Conjunto de viñetas de mis parejas preferidas, pero si quieren alguno, bien pueden comentar y pedir :)
Shaman King
Pillica x Ren
# Dulce
Nunca le gustaron mucho las cosas dulces... a decir verdad, fácilmente podría contar con una mano las cosas dulces que Él comía.
Tal vez es por que, Ren Tao, era raro ó quien sabe. De gustos no hay nada escrito, pero había excepciones: ¿Toda regla tiene su excepción, ó no?
El recuerdo del dulce primer beso con ella.
-- ¿Seguro que no es una molestia?.–
Preguntó Tamao, quien estaba abrazada a Horo.
- No te preocupes Tamao, ve y diviértete con Horo. Len y yo veremos que hacer para tener la casa limpia y para tenerle la cena lista a Anna, pero aún no sabemos si llegarán hoy.–
Dijo Pillica mientras sonreía con un leve tono carmesí en sus mejillas.
- Chao, ¡Y no dejes que ese chino feo te haga nada!, ¿eh?–
Dijo Horo-Horo quien tomaba de la mano a su novia y salían.
Pillika se quedo mirando la puerta por la cual salieron Tamao y su hermano, era lindo que ellos estuvieran cambio ella tan solo debía acostumbrarse a los monosílabos por parte del chino. Luego de salir de su trance se fue hacia la cocina, tenía hambre, necesitaba algo dulce, sentía unos aires extraños.
Como de algo que pasaría pronto, el problema era cómo saber si debía alegrarse por que iría a ser algo bueno, o entristecerse por que sería algo malo.
Ahí lo encontró: Chocolate.
Saco su envoltura, lo mordió, comenzó a comerlo, lo saboreaba con lo ojos cerrados, se rió al pensar que siempre en los comerciales las mujeres que comian chocolate, yogurth ó algo eran casi como actrices porno. Mas era inevitable, ese delicioso y dulce chocolate.
Como amaba las cosas dulces. Bueno, todas excepto una, Ren Tao. Aunque nadie le decía si realmente él sería dulce
Abrió los ojos, un sonrojo la inundó enseguida.
Él estaba ahí.
Él la miraba profundamente.
Tragó lo que tenía en la boca y miró al piso, estaba más que segura que tenía hasta las orejas rojas.
-- Tamao y Horo-Horo salieron a comprar unas cosas...-
Dijo Pillica sonriendo tiernamente al muchacho.
-- Mejor....–
Fue lo ultimo que escucho que Pillica escucho decir a Ren. Luego de eso sintió que algo se posesionaba de sus labios, le entregaba una calidez, sorprendida pero no tonta, respondió el beso, subió sus manos hacia el cabello del chico y se apego un poco mas a él.
-- Hm, dulce.-
Susurró Ren extrañado, pero apesar de lo dulce se acercó nuevamente a besarla.
Un grito le irrumpió el recuerdo.
- ¡Ren!, ¿Estás ahí, ¡TENGO UN FEROZ ANTOJO DE COMER CHOCOLATE!, irias por uno para mi?.–
Él sonrió más no respondió.
-- ¿IRÍAS POR UNO PARA TU AMADA ESPOSA, QUIEN LLEVA EN SU VIENTRE A TÚ HIJO?.-
Gritó desesperada Pillica, quien luego reía de si misma.
-- Iré.-
Respondió Ren con una risa tranquila.
Fin
Espero les guste, fue actualizado el 26 de abril del 2009.
