Disclaimer: Todo el potterverso es de JK, yo solo juego con sus personajes.

Este fic participa en el minireto de diciembre para "La Copa de las Casas 2014-15" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.


Llevaba semanas encerrado en ese montón de paredes frías y húmedas al que llamaban orfanato, pero ese día era especial. La señorita Fisher les dijo en el desayuno que, si se portaban bien, los llevarían al parque de enfrente, donde había casitas de madera, columpios y demás juegos muy divertidos.

Tom ya estaba ansioso, caminando de un lado a otro esperando que abrieran las puertas y los dejaran salir, cuando llegaron los gemelos Miller, un par de rubios odiosos que no paraban de atosigarlo.

—¡Tom!— le gritaba Robert. —¡Tom!

—No lo llames así— le dijo Roger— ¡Cara de serpiente!— gritó entre risas.

—En serio, Tom. Tienes que venir a ayudarnos —Imploró Robert.

—¿Por qué los ayudaría a ustedes?

—No somos nosotros, es Melanie. Ven pronto.

Tom dudó, pero finalmente se levantó de su cama y los siguió hasta la habitación de Melanie, más curioso por lo que había pasado que por ganas de ayudar. La puerta estaba cerrada, así que Tom agarró el picaporte y lo giró, haciendo que la puerta rechinara al abrirse. Lo que encontró le heló la sangre. Melanie estaba envuelta en una sábana blanca, manchada de sangre. Su cuerpo parecía inmóvil, espeluznante. Entonces se acercó, aun con la duda, y justo cuando la examinaba de cerca, la niña saltó y gritó, haciendo que Tom retrocediera varios pasos y la mirara con los ojos abiertos.

Las risas de los gemelos no tardó en retumbar sus oídos, y Tom no dudo en actuar. Se aventó sobre Roger, quien estaba más cerca de él, y con lo que parecía fuerza inhumana lo agarró del cuello de la camisa, y lo levantó hasta que los pies del rubio estaban centímetros sobre el suelo.

—¡Tom!— gritó la señorita Fisher desesperada —Ahora mismo.

Tom obedeció inmediatamente.

—Creo que queda claro que no iras al parque esta tarde.

Esa tarde, Tom se quedó sentado en la cama de su habitación, observando por la ventana como los demás niños que vivían en el orfanato jugaban en los columpios. Su mirada estaba llena de ira y sed de venganza. Estaba tan cegado que no se dio cuenta cuando el cielo se nublo, hasta que una nube negra se estacionó sobre el parque y una danza de relámpagos caía muy cerca de ellos, haciendo que gritaran de horror y regresaran corriendo al edificio. Tom sonrió, si él no podía ir al parque, nadie lo haría.


Lamento si no es de su agrado, fue lo único que salió a pocos minutos de irme al trabajo :)

¡Vivan los Sly!

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