane no era tan extraordinario como el de Maura, no era eso lo que impedía conciliar el sueño a ambas. Unos suaves sollozos sacaron a Maura de su ensimismamiento, y sin pensarlo dos veces alargó su mano en plena oscuridad en busca de la mejilla de su amiga. Con ternura intentó hacer desaparecer con su pulgar las lágrimas del rosto de Jane.
- ¿Estás bien?, preguntó Maura.
- Sí, respondió Jane.
- Sabes que no tienes que hacerte la dura conmigo, ¿es por Casey?
Durante unos largos segundos Jane no dijo nada. Maura quería confortar a su amiga, hacerle saber que podía contar con ella, tanto si quería hablar de ello como si no, así que se acercó a Jane y alargó su otro brazo con la intención de pasarlo por debajo del cuello de la detective y abrazarla. Jane no puso ninguna resistencia a este gesto, y finalmente respondió a la pregunta que había quedado en el aire.
- Sí, es por Casey. Por un lado estoy aliviada de no tener que casarme con él, pero también tengo miedo Maur, ¿qué voy a hacer con un bebé?
A Maura no le pasó por alto la expresión de "tener que casarme con él", pero prefirió centrarse en el tema del bebé.
- Todavía no sabemos con certeza si estás embarazada, hay múltiples factores que pueden generar un falso positivo en estos tests caseros. Mañana en el laboratorio pediré un análisis de hormona gonadotropina coriónica humana en plasma.
- ¡No pienso hacer pis en la morgue!, exclamó Jane.
- Es un análisis de sangre, no de orina. La alternativa sería una ecografía transvaginal, pero no creo que ésa sea tu primera opción.
- ¡Por Dios, Maura! Vas a hacer que tenga pesadillas, dijo la detective.
Aunque había cierto tono de reprimenda, también era obvio que Jane había dejado de llorar y que estaba más tranquila. Estar rodeada por los brazos de su mejor amiga le hacía sentir que todo iba a ir bien.
- Y en el caso de que se confirme sabes que tanto tu familia como yo vamos a estar a tu lado. Además, creo que tienes las cualidades necesarias para ser una madre excelente, dijo Maura sinceramente.
- Bueno, la verdad es que con TJ me llevo muy bien, respondió Jane sonriendo al pensar en su sobrino.
- No creo que enseñarle a tomarle el pelo a tu madre esté dentro de esas cualidades.
Jane no pudo reprimir una pequeña carcajada al oír el comentario de su amiga.
- Gracias, Maura, de corazón. Siempre consigues sacarme una sonrisa, por malo que haya sido el día.
Jane se inclinó para darle un beso en la mejilla a Maura, pero con la oscuridad de la habitación no calculó bien la posición y sus labios acabaron contactando con los de su amiga. La detective se quedó petrificada, sus mejillas estaban ardiendo y parecía que el corazón se le iba a salir del pecho. Su mente se había quedado en blanco, ni siquiera siendo capaz de encontrar las palabras para disculparse. Cuando su cerebro por fin volvió en sí musitó un "buenas noches", que Maura le devolvió de forma cálida con otro abrazo.
A Maura no le sorprendió mucho el beso. Al fin y al cabo era el segundo miembro de la familia Rizzoli que le mostraba de esa forma su agradecimiento en el mismo día. Sabía que los italianos acostumbraban a saludarse con besos en la mejilla, pero no que también se daban besos en la boca con los más allegados. Feliz por estar tan integrada con los Rizzoli finalmente el cansancio del día se apoderó de ella y se quedó dormida.
