"A veces el amor se burla de nosotros, quizás sea momento de que nosotros nos burlemos un poco de él. Esta es una parodia sobre el amor."
Alessa315.
N/A: Parece que soy una de esas personas que a veces se enfoca tanto en "La Gran Meta" que olvido las pequeñas aventuras que forman parte del camino.
Esta historia soy yo, creando una pequeña aventura. Esta publicación soy yo, obligándome a tener disciplina porque, aunque escribir sea un arte libre, el arte también requiere práctica. Esta trama soy yo, riendo de mis temores
Bienvenido.
Disclaimer: Los nombres de los personajes pertenecen a la sra. Meyer. La personalidad de los mismos y la trama son de mi completa autoría y no se permite la reproducción o uso de los mismos sin mi autorización.
Enjoy
Amor... O Algo así
Capítulo 1: El Amor... y Los Peores Amigos
EPOV
En el instante en que abrí los ojos, pensé en ella, en todo lo que habíamos compartido el día anterior, con sólo pensar en ella de esa forma lo sentí y lo supe de inmediato:
"Estoy enamorado".
Sabía que todo a mí alrededor seguía igual pero dentro de mí me sentía diferente porque eso... eso es lo que hace el amor. Te da una nueva perspectiva, te cambia desde adentro. Estaba enamorado de ella y podía sentir que ella era la indicada para mí.
El amor no viene con un mapa meticulosamente trazado en el que sólo tengamos que tomar direcciones. El amor no viene con un manual de instrucciones y un número de contacto en caso de estar confundidos. En realidad es como saltar en paracaídas; si de todos modos vas a caer, más te vale correr y saltar con todas tus ganas.
Sabía que mis amigos estarían reunidos en la sala, como todos los sábados, y no podía esperar a compartir mi gran noticia. Salí de la cama de un brinco y sin molestarme en ponerme algo más que la ropa interior que llevaba puesta, atravesé la sala y anuncié mi noticia con una enorme sonrisa.
—¡Chicos, estoy enamorado!
Pausé un momento para apreciar sus reacciones, sus jadeos de sorpresa, sus felicitaciones... pero no recibí nada, así que decidí continuar.
—Encontré a mi alma gemela. Ella es... lo que siempre busqué en una mujer y siento que mi vida era como una noche sin luna antes de ella ¿No es fantástico?
Mi hermano Emmett seguía comiendo un bol de cereal viendo atentamente la televisión, Jasper estaba completamente entretenido haciendo algo con su teléfono, pero Alice parecía ser la única que me estaba prestando atención; estaba sentada en una silla junto a la barra de la cocina, sosteniendo su mentón con una mano y observándome con su ceño ligeramente fruncido.
—Ay, Edward —suspiró Alice.
—¿Por qué no están felices por mí? —Mi sonrisa decaía lentamente.
¿Qué clase de amigos no se alegraban por otro amigo cuando éste encontraba al amor de su vida? ¡Los peores! ¡Los peores amigos!
—Supéralo, Edward —masculló Emmett entre dientes.
—¿Disculpa? —cuestioné indignado parándome frente al televisor para obligarlo a verme y lo hizo... aunque con fastidio.
—Déjame adivinar, sientes que "el amor te está cambiando desde adentro" —espetó dejando el bol de cereal en la mesa para hacer comillas con sus dedos.
—O tal vez sientes que "ella es realmente la indicada para ti" —añadió Jasper soltando una carcajada y sin despegar la mirada de su teléfono.
Hice lo posible por ignorar su comentario y me enfoqué en Alice que continuaba mirándome atentamente, así que estaba seguro de que ella sí tendría algo productivo que decir.
—¡Ya recordé! —gritó Alice con una gran sonrisa, soltó su mentón y chasqueó los dedos en el aire para luego usarlos como comillas y hablar en un supuesto tono masculino—"El amor no viene con un mapa ni un manual de instrucciones. El amor es un deporte extremo" —Sus palabras salieron en un tono de voz grave, supuse que en un intento para imitarme.
Indignado, salí de la sala y me adentré nuevamente en mi habitación azotando la puerta tras de mí. Incluso desde allí podía escuchar las carcajadas de mis mal llamados "amigos".
—¡Vamos, Edward! ¡No seas tan sensible! —gritó Jasper.
—¡No fue con mala intención! ¡Puedes contarnos lo maravillosa y única que es esta chica, si quieres! —ofreció Alice.
Nada que ver, no iba a aceptar nada por lástima. Me acosté en mi cama y me arropé nuevamente. Un rato después Jasper entró a mi habitación sonando las llaves en su mano. Claro, él era el único con duplicado de todas las llaves. Alice entró tras él y ambos esperaron al pie de mi cama con la sonrisa que le dan a un niño pequeño cuando intenta hacer un dibujo con la borra en lugar del lápiz en lugar de la punta de grafito.
—Edward, incluso tú tienes que admitir que esto del amor es una ocurrencia común en tu vida -explicó Jasper.
—¿Acaso eso es malo? —cuestioné enojado.
—No.
—¡Sí!
La respuesta negativa de Alice fue opacada por el grito de mi hermano que aún se encontraba en la sala, así que ella habló nuevamente:
—No es malo, Edward. Sólo que no puedes esperar que compartamos tus misma emoción y entusiasmo cada vez que nos dices que estas "enamorado" —concluyó marcando la palabra al hacer comillas con sus dedos.
Eso dolió.
—Lo dices como si les dijera lo mismo semanalmente.
—Tal vez no semanalmente pero sí muy a menudo —replicó ella.
—Quizás si te lo explicamos con una comparación lo comprendas mejor, ya sabes, una analogía —agregó Jasper con una sonrisa entusiasta. El pobre aprovecha cada oportunidad para demostrar ponerse intelectual. Se acercó hasta sentarse en la orilla de mi cama y puso una mano firme en mi hombro —Edward, en ti el amor es como el ciclo menstrual de una mujer...
—¡Jasper! —reprendió Alice dándole un manotazo a mi amigo en el hombro.
—¿Qué? —respondió confundido.
Al principio me esforcé en comprender de qué manera el amor podría ser como... no, no, era imposible. Terrible, terrible analogía.
—¡Edward no se enamora mensualmente!
—¡Gracias, Alice! —repliqué de inmediato.
—Es muy, muy común y a veces igual de incómodo pero definitivamente no es una vez al mes.
Wow, mi gran amiga defendiéndome.
—¿Cómo una mamografía? —preguntó Jasper en un murmullo y se encogió de inmediato cuando vio la mirada letal de Alice.
—¡Eso es anual! Lo de Edward no es así ¿Qué pasa contigo y las experiencias femeninas?
Jasper pareció darse por vencido y se levantó de mi cama para pararse detrás de Alice quien inmediatamente tomó la palabra.
—Según lo veo, Edward, no es tanto la frecuencia con que te enamoras sino que cuando te gusta una chica, inmediatamente ves a cupido y a una relación de por vida.
—Es culpa del gordo— murmuró Jasper.
—¿Qué? —cuestionó Alice confundida.
—¡Cupido! ¡El gordo! Podríamos hacer una analogía con eso.
—No lo sé, Jasper, deja la analogía así.
Mi amigo permaneció callado pero me di cuenta de que se quedó mirando por la ventana y parecía estar aún reflexionando.
—Según ustedes me enamoro mucho —repetí tratando de encontrarle sentido a lo que decían pero, francamente, lo veía imposible.
—No es solamente la frecuencia, Edward, es la forma. Eres un hombre muy apasionado, te enamoras locamente.
—¡Énfasis en "loco"! —gritó nuevamente Emmett desde la sala.
—El amor es pasión, Alice, es entrega. No voy a disculparme por creer en él y por lanzarme... a diferencia de algunos que se gastan el tiempo solamente pensando.
Alice soltó un largo suspiró, me dedicó una sonrisa y se levantó de mi cama.
—¿Recuerdas qué sucedió con Melissa? —preguntó Jasper. No entendía por qué estaba preguntando por ella en ese momento y lo miré confundido —sólo recuérdame qué decías cuando comenzaste a salir con ella.
—DijeQueEraElAmorDeMiVida —respondí entre dientes.
—¿Qué dijiste?
—Dije que era el amor de mi vida -repetí.
—Exacto... dijiste que era amor a primera vista ¿Recuerdas cómo terminó?
—Ella sólo quería que le comprara cosas —respondí recordando cómo cada una de nuestras salidas tenía que ser a un lugar costoso o que implicara darle un regalo de algún tipo.
—¿Y cuándo te enamoraste de Irina? —cuestionó Alice.
¡Dios! ¿Iban a hacer todo el conteo de mis fracasos amorosos? ¡Los peores amigos! Definitivamente los peores amigos.
—Con ella todo iba bien —defendí.
—Hasta que te dijo que ya no te soportaba y, en lugar de terminar contigo amablemente, te dijo que eras patético y que todo era tu culpa. Créeme ella no era nada perfecta —replicó Alice.
Sí. Después de mi reciente ruptura con Irina duré un tiempo sin querer siquiera levantarme de la cama y comencé a cuestionar todo lo que era. Realmente la quería y estaba convencido de que tenía hacer todo para recuperarla pero fue Alice quien me ayudó a ver que los errores en una relación no sólo son responsabilidad de una persona.
—¿Qué hay de Tanya? —continuó Jasper.
—De Tanya no pueden decir nada. Ella era genial, amable, linda...
—Y aun así terminaron —interrumpió él.
Me quedé callado haciendo cuentas mentalmente y dándome cuenta de que mis amigos no estaban muy lejos de la realidad. En el último año pasé alrededor de un mes soltero entre mis relaciones hasta que volvía a enamorarme nuevamente.
Jasper salió de mi habitación en silencio y cuando Alice estaba junto a la puerta, se detuvo un momento y giró su rostro hacia mí.
—Te admiro por arriesgarte a dar ese salto cada vez que te enamoras, Edward —susurró suavemente—. Pero soy tu amiga, y me duele verte lastimado cada vez que caes por la chica equivocada.
Después de que mis amigos me dejaron solo nuevamente, me quedé acostado un rato más pensando en todo lo que habían dicho. Prácticamente me habían dado a entender que era como el niño mentiroso que gritó "Lobo" tantas veces que cuando realmente era cierto, nadie le creyó.
Al final me di cuenta de que ellos eran mis amigos y por supuesto que temían verme lastimado, pero yo no podía simplemente dejarme llevar por eso. Menos aun cuando había conocido a alguien tan asombrosa. Llevaba una semana viéndola desde lejos, su largo cabello marrón que enmarcaba su rostro y combinaba con sus ojos, sus labios llenos, además era realmente amable e inteligente... por lo que podía apreciar.
Me levanté con energía y le escribí un mensaje a la única persona que sabía que me escucharía y me entendería. Me bañé, me vestí y salí rumbo a nuestro punto de encuentro. No podía esperar para contarle todo sobre esa chica.
Cuando llegué al parque me acerqué a nuestro árbol y reconocí de inmediato que ella ya había llegado y estaba sentada tras el árbol, pues el contorno de su cuerpo sobresalía. Me senté a su lado de modo que mi brazo izquierdo quedase pegado a su brazo derecho y giré mi cabeza para observarla. Llevaba uno de sus atuendos de siempre, unos pantalones de algodón ajustados con una falda de mezclilla encima y una camiseta de color, además del usual sonido de la goma de mascar en su boca. Una gran sonrisa se expandió sobre mi rostro cuando finalmente hablé con la amiga que sabría que me apoyaría:
—Bella, estoy enamorado.
Lástima que ese día nadie parecía responder de la forma en que yo lo esperaba, y la suya no fue la excepción.
—Oh, mierda.
Como puedes ver, Bella es "la amiga" ¿Quieres adivinar quién será "El amor de la vida" de Edward?
¿Acaso Edward les recuerda a algún conocido? A mí sí. Si te recuerda a tí, tranquilo, creo que todos somos un poco así de vez en cuando y amigos entrometidos hay por montones jajaj así que cuéntame :)
PD: Notaste la referencia a Luna Nueva, ¿cierto? jaja no pude evitarlo, si no la viste, puedes preguntarme en tu review ;)
Cualquier opinión / pregunta / comentario / review es bienvenido yyy... RESPONDIDO :D recuerda que esa es mi mejor recompensa :)
¡Nos vemos en la próxima!
Un abrazo.
Alessa315
