Disclaimer: Los personajes de Slam Dunk no me pertenecen.

Drabble, reto de LMF.

Kaede Rukawa. Personaje complicado, ¿Verdad? Tan serio, callado... Aunque muchos lo tachen de arrogante, a mí no me lo parece. Solo es un chico demasiado acostumbrado a la soledad, como bien indica el título del fic.

En fin, no os voy a entretener más con mis locas cavilaciones (?). Disfrutadlo.


SOLO.

Miró a su alrededor y solo vio cuatro paredes húmedas y desgastadas, a conjunto con un suelo lleno de charcos. Perfecto, estaba perdido.

Rukawa suspiró y se sentó en una caja de madera, al lado de un cubo de basura, y rezó porque el móvil tuviera cobertura. Se puso en contacto con su representante, y, mientras esperaba que le pasase a recoger, empezó a reflexionar.

Odiaba los EE.UU. Todo el mundo era muy distante en aquel país, y todavía no había conseguido hacer amigos. Mentiría si dijera que pensaba poco en Japón y en el Shojoku. Nunca había imaginado que echaría tanto de menos a aquellos críos descerebrados. Las peleas, incluso los gritos histéricos de sus animadoras, que tanto detestaba. Todo le venía a la cabeza en forma de recuerdo borroso.

Sí, vale. Ahora era un jugador de renombre, pero le faltaba algo. En su equipo cada uno miraba por si mismo, y jamás intentaban hablar con Rukawa. Es más, algunos le detestaban y ni siquiera le miraban a la cara. Se sentía muy solo allí.

De repente, oyó la estúpida melodía que emanaba de su teléfono móvil. Siempre se decía que tenía que cambiarla, pero nunca lo hacía. Con melancolía vio que el número reflejado en el teléfono pertenecía a Hanamichi Sakuragi. Él también se sorprendió la primera vez, pero hacía una semana que el equipo del Shojoku le intentaba localizar para saber donde vivía. Querían visitarle en las vacaciones de verano. Rukawa le dio a la tecla de colgar del teléfono y lo apagó. Nunca cogía aquellas llamadas. Tenía ganas de verlos, pero sabía que el sentimiento de soledad se acentuaría más cuando se marchasen. Y Rukawa no lo soportaría.

Apoyó la cabeza entre sus manos, y fijó la vista en la pared, meditando por enésima vez sobre su decisión de haberse marchado de Japón. No había sido lo correcto, pero ya no había vuelta atrás.

Estaba solo. Completamente solo.


¿Algún comentario al respecto? ¿Crítica constructiva? ¿O tomatazo directo? Todo dándole al GO.