Resumen: Año 2050, luego de que la raza humana haya llegado al borde de la extinción debido a una terrible infección que afectó a todo el planeta, sólo quedaron unas pocas colonias que comenzaron a levantarse en los distintos continentes. Tú, (tn), habitando en Khelidamitsa, un país ubicado en el medio de Sudamérica y conocido por sus calurosas temperaturas; eres demasiado independiente para adherirte a alguna colonia de Khelidamitsa. No son muchas, y cabe destacar que según algunas transmisiones de radio que pudiste escuchar, tu país era el que contaba con menos supervivientes entre todos. Si es que encontrabas gente que le guste tu estilo de vida, podrías formar tu propia colonia.
Inesperadamente, llegas a un pueblo fantasma. En aquel lugar te esperan muchas sorpresas. Una de ellas es que encontrarás personas con el mismo objetivo que tú: sobrevivir. (más detalles en el prólogo)
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Hola! Soy yo de nuevo xD esta vez les traigo una historia que será un poco más larga, ya sé que puede ser muy cliché un mundo postapocalíptico de zombies, pero si no lo escribo no podré seguir durmiendo tranquilamente ;-;
En esta historia describiré un poco acorde a mi imaginación a la reader, así que espero no les moleste ese detalle, de verdad hará mucho más interesante la historia :3
Ah, también el país lo describiré más acorde a mi imaginación, y a la historia, así que será como un lugar aparte, pero como me da flojera buscar un nombre para el lugar, será simplemente tu país, transformado de acuerdo a mi parecer xD
En fin, sin muchas más vueltas que dar, disfruten!
PD: les adelanto que sólo escribiré con los aliados (incluyendo a Canadá), los del eje (incluyendo a Romano), y España xD son los que más conozco sus personalidades para escribir, así que, eso (tal vez agregue a otros, no sé, eso será sorpresa jiji e.e)
PD2: no morirá nadie si eso les intriga, ni siquiera Canadá, con eso les digo todo xD
Aclaraciones:
tn: tu nombre
co: color ojos
cc: color de cabello
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Al terminar el colegio decidiste dejar a tu familia, amigos, y a la capital de tu país para unirte a la milicia (lo sé, tengo un trauma con los militares xD). Querías mucho a tus padres, pero tu vida carecía de sentido, le faltaba algo que la hiciera más interesante, necesitaba acción. El cuartel de la Seguridad Nacional de Khelidamitsa era perfecto.
Te alistaste allí, sin tener idea de cuánto te serviría el entrenamiento que allí recibirías. Desde un principio te destacaste en todos los entrenamientos; combate cuerpo a cuerpo, manejo de armas, ensamblaje de explosivos, tácticas de espionaje, eras un arma letal. Con los años de entrenamiento, fuiste perfeccionando aún más todas tus habilidades, con lo que lograste ser la mejor de infantería.
En combate cuerpo a cuerpo nadie podía ganarte, ni siquiera los hombres de tu pelotón; en armas ni hablemos, tu puntería era más que perfecta y nadie te superaba; en el espionaje eras una leyenda, hasta tus superiores estaban perplejos por lo fácil que te resultaba infiltrarte en cualquier lugar, donde sea.
Tu nombre siempre estaba recorriendo el cuartel por la admiración que todos te tenían. Te solían decir "all-in-one", pues, porque eras buena en todo.
Para tus superiores eras un diamante en bruto que supieron pulir muy bien con los arduos entrenamientos para convertirte en la joya más preciada de la milicia nacional. Y no sólo eras apreciada por tus habilidades, sino también por tu belleza.
Con 22 años de edad, tienes un cuerpo bien formado y bastante dotado para una chica de tu edad. Senos prominentes copa C, abdomen plano por tanto ejercicio, cintura bien delineada con caderas un poco anchas, unos muslos medianos, y largas piernas bien torneadas, no olvidemos el notorio trasero que tenías, como diría cualquiera, una buena carrocería. Para cualquiera, tenías unas curvas infartantes, que con el entrenamiento sólo fueron perfeccionándose.
Si ya eras bonita antes de alistarte, el ejercicio colaboró en embellecer aún más tu cuerpo. No querías alardear sobre tu figura ni mostrar demasiado, por lo que siempre procurabas usar ropa holgada mientras podías, de verdad que no podías quejarte pues la genética fue muy, pero muy generosa contigo.
Debido a tu belleza nunca te faltaron pretendientes, pero todos fueron rechazados. El amor no era lo tuyo, por lo menos en ese entonces, sólo te gustaba la acción, el combate, la adrenalina, pensar en ser romántica sólo te revolvía el estómago.
A los 20 años, después de haber participado ya de varias misiones que fueron muy exitosas, tu carrera militar iba en ascenso, todo parecía estar bien, todo era genial, hasta que un día de octubre de aquel año, te espantaste al ser convocada a una reunión de emergencia, nunca te hubieras imaginado la noticia que iban a dar allí.
(lol me inspiré en residente evil, ya qué xD) Un experimento en el laboratorio secreto del pentágono, resultó fatal, y el virus que tenían en cuarentena comenzó a propagarse. Al principio sólo eran los EEUU los afectados, pero pronto, el virus se propagó por todos los continentes. ¿Qué hacía este virus? Pues, técnicamente, mataba a los vivos y los resucitaba, convirtiéndolos en caníbales, los llamaban muertos vivientes.
Lo peor del virus es que con una sola mordida de un infectado, a las pocas horas, la persona se convertía en un muerto viviente, por ello es que el virus se extendió con una rapidez increíble, tanto así que en menos de un año no había ni un solo pedazo de tierra donde no hubieran infectados. En todas las naciones del mundo se declaró anarquía total, los gobiernos se vinieron abajo, sólo sobrevivían los más fuertes.
A las pocas semanas de haberte enterado de la noticia, ya se reportaban casos de infectados en tu país, intentaron combatirlos en las fronteras, donde abundaban más, pero la rapidez con que se expandían lo hacía imposible, y en poco tiempo llegarían a la capital. Todos los militares fueron enviados de urgencia a la capital, con la esperanza de poder proteger el gobierno de la nación, para que no se venga todo abajo como ya estaba pasando en algunos países.
Tú, más que por tu gobierno fuiste por tu familia, debías protegerlos, debías ayudarlos a salvarse de esta pesadilla. Las demás unidades que formaban parte de la Seguridad Nacional, fueron repartidas en los puntos más importantes de todo el país, juntando la mayor cantidad de personas en los "refugios", lugares designados por el gobierno para que sean habitados por los ciudadanos.
El panorama de la gran ciudad era desastroso, algunos se escondían, otros asaltaban todas las tiendas en busca de víveres, muchos corrían despavoridos por las calles. Aunque se esforzaron por concentrar a la gente en un solo lugar, los infectados estaban creciendo en número cada día que pasaba, apenas un tercio de la gente de la capital estaba a salvo hasta ahora. Y gracias al cielo, entre ellos estaba tu familia.
Los refugiados, y tú entre ellos, estaban viviendo en un gran edificio, de 40 pisos. Allí cada familia registrada tenía su propia habitación, y se les repartía los víveres que necesitaban cada semana, todos los días llegaban gente nueva, y todos eran registrados para evitar una catástrofe. Si alguno estaba infectado, se lo aniquilaba en ese momento.
Muchos soldados cayeron en las líneas de fuego, a la semana ya quedaban pocos, y los muertos vivientes seguían aumentando.
Un día, pasó lo peor que te pudieras haber imaginado. Todos los refugiados estaban ya dormidos, y unos gritos te despertaron. No sabes en qué momento, pero los pisos nº 20 para arriba, estaban infectados, y se estaba propagando aún más.
Te derrumbaste por dentro, estabas paralizada, no podías moverte del shock, tus padres estaban en el piso 25.
En medio del desastre las personas optaron por salir corriendo del edificio, daba igual salir afuera que quedarse adentro, en un instante, en el edificio no estaba nadie más que tú, y los muertos vivientes.
No podías dejarlos así, aunque sus almas hayan dejado sus cuerpos, no podías permitir que puedan matar más gente, al menos tenías que acabar con sus cadáveres, no ibas a permitir que ese virus maldito profane los cuerpos de tus padres y familiares.
Te secaste las lágrimas, no había tiempo para llorar, agarraste dos rifles semi automáticos que estaban por ahí, para tu suerte bien cargados, y comenzaste la carnicería.
Para el amanecer ya no quedaba ningún muerto viviente en pie, les volaste la cabeza a todos. A los últimos que volviste a matar, fueron a tu gente. En ese momento se te rompió el alma, y tu corazón se hizo trizas, una parte de ti murió con ellos.
Año 2050, hace ya dos años de aquel fatídico día. No podías volver a mirar siquiera la capital, debías salir de allí, y desde ese día, te volviste una llanera solitaria. En tu camino por el país fuiste recogiendo armas, explosivos, gasolina para tu vehículo y unos que otros víveres.
Luego de ese día, todos los días era lo mismo, matar para sobrevivir, todos los días era una lucha incansable contra tantos muertos vivientes que parecían no acabar nunca. No te fue difícil sobrevivir hasta ahora, después de lo que pasó, incluso disfrutabas un poco en exterminar a esos malditos infectados.
Hasta hace un año ya perdías las esperanzas de recuperar algún día la tranquila vida que tenías, pero sucedió algo completamente inesperado, que cambió la vida de muchas personas aún con vida.
Los muertos vivientes, comenzaron a pudrirse solos con el paso del tiempo, por lo que el número de infectados se redujo notablemente a nivel mundial.
Gracias al calor tropical de Khelidamitsa, en tu país se pudrieron más rápido que en otras zonas. Antes maldecías que hiciera tanto calor en tu país, pero ahora podías verle el lado bueno.
Ahora, luego de dos años, en tu país ya casi desaparecieron por completo los muertos vivientes, y a nivel mundial, el número no pasaba de los miles. Esa cifra es bastante favorable, teniendo en cuenta que en el mundo éramos 8 mil millones de habitantes.
Así también, comenzaron a formarse colonias en todo el mundo, tratando de levantar la civilización que ya parecía perdida. La última vez que estuviste en una colonia, fue hace meses, ya perdiste la cuenta de hace cuánto no hablas con alguien, no abrazas a alguien.
Entre tantas noches solitarias, ya olvidaste lo que es el calor humano, cómo se siente. Aunque te esforzabas por recordar, no podías.
La formación de colonias parecía bueno al principio, pero como no todo puede ser color de rosa, también hubo muchos conflictos. Unas colonias empezaron a transmitir a través de radio una especie de noticiero semanal, donde informaban su situación actual y su ubicación para que personas cercanas a ellos se unieran. Si había alguna emergencia, también lo comunicaban por radio, con la esperanza de que alguien vaya a ayudarlos, o por lo menos para avisar que no vayan ese lugar, por diferentes motivos. Con el tiempo todas las colonias del mundo adoptaron ese hábito de transmitir los sucesos por radiofrecuencia. Cada pequeña colonia que se formaba era una nueva llama de esperanza que se encendía, pero muchas de esas llamas, fueron apagadas por los infectados, o por la falta de recursos para sobrevivir.
Esos eran los conflictos que se formaban, y parecían cada vez más frecuentes. A veces unas colonias se enfrentaban con otras ya sea por territorio o por recursos, debido a la escasez de los mismos, y terminaban en una gran matanza. Ya de por sí eran pocos los que quedaban sanos sobre la faz de la Tierra, ¿Cómo es que no eran capaces de llevarse bien ni siquiera al borde de la extinción? Nunca lo entenderías. Pero en el fondo, sabías que esa infección se había llevado la humanidad de muchos supervivientes, algunos ya ni siquiera podían llamarse humanos, eran tan sólo animales guiados por su instinto de supervivencia.
¿Cómo sabías todo esto? Tenías un radio contigo y todas las noches tratabas de sincronizar algunas frecuencias para escuchar la situación de las colonias en otros países, o incluso en el tuyo. Si no podías hacer contacto con ellos, por lo menos querías saber cómo les iba a las personas, saber que estaban bien, que estaban progresando, que se estaban levantando poco a poco, que iban creciendo en número porque estaban rescatando gente, eso te hacía sentir feliz, te volvía a llenar de esperanzas, además de que necesitabas escuchar al menos las voces de las personas para no volverte loca con tanta soledad. Así también, varias eran las noches en las que lamentabas el hecho de que les haya ido tan mal a algunos.
Hace meses que recorres el país buscando un lugar donde establecerte. La mayoría de los buenos sitios que encontraste ya estaban ocupados por alguna colonia, por lo que siempre decidiste llevar la fiesta en paz y alejarte. Una vez intentaste unirte a una colonia, pero tantas reglas y exigencias te espantaron, el que estaba a cargo era más bien un dictador que un líder, las pobres personas que estaban a su cargo no podían siquiera protestar. Odiabas ese ambiente, así que en la primera oportunidad te fuiste de allí.
La segunda vez que quisiste convivir en otra colonia, intentaron robarte todo lo que tenías para luego matarte. A esa clase de supervivientes es a los que te referías como animales. Ése fue el detonante por el cual decidiste sobrevivir sola, al menos que encuentres a alguien a quien le guste tu estilo de vida, así tal vez formes una colonia, mientras tanto no, definitivamente no, no te volverías a arriesgar por el sólo hecho de convivir con personas.
Gracias al cielo la naturaleza seguía siendo formidable a pesar de tanto desastre, por lo que siempre encontrabas frutas para comer, algún pozo con agua para beber, y entre tanta residencia abandonada, nunca te faltaba refugio para las noches. Siguiendo tu camino en tu vehículo por la desierta carretera, divisaste a lo lejos un letrero bastante estropeado, el letrero decía: "Bienvenidos a Little Town" (lo sé, no tengo imaginación para nombres ;-;).
—Vaya, qué originales —dijiste sarcásticamente.
Pasando un poco aquel letrero, el vehículo quedó sin gasolina. Aún estaba lejos el pueblo que parecía fantasma, completamente alejado de toda la ciudad, encerrado entre los bosques, separados por la carretera de tierra. Como no había forma de recargar de gasolina el vehículo, decidiste tomar todas tus armas, y emprender caminando tu viaje al pueblo. Tal vez éste sí sea el pueblo donde puedas vivir tranquila.
(imagínense que son Alice de Resident Evil xD) Llevabas puesto un short militar negro, con cinturones que atajaban dos pistolas, una a cada lado de tus muslos. Botas de militar negras, en la cintura tenías otro cinturón, para dos navajas a cada lado. Arriba, encima de tu camisilla blanca, llevabas un chaleco, que sostenía en tu espalda dos machetes bien afilados, por si se te acaben las balas, y a los costados de tu torso habían municiones para tus armas, y unas cuantas granadas en casos de extrema emergencia. También tenías dos rifles pequeños semi automáticos en tu espalda baja, por el cinturón de la cadera. En tu mano llevabas la escopeta, que decidiste dejarla por tu espalda y agarrar una pistola en cada mano.
Tu cabello (cc) lo habías cortado con una de las navajas hasta la altura de tu cuello, era molesto pelear con el cabello largo, así que lo mantenías en ese largor. Con el clima de Khelidamitsa, no necesitabas más ropa encima, así que te desenvolvías bien de esa forma.
Luego de un largo día de caminar, podías ver el cielo naranja por el atardecer entre las copas de los árboles que casi cubrían por completo la carretera, formando un hermoso túnel de entrada al pueblo. Con tus pistolas mataste unos cuantos infectados, alrededor de 10, que se encontraban deambulando por ahí, de todos modos ya estaban por caerse a pedazos, pero era mejor asegurarse que no iban a buscarte mientras dormías. No ibas a gastar la munición de tu escopeta en ellos, era la que menos tenías, y esos deambulantes no valían la pena.
Al fin llegaste a la entrada del pueblo, después de caminar como tres kilómetros por la carretera. Al llegar a la entrada, te diste cuenta que el pueblo no era tan pequeño como parecía de lejos, más bien, era bastante grande, calculando, te tomaría como mínimo dos semanas recorrerlo todo. Estaba desolado, a simple vista no había ni un alma por los alrededores.
Como se veía que el sustento de ese pueblo era la agricultura, era perfecto. Aún estaban vivas las plantaciones de la mayoría de las frutas y verduras. Se notaba que ese era un lugar bendecido por la naturaleza. Continuaste caminando por la entrada principal al pueblo, las casas a cada lado de la calle estaban vacías de personas, algunas tenían las puertas abiertas, otras las ventanas, otras ni siquiera tenían puertas o ventanas.
Algunas casas estaban en buenas condiciones, otras, completamente destrozadas por dentro. La gente de este pueblo intentó luchar, pero lastimosamente no triunfaron.
Las plantaciones tenían su propio sistema de regado, te acercaste a la perilla principal, la giraste, y el agua comenzó a mojar los vegetales. Por el momento volviste a cerrar el sistema de regado, las plantaciones no necesitaban agua aún, además al mirar al cielo, se estaba nublando, tal vez venga una lluvia. Seguiste inspeccionando los alrededores.
Casi en cada esquina había canillas de agua, lo que quiere decir que el lugar tiene su propio acuífero. Además, el lugar estaba rodeado de bosques, bosques significan animales silvestres, más frutas, hierbas, etc. Simplemente, era perfecto.
En medio del caos, este pueblo desolado era el oasis. Y aún no estaba ocupado, ¡eso era lo mejor de todo!
Por un momento te pusiste a pensar en ello, y la duda comenzó a intrigarte bastante, ¿cómo es que nadie ha descubierto éste lugar aún? ¿Qué podría significar?
Te detuviste de golpe dando un respingo. Te dio escalofríos pensar en ello, pero no podías descartar la posibilidad.
—¿S-será que...? ¿S-será que los infectados de este lugar... mutaron? —tragaste saliva luego de terminar la pregunta que te hiciste a ti misma.
No sería raro, escuchaste varios casos de esos por la radio, donde advertían que algunas zonas eran inhabitables hasta que se pudran todos los infectados. No se sabía muy bien cómo se originó la mutación, pero algunos expertos en genética que sobrevivieron decían que el virus comenzó a adaptarse, y por ello los portadores de dicho virus comenzaron a mutar, teniendo habilidades que sólo se encontrarían en los animales silvestres.
Por ejemplo, escuchaste que en algunos lugares tenían capacidad de correr muy rápido, con lo que alcanzaban a sus víctimas en segundos, otros tenían la habilidad de escuchar hasta los pequeños ruidos en un radio de kilómetros de distancia, otros tenían una fuerza sorprendente, con lo que era más difícil derrotarlos; y, lo que más te dio escalofríos, es que algunos desarrollaron mucha destreza, y podían parecer hasta humanos vivos, sino fuera por el aspecto horrible que les da la muerte, lo que los convertía en perfectos cazadores. Rogaste para que no te tocara combatir esa clase mutación.
A los primeros les pusieron el apodo de "runners", a los segundos "listeners", a los fuertes los llamaron "heavys", y a los últimos y más temidos, los llamaron "hunters". (yeah, porque en inglés los apodos son más cool, no pueden discutir eso xD)
Si en las afueras aún habían unos cuantos deambulando por ahí, si los de éste lugar mutaron, tardarían más en pudrirse, lo que quiere decir que están en perfectas condiciones para devorar gente viva.
De inmediato preparaste tus pistolas en cada mano y te pusiste doblemente alerta para comenzar a investigar cada rincón de este pueblo, era obvio que no había ningún ser humano vivo, pero nada sabías de los muertos. Necesitabas averiguar cuanto antes qué clase de mutación tenían, para acabar con ellos tan pronto como te sea posible, pues así como tenían diferentes habilidades, también tenían debilidades.
Qué bueno que había gente que hablaba sobre eso en las radios, gracias a ello estabas preparada.
Comenzaste a inspeccionar la zona, ésta sería una larga noche, no descansarías hasta encontrar al menos un infectado, y saber qué mutación tenía para prepararte contra los demás, podría haber una horda entera por allí, tenías que estar más alerta que nunca, estos malditos muertos vivientes no te iban a robar el pueblo que ya reclamaste como tuyo.
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Bien! Hasta aquí el prólogo! ¿Qué les parece? ¿Les gustó? Háganmelo saber en los comentarios! En el próximo capítulo se encontrarán a los primeros hetalianos, ¡¿quiénes serán?! Uuuuuh~ ya lo sabrán xD nos vemos en la próxima!
