Hola gente!

Esta es mi primera publicacion en , hace mucho tiempo que queria escribir un Fairy Tail AU, en especial uno que tuviera una trama un poco mas seria y emocionante. No planeaba hacer el prologo tan largo, pero despues de editarla y corregir varios errores se me paso la mano y no pude parar de escribir. ^^' Este es mi primer FF a si que espero hacer que esta historia tenga una trama interesante que puedan disfrutar, espero contar con sus reviews para seguir mejorando si planeo darle un buen final a esta historia! Espero que lo disfruten!:3

I do not own Fairy Tail, Hiro Mashima is the original owner. Enjoy!


Prologo

Todo comenzó con un cosquilleo dentro de las entrañas de un soñador. Soñaba hacer de lo imposible algo posible, algo real. Hacer cosas que nadie se atrevió hacer alguna vez, cambiar el mundo. Una fantasía que se había vuelto realidad gracias a la voluntad de aquel humano. Una fantasía que se convirtió tanto en una fuente de felicidad, así como de desesperación. La esperanza que tomo forma de magia yacía oculto dentro de él. Y creció tanto como su amor a la vida, tanto que ese cosquilleo en su interior se hizo cada vez más difícil de ignorar y su ambición por averiguar que se ocultaba dentro del chico nació sin previo aviso.

Pero no solo él se había percatado de que algo fuera de lo normal estaba sucediendo. La gente que lo rodeaba fuese a donde fuese, sentían su gran presencia por lo que era difícil de ignorarlo. La magia que cargaba en su interior era tan inmensa que, sin darse cuenta, causaba estragos, atraía el caos y la desesperación a los pueblos que visitaba. Desde repentinos incendios, a insoportables sequias, imparables lloviznas, fuertes tormentas, e incluso destructivos terremotos. El nómada era bien conocido por vagar sin rumbo dentro de los territorios de Fiore, por esto, los rumores no tardaron en esparcirse y el miedo invadió innumerables pueblos. Un joven de tez bronceada con cabello ligeramente largo y negro, con unos grandes ojos color escarlata estaba atrayendo tragedias a cualquier lugar en el que este se hospedara. Debian tener cuidado.

Para la suerte de todos, el joven se percató a tiempo de su inevitable relación con aquellos extraños sucesos. ¿Porque solo los lugares que decidía visitar eran los únicos afectados? No podía ser solo una coincidencia. Y por el bien de todos, aquel muchacho que se hacía llamar Filos había decidido dejar el país hasta resolver el misterio detrás de aquellos extraños fenómenos que parecían perseguirlo solo a él.

Dejando atrás el lugar que alguna vez había llamado hogar y todo lo que alguna vez le perteneció, marco el inicio de su partida. No sabía hacia donde se dirigía, el joven había tomado rumbos aleatorios haciendo que cruzara heladas montañas, peligrosos bosques y hasta turbulentas mareas para continuar su camino, hasta que un inmenso mar de arena lo detuvo. Filos sin pensarlo detenidamente decidido cruzar el desierto hasta encontrar un lugar seguro donde pudiese vivir. El tiempo siguió su curso, los días comenzaron a sentirse como el mismísimo infierno mientras que las noches heladas se encargaban de tornar su cuerpo a un color ligeramente pálido y morado. Un día, la suave pero ardiente arena se sentía cada vez más ardiente bajo sus pies, se había quedado sin comida, y se le había terminado el agua. Filos estaba exhausto y entre más tiempo pasaba, la muerte estaba cada vez más cerca para liberar su alma de esta pesadilla. O eso fue lo que pensó hasta que la noche de ese fatídico día llego eventualmente para iluminarlo con la luz de la verdad.

El frio de la noche era lo único que mantenía despierto a Filos ese día que parecía ser el último de su vida. El joven utilizo hasta la última gota de sus fuerzas para seguir caminando hasta que milagrosamente encontró lo que pudiese ser su salvación. Sus pies habían olvidado el insoportable dolor y ardor que parecía castigarlo en cada paso que daba hasta que llego a la orilla de un gran oasis. Para su mala suerte, el estanque estaba a punto de secarse. Y al borde de las lágrimas, cerro sus ojos fuertemente e imploro al cielo por un poco de agua. Estaba a punto de perder la conciencia, pero su deseo de querer seguir viviendo era aún más grande que su deseo de encontrar algo que beber. De repente, sus manos comenzaron a hormiguear y desprendían un brillo tenue tan azulado como el cielo y agua comenzó a emerger del suelo como por arte de magia en el mismo lugar donde se encontraba lo que fue alguna vez un árido oasis.

- ¿Magia? ¡Quizás se trataba de eso todo este tiempo! ¡Magia! - Pensó Filos. Era posible que el haber pasado días bajo el ardiente sol le estaba afectando la cabeza. Pero, aunque pareciera increíble, según antiguas escrituras que estaban archivadas en las librerías más antiguas de Earthland reafirmaba su loca teoría. De acuerdo con los antiguos textos, el ser humano había sido creado a partir de la sangre y sudor de los dioses primordiosos, quienes crearon todo lo visible y lo invisible con el fin de crear un ser que pudiese proteger su más grandiosa y perfecta creación, la vida misma. Pero no tenían previsto que su nueva creación, el ser humano, terminase siendo un ser mortal. Sin embargo, esto no detuvo el plan y todas las deidades que crearon la tierra decidieron ofrecer al Todopoderoso una pequeña fracción de "La virtud suprema" que ellos poseían, sembrarlo dentro del ser humano y complementar al guerrero perfecto.

El poder que había sido sembrado dentro del nuevo ser vivo no era algo que podía ser comparado a la virtud suprema que originalmente provenía de los dioses, pero este regalo otorgo habilidades fuera de este mundo, una habilidad que nacía a partir de una gran fuerza de voluntad y amor al que decidieron nombrar "Magia". Por un tiempo hubo rumores de que en Earthland, hombres y mujeres podían hacer milagros y hacer cosas jamás antes vistas. Pero eventualmente los rumores se convirtieron en un mito y toda la información relacionada con la magia fue enterrada junto con su origen e historia.

Por más loco que sonara, no era una teoría imposible para Filos. Vivir te hace experimentar, te hace sentir, te hace aprender cosas únicas, te hace conocer más de ti mismo y de los demás seres vivos que coexistían con los humanos. Aunque la vida pareciera iniciar en un abrir y terminar en un cerrar de ojos, el joven quería seguir viviendo para presenciar y descubrir todo lo fascinante que se ocultaba en este mundo. Fue en ese entonces que la magia que se encontraba dentro de él, le dio una nueva oportunidad para comenzar desde cero y rehacer su vida una vez más.

Deambular por el desierto había obligado a Filos a sobrevivir y explotar su cuerpo al máximo hasta descubrir cada uno de sus límites. Al poco tiempo de descubrir que podía controlar el agua a su propia voluntad, lo siguiente fue descubrir que también podía controlar el fuego, el viento, y la tierra. Todo tenía sentido ahora, él ya estaba seguro de quien era en realidad y del poder que cargaba en su interior. Y de repente el joven recordó a toda esa gente que había lastimado debido a su ignorancia, quería disculparse por todo el desastre que había causado. Pero al mismo tiempo, Filos se negaba a regresar, no hasta que pudiese controlar sus poderes y aprender a utilizarlos para hacer el bien. Quería enmendar sus errores, después de todo, el respetaba a toda esa gente y no quería hacerles daño.

Si había algo que Filos no podía controlar era el flujo del tiempo. El duro entrenamiento y sus esfuerzos por sobrevivir hicieron que Filos no se percatara de la velocidad en la que el tiempo avanzaba. Los años pasaron, el joven ya era un hombre que conocía de su magia como a la palma de su mano y podía utilizarla como a él le placiera. Era un hombre totalmente diferente y estaba listo para regresar y explorar Fiore como en los viejos tiempos. Pero antes de eso, quería poner en prueba sus habilidades y ayudar a quienes más lo necesitaban en su camino de regreso a casa.

La repentina aparición de un hombre misterioso y bondadoso que podía hacer milagros se había convertido en una noticia en boca de todos aquellos que habitaban EarthLand. Sequias habían sido interrumpidas por lluvias, la gente que vivían en las montañas más heladas fueron protegidos del frio después de que les fue entregado un fuego imposible de extinguir, nuevas aldeas y albergues fueron construidos con piedra indestructible para la gente que no contaban con un hogar pudiesen vivir ahí sin preocupación, desastres naturales eran detenidos al son del chasquido de sus dedos, epidemias habían sido erradicadas gracias a sus descubrimientos médicos y sus milagros curativos con agua. Aquel mesías había traído esperanza y felicidad para muchos, pero al mismo tiempo otros se preguntaban si aquel ser misterioso era alguien a quien debían mantener cerca de ellos.

Querer pertenecer de nuevo en la sociedad se había convertido en la obsesión más grande de Filos. Parecía que no importaba lo mucho que ayudaba a los demás, no era suficiente para poder volver ser aceptado y tratado como antes. Muchos aún seguían temiendo sus poderes, otros solo aprovechaban la oportunidad para utilizarlo y beneficiarse de alguna manera. Gente de la realeza lo mandaban a buscar y le ofrecían riquezas a cambio de apoderarse de sus servicios. Sin embargo, el pelinegro se negaba aceptar cualquier tipo de trato o recompensa especial a cambio de su ayuda, no era lo que estaba buscando. Todo parecía volverse monótono y triste a su alrededor, "ayudar" a otros lo estaba convirtiendo en alguien que no era originalmente. Y su verdadera naturaleza lo obligo a ocultarse dentro de las profundidades de los bosques más peligrosas de Bosco para jamás ser encontrado. Pero Filos no contaba con un día el encontrarse con una mujer que capturaría su completa atención.

Buscar flores y raíces especiales era parte de la rutina de Filos desde aquel día que decidido mudarse a lo más recóndito de Bosco. No podía mantenerse dentro de casa por mucho tiempo, de hecho, odiaba vivir en esa choza vieja descuidada. Filos debía mantenerse activo por lo que decidió seguir creando nuevas medicinas e iniciar nuevas investigaciones relacionadas con la magia. Ahora que había dejado de ofreces servicios a la comunidad, tenía que hacer algo que pudiese complementar su misión de vida y aportar algo a la sociedad. Un legado debía dejar atrás si el de repente perdiese la vida, la información que recolectaba a diario ayudaría a las nuevas generaciones, en especial la gente con capacidades especiales como él.

Ese tranquilo y silencioso día no esperaba encontrarse con una mujer que nunca había visto antes. El siempre visitaba el mismo lugar a la misma hora todos los días y se aseguraba de que nadie se encontrara cerca cuando él estuviese en aquel campo, pero ella... porque estaba ahí? Su presencia no era débil pero tampoco muy fuerte, rara vez sentía esta curiosidad cuando se trataba de lidiar con otras personas. Y con mucho cuidado se acercó a la mujer que se encontraba sentada entre las flores tarareando una canción. Aprecio su pequeña espalda por un momento, y con una voz grave llamo su atención. - "Disculpe, no debería estar en este bosque por las tardes, mucho menos en un lugar tan oculto como este. Es peligroso para una dama." -

La mujer dio un brinco del susto y rápidamente giro su cabeza para voltear a ver al hombre que había iniciado la conversación, Filos podía notar que estaba nerviosa por alguna razón. ¿O él la estaba poniendo nerviosa? No podía distraerse con preguntas triviales en ese momento por lo que siguió interrogándola. - "Y bien? ¿Responderás mi pregunta?" - El sonido del viento que levantaba el aroma y los pétalos de las flores fue lo único que ahogo sus oídos, hasta que los labios rosados partidos de la chica comenzaron a moverse. - "Estaba explorando el lugar!" - levanto su voz en un tono agudo haciendo que Filos se estremeciera, pero no de placer. - "Muchos temen adentrarse al bosque por las criaturas que habitan por estos lares, pero quería visitar el lugar porque parecía muy solitario... perdí el rumbo y no pude evitar acercarme a este campo flores, son muy hermosas." -

La cara de Filos estaba rígida y la miraba de una manera muy sospechosa pero no dudo en continuar su interrogatorio, hacía mucho tiempo desde la última vez que establecía una conversación con alguien, mucho menos una mujer y esto se estaba volviendo divertido. - "Entiendo... ¿Esta segura de que solo estas aquí para eso? - El silencio invadió de nuevo sus oídos, la mujer de cabellos plateados solo se detuvo a ver un momento las flores haciendo un gimoteo cruzando sus brazos bajo su busto y se perdió en sus pensamientos. - "Me convertiré en un anciano si no me respondes en este momento, invasora" - dijo Filos desesperado por una respuesta, sabía que ella no estaba ahí solo por el bosque, debía haber algo más, nadie venía a ese lugar a menos que supieran de la ubicación del mago. - "Te equivocas" - Dijo la mujer con una sonrisa interrumpiendo los pensamientos del mago mientras se ponía de pie para enfrentarlo y poner un fin a su duda.

- "No creo que deba tener un motivo para visitar un lugar tan hermoso como este. Este bosque podrá ser aterrador para muchos, pero si la gente se detuviera a apreciar las pequeñas cosas que hacen bello este lugar, quizás sería más visitado, después de todo, la gente ordinaria teme a lo desconocido... cierto?" - El moreno solamente levanto sus cejas ante su respuesta. La miro directo a los ojos, notando un brillo en ellos y sin apartar la mirada de ella decidió hacerle una última pregunta antes de retirarse. - "Cuál es tu nombre?" - La mujer estaba por darse la vuelta y marcharse de aquel lugar, pero la voz de aquel mago la detuvo como si estuviera bajo su control y con una sonrisa contesto. - "Mi nombre es Viata... espero volver a verlo pronto señor...?" - -" Filos, ese es mi nombre" – respondió el hombre ante su pregunta. Desde que Filos había decidido establecer un lugar fijo donde vivir en Bosco, el joven había comenzado a ser más cuidadoso con quienes se cruzaran en su camino. Aseguraba que "Precavido" era su segundo nombre, pero aquel día su más grande error fue haber preguntado por su nombre, porque no dejaría de pensar en ella por ningún momento.

Viata apreciaba las pequeñas cosas que los dioses habían creado para hacer del mundo un lugar perfecto. Desde los insectos más pequeños, hasta los extensos e infinitos mares que se encontraban en las costas de Earthland, todo era hermoso ante sus ojos. Filos, sin notarlo, le seguía el paso acompañándola a donde fuese aquella mujer haciendo que se alejara cada vez mas de aquel misterioso bosque y de su choza. Había pasado tanto tiempo desde la última vez que se había alejado tanto de esa casa repleta de trabajos, hierbas, entre otros objetos que parecían ser de importante valor para el gran mago. Aunque Filos ya conocía de todo lo que habitaba en esas tierras, la compañía de Viata hacia de lo más aburrido algo asombroso.

Estando a su lado recordaba todo aquello que alguna vez lo hizo emocionarse. Volvía a sentir la curiosidad y felicidad que sentía por vivir, aunque no lo demostrase en frente de ella. Durante sus exploraciones, Viata a veces no podía comprender ciertas cosas, lo cual hacía que se comportara de una manera inquieta y molesta hasta obtener una respuesta. Pero Filos siempre estaba ahí dispuesto a explicarle con paciencia y devoción lo que no se podía explicar, no podía evitarlo, las caras que hacia Viata cuando hacia berrinches lo cautivaba y divertia demasiado. Mientras más aprendía de Filos, la mujer se enamoraba cada vez más del mago y de ese mundo mágico. Con el tiempo, las barreras que los separaban se rompieron y se hicieron más cercanos e inseparables, eran compañeros, un equipo que no se daba por vencido, y sin darse cuenta, ya no podían vivir el uno sin el otro.

A pesar de haber encontrado al amor de su vida, Filos aún estaba en busca de la respuesta a una de las incógnitas que iba persiguiéndolo desde el comienzo de su ardua aventura. ¿Porque solo él podía manejar los cuatro elementos más importantes de la vida mientras que los demás vivían vidas simples y ordinarias sin ningún trazo de magia? Debía de haber otras personas con habilidades similares a las de el en algún lugar, cierto? El mago no estaba completamente perdido, al contrario, estaba en lo correcto. Un día, su amada se encontraba investigando en una mina gemas que se encontraban incrustadas en las paredes. Se decía que ciertas piedras preciosas eran utilizadas para crear joyería de la más fina y eran vendidas a precios muy altos en los mercados más importantes de Earthland. Sin embargo, un derrumbe estaba por ocurrir, el techo de la cueva se estaba viniendo abajo y Viata solo podía pensar en su amado en ese momento. Ella no quería morir, tenía que regresar con Filos, quería explorar lugares aún más lejanos y desconocidos junto a él, quería formar una familia a su lado, sus sueños no podían terminar así.

Grandes rocas caían alrededor de Viata mientras corría hacia la salida lo más rápido que podía. No era la más atlética, pero ella era fuerte, no se rendia fácilmente. Su equipo de excavación solo era una carga, no dudo en dejarlo atrás para ganar más velocidad y se aseguró de esconder las gemas en un lugar seguro en su cuerpo para no perderlas. Pero de repente, Viata perdió el balance y se tropezó lastimando su tobillo al caer. Estaba acabada, no quería admitirlo y eso la enfurecía. Un nudo se le formo en la garganta, y una pesadez incomodaba su abdomen, Viata estaba comenzando a aceptar su muerte y Filos no la perdonaría. En un acto de enojo, la mujer de cabellos plateados golpeo con todas sus fuerzas el suelo con sus antebrazos mientras gritaba en desesperación. La mina poco después no tardo en derrumbarse. No obstante, ella seguía viva, por qué? Una fría pero gruesa barrera de plata estaba protegiéndola de las rocas que se encontraban sobre ella. Confundida, toco el material que había salvado su vida, era rígido al tacto, pero precioso. Su cuerpo de repente emano un brillo ligeramente amarillo, y la barrera le abrió el paso hacia una salida segura que solo podía utilizar arrastrándose por el suelo.

Filos buscaba a Viata en la zona minera desesperadamente después de haber escuchado a unos ancianos hablar sobre el derrumbe de una mina. Al llegar a su destino pudo apreciar lo que antes era una mina de gemas preciosas, el lugar donde yacía su amada. Desesperado, Filos utilizo su magia de tierra para mover rápidamente las rocas que bloqueaban el paso. Pero no contaba con encontrarse con un domo de plata lo suficientemente grande y fuerte para soportar las rocas que al mismo tiempo abría el paso de una salida. Se puso en cuclillas y acaricio el material que estaba en frente de él, se sentía familiar y un poco cálido al tacto. En ese momento, escucho los gemidos de esfuerzo de una persona que provenía dentro de aquel material sólido. Fue en ese entonces que Filos escucho su nombre desde adentro y Viata salió a la superficie intacta y con un pie lastimado. El incidente fue un gran susto para ambos, pero quien resulto más impactado, fue Filos después de que su amada le contara lo que sucedió. Después de meses de investigación, ambos llegaron a la misma conclusión, Viata también podría utilizar magia, pero no cualquiera, era una magia capaz de moldear minerales para así crear diferentes tipos de metales.

El destino había hecho que los caminos de Filos y Viata se encontraran, la conexión que habían sentido aquel día que se conocieron no debía ser una coincidencia. El mago ahora estaba seguro de que debía existir magia hasta en los humanos más ordinarios. - Esta información revolucionaria las vidas de aquellos que habitan en Earthland y traerá prosperidad a todos – fue lo primero que pensó Filos. Pero ser capaz de tener magia y utilizarla era una gran responsabilidad la cual debía tratarse con cuidado. No se sabía en qué clase de manos podría caer este inigualable poder, Filos mejor que nadie conocía la verdadera naturaleza de los humanos. La magia no era un juego para niños y podría ser utilizada para fines egoístas y peligrosas. Pero tal secreto seria revelado tarde o temprano.

Después de que Filo se reuniera con los reyes que gobernaban los diversos territorios de Earthland, investigaciones minuciosas se llevaron a cabo para comprobar la teoría de aquel mago al que tanto le debían. Los soldados más habilidosos de las diferentes tropas de cada reino fueron utilizados como conejillos de indias y puestos a prueba hasta obtener la suficiente información para llegar a una conclusión. Los resultados finales indicaban que el mago había estado en lo correcto, más sin embargo no todos poseían la capacidad de manejar una habilidad tan extraordinaria como la magia. Al principio, la nueva noticia se clasifico como información confidencial que no debía ser compartida al público ya que notificar a las comunidades sobre la existencia de la magia de un momento solo traería confusión y alteraría el orden. Pero el reino de Pergrande tenía otros planes en mente y utilizaría tal información para su beneficio.

Eventualmente una terrible guerra se desato entre los reinos de EarthLand, el trato que se había firmado entre las monarquías se había quebrantado al igual que los lazos que se formaron miles de años atrás. Pueblos fueron invadidos y destruidos, mientras que al mismo tiempo miles de personas eran asesinadas día tras día. Filos y su ahora esposa Viatra solo podían ser testigos del caos que el deseo egoísta de un poderoso rey podía causar. Un milagro era lo que inocentes comunidades y la pareja estaban esperando durante arduos tiempos de colera y destrucción. El problema tenía que solucionarse desde la raíz, las cosas no podían quedarse así. Por lo que un día, el rey de Fiore decidió tomar las cartas en el asunto.

El monarca más que nadie quería detener la batalla que solo destruía lo que tanto había tardado en cultivar, un reino próspero y trabajador. Debía de haber una solución para este gran problema que parecía imposible de detener. De no haberse reunido con aquel mago junto con los demás reyes y haber revelado el secreto sobre la existencia de la magia delante ellos, quizás nada de esto hubiese pasado. Fue en ese momento que, en un acto de ira, mando a llamar a su súbdito más fiel, el general de las tropas las reales de Fiore y le ordeno mandar a sus tropas buscar a Filos el mago para asesinarlo de una vez por todas.

Las tropas especiales se alistaron cargando sus espadas junto con sus armas de fuego e iniciaron su marcha de inmediato para detener aquel mago que juraba que la magia les traería felicidad. El país de Bosco que se encontraba al este de Fiore ocultaba una vez más a Filos en su viejo hogar. La choza que Filos ahora compartía con Viatra no era la más grande, pero era difícil de ignorar entre la densa vegetación que caracterizaba a las famosas áreas boscosas más cercanas al reino de Fiore. La guerra aún estaba en pie y Viatra solo podía estremecerse en los brazos de su amado sin dejar de mencionar que tenía un muy mal presentimiento. El estrés y preocupación les estaba afectando, y Filos solo podía esperar a que todo mejorara para al día siguiente. Su última acción fue abrazar fuertemente a su mujer para calmarla y asegurarle que todo estaría bien mientras los dos estuviesen juntos en cualquier lado.

Un ardiente fuego se podía apreciar en el bosque por la ventana y golpes estruendosos comenzaron a hacer que la puerta principal tambaleara sin cesar. Los gritos de un hombre con voz rasposa y grave demandaba que le abrieran la puerta, el junto a su ejército venían en busca de Filos, el mago. La puerta eventualmente fue derrumbada y soldados acorralaron a la pareja bloqueándoles el paso hacia la única salida que había. - "Quienes son ustedes y que es lo que buscan?!" - demando Filos mientras colocaba a Viatra a sus espaldas para protegerla de cualquier peligro. El comandante de las tropas reales de Fiore levanto su espada apuntando al rostro del mago respondiendo a su pregunta. - "Filos, el mago. Usted está bajo arresto real por órdenes del rey de Fiore. Esta sentenciado a la muerte por haber dado inicio a esta guerra." - Viatra no podía creer lo que estaba escuchando, pero, por otro lado, Filos comprendía la situación. Solo lo buscaban a él, por lo que accedió a entregarse sin problemas con la condición de no hacerle daño a su amada esposa.

Devastada, Viatra no dejaba de llorar mientras intentaba alcanzar al hombre que amaba. Por más que ella se esforzaba nadar el mar de soldados que invadía el hogar que compartían, Filos se alejaba cada vez más. Sin previo aviso, un soldado cegado por la ira estaba listo para atacar al mago con una daga y terminar con el trabajo de una buena vez. Pero la mujer actuó rápidamente y detuvo el arma blanca que pretendía desgarrar el cuerpo de su esposo con su magia haciendo que la daga perdiera su forma y fuera inservible. Un revuelo se desato a las espaldas del mago y el general, impactado por los hechos, Filos desesperadamente buscaba con la mirada entre la multitud a la mujer que amaba. Hasta que finalmente la encontró, ella se hallaba tendida en el suelo con una herida profunda en su abdomen rodeada de un gran charco de sangre.

Filos estaba a punto de perder la razón. La impotencia y la ira hacían que se convirtiera en una persona completamente diferente. Fuertes vientos fueron invocados y comenzaron a levantar todo lo que se encontraba a su paso haciendo que el tejado de la casa fuera destruido y los soldados que escoltaban al mago fueran noqueados al instante. Su corazón latía sin control, su cuerpo temblaba y su sangre se helo al ver a la única persona que lo amo incondicionalmente a punto de morir. El mago desde un principio había intentado protegerla, pero al final ella termino dando su vida a cambio de protegerlo a él.

Tomo el cuerpo de su esposa y la coloco en sus brazos, y con una mirada nublada apreciaba cada detalle de su bello rostro que comenzaba a perder color y calor. Si de algo estaba seguro, la magia podía ser capaz de hacer muchas cosas. Curar todo tipo de heridas era posible si el arte de la magia curativa era bien dominada y si se intervenía a tiempo. Pero intentar regresar una persona a la vida era un acto imposible ya que iba en contra de las leyes de la naturaleza.

La mente de Filos estaba completamente nublada y sentía todo tipo de emociones al mismo tiempo. Su poder mágico había crecido tanto desde el inicio de su aventura gracias a su devoción, su convicción, y su deseo de cambiar el mundo que ahora sus poderes se habían convertido en una fuerza extranormal que parecía ser incontenible. Una tormenta se desato y el suelo comenzó a temblar justo en el momento que Filos rogaba a gritos que Viatra volviese a abrir sus ojos. El solo quería estar con la única razón que hacía valer la pena vivir, deseaba poder pasar el resto de su vida con ella, lo deseaba con todas sus fuerzas. Y no reacciono hasta que sintió la mano fría de su amada tocar su rostro para que volteara a verla por una última vez y regalarle una última sonrisa antes de despedirse de ese mundo.

El poderoso mago sin pensarlo dos veces se acercó hacia su rostro y suavemente beso sus suaves labios mientras sostenía su nuca con cariño y cuidado. Una luz cegadora se desprendió alrededor de la pareja y sintieron un calor abrazador unirlos cada vez más, tanto que parecía estar fundiendo a la pareja en uno solo. El amor que ambos sentían el uno por el otro y la magia que tanto admiraban y utilizaban con cuidado los unió por una última vez, convirtiendo ambos seres en una piedra preciosa de color escarlata.

La hermosa piedra al poco tiempo de haber sido ensamblada se elevó hacia el tormentoso cielo despejando las nubes a su paso gracias las desbordantes cantidades de magia que emanaba, hasta que finalmente llego a su destino. En el punto más alto del cielo podía ser apreciada, casi tocando las estrellas, la piedra escarlata se fragmento y esparció sus piezas en distintas zonas de EarthLand. La noticia del avistamiento de luces color escarlata en el cielo durante la guerra fue presenciado por millones de personas, pero fue olvidado eventualmente por muchos y recordado por pocos interesados. Después de la desaparición de Filos, el mago, los reinos de EarthLand pudieron volver a un acuerdo prohibiendo a los monarcas mencionar la existencia de la magia, poniendo fin a la Gran Guerra.

Se dice que la piedra escarlata, ahora conocida como la piedra Filosofal, nació a partir de la pureza de aquella magia y amor que el mago Filos y la maga Viatra habían compartido alguna vez. Y la unión de ambos magos, dio nacimiento a un fruto que simbolizaba la prueba de su amor, un tipo de piedra mágica con una extensa gama de colores llamada lacrima. Las lacrimas cargaban dentro de ellas un poder mágico tan puro y poderoso que solo quienes poseían magia en su interior podían acercarse a estas y darles un uso extenso y variado.

La magia tardo miles de años en dejar de ser un tema taboo entre los humanos. El hombre estaba consciente de la existencia de la magia, mas no estaba dispuesto a integrarlo en sus vidas. La magia era peligrosa y era algo fuera de lo normal, los humanos ordinarios no podían arriesgar su zona de confort por algo desconocido. Las cosas no parecían avanzar, hasta que un día, miles de magos de todas partes de EarthLand se unieron y se protestaron en defensa del regalo que les fue otorgado por los dioses. La magia podía ser utilizada para hacer el bien y beneficiar a los humanos. Muchos mostraron interés al presenciar a tantas personas defender esa fuerza sobrenatural que formaba parte de sus vidas con valentía. Sin embargo, la mayoría se mostraba aún más interesada en todo lo que podrían hacer si eran capaces de utilizar la magia de otros para su propio beneficio.

Después de incontables juntas y debates entre magos y los líderes más importantes de EarthLand, la existencia de la magia finalmente fue revelada y normalizada tan pronto se enteraron de la existencia de las lacrimas y las propiedades que estas poseían. Las lacrimas eran una fuente de energía sustentable que parecía no acabarse por más que fuera utilizada. No hacia daño al ambiente, podía utilizarse para crear medicinas, y marcó el inicio de una nueva era tecnológica. Pero había un solo problema que estaba interviniendo en los planes de los gobernantes de EarthLand. La piedra preciosa era difícil de encontrar y pocos magos tenían la suerte de encontrar minas que protegían estos cristales mágicos y proveerlos a los varios reinos que buscaban tenerlo en su poder.

Debido a su escasez, las lacrimas eran tan codiciadas que eran recolectadas para después ser depositadas en bodegas de alta seguridad. Aunque grandes piezas de este mineral mágico eran lo que los gobernantes más poderosos buscaban para utilizarlo y modificar sus imperios, bastaba con un utilizar un pequeño fragmento para realizar un gran cambio. Un pequeño fragmento de lacrima era capaz de suministrar energía para un solo sector de una gran ciudad. Pero esto no significaba que las demás fuentes de energía dejarían de ser utilizadas, al contrario, por ser más económicas y accesibles muchos optaban por pagar menos y no invertir en tecnología avanzada. Sin embargo, estas eran obsoletas comparadas con la magia que las piedras preciosas aportaban.

Y al mismo tiempo que las ciudades se hacían cada vez más grandes y modernas, el crimen también fue incrementando a un paso acelerado. Las bodegas que resguardaban aquel tesoro comenzaron a ser saqueados por grupos delictivos. La venta de lacrimas en el mercado negro era rara pero muy demandada por las mafias ya que compraban estas piedras para crear diversos tipos de drogas tanto peligrosas como recreativas junto con armas potentes e ilegales. El poder del dinero y la violencia comenzaban a gobernar las calles de los reinos más seguros, haciendo que eventualmente naciera y creciera uno de los mercados ilegales más importantes y poderosos de EarthLand.

El rey Makarov había vivido y gobernado el reino de Fiore lo suficiente como para idear una estrategia para proteger la piedra y evitar que fuese hurtada de su poder. Fiore era uno de los pocos reinos que aceptaron la misión de resguardar las lacrimas más grandes de todo EarthLand en bodegas secretas con la más alta seguridad que se pudiese conseguir. Magos con habilidades únicas habían sido entrenados rigurosamente para ser convertidos en quienes serían ahora soldados de elite capaces de enfrentar cualquier enemigo que se interpusiera en su misión: proteger la fuente de magia más importante de todo Ishgar. Los planes de los tantos grupos delictivos que se atrevían a invadir aquellas bodegas se habían convertido en una tarea difícil al tener que enfrentarse con una defensa tan inquebrantable como esa. Habría que estar loco para enfrentarlos de frente si querían hurtar aquel tesoro mágico.

Pero Fiore no esperaba contar con la repentina aparición de algo siniestro y misterioso que amenazaba con interrumpir el equilibrio y el orden que hacía de este reino uno de los más pacíficos de EarthLand. El Don, líder una misteriosa mafia y su "familia" planeaban apoderarse de todas las lacrimas que se encontraban en EarthLand. Hurtar y revelar los secretos más confidenciales y peligrosos sobre la magia que se encontraban ocultos en la ciudad de Magnolia era clave para esto, ya que su historia y origen ocultaba la existencia de algo más importante. Algo tan poderoso y letal que pondría en riesgo la vida de millones de personas. Un secreto sellado y protegido por un código de honor inquebrantable que de ser traicionado se pagaría con la muerte, la ley del silencio, omertà.


Espero que este prologo no halla sido demasiado confuso ni aburrido de leer... El primer capitulo esta por ser terminado y sera ahi cuando nuestros personajes principales apareceran dando comienzo a esta historia! :) Gracias por darle una oportunidad a esta historia!