Caminaba por las frías e iluminadas calles de Japón. El joven de cabello bicolor y diecisiete años se cubría del frío con una chaqueta de color negro. Vestía lo de siempre, pero su humor no era el mismo.

Esa noche no había dormido bien. Todo el día pasó normalmente, sus amigos, gracias a Dios no lo habían fastidiado, pero el extraño sueño de esa noche era el que lo tenía de mal humor.

¿Es que acaso fue desagradable? ¿Fue algo molesto? No, no lo era. Se trataba simplemente de algo que no podía descifrar, y eso lo perturbaba completamente.

En esos momentos, en los que caminaba sin rumbo por la ciudad, se dio cuenta de que se hallaba en un parque. De repente, escuchó un ruido, como de gente corriendo. Supuso que quizás era la gente que corría todas las tardes, pero con ese frío era algo muy raro.

Pronto pudo divisar bien a quien se acercaba. Era una figura extraña, vestida con un abrigo negro y una gorra del mismo color.

La figura corría hacia él, volteó hacia atrás y en un descuido tropezó frente a Kai.

La gorra cayó, y un hermoso y rizado cabello rubio cayó sobre los hombros de la chica.

Kai pudo ver también un par de ojos verdes. Los ojos más lindos que hubiera visto jamás. Aunque… le parecían conocidos.

La chica se alteró, volteó hacia atrás nuevamente, recogió la gorra y se dispuso levantarse cuando llegaron varios hombres y muchachos vestidos de negro y café y rodearon a la chica y a Kai.

"Lindsay, entréganos a la bestia" ordenó el chico que traía lentes, aparentemente el líder. Lindsay, este nombre le parecía conocido a Kai.

"!no no y no! se los he dicho miles de veces, no lo haré" respondió la dama rubia mientras se levantaba.

"no te pregunté si querías, te ordené que me la dieres."

"¿y desde cuando sigo tus ordenes?"

"a partir de ahora" dijo el chico, chasqueó los dedos, y todos los chicos apuntaron con sus beyblades.

"!no obedecí a Boris y mucho menos te obedeceré a ti ahora!"

¿Boris? ¿era posible? ¿esa chica era de la abadía Valcov? Kai no se lo explicaba, pero sentía la necesidad de auxiliar a la dama en apuros.

"déjenla en paz" ordenó el joven dueño del dranzer.

"¿y si no quiero?"

"no te pregunté si querías, te ordené que la dejarás en paz" respondió con un tono y una mirada amenazantes.

La dama no se explicaba por que un completamente extraño la ayudaba. Y en realidad no creía necesitarlo.

"oye niño, no necesito tu ayuda, yo puedo sola contra estos bribones, lo he hecho toda mi vida" vaya comentario para una chica tan bonita. Le molestaba bastante.

La chica de sus bolsillos sacó un beyblade de color rojo cual sangre.

Los demás lanzaron sus blades también y se desató una batalla de todos contra uno.

Lindsay parecía buena, pero no lo suficiente como para vencerlos. Kai, inconscientemente, lanzó su blade también.

"oye ¿Qué haces?"

"te ayudo"

"te dije que no necesitaba tu ayuda"

"¿acaso tengo que obedecerte o algo?"

"mph"

Kai se hizo cargo de algunos a los que eliminó fácilmente, y Lindsay acabó con los demás.

El líder ordenó la retirada y todos se marcharon, dejando a Kai y a Lindsay solos.

"te dije que no lo hicieras"

"no podía dejarte a ti sola."

"gracias" contestó sonriéndole. Pero acto seguido, ella se desmayó. Kai oportunamente la atrapó, e intentó hacerla reaccionar, pero no pudo. Ya anochecía, así que lo mejor era llevarla a su casa.

CAP 2

Lindsay se despertó. Estaba en una habitación bastante amplia y desconocida, temió por un momento, y se acercó a abrir una de las cortinas para ver hacia fuera y tratar de identificar el lugar.

Pronto se percató de que era noche ya. Se espantó más. De pronto escuchó la puerta abrirse, se volteó rápidamente, pero al ver que se trataba de Kai, se calmó un poco.

"veo que ya estás mejor" dijo Kai al verla despierta.

"sí, me encuentro bien. Gracias por ayudarme ¿dónde estamos?"

"en mi casa, te desmayaste y tuve que traerte, también vende tu pierna, estaba muy herida" Lindsay bajó la vista, y efectivamente, traía puestos unos vendajes en su pierna derecha. Fue por aquella herida que le hicieron esos sujetos en la pierna que se había tropezado.

"muchas gracias, a disculpa ¿cómo me dijiste que te llamabas?"

"no lo dije"

"lo siento, ¿podrías decirlo?"

"mi nombre es Kai"

"Kai, entiendo, mucho gusto, mi nombre es Lindsay" y al decir esto, mostró una sonrisa de lo más agradable, que hizo a Kai ponerse nervioso por un fugaz momento.

" dime ¿quiénes eran esos sujetos? ¿y por qué te perseguían?" aquella sonrisa se desvaneció, y esos ojos se bajaron y nublaron.

"ellos son beyluchadores rusos, me han estado persiguiendo durante años por que quieren quitarme a mi bestia bit."

"¿de donde conoces a Boris?"

"¿conoces a Boris?"

"si. Dime ¿cómo lo conoces?"

"pues… yo solía practicar en su abadía, pero escapé en cuanto se desintegró"

" ¿cómo llegaste ahí?"

"¿esto es un interrogatorio o qué? Escucha, te agradezco que me hayas ayudado, pero no puedo quedarme, corres peligro si estás conmigo, así que si por favor, me muestras la salida, me iré"

"bien, adelante"

Kai la acompañó hasta afuera. Comenzaba a nevar pero a ella no le importó, se fue tras darle las gracias nuevamente a Kai.

Kai no cenó esa noche. Aún recordaba la mirada triste y fría de Lindsay cuando le preguntó como había llegado a la abadía Valcov.

Decidió dormir temprano, así que se acostó.

Pero esa noche, aquel sueño lo acosaba de nuevo………

Se veía a sí mismo cuando niño, dentro de la abadía, en un lugar oscuro. De pronto una luz salía detrás suyo, y podía ver una figura de brillantes ojos verdes que estaba llorando al verlo. Luego Boris aparecía detrás de ella, y la niña se transformaba en una especie de demonio.

Ese demonio se acercaba a él y de pronto……….. Kai despertó.

Otra vez ese sueño ¿qué significaba? ¿qué?