Los personajes no me pertenecen, son propiedad de Masashi Kishimoto. Pero la historia sí es mía.
Universo Alterno.
¡A leer!
La fragilidad de una mentira
Diciembre, 2015.
El juez lo mira de forma retadora, está harto de haber estado ahí tres horas y no avanzar. El lío es grande, demasiado. Para él es poco común ese caso en los tribunales, quiere sacar un cigarrillo y fumar pero desde luego no es el lugar ni el momento adecuado.
Ahí está el hombre, el acusado. Veintisiete años de edad, rostro demacrado y ojeroso por las noches en las que ha estado en las rejas por lo menos hasta que la situación se aclare, ni todo el dinero ni todo el poder de su familia pudo hacer algo contra aquello. Por primera vez el juez teme dar un veredicto final errado mas debe hacerlo, su espalda se lo demanda pero más su deber.
Hace cerca de un mes le habían contado sobre un caso muy particular que pocas veces se veía, él quería decirles con su típica voz de sabelotodo que ya había visto muchos casos y que también los había resuelto, nada podría sorprenderle después de estar cuarenta años trabajando. Había casos tan absurdos hasta los complejos, por ejemplo, la mujer que había demandado a un estilista por haberle cortado el cabello tres centímetros de más hasta el típico asesino en serie que mató a todo un pueblo y quemó una ciudad. La experiencia era algo que le sobraba, él es Hiruzen Sarutobi, sin embargo no puede sentir una sensación extraña de nerviosismo al estar frente al heredero de una fortuna y sobre todo de un hombre que todos los medios habían catalogado hasta hace meses como correcto y honesto. Alguien en quién podías confiar todos tus negocios. Su familia tiene contactos no sólo en Japón sino en todo el mundo, específicamente en oriente. Entonces, ¿cuál era el crimen? Ya había checado los expedientes, pero no lo cree todavía, no se deja llevar fácil por las apariencias porque son más que eso, apariencias sin embargo aquel hombre en verdad luce inocente aunque no hace ni el mínimo intento para defenderse o decir algo en contra de quién lo acusó. En pocas y resumidas palabras el crimen de Itachi Uchiha fue el matar a Toneri Ōtsutsuki y violar a su media hermana menor. Todo aquello parecía una novela, un reality show de esos que pasaban en ciertos canales amarillistas, muy barato sin embargo es real, tan real que Hiruzen Sarutobi sigue con la intensión de fumarse un cigarro y tomar toda una botella de whisky para asimilar bien las cosas, ya quiere leer con voz fuerte su veredicto final, de él depende la libertad del heredero de los Uchiha, si lo consideraba culpable pasaría los próximos cuarenta años de su vida en prisión. Hiruzen temía por su vida y la de su familia, jamás había sido corrupto pero ya le habían llegado amenazas y una jugosa cantidad de dinero, quería resistirse pero aquello era demasiado.
Estuvo a milésimas de segundo de decir su veredicto cuando de repente, un chico de ojos perlados y cabello castaño atado en una coleta baja y desganada entra corriendo, casi empujando a los Policías que cuidaban el recinto.
–Orden en la sala– demanda Hiruzen, un hombre serio que pareciera no inmutarse por nada, que a los setenta años creía haber visto cualquier disparate en aquella sala del Tribunal, pero que ahora sabía que no lo había conocido todo.
El chico de ojos perlados mira a Itachi con enojo, tan solo un poco. Como queriéndole decir «te lo advertí» sin embargo tuerce la boca y comienza a decir con voz potente y seria.
–Lo que yo diga en este momento lo cambiará todo–
Los acompañantes que están en los butacones sueltan un grito de desesperación y asombro. Los murmullos no se hacen esperar, de hecho, todo aquello ya es un chisme a nivel internacional. Una mujer joven de ojos azules apunta todo en una libretita, no quiere perder ningún detalle. CNN Tokio pagará una fortuna por la exclusiva.
El primero en quererlo mandar lejos es un chico que se parece a aquél que está hasta el frente, juzgado por un crimen de violación a su media hermana menor y homicidio culposo al empresario Orochimaru Outsuki. Ambos son parecidos, solo que el sentenciado se mantiene sereno, no dice nada. Ni a favor ni en contra, tal pareciera que él debiera estar con el público y no su hermano, quien, a pesar de tener fama por no inmutarse de nada está ahí, gritándole al juez, al público y a su hermano que no sean idiotas y digan la verdad. Nadie sabe de qué verdad habla, ni siquiera Sasuke Uchiha ya que él dice aquellos disparates para salvar a su querido y preciado hermano, su costilla derecha, su mejor amigo...
El hombre de ojos perlados no dice nada, hasta que Sasuke deja de decirle palabrotas del tamaño de todo un continente, también lo amenaza de muerte y eso levanta los ánimos de todos, hasta de Itachi Uchiha quien en aquellas dos semanas no se había atrevido a abrir la boca
–Cállate Sasuke– masculla entre dientes. Era difícil hablarle así a su hermano menor, claro que lo era.
Él asiente y guarda la compostura. Si Hiruzen fuera una caricatura en este momento estaría morado y echando humo de sus fosas nasales, sus oídos y de todas partes. Iracundo.
–Aquí están las dos pruebas para demostrar la inocencia de Itachi Uchiha–
Todos vuelven su mirada a aquel desabrido hombre, hasta su voz es aburrida pero aquellas palabras causan gran impacto.
Un sobre blanco medio arrugado y una memoria USB. Es imposible pensar que aquellas dos cosas puedan dar la libertad de una persona.
Hiruzen dice que hable y entregue aquello.
El nombre del chico es Neji Hyuga.
Itachi tiene vagos recuerdos de ese chico, lo vio aquella ocasión cuando todo comenzó a empeorar, claro, todo estaba yéndose a la mierda en aquel entonces. Sin embargo, siempre hay un principio para todo problema, y por increíble que parezca Itachi sabe cuál fue. Suspira y cierra los ojos, las voces de los demás no llegan, quiere olvidarse de todo por un instante y de paso estar con ella... quizá su verdadera condena no comenzó hace dos semanas cuando fue sacado como un delincuente de su departamento por una orden judicial, su verdadera condena pues, empezó hace veinte años. Cuando todavía era demasiado pequeño para saber sobre la fragilidad de una mentira.
N/A Una nueva historia, espero sea de su agrado. Para más novedades estoy en facebook como Tamahara Chan (es una página) sí les gusta manden un review, créanme que dan muchos ánimos para seguir escribiendo.
