Nueve kunoichis… nueve estilos. Podríαn llαmαrse estilos de seducción, de αctitud, de personαlidαd. Pero finαlmente son etiquetαs, cαdα unα de ellαs hα entrαdo en unα. Puede escuchαrse desαgrαdαble lo que se dice de αquellos tipos de mujeres más no siempre es αsí, lo importαnte es que αlgunαs personαs veαn lo que hαy trαs esα máscαrα…
Disclαimer: Nαruto no me pertenece yα que de ser αsí… Nαh pierdo mi tiempo diciéndoles lo que me gustαríα que pαsαrα… αdemás no querrán oírlo. Es de Mαshαshi Kishimoto.
Summαry: Gαtitα-Tigresα-Gαtitα. Leve OoC. Quizá es tαn segurα de sí mismα que todos huyen sin sαber porque, cαsi todos. ShikαTemα.
- * - Sнiкαтεмα- * - sнizune - * - Кiвαiиo - * - Αsuкuяε - * - αnko - *- Иεjιтεη - * - тsunαde - * - Иαяuнiиα - * - Sαsusαкu - * -
"el vαloя de unα мujeя "
Poя:DαRkNeSs VαNisH
"Lα mujer es más como lα noche. Te rodeα, te envuelve, te αhogα, y sin ofenderte; sin ni siquierα tocαrte"
Drαbble I: Lα тigяesα.
Mucha gente se preguntaba a que se debía el alboroto en la entrada de Konoha, un viernes por la mañana. Había un grupo de shinobis, incluso Anbu reunidos allí. Y todos miraban en la dirección de las puertas de la aldea en espera de algo, o alguien.
Incluso uno de los mejores ninjas sobresalía en el gentío. El genio se encontraba de pie, fumando. Su predecible expresión de molestia no deja duda alguna de la opinión que formaba en sus pensamientos y que él traducía en una sola palabra… problemático.
Fue entonces cuando ella apareció.
Temari, de Suna.
La mayor de los hermanos Sabaku, últimamente pasaba más tiempo en Konoha. A diferencia de aquellos años en los que iba y venía como embajadora ahora pasaba estadías largas, hasta de un año. Técnicamente vivía en Konoha y sólo volvía a Suna a visitar a sus hermanos.
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Fogosa y provocativa sin ser vulgar.
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Lleva un vestido negro ceñido al cuerpo de cuello en 'V' y sin mangas, con un dragón bordado en rojo y una cinta del mismo color marcándole la cintura. El vestido llega α la mitad del muslo, las redecillas de las piernas encontradas, es decir arriba en una pierna y abajo en la otra.
La banda de la arena en el cuello, el cabello rubio lo lleva largo α media espalda y en una trenza. Usa las sandalias ninja pero más delicadas.
Sí, ella había cambiado.
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Una fiera de carácter duro y déspota, también es agresiva.
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Aunque al parecer hay cosas que no cambian.
Porque ella podía haber madurado pero en esencia seguía siendo la misma, podía haberse superado como kunoichi y ser fuerte, hermosa, e incluso sensual pero ella seguía siendo Temari. La problemática chica de la Arena, al menos según Shikamaru.
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Fría pero no inexpresiva, hay que saber llegar al corazón correctamente.
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Pero el Nara la conocía.
Sabía que tras esa imagen de tigre siberiano se escondía el más dulce de los gatitos. Él era consciente de sus debilidades, entre las cuales estaba ella. Aunque de igual manera, era consciente de las de ella.
Al fin y al cabo era mujer.
Y a las mujeres les gustan los caballeros, que las hacen sentir princesas. Les gustan los detalles románticos, como flores o caminar tomados de la mano. También les gusta sentirse protegidas y cuidadas, sobre todo cuando algún idiota las intenta acosar.
Pero Shikamaru es un genio y conocía a Temari, y a ella lo que más le gustaba era cuando él le decía cosas.
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Busca su propio placer, de movimientos sensualmente felinos.
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Cumplidos mientras ella caminaba hacia él, con semblante decidido y su elegancia vestida de pasión.
Al oído mientras se besaban o se acariciaban.
Entre gemidos cuando estaban juntos…
Y al terminar ella lo miraba entrecerrando la felina mirada, esperando por aquellas palabras que a él le costaba pronunciar. Él vacilaba y ella se levantaba, se marchaba contoneándose delicada y silenciosamente como un minino.
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Fiel si prometes entrega… de lo contrario te dejara por otro.
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Esa vez él no lo dijo y ella no lo paso por alto. Únicamente lo miró y sonrió para después recordarle que Temari de la Arena no tenía un solo pretendiente, sino miles.
Y que muchos asesinarían por estar en el lugar del genio.
Shikamaru reconocía la verdad en esas palabras y esperaba que siguieran respetándolo… aunque esa no era la única razón por la cual tenía a la chica segura.
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Tiene a muchos a sus pies, pero es tan intimidante que se mantendrán a raya.
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Sí, Temari mantenía a los chicos lejos de ella.
Inconscientemente lo hacía. Era hermosa, se notaba a leguas. Era fuerte, lo sabían quiénes la habían visto luchar. Era independiente, podía hacer cualquier cosa sola. Era inteligente, sabía cómo conseguir sus objetivos. Y era valiente, nunca sucumbía ante nada.
Ellos lo sabían. Cada hombre notaba esas cualidades en ella.
Y por eso ella les intimidaba, daba la impresión de que era demasiado para cualquiera. Y nadie se sentía capacitado para ser el cualquiera, nadie salvo él.
Él no era perfecto, y ella tampoco.
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Pero a las mujeres les gustan los chicos vagos, ¿cierto?
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Shikamaru la detuvo antes de que abandonara la habitación, sonrió, admitiendo nuevamente su problemática derrota.
Y le dijo lo que a ella más le gustaba escuchar.
Te amo.
Ella esbozó una sonrisa victoriosa, y él la atrajo. Ambos se quedaron tendidos en la cama, dispuestos a no salir de casa en todo el día.
Después de todo, Temari puede ser una tigresa algunas veces pero Shikamaru es y siempre será un… vago.
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Y lo que Shikamaru ignora es que Temari no es la que inconscientemente espanta a los chicos.
Para eso están los hermanos.
Gaara y Kankuro.
Suerte que Shikamaru ya los conocía.
Αcαbα de comenzαr el fic, el vαlor de unα mujer. Donde buscαremos más αllá de lαs αpαrienciαs. Pueden dirigirse α mi perfil donde αpαrece el link del αrtículo que describe este proyecto. Y ¿qué tαl?Mi primer Shikα/Temα espero no hαyα sido muy tedioso, y reαlmente me encαntα lα pαrejα… Muchos sαludos. Próximo cαpítulo, Shizune.
