A pesar de que gran parte de la vida Shinobi se rige con la ley de la supervivencia del más fuerte, también existen misiones con requerimientos que dependen más de la habilidad mental que de la fuerza bruta, y el espionaje es el dominante de este grupo. Dependiendo del éxito de este tipo de misiones será posible detener algún tipo de tragedia que va desde el asesinato de un líder político hasta la invasión de un gran país.

Atraves de los años las Kunoichis han sabido mantenerse como grandes favoritas para llevar a cabo este tipo de misiones, es por ello que desde muy jovenes han sido preparadas tanto física como mentalmente para llevarlas a cabo con éxito, ellas que cuentan con armas lo suficientemente hábiles para llograrlo y todo dependerá de la madurez y compromiso que está adoptará a lo largo de su entrenamiento Shinobi ...

.

- ¡ME IMPORTA UN DEMONIO LO QUE DIGA ESE CONDENADO LIBRO TEMARI!- Shikamaru gritó al mismo tiempo que arrebata el libro de las manos de su esposa que tan "amablemente" leía para él - ¡Te digo que no lo harás y punto! -

Shikamaru sabía, que de no estar tan enojado su instinto de supervivencia nunca le habría permitido realizar semejante acto, no al menos si quería evitar una muerte segura a mano de su mujer.

- Y yo te repito que no te estoy pidiendo permiso – habló con calma la rubia mientras se dirigía a la cocina para empezar a preparar la cena –

Shikamaru dudó un momento en seguirla, a pesar de que su mujer se mantuvo tranquila durante ese pequeño intercambio de palabras sabía que ese estado no duraría mucho tiempo, sobre todo cuando ninguno de los dos tenía la intención de ceder. Suspiró amargamente mientras se encaminaba a la cocina, sabía que el asunto terminaría muy mal para alguno de los dos pero tenía la ligera esperanza de que por una vez en la vida su esposa se dignara a escucharlo y comprender su punto.

El cuchillo golpeando madera fue el unico sonido que escuchó al ingresar en la cocina, Temari se encargaba de cortar los vegetales que utilizaria para la cena con demasiada fuerza para hacerle entender al Nara que no estaba de humor para seguir dialogando con él, pero Shikamaru no tenía mas opción que seguir defendiendo su postura.

- Estoy hablando en serio Temari ¡No quiero que lo hagas!–

- ¿Ah sí? ¿Y que hay con lo que yo quiero? - Shikamaru vió como su mujer dejó a un lado las verduras que previamente cortaba para enfrentarlo, una clara señal de que comenzaba a perder la calma – ¡Me prometiste que cuando Dai creciera un poco podría volver a las misiones! –

- Ya lo sé problemática y créeme que no tengo nada en contra de que regreses a ejercer como Kunoichi –

- ¿Entonces cuál es tu problema? - La mujer le preguntó furiosa a su marido, perdiendo la calma con la que había comenzado a dialogar - ¿ Porque me haces esto cuando por fin tengo una misión después de tanto tiempo? –

- Temari sabes de antemano el problema que tengo con esta misión –

- Es una simple misión de espionaje ¡Por kami Shikamaru! Sabes perfectamente que he estado en misiones consideradas suicidas y he salido victoriosa –

- ¿ Tengo que recordarte que tu misió es "sacar" información al líder de unos bandidos ? –

- ¿ Y yo tengo que recordarte que esos bandidos tienen información confidencial de todas las aldeas que atacaron? ¡Información que solo alguien de importancia y con estrecha relación con esas aldeas tendría! -Temari notó que su marido no tenía la intención de debatir su argumento y eso la insitó para que volviera a intentar llegar a un acuerdo con él, necesita que que Shikamaru entendiera la situación como el ninja de élite que era y no como él crio inmaduro en el que repentinamente se había convertido - Sabes que hay una alta posibilidad de que sea algunos de los países integrados a la alianza quien esté tras estos crímenes -

La rubia habló nuevamente con calma para tratar de tranquilizar a su esposo, y es que a pesar de lo mucho que odiaba la actitud machista de Shikamaru, en esta ocasión podría entenderlo un poco; ella misma tembló de horror cuando le dieron los detalles de la misión e incluso llegó a sentirse incapaz de llevarla a cabo, pero escuchar decir al hokague que el asunto era tan delicado que no podría confiar en nadie más la hizó sentir muy orgullosa y no tardó en sentir la adrenalina corriendo por sus venas.

Era una Kunoichi despues de todo, un Shinobi que a pesar de disfrutar la tranquila compañia de su familia llevaba años ansiando regresar a la acción. Pero se había encargado de que su marido se mantuviera ajeno a esa necesidad en ella y tal vez por esa razón Shikamaru era incapaz de entenderla en estos momentos .

- Shikamaru sé que he estado fuera de forma durante el tiempo que estuve ausente de las misiones pero no tienes porque procuparte - La mujer habia optado por sujetar el rostro de su esposo con ambas manos para que el no pudiera evitar su mirada, sabía lo debil que era ante ella y no dudaría en utilizarla para lograr disuadirlo - A pesar de lo serio que suena la misión es demasiado simple, recuerda que tengo prohibido luchar o realizar cualquier acción que ponga ante aviso al posible traidor, la información la debo obtener de forma sutil y nada sospechosa-

- ¿ Por qué no lo dices cómo realmente es? – el hombre volvió a elevar el tono de su voz alejandose de las manos de su esposa y sin tratar de ocultar su molestia – Obtendrás esa información seduciéndolo, ¡esa misión de espionaje no es más que una vulgar misión de seducción! –

- ¡LO ÚNICO VULGAR AQUÍ ES LA FORMA EN LO QUE LO DICES! -

En ese momento Temari decidió que utilizar recursos pacíficos no serian suficintes para logra su objetivo, y de no haber sido interrumpida por una tranquila vocecilla le hubiera gritado sus verdades al hombre frente a ella.

- ¿Seducción? ¿ Qué es eso? –

El matrimonio dirigió su vista hacia la entrada de la cocina donde pudieron apreciar a su pequeño de cinco años mirándolos con la más pura curiosidad que un niño pudiera tener. Fue en ese preciso momento que Shikamaru se maldijo por no haber controlado su tono de voz, estaba seguro que Dai llevaba escuchando desde hace mucho rato pero al ser su hijo tan calmado y tranquilo no había reparado en su presencia hasta que lanzó aquella pregunta.

- ¿Qué es Papi? –

Shikadai se había acercado hasta su padre mientras lo miraba con ese par de ojos tan profundos, el hombre supo que su hijo no se iría hasta obtener una respuesta así que rápidamente se puso a buscar alguna explicación convincente que no dañara la moral de su pequeño, justo en ese momento observó cómo su mujer se acercaba a su hijo para cargarlo y respiró de alivio al pensar que Temari lo salvaría llevándose al niño a otro lugar.

Nunca pensó que su mujer tuviera otras intenciones, como por ejemplo contestarle al niño.

- Es un arte Dai, un arte que si se aprende y desarrolla correctamente puede convertirse en el arma más poderosa que se pudiera tener –

- ¿ En serio? – desde donde estaba parado Shikamaru observó cómo los ojos de su hijo brillaban de pura emoción y supo que lo peor estaba por llegar.

- Así es hijo, con este arte todas las mujeres somos capaces de lograr que cierta persona obtenga una sensación de confianza ante nuestra presencia y logramos que haga todo lo que deseamos –

- ¿Los hombres no pueden hacerlo mamá? – Comentó el menor con desilución en su mirada.

- Tristemente son muy pocos los que pueden lograrlo, al menos aquí en Konoha creo que el único capaz es el papá de Sarada- Temari sabía que era un golpe bajo para su esposo escucharla decir aquellas palabras, pero de alguna manera tendría que hacerle pagar por el coraje que le estaba haciendo pasar, verle gruñir fue una hermosa manera de confirmar que su provocación dió resultado.

- Mami ¿Crees que yo también pueda? –

- ¡Mi niño! Con lo hermoso que estás es casi imposible que no lo logres, además con esos ojos que me heredaste serás capaz de hacer caer a quien tú quieras –

- ¿De verdad? –

- Por supuesto, pero eso será cuando crezcas, por ahora vete a jugar –

- Esta bien –

El pequeño se bajó de los brazos de su madre para salir corriendo rumbo a la sala donde minutos antes jugaba alegremente. Shikamaru espero a que su hijo desapareciera totalmente de su campo de visión para volver a dirigirse a su esposa, la cual había vuelto a darle la espalda mientras retomaba los preparativos de la cena.

- Escucha Tem – comenzó el hombre mientras llevaba una de sus manos hacia su frente tratando de relajarse un poco, necesitaría de mucha calma para lograr llegar a un acuerdo con esa mujer – No me molesta que vuelvas a tomar misiones , es solo que no creo que está en específico sea adecuada para ti –

- ¿Disculpa? – La mujer nuevamente pospuso su tarea culinaría aunque siguió dandole la espalda a su marido, shikamaru vió esto como una señal de que su mujer tenía interes en escucharlo así que no dudó en continuar con el debate que había generado.

- Creo que lo correcto es enviar a alguien relacionado en este tipo de misiones, Ino por ejemplo ya tiene mucha experiencia en esto, creo que sería bueno que fuera ella quien la realice, en cuanto a tí te aseguro que no tardaré en encontrarte una misión digna de tus habilidades –

Shikamaru se sentía un completo bastardo al inmiscuir a su amiga-casi hermana- en este tipo de situaciones, pero se estaba quedando sin opciones y de alguna u otra manera tenía que evitar que su mujer estuviera en contacto con ese malnacido; además a Ino parecía gustarle este tipo de misiones y a Sai parecía no importarle, por lo que le pareció la mejor solución al problema.

- ¿Dices que Ino puede hacerlo mucho mejor que yo? –

- Hai –

Antes de que su cerebro procesará el error que había cometido se dió cuenta como era sujetado fuertemente del cuello de su camisa, y como si el hecho de ser casi asfixiado no fuera lo suficiente terrorífico encontrarse con esos amenazantes ojos mirando fijamente a los suyos casi lo mata del susto.

- ¡ESCÚCHAME BIEN PEDAZO DE IDIOTA! - La mujer escupió con odio aquellas palabras sin importarle si su pequeño sería capaz de escucharla – admito que no tengo ni la belleza ni los atributos de tu amiguita, pero soy lo suficiente atractiva e interesante para conquistar a cualquier hombre que me proponga –

- Yo no ...

- ¡Y TE LO VOY A DEMOSTRAR A TI Y A CUALQUIER OTRO IMBÉCIL QUE SE ATREVA A DUDARLO!

Después de eso la mujer lo lanzó con la suficiente fuerza para que el hombre quedara estampado contra el suelo, Shikamaru aún estaba aturdido por el golpe que su trasero había recibido cuando su esposa volteó a verlo una última vez con la misma mirada de odio de hace unos momentos.

- Saldré mañana a primera hora, tu madre se quedará con Shikadai durante el tiempo que esté fuera ¡Y me importa un demonio si estás de acuerdo o no! – después de eso salió de la cocina aporreando la puerta para dirigirse a preparar su equipaje.

Le costó un par de minutos reaccionar a todo lo que había sucedido, al final se dió cuenta que convencer a su mujer era más que imposible y que no le quedaba más opción que utilizar su última recurso, por más problemático que el asunto le resultara. Pero antes de comenzar con sus planes tendría que hablar con dos personas por lo que levantarse del frío suelo era más que necesario.

Salió de la cocina para dirigirse hacia la puerta principal pero cuando cruzó por la sala fue capaz de escuchar una tierna vocecita que le hablaba.

- ¿ Vez Papi? Si dominaras el arte de la seducción hubieras sido capaz de convencer a mami –

A pesar de haber escuchado los últimos minutos del conflicto de sus padres,Shikadai seguía tranquilo en el suelo de la sala jugando con sus peluches de ciervos, pareciera que los gritos de Temari y la desesperación de Shikamaru le importan menos que la escasa capacidad de seducción de su progenitor.

Shikamaru dió un chasquido antes de voltear a mirar a su hijo.

- Mendokusai, si no lo dominará tú no habrías nacido –

Salió de su hogar lo más rápido que pudo sin importarle las dudas con las que había dejado a su hijo.


El Rokudaime Hokage se encontraba encerrado en su oficina trabajando en una serie de tratados sobre el comercio y seguridad entre las cinco Naciones, la tarea le parecía aburrida y bastante fastidiosa pero era su deber como líder de la aldea hacerse cargo. En realidad este tipo de deberes no siempre eran tan pesadas gracias al apoyo de su consejero, que dicho sea de paso era bastante eficiente, era una verdadera pena que gracias a una diferencia de ideas no contará con su apoyo.

Estaba tratando de ignorar el repentino dolor de cabeza que comenzaba a torturarle cuando escuchó unos golpeteos en la puerta pidiendo consentimiento para ingresar a su oficina, el Hokage dió rápidamente la autorización para que la persona en cuestión entrara y lo distraerá lo suficiente para olvidarse por un momento de los documentos en sus manos. Grata fue la sorpresa para Kakashi ver a su consejero entrar de nuevo al centro de trabajo, aunque se aseguró de disimular la sonrisa de alegría tras la máscara.

- Justo a tiempo Shikamaru, necesito que me ayudes a organizar todo este desastre - al ver que no obtuvo ninguna respuesta de su parte se permitió alzar la vista para mirarlo, lo encontró con una mirada sería y el ceño fruncido – Etto ... no me digas que sigues enfadado conmigo –

El Nara únicamente se dedicó a suspirar antes de responder.

- Sigo sin estar de acuerdo con esto –

- Ya habíamos llegado a un acuerdo –

- No, usted y Temari llegaron a un acuerdo mientras me ignoraban-

- Shikamaru...

- ¡Hay muchas otras kunoichis disponibles! Ademas de que el punto de encuentro de los supuestos traidores se encuentra en una aldea de la roca ¿Por que el viejo Onoki no es quien se encarga del problema en primer lugar? –

- Aparentemente esos bandidos estan muy bien informados de los nombres y habilidades de los shinobis de la roca, han podido evidarlos cada vez que estan apuntos de atraparlos y fue por eso que se solicitó la coperacion de un shinobi perteneciente a otra aldea que no llamara tanto la atención -

- ¡Si claro! Que mejor que la hermana del kazegake para pasar desapercibida -

El peliplata se encontraba muy divertido por la situación y estaba muy lejos de sentirse ofendido por el sarcasmo con el que su consejero le hablaba. Llevaba años tratando de que Shikamaru no lo tratara con tanto formalismo pero los tontos modales del Nara siempre se lo impedían, si hubiera sabido antes lo mal que esta misión le caería hace mucho tiempo que le hubiera encargado a Temari este tipo de tareas.

- Ese es uno de los principales motivos por la cual fue seleccionada - Le respondió el peliplata con seriedad, por muy divertida que la situación le pareciera debía hacerle entender a Shikamaru que la decisión estaba tomada - Todo el mundo Shinobi está enterado de que la hermana del Kazekage se retiró poco tiempo después de contraer matrimonio con el líder del clan Nara de Konoha, dudo que alguien llegará a contemplar su presencia en el lugar de la misión -

Shikamaru gruñó ante los nuevos argumentos del Hokage, él sabía muy bien la importancia de llevar con éxito la misión y también sabía, muy a su pesar, que Kakashi tenía razón, Temari era la mejor opción para garantizar el éxito de la misión pero eso no impedía que su faceta de marido celoso emergiera

- Shikamaru, sabes lo delicado del asunto y por eso soy incapaz de confiar en alguien más que no sea Temari ¡Vamos hombre! estamos hablando de un posible traidor dentro de la unión-

- ¡Lo sé! es solo que creí que me tendría algo de consideración -

- No puedo darle a Temari un trato especial en las misiones solo por ser la esposa de mi consejero, eso sería abuso de poder y aunque no lo creas no soy tan descarado –

El Nara suspiró con resignación al darse cuenta que las cosas estaban saliendo como pensó, el supo desde el instante que salió de su casa que no lograría disuadir a Kakashi sobre el asunto pero no perdía nada con intentarlo, afortunadamente aún contaba con un as bajo la manga y había llegado el momento de usarlo.

- Bueno, si no hay más opción permítame al menos pedirle un favor –

- ¿Un favor? –

- Dígamos que es una medida extra para garantizar el éxito de la misión – Shikamaru observó por un momento como el Kakashi arqueaba sus cejas por la repentina solicitud, pero no tardó en relajar su expresión para comenzar a reírse sonoramente.

- No puedo creer que pongas en juicio las capacidades de tu esposa, tu mejor que nadie debe saber que es lo suficientemente fuerte e inteligente para llevar a cabo cualquier misión que se le asigne, además no hay que olvidar lo hermosa y atractiva que es y eso, por mucho que te moleste, le será de gran utilidad en esta -

- Aun así, insisto – shikamaru declaró caso gruñendo, justo como había mencionado el hombre frente a él, sabía muy bien las cualidades que su esposa tenía pero a nadie le gustaba que un pervertido de primera adicto a los libros del maestro Jiraiya piropeara a su mujer de semejante manera.

- Supongo que lo mínimo que puedo hacer por ti es escucharte, así que dime ¿ Qué planeas Nara? –


Temari se había levantado muy temprano para partir rumbo a la misión que se le había asignado el día anterior, en ese momento el Hokage se había encargado de darle todas las indicaciones necesarias para llevar a cabo su trabajo por lo que podía salir inmediatamente de la aldea para comenzar su viaje. Mentiría si dijera que no estaba emocionada por realizar nuevamente está rutina pero al mismo tiempo se hallaba nostálgica por estar algunos días lejos de casa, de su hijo y de su estúpido marido.

De su familia.

Se regaño mentalmente por la dirección en la que se encaminaban sus pensamientos mientras se repetía a sí misma que su familia era Shinobi y por lo tanto su pequeño debía empezar a acostumbrarse a este tipo de situaciones, y obviamente su marido también.

Bajó las escaleras mientras se preparaba para despedirse de las personas que la esperaban en la sala, pero en cuanto llegó no pudo evitar sentirse decepcionada de encontrarse con dos personas en vez de tres. Era cierto que tras su intercambio de palabras la noche anterior ambos se encontraban muy indignados el uno con el otro pero esperaba que su marido fuera capaz de tragar su orgullo para despedirse de ella, su querida esposa a la cual no vería por unos cuantos días por cumplimiento de su deber.

El pequeño gimoteo de su pequeño la hizo olvidarse del resentimiento hacia su esposo para concentrarse en tranquilizar a Shikadai, el pequeño se hallaba aferrado fuertemente a la falda de su abuela en un intento por reprimir las traicionera lágrimas que comenzaban a salir de sus ojos. Temari había anticipado este comportamiento en su hijo y había decidido darle un sutil regaño para que comenzara a familiarizarse a este nuevo cambio en su vida, sin embargo ver a su pequeño en este estado la llenó de ternura y ¿ por qué no? También algo de culpa.

Sin perder tiempo se lanzó a abrazar a su pequeño para consolarlo un poco, notó como Shikadai no pudo seguir guardando sus lágrimas por más tiempo y simplemente se dejó llevar mientras se aferraba ahora al cuello de su madre. Temari se permitió disfrutar de ese abrazo por un par de minutos antes de reunir todas sus fuerzas internas para separar a su hijo con delicadeza, después procedió a limpiarle las lágrimas del rostro para finalmente besarle la frente.

- Mami es una Kunoichi excelente ¿ Lo sabes verdad? – la rubia recibió un pequeño asentimiento como respuesta – por eso es que tengo que realizar está importante misión, y podré hacerlo tranquila sabiendo que te portarás bien en mi ausencia sin que no le causes problemas a tu abuela y tu padre ¿ Puedes hacerlo verdad? –

- Si – el pequeño contesto con la mirada baja, una clara señal de que nuevas lágrimas comenzaban a adornar su rostro.

- Puedes irte tranquila que yo me encargo de estos vagos – trató de tranquilizarla su suegra, Yoshino entendía muy bien cómo se sentía Temari en estos momentos, después de todo también fue una Kunoichi que tuvo que dejar a su hijo al cuidado de otra persona par ejercer una misión.

- Se lo agradezco – Temari se puso de pie para abrazar a su suegra, se sentía tranquila al saber que al menos ella la apoyaba en su decisión de haber aceptado este trabajo.

La rubia volvió a acercarse a su pequeño para darle un último abrazo, irse de casa sin su hijo estaba siendo más difícil de lo que creyó pero se convenció a sí misma que esa agria sensación era temporal, que la misión terminaría tan pronto que su pequeño no notaría su ausencia.

Con ese hilo de pensamiento se dirigió a la salida de su casa para emprender el viaje hacia su objetivo, repasaba mentalmente todos los detalles de la misión mientras fingía que no escuchaba el doloroso llanto que había surgido cuando cerró la puerta.

.

Continuara ...


¡Muchas garcias por haber entrada aquí!

La verdad es que había escrito esta historia como un one shot hace un par de meses pero no me gusto como había quedado, no queriendo descartar la idea decidí editarla completamente y hacerla un poco mas larga. Me gustó el resultado de este primer capítulo, pero me demoré bastante en terminarlo gracias a que las cosas en el trabajo se estan poniendo pesadas por las fechas decembrinas.

Había planeado no publicarla hasta tener los tres capítulo concluidos pero eso me costaría bastante tiempo y la emoción por tener el capítulo terminado pudo más que yo.

Espero que la historia haya sido de su agrado, y saben que cualquier comentario será bien recibido.

Saludos