Kuroko no Basket no me pertenece, simplemente los tomo prestados un rato para mis locas ideas :3

Parejas: GoMxKagami

Leve: HimuKaga y TakaKaga

Espero que les guste :')

Capítulo 1

¿Quien diría que solo unas simples palabras podrían destrozar completamente la vida de una persona en cuestión de segundos? La persona que dijo que las palabras dolían más que los golpes tenía toda la razón. Realmente duelen.

Confiar o desconfiar. Al escoger una de esas opciones abrías diferentes puertas, cada una con una sorpresa diferente, tanto buena como mala. Pero, la pregunta es ¿Cuál escoger?

Si confías, puede que escojas a la persona menos indicada y solo por ese simple error jamás puedas volver a confiar, pero si decides no confiar ¿cómo aprenderás sobre el mundo? ¿quién será el que te ayude con los problemas de la vida? Puede que digas que no es necesario la compañía, pero llegará un momento en que, aunque no quieras, la vida te mandara a alguien que te ayudará a superar las dificultades, solo debes esperar.

Para algunos es fácil brindar su confianza a todos, pero eso es porque aun no conocen lo que es una verdadera decepción, una traición de alguna persona que sea importante en sus vidas. Las personas que pasaron por eso son a las que llaman "desconfiados" pues una vez que los traicionan es casi imposible que vuelvan a confiar de nuevo, por miedo a ser lastimados otra vez. Por miedo a que sean apuñalados con palabras hirientes.

Kagami Taiga había conocido lo que es la traición, el dolor del engaño y las palabras hirientes, y lo peor es que lo provocaron sus queridos "amigos".

"Es solo una herramienta para ganar."

"Kagami-kun es demasiado inocente como para darse cuenta."

"Es nuestro pequeño juguete."

"Es un estorbo, ni siquiera se porque esta aquí-nanodayo."

"Es como una pequeña y linda putita personal." Los jugadores empezaron a reír, siendo callados por su capitán de equipo.

"Como sea, después seguiremos con esto. De seguro Taiga llegará pronto." — Lo que no sabían era que ya había llegado y había escuchado todo, pero con todas sus fuerzas forzó una sonrisa, saludando a todos y siendo correspondió con "sonrisas".

Dolor, era lo que sentía en todo el pecho.

—¡Tardaste mucho, Kagami-cchi! —dijo un rubio mientras hacía un puchero. Taiga se tragó su dolor y se disculpo por el retraso, pero lo que sorprendió a todos fueron sus palabras.

"Gracias por todo, pero vine a decirles que me iré del equipo."

¿Qué? Pensaron todos con sorpresa.

"¿Podrías explicarnos el porqué de tu repentina partida, Taiga?" preguntó un pelirrojo con heterocronía. Kagami intentó sonreír pero no duró mucho tiempo, por lo que apartó la mirada de sus compañeros.

"Yo... Ya no quiero jugar basketball." respondió con la voz rota.

"¿¡De qué estas hablando, kagami-cchi!? ¡Pero si tú amas el basketball! ¡Es en lo único que piensas!" gritó el rubio con preocupación.

"Es cierto. Tú amas el basketball tanto como amas las hamburguesas, Kagami-kun." Taiga sonrió con dolor, aun sin mirarlos. ¿Cómo podían ser tan descarados?

"Me di cuenta que esto no es lo que quiero. Si empecé a jugar fue por alguien a quien le tengo mucho cariño, solo eso, pero ahora...ahora estoy cansado, ya no quiero jugar." El pelirrojo jamás creyó que sería tan difícil guardar las lágrimas. Siempre odió a la gente débil, pero gracias a las palabras de sus compañeros se dio cuenta que el único débil era él.

Y también el más estúpido.

"¿Qué demonios estas diciendo? Acaso te golpeaste la cabeza antes de llegar, bakagami?" dijo un moreno con prepotencia, aunque en el fondo también estaba preocupado.

"Te pido que no me llames así, Aomine." Ahora si todos estaban sorprendidos. ¿Desde cuando Kagami había dejado de seguir el juego de -"quien puede hacer enojar primero a quien" de Aomine? ¿Y por qué no lo llamó Ahomine o Daiki?

"¿Te encuentras bien, Kagami-chin? ¿Quieres uno de mis dulces?" preguntó un pelimorado mientras se acercaba al pelirrojo. Cuando intento tocar la frente del más bajo fue apartado con brusquedad por él, quien lo miraba con frialdad.

"Me encuentro bien." dijo entre dientes Taiga. El pelimorado hizo una mueca pero no dijo nada, simplemente se apartó y miró con extrañeza al pelirrojo. Era la primera vez que Kagami lo trataba de esa manera, pues siempre había sido una persona muy amable y hasta cierto punto cuidadoso cuando se trataba de sus amigos.

"¿Qué es lo que sucede? Sabes que si pasa algo puedes decirnos, para eso somos un equipo." ¿equipo? El pelirrojo solo veía a personas que habían jugado con él como si fuera un pobre muñeco.

"No es nada. Simplemente no quiero que me toquen." Kagami los miró por primera vez desde que entró al gimnasio. Sintió como su pecho dolía al recordar las palabras de sus compañeros, pero eso no evitó que sonriera. "Gracias por todo."

Después de eso agarró todas sus cosas y se fue corriendo, dejando en shock a sus ex-compañeros.

"¡Espera, Bakagami!" gritó Aomine mientras salía del trance y comenzaba a perseguir al pelirrojo.

¿Qué demonios había pasando? Se preguntaron todos, hasta que el horrible silencio fue destruido por los rápidos pasos del peliceleste, quien había decidido alcanzar a Kagami y Aomine. Los restantes decidieron hacer lo mismo y siguieron al peliazul, quien se guiaba por los fuertes gritos de su compañero Aomine.

(...)

"¡Que te detengas, Bagami! ¡¿Qué demonios te pasa?" Kagami corría como si su vida dependiera de eso. Le había lanzado su mochila y su chamarra al moreno para ganar más tiempo —y lo había logrado— pero como era de esperarse, no lo detuvieron lo suficiente, por lo que ya estaba a pocos pasos de alcanzarlo.

"¡Taiga, te ordeno que te detengas en este momento!" Kagami al ver que los demás integrantes del equipo también habían ido a perseguirlo sintió una punzada de dolor en el pecho. ¿Por cuanto tiempo querían seguir mintiendo? ¿No sabían el daño que le hacían cada vez que fingían que realmente les importaba?

"No saben cuanto quisiera olvidarlos, porque se que aunque quiera y lo desee con todo el corazón no puedo odiarlos." pensó mientras se acercaba cada vez más a la puerta del instituto. Siguió corriendo lo más rápido que podía siendo seguido de cerca por todos sus ex- compañeros, quienes parecía que no iban a dejarlo escapar tan fácil.

"Atsushi, ponte en su camino." ordenó Akashi. El pelimorado asintió y empezó a correr más rapido, usando sus largas piernas para llegar antes que el pelirrojo. Al ver esto, Kagami decidió que su única salida era trepar la reja, por lo que sin que los demás pudieran adivinar sus movimientos, esquivó al pelimorado y se agarró de la parte alta de los barrotes, usando toda su fuerza para impulsarse y saltar por encima de ella, dando una vuelta en el aire y cayendo con gracia en el suelo.

"Debo agradecerle a Alex por haberme hecho practicar tantas cosas." se dijo mientras empezaba a correr de nuevo, dejando completamente sorprendidos a los chicos.

"¡Abre la maldita puerta que lo vamos a perder!" le gritó el moreno al pelimorado, quien seguía un poco sorprendido por lo que había hecho el pelirrojo. Acató las ordenes y la abrió, echandose a correr con los demás siguiéndole.

"¡Kagami-kun! ¡Por favor, espera!" gritó Kuroko mientras intentaba correr más rápido, pero no pudo pues ya casi llegaba a su límite. El pelirrojo siguió ignorando todos los gritos de los chicos y siguió corriendo, sintiéndose cada vez más cansado. Sabía que estaba perdido, pues ya casi lo alcanzaban y no sabía a donde ir o que hacer.

Hasta que vio su salvación.

"¡Tatsuya!" gritó al reconocer a lo lejos a un pelinegro que esperaba pacientemente en su motocicleta a que el semáforo cambiara para que pudiera avanzar. El nombrado volteó confundido y divisó a su amigo siendo perseguido por un grupo de chicos.

"¿Taiga? ¿Pero qué...?"

"¡Enciende la jodida moto!" gritó el pelirrojo desde lejos. El pelinegro entendió la situación y lo hizo. Se hizo para adelante y dejo un espacio considerable para su amigo.

"¡Corre, idiota!" le gritó al pelirrojo, quien sonrió y sacó fuerzas de quien sabe donde para empezar a correr más rápido, dejando una distancia cada vez más grande entre él y los chicos.

"¡Bakagami, detente ahora! ¡¿Qué mi*rda estas haciendo?!" gritó el moreno al ver como el pelirrojo subía a la moto de un desconocido y los dos se iban a toda velocidad, alejándose rápidamente de los chicos.

El grupo dejó de correr al ver que no tenían ninguna oportunidad de alcanzarlos. Todos estaban enojados, preocupados y — muy en el fondo— celoso. ¿Por qué se había ido del equipo? ¿Por qué había escapado de ellos de esa manera? Y lo más importante ¡¿Quién demonios era aquel tipo de la moto?!

"¡Maldita sea!" bramó el moreno mientras golpeaba lo que se encontraba en su camino. Akashi miró la escena con seriedad. No sabía que había ocurrido, pero se aseguraría de investigar que era lo que le pasaba a Taiga.

"Vamos, necesitamos volver para arreglar el gimnasio y mañana nos veremos en mi casa para ver que haremos con esta situación." dijo con seriedad. Nadie se atrevió a replicar y se fueron, preguntándose como habían llegado a esa situación.

(...)

"¿Estas bien, Taiga?" preguntó el pelinegro mientras veía como su amigo estaba sentado en su sillón con las pierna recogidas y su cara entre sus rodillas, mirando al vacío. Kagami lo volteo a ver por unos segundos, hasta que sintió como pequeñas lágrimas bajaban por sus mejillas. ¡Mierda, estaba llorando! ¡Que vergonzoso!

"Y-yo... Creo que debo irme, p-perdón por las molestias, y-yo..." No pudo seguir hablando pues un cálido abrazo lo envolvió completamente, haciendo que sus palabras murieran en su garganta. "T-tatsuya..."

"Ya, ya, pequeño tigre. Es hora de que dejes de hacerte el fuerte. No es justo que una persona cargue con tanto dolor ella sola, así que compartelo conmigo, sí? Para eso soy tu hermano mayor, tonto." Al escucharlo, Taiga empezó a llorar con fuerza, escondiendo la cara en el pecho de Tatsuya. ¿Por qué lo habían engañado de esa manera? ¿acaso siempre había sido un simple muñeco para ellos? Se sintió como un completo estúpido al pensar que podía llegar a ser alguien importante para ellos.

Y lo peor era que aun así los quería con todo su corazón.

Pero bueno, la cruel realidad es así. Siempre terminamos enamorados de lo peor, imaginando que todo será como un cuento de hadas perfecto.

Que estúpido se sentía.

"¡E-ellos me utilizaron, Tatsuya! ¡Me usaron! ¡Solo era su maldito muñeco, una puta, una broma! Todas esas palabras de "amor" que algunas veces me decían solo eran mentiras y y-yo... Yo me las creí ¡Me las creí como el idiota que soy! Me odio tanto, Tatsuya. Q-quiero olvidar estos sentimientos que lo único que hacen es h-herirme, lastimarme ¡realmente quiero hacerlo! P-pero no puedo, no puedo hacerlo...¿P-porque no puedo?" el pelinegro se sorprendió por las palabras de su hermano pero sonrió cálidamente, acariciando con ternura los cabellos del pelirrojo.

"Porque no se puede mandar al corazón, Taiga. Esa siempre es, fue y será nuestra mayor debilidad." Taiga siguió llorando en el pecho de su hermano hasta quedarse dormido, aun sollozando entre sueños.

"Solo quiero olvidarlos." fue su ultimo pensamiento antes de quedarse completamente dormido.

[~]

Espero que les haya gustado y perdón por hacer sufrir a nuestro hermoso tigre PERO es por su propio bien (?)

Bueno, ustedes decidirán si lo sigo o no.

Nos vemos luego! (Si quieren, si no pues no u.u)