Ella Potter y la piedra filosofal
By: Alvrilbellatrix
Todos los personajes y la trama pertenecen a J. K Rowling yo solo juego con la historia.
Excursión al zoológico
Era un sábado soleado y el zoológico estaba repleto de familias. Los niños del orfanato Simpson habían sido llevados para evitar la inspección y ellos felices corrían por el lugar, admirando a los gorilas y aterrados por los leones, tan solo eran niños.
—¡mira! ¡mira! ¡entremos al acuario!—grito uno de los niños emocionado
Que aburrido, pensó la niña de pelo rojo y largo el cual le llegaba a la cintura, el único lugar que mas o menos parecía prometedor era el lugar donde tenían a los reptiles.
—vamos por partes niños— les sonrío la guía— primero con los reptiles—
Los niños corrieron al lugar, dentro era oscuro y hacia frío, y había vidrieras iluminadas a lo largo de las paredes. Detrás de los vidrios, toda clase de serpientes y lagartos y se deslizaban por las piedras y troncos.
La niña, fascinada por todo, se acerco a la vidriera de una gran serpiente, pero esta estaba dormida. No se dio cuenta que a su lado había un niño gordo, con la nariz pegada al vidrio observando con fascinación al gran reptil.
—Has que se mueva— le exigió el niño a el adulto que estaba detrás de el, un hombre corpulento y rollizo, casi sin cuello, aunque con un bigote inmenso.
Este señor, golpeo la vidriera con los nudillos, pero la boa constrictor, siguió durmiendo
—hazlo de nuevo— pobre boa, pensó Ella ,ella era una niña muy buena, pero muy tímida a la vez, y cuando la observaban demasiado, o cuando se le acercaban los niños a molestarla se sentía como la serpiente.
—esto es aburrido—exclamo el niño alejándose arrastrando los pies, ganándose una mirada de la niña.
—siento el comportamiento de mi primo Dudley—le hablo un niño de pelo corto y lentes—Soy Harry— el niño le extendió la mano
La niña se encogió con las mejillas sonrosadas, hacia mucho no hablaba con nadie… la boa se alzo a la altura de los dos y abrió sus ojos, pequeños y brillantes.
Les guiño un ojo.
Los niños voltearon a verse de manera sincronizada, luego a la boa que había torcido la cabeza hacia el señor y Dudley, y luego levanto los ojos hacia el techo.
Claramente en señal de "esto me pasa todo el tiempo"
—lo sabemos—murmuro el niño Harry, no muy seguro— debe ser muy molesto—
La serpiente asintió vigorosamente
—¿de donde vienes?— le pregunto a la serpiente, parecía haberse olvidado que la niña estaba allí
La serpiente levanto la cola y Harry se acomodo los anteojos para leer "boa constrictor, brasil"
—¿era bonito aquello?—
La boa volvió a señalar el cartel "este espécimen fue criado en el zoológico"
—oh, ya veo ¿entonces nunca has estado en brasil?— le pregunto nuevamente, pero su voz fue ahogada por un grito ensordecedor detrás de ellos.
La niña salto del susto y al ver a Dudley y a otro niño correr hacia ellos se hecho a un lado.
Pero Harry no logro hacerlo a tiempo y cuando se dio vuelta su primo le pego en las costillas haciéndolo caer al piso. La niña, enojada de que Dudley halla golpeado a Harry le mando una mirada acecina. Pero todo sucedió muy rápido, el vidrio que encerraba al boa constrictor desapareció, y la descomunal serpiente se había desenrollado y se iba arrastrando por el suelo.
El niño miraba asombrado a la serpiente, esta se paro mirando a Harry y a Ella y luego la niña juro escuchar algo como "Brasil, allá voy…gracias, niños"
La niña no logro escuchar mas porque fue tirada de una de las muchas personas que corrían desesperadas por el lugar…
—¡Ella! ¡Niña! ¡Vamos apúrate!— era la señora Stanley, directora del orfanato—¡se a soltado una serpiente!—
La señora arrastro a Ella junto con los demás niños a la camioneta que le habían prestado y los saco a todos rápido del lugar.
—Yo vi como la serpiente me seguía—contaba enfrascado uno de los niños que siempre molestaba a Ella, Marcus, era delgado y de pelo marrón, con algunas pecas, y unos ojos color miel— me estaba persiguiendo pero yo fui mas rápido y salte los escalones de afuera y entre a la camioneta—
—oh eres muy valiente Marcus—lo elogio Amanda su hermana—podría haberte mordido, pero escapaste, eres un héroe—
Ella puso los ojos en blanco.
—¿Qué pasa Rozen? ¿estas celosa? ¿o acaso te gusto?—se burlo el niño de ella
Rozen, ese era su apellido, o al menos el que le daban a todos los niños del orfanato.
La niña negó lentamente con la cabeza.
—Para mi que le gustas—prosiguió Laurent, un niño del grupo de Marcus—por eso no te habla porque tiene vergüenza—
—Se que le gusto, a todas las chicas les gusto— hablo con tono egocéntrico el niño
Y así siguió todo el viaje de vuelta al orfanato, entre burlas, solo podía desear llegar y que Nero la salve, su mejor amigo.
Nero era 5 años mayor que Ella, pero era con el único que se llevaba bien, tenia pelo blanco como la nieve y siempre usaba una capa azul que Ella le había regalado para navidad.
Pero había algo extraño en el, era un vampiro, el no crecía jamás y se comunicaba con Ella porque podía leer sus pensamientos.
La señora Stanley había pasado por alto el hecho que el no crecía porque decía que era una enfermedad. Pero Ella sabía lo que en realidad era.
Llegaron al orfanato y Ella subió rápidamente a la habitación de Nero, y golpeo la puerta.
—pasa—murmuro una voz suave detrás
Ella paso a la habitación, que estaba decorada con pósters de Metallica y Spliknot y se sentó en el suelo de piernas cruzadas frente a la cama, donde estaba acostado Nero leyendo una revista.
—¿no tenían una excursión hoy al zoológico?— pregunto dejando de lado la revista y sentándose, los de la edad de el no estaban invitados.
Es una historia muuyy larga... pensó la niña recostándose sobre el suelo y cerrando los ojos en signo de cansancio.
