Después de muchos años, regreso a este fandom. Espero que lo disfruten.
Los personajes de Naruto no me pertenecen.
Clandestino.
No era ninguna emoción del otro mundo, no era algo que tuviera que ver con algún tipo de fuerza oscura o jutsu maligno. Tampoco se trataba de algo que él pudiera controlar a su gusto como a su perro, ni muchos menos algo que él entendiera a la perfección. Se trataba de algo completamente nuevo, fuera de todo lo que le habían enseñado.
Sus sentimientos. Esos que le enseñaron a esconder, esos que le dijeron tantas veces, encerrara. Y así lo hizo.
Nunca dejó que cosas sin importancia contaminaran su mente, y pensando que estaba libre de peligro, empezó a fijarse en su compañera de equipo. Casualmente, sin algún tipo de confusión más que el simple hecho de preguntarse porqué se esforzaba tanto cuando el chico rubio estaba alrededor. O el porqué su timidez resultaba una enorme fuente de confianza interior cuando la necesitaban. Porqué su cara se tornaba de un color rojizo que resaltaba un poco su corto cabello azul al mencionar el nombre del chico antes mencionado.
Cosas sin demasiada importancia, se decía él.
Él, aunque no muchos se lo reconocieran, era un ninja brillante que sabía controlarse en ciertas situaciones. Así que siempre se mantuvo a raya con respecto a ella. Procuró pintar su raya invisible de donde no podría pasar, de la cual se permitíria cruzar sólo en muy determinadas ocasiones. Como darle una suave palmada en la espalda cuando sentía que estaba triste. Como sonreírle de manera sincera. Como apoyar su mano en el suave hombro tembloroso cuando estaba preocupada.
Como permitirse pensar en ella más de lo debido.
Y siguió así por mucho tiempo. Escondiéndose pero al mismo tiempo permitiendole a ella entrar dentro de sus pensamientos, de manera tenue, pero segura. Como un fantasma que se apegaba a su alma y que formaba una parte más fundamental que su fiel compañero. Su cariño era tan simple, puro y sencillo de entender, pero tan dificil de expresar y aceptar. Uno que él mismo transformaba en algo que debía esconder para no herir a nadie, y sobretodo para no descontrolarla a ella.
Pues él sabía que ella ya amaba a alquien más. Sabiendo que jamás llegaría a ser más que un simple personaje secundario en la historia de su vida, se permitió al menos formarse una especie de amor clandestino del cual luchaba por salir, pero no demasiado en serio. Un amor que nunca vería la luz pública, uno que hasta él mismo negaría con todas su ganas, escondiéndolo, ocultándolo.
Uno clandestinamente perfecto.
Corto, un poco enredado y algo fuera de la personalidad de Kiba, lo admito. Pero siento que no le hacen mucha justicia, siendo que él también tiene sus cosas buenas.
Muchas gracias por leer.
