Los personajes le pertenecen a Kishimoto, el creador del manga de Naruto.

Diálogos — Bla, Bla, Bla —

Pensamientos "Bla, Bla, Bla"

©Ares-sama

Importante:Leer las notas de autor al final del capítulo.

Summary: Aquellos destinados a heredar el liderazgo de sus clanes deben entender que el honor y el deber son la mayor prioridad, quienes saben ello entenderán que la felicidad es solo una ilusión. Hinata comprendió que el pelirrojo nunca la lastimaría, Sakura deseaba nunca tener que crecer. NXH, SXS parejas canon. Naruto pelirrojo.


Capitulo I

Los Uzumaki

Naruto nunca entendía, era joven cierto, pero debería comprender el significado de pertenecer a un clan. Realmente aquello era demasiado confuso para su pequeña mente de solo cuatro años, el solo quería salir a correr, divertirse con los demás pero sobre todo deseaba tanto poder abandonar el recinto de los Uzumaki.

Su madre nunca se lo permitía, se molestaba demasiado cuando lo hacía, las pocas veces que había conseguido escapar noto lo grande que era la aldea donde vivía, era enorme y sobre todo los rostros de los Hokage se convirtió prontamente en su lugar preferido, hizo todo lo posible, llegando al límite para su joven edad para llegar a la cabeza de su padre.

Él era Naruto Uzumaki, el hijo del cuarto Hokage el héroe más grande que toda Konoha había tenido. Y la visa, cuando estaba en la cabeza de su padre podía verlo todo, y vio el pequeño barrio de su familia y se molestó. ¿Por qué tenía que estar encerrado? Qué importancia tenía que él era el heredero del clan de su madre. Se preguntaba si los demás clanes también encerraban de esa forma a sus hijos.

Y era en ese montículo de piedra tallada, donde su madre nunca se molestaba o le gritaba por sus actos, se sentaba en silencio y lo abrazaba, eso ponía muy feliz a Naruto. Su madre Kushina era una mujer hermosa en su opinión, su cabello era definitivamente el más bello de todas las madres de Konoha y quien dijera lo contrario sentiría su ira ttebayo.

Su madre siempre le decía lo mucho que lo amaba, le preparaba un gran plato de Ramen cuando estaba triste, y en las noches frías o aterradoras le permitía dormir junto a ella. También le regalo a Rana-chan, su pequeño peluche verde con forma de rana aunque su madre le repetía constantemente que era un sapo, pero para Naruto no había diferencia alguna.

Entonces, porque su madre se molestaba tanto cuando abandonaba el recinto de su familia, acaso era tan malo que lo hiciera que su bondadosa madre cambiara.

—Escúchame bien Naruto, porque quiero que nunca lo olvides —

Naruto alzo la mirada a su madre, ya sabía que vendría, un fuerte regaño, una reprimenda sobre sus actos. El joven Uzumaki no quería sentirse realmente de esa forma, a veces sentía que era un pésimo hijo pero solo quería tanto poder divertirse.

Aun así Naruto miro a su madre, tenía una mirada derrotada y preocupada pero esa sinceridad en sus ojos que hizo que la mirara atentamente dispuesto a darle toda su atención, a sus cuatro años era demasiado difícil para un niño quedarse quieto y menos si era uno tan hiperactivo como este.

—Somos un clan pequeño y pobre, a pesar que tu padre haya sido el Yondaime Hokage, no significa que hayamos tenido mucho, la mayoría de nuestra gente es huérfana y he tenido que ser una madre para muchos de ellos, pero tú eres mi hijo, mi heredero, eres el bisnieto de Mito Uzumaki, y el tataranieto de Ashina Uzumaki, eres el… —

Naruto no entendía nada de ello, eran solo nombres y en su pequeña mente solo recordaba viejas fotos de los ancianos que mencionaba su madre. Cuando Kushina miro la gran mirada de confusión y a la vez que una pequeña jaqueca iba a generarse pronto en su hijo se detuvo, tal vez debería buscar otra manera de cómo explicarse, Naruto era demasiado pequeño.

—Naruto, en el mundo Shinobi aquellos que nacen en un clan tienen muchos privilegios, pero deben entender que tienen una clan responsabilidad que no siempre te dara felicidad cumplir además lamentablemente a pesar que naciste en un clan, no somos ricos o de muchas tradiciones y no tenemos el respeto de otros clanes como debería ser —

Naruto seguía sin entender, claramente el tema no le estaba gustando y mucho menos en la dirección que iba, sería otra prohibición de seguro.

—Oka-san, no comprendo —

Kushina suspiro con lentitud, era un caso perdido, tal vez cuando creciera intentaría explicárselo.

—Solo entiende una cosa, nunca confíes en nadie que no pertenezca a esta familia, los Uzumaki solo podemos contar con otros Uzumaki ¿entiendes? —

—Pero Oka-san… —

— ¡Entiende Naruto!, la familia esta primero, tu clan esta primero —

—Oka-san, ¿Qué hay de Otu-san? Él no era un Uzumaki —

Kushina abrió los ojos con fuerza, palabras que la hirieron profundamente, como explicar, como decirle a su pequeño y amado hijo.

—crees que me case con tu padre por amor —

Naruto no comprendió pero se alejó de su madre, esas palabras no le gustaban, que quería decir, no entendía. Rápidamente Kushina vio la reacción de su hijo y se lamentó de pronunciarlas, Minato no se las merecía, su hijo tampoco. No, nadie las merecía, a pesar de todo fue muy feliz con Minato.

Antes que su hijo comenzara a correr de ella, Kushina lo atrapo en un fuerte abrazo, enterró su cabeza en los cabellos rojos de su pequeño, rojos como los de ella y agradecía en silencio por ello, si hubieran sido rubios de seguro nunca podría olvidar el amor de Minato, ese amor tan ciego que deposito en ella.

— ¡Lo siento!, si ame a tu padre, este me amo a mi como nadie más pudo haberlo hecho, fuimos muy felices, créeme si tu padre estaría aquí de seguro te diría lo orgulloso que esta de ti —

Naruto no dijo nada, solo abrazo a su madre. Por alguna razón su alegre madre estaba llorando.

—Oka-san —

—Shh, mi pequeño Naruto, mama siempre estará aquí para ti, siempre —

Ella siempre estaría.


— ¡Felicidades! —

Fue un fuerte grito proveniente de la casa de Kushina, había aproximadamente unas diez personas presentes, la mayoría eran pequeños, niños de la edad cercana a Naruto, todos gritaban de felicidad, tenían pequeños sombreros en sus cabezas, eran los mismos de hace unos meses cuando cantaron el feliz cumpleaños a Karin-nechan. Pero a nadie de los presentes parecía impórtales.

Naruto siempre suponía que en todas las familias esas cosas debían guardarse, además de eso para que botarlas, aunque había visto demasiado de los adornos en muchos cumpleaños, se podría ver los nombres tachados de casi toda la familia en las pancartas, eran finas decía su madre y eran dignas de cada ocasión. Tampoco entendía las lágrimas de algunas de las mayores, sobre todo porque cuando Naruto pregunto le dijeron que era de felicidad.

Era Fusō Uzumaki quien no paraba de llorar, gritaba con alegría lo orgullosa que estaba de su hijo. Nagato-nissan, reía con nerviosismo mientras intentaba librarse de los abrazos embarazosos de su madre.

—Kushina-sama, puede creerlo, mi pequeño Nagato ya es un Chunnin —

Kushina asentía mientras comenzaba a partir las porciones del pastel. Un pequeño pastel de chocolate, había sido preparado esa misma mañana. Todos habían ayudado, claramente Naruto fue enviado a entretener a Nagato para que no descubriera la sorpresa preparaba. Claramente también parte del plan era deshacerse de Naruto y sus pequeñas manos las cuales no podían estar demasiado tiempo alejadas de las cosas dulces.

—Son grandes noticias para el clan —

—Tienes razón Honoka-chan, esto traerá gran honor al gran, nuestro pequeño Nagato con tan solo diez años, ya es todo un Chunin —

Naruto miraba a las mujeres mayores interactuar, otra vez hablaban del clan, acaso un clan era tan importante. Fusō era la madre de Nagato, Honoka tenía casi la misma edad de Nagato y según su madre se esperaba que ambos entrelazaran sus vidas cuando llegaran a la edad suficiente.

Naruto no comprendía ello, era claro que Nagato-Nissan le gustaba la chica de extraño cabello morado, pero cuando preguntaba sobre eso el solo decía que Yahiko la protegería.

A Naruto no le agradaba Yahiko, hacia poner triste a Nagato. Pero Naruto tampoco entendía que importancia tenía entrelazar sus vidas con una niña, las niñas tenían piojos o eso decían los niños en la calle cuando escapaba de su casa para ir a jugar con ellos.

Naruto miro la porción de torta que le había tocado y sonrió en silencio, era la más grande como siempre pero era esa no era su fiesta. Su madre llevo su dedo a sus labios indicando que guardara silencio.

Pero Naruto no le gusto algo, porque solo Karin, Tayuyá, Honoka, Nagato y el tenían pastel. Su madre, no tenia y eso no le gustaba, tampoco Fusō-san o la madre de Karin-nechan.

Si partía su porción de pastel estaba seguro que su madre también podría comer, pero cuando intento hacerlo fue detenido rápidamente por la mano de una recién llegada Sēramu, era una mujer extraña en su opinión, tenia el cabello tan rojo que muchos decían que era sangre, pero eso no era lo extraño según Naruto, era su comportamiento tan estricto, siempre hablando de las tradiciones y maldiciones contra los demás clanes.

—Mi pequeño Naruto, no debes preocuparte, Oka-san ya está algo grande para comer pastel como ustedes niños —

Oka-san está mintiendo fue lo que pensó Naruto. mientras Sēramu soltaba la mano de Naruto.

A sus cuatro años Naruto no le agradaba Sēramu, de toda su familia esa mujer era demasiado desagradable.


Cuando Naruto tenía seis años comprendía que todos lo miraban con odio. Las personas de la aldea intentaban no ser demasiado directas, pero era imposible que escondieran sus intenciones.

Naruto no le gustaba, no comprendía por que se comportaban de esa manera, pero sobre todo quería entender por qué eran tan fríos, indiferentes y si no fuera porque siempre estaba acompañado de alguien de su familia, no dudaba que sería atacado.

Cuando pasaba entre más multitudes las miradas se hacían más intensas. Quería devolverse a su casa, tal vez no debió haber salido ese día, pero era la celebración de la mayor victoria de su padre. El día en que Minato Namikaze derroto al poderoso demonio, el bijuu de las nueve colas.

Su padre era un héroe, siempre estuvo orgulloso por eso. Esperaba algún día ser un Hokage igual a este. Cuando decía su sueño a su madre, sonreía con tristeza, le recordaba que solo debía confiar en la familia.

Que quería decir ella con eso, Naruto ya no era el niño de cuatro años, ahora tenía siete, a pesar de las constantes burlas de sus compañeros de academia estaba seguro que no era tan tonto como ellos decían. Era solo que las clases se le hacían demasiado aburridas y buscaba cualquier cosa para distraerse.

En su opinión los demás eran los tontos, claro que si ttebayo.

—Naruto-san, no se aleje mucho —

El pequeño Uzumaki levanto la mirada para ver a Nagato correr detrás de este, sin darse cuenta se alejó del grupo. Naruto no le agradaba que ahora Nagato le dijera "san"; pero fue literalmente obligado por su madre y la madre de este. Algún día seria el líder del clan.

¿Por qué debería ser el líder? Naruto no comprendía, Nagato-nisan era mucho más fuerte que él, incluso podría jurar que era más fuerte que el hermano del teme, Sasuke Uchiha siempre le restregaba que era mejor en todo, no había cosa que le molestara más cuando comenzaba hablar sobre el gran y genial Itachi. Nagato podría patearle el trasero a Itachi de eso estaba seguro.

—Lo siento, Nagato-nissan —

Nagato suspiro, Naruto nunca iba a dejar de llamarlo de esa manera pero le gustaba, siempre le había encantado.

Detrás de Nagato venían los demás pequeños, una eufórica Karin que quería recorrer todo el festival, Honoka que intentaba decirles cómo seguir las reglas y lo importante del comportamiento. Claramente nadie la escuchaba, al menos daba esa impresión pero estaba siempre la pequeña Sāra, ella era la menor de todos pero demasiado enfermiza, fue una suerte que Kushina le permitiera asistir al festival. Por qué de seguro la madre de Sāra, Sēramu hubiera estado totalmente en contra de ello.

Faltaba alguien entre los presentes.

—Nagato-nissan, ¿Dónde está Tayuyá-nessan? —

La expresión de Nagato hubiera sido divertida y en realidad lo fue por que Sāra se rio con fuerza, Karin solo sonrió con malicia al ver como no estaba su molesta prima, mientras que Honoka estaba mirando en todas las direcciones buscando el primer escándalo o problema que se presentara.

Y lo encontraron.

—Te digo que me estas robando —

Fueron las palabras de la Uzumaki al vendedor de flautas, no le agradaba como iba toda la discusión.

Nagato se puso delante, intento calmar los ánimos, pero Tayuyá decía que el hombre le estaba cobrando la flauta dos veces el precio original. Este alegaba que era un objeto único y de gran valor.

—Es una flauta común y corriente, hasta tiene el precio aun pegado a esta —

El vendedor claramente se sintió molesto y reviso con clara vergüenza que tenían razón, tenía el precio de diez Ryō aun pegado a esta.

Honoka extendió el dinero y este lo acepto de mala gana.

Malditos demonios de cabello rojo

Naruto escucho el insulto, pero todos los demás siguieron como si nada hubiera pasado, aunque la expresión de Nagato asusto un poco, esa mirada llena de tanto odio no era la de su Nagato-nissan.

—Tayuyá, no vuelvas alejarte —

—Sí, Honoka-san —

El silencio entre todos se hizo presente y solo caminaron al gran evento del festival.


Kushina sonrió con tristeza cuando vio a la niña, hubiera cruzado una pequeña sonrisa en su rostro al ver lo nerviosa que estaba la pequeña, si se hubiera reído un poco si no hubiera sentido haber vivido esa experiencia antes.

Miro a su hijo que no le gustaba nada lo que estaba viendo, Kushina entendía, pero le había explicado a Naruto por todos los medios posibles que era una decisión que nadie debía interferir.

Naruto quien llevaba puesto su mejor vestimenta seguido de los demás miembros de su clan, todos ellos con esas viejas ropas pesadas y de color negro con el símbolo rojo de su clan. Claramente ellos eran una de las minorías más grandes en aquella gran reunión.

Estaban desde los despreocupados Nara, hasta los estrictos Hyuga, los Yamanaka quienes habían patrocinado todo el evento, todos los clanes de Konoha estaban reunidos, las autoridades civiles y militares de la aldea.

Todos estaban perdiendo su paciencia. Salvo claro los Uzumaki que se sentían realmente irritados con todos los presentes.

Sakura Haruno estaba intentando dar su agradecimiento al clan Uchiha por aceptarla en su familia.

"pobre mocosa" pensaba Kushina, los Uchiha la destruirían pronto y ser dada en matrimonio.

—Yo, Sakura Haruno, del clan Haruno descendientes legítimos del Clan Senju… etoo… bueno —

Otra vez se olvidó el discurso, Fukagu estaba al borde de gritarle a la niña si no fuera por la mano de Mikoto sobre su hombro indicándole que tuviera paciencia. Los Haruno y otros clanes descendientes de los Senju veían la escena con vergüenza e incluso deshonor al ver a su heredera ser incapaz de terminar.

—Yo Sasuke Uchiha, de Clan Uchiha, acepto en nombre de mi clan y mi sangre vuestra oferta —

Todos aplaudieron, Sakura no termino el discurso pero el segundo hijo de Fukagu, menos Naruto que sentía que aquello estaba mal, Sasuke podría ser un teme pero estaba seguro que no le agradaba todo ello, además Sakura era la niña que pasaba todo el tiempo en la academia recolectando pequeñas flores para darle a sus compañeros en un intento por hacer amigos y Kushina quien tampoco aplaudió puesto que vio su compromiso a la fuerza con Minato ser revivido, cuantas veces tuvo que ver esto, cuantas niñas pequeñas debían ser dadas a desconocidos en nombre de la política.

Sakura podría tener un fuerte enamoramiento por Sasuke. Pero Naruto estaba seguro que ninguna niña de ocho años le gustaba saber con antelación con que hombre se casaría.

Sēramu se acercó con una gran sonrisa en su rostro y se inclinó levemente ante su madre, todos dieron un pequeño gruñido porque sabían que debían hacer lo mismo ante su llegada. Los Uzumaki detestaban las tradiciones era la opinión de Naruto al ver como los demás de su edad seguían su ejemplo de rodar los ojos y sentirse molestos de estas inclinando sus cuerpos ante cada persona.

—Kushina-sama, una gran noticia, una gran dote nos sería entregada si aceptamos una unión —

Aquello no gusto, Naruto lo pudo ver en sus primas, Karin abrazo las piernas de su madre, tayuyá que era huérfana se refugió en la mano de Nagato y Sāra quien era la que más peligro corría abrazo instintivamente a la madre de Karin. Honoka era la que fingía estar más tranquila ella ya había sido comprometida a Nagato pero sus piernas temblaban con fuerza.

—Sēramu-san, ya hemos hablado de esto además este no es el lugar —

Naruto sonrió, su madre demostró que era la líder del clan y aunque Sēramu fuera la gran sacerdotisa los Uzumaki siempre seguían primero a su líder.

—Lo se Kushina-sama pero los Hyuga han ofrecido como ya os he dicho una gran dote —

— ¿Los Hyuga? La propuesta me imagino que la plantea Hizashi Hyuga, dile que olvídelo su hijo Neji puede elegir a una de sus primas —

Kushina dio media vuelta, quería irse, largarse. Naruto sonrió ante las palabras de su madre y la siguió, como heredero debía caminar siempre detrás de estas y los demás miembros detrás de él, solo hasta que llegaran al barrio Uzumaki luego de ello todos comenzarían a corretearse los unos a los otros.

Pero Sēramu nunca se movió.

—La propuesta no era de Hizashi, era de Hiashi Hyuga dice que te recuerde la deuda que tienes con Hana Hyuga, la madre de sus hijas —

Kushina apretó con fuerza sus manos mientras volteaba con ira y enojo hacia la segunda mujer de mayor edad de los presentes.

Los Uzumaki eran pacíficos, realmente seguían muy al pie de la letra su honor familiar de cuidarse los unos a los otros, años de persecución y a la vez de tragedias continuas los hacían tener fuertes vínculos pero aun así al igual que los demás clanes, el liderazgo era algo que no era desafiado.

— ¿Qué hiciste a mis espaldas? ¿Crees que puedes tomar mejores decisiones que yo?—

Fueron las palabras necesarias para que Naruto entendiera que algo malo estaba sucediendo, su madre pocas veces reaccionaba de esa manera.

— ¡Jamás! Kushina-sama yo respeto vuestra autoridad, pero Hana os manda a decir que necesitaba vuestra ayuda —

—Nunca entrare en este sucio juego, además Nagato ya fue comprometido a Honoka —

Los mencionados cerraron los ojos. Honoka no quería ello, Nagato amaba a otra persona. El clan es primero.

—La propuesta no es para Nagato-chan, es para Naruto-sama —

Naruto sintió que el cielo caía sobre sus hombros y la tierra comenzaba abrirse para devorarlo.


Notas del autor.

Quería escribir hace tiempo. Una historia sobre como seria la vida en Konoha si los Uzumaki se hubieran establecido en la aldea. Al principio intente hacer una historia de vida familiar y todo pero quise ir agregando algo de drama, la vida rosa nunca ha sido mi fuerte en escritura.

Que mas puedo decir, que iré subiendo capítulos de cada uno de los clanes de Konoha su vida y su forma de ver el mundo. Claramente los capítulos tendrán una linea cronológica entrelazados en si.

Tal vez algunos le recuerden este tipo de inicio con "sobreviviendo al compromiso" pero les aseguro que no. Lamentablemente los compromisos entre clanes se daba a temprana edad entre los miembros de las familias quería resaltar eso, es una historia de las parejas canon, pero no comenzaran bien, sentirse obligados, ademas de ello pronto comenzaría su vida como shinobis, la rivalidad entre clanes de la misma aldea, las demas naciones shinobi, etc...

Bueno siguiente capitulo Clan Uchiha Y El clan Haruno.