Disclaimer: Todos los personajes/nombres de la saga HARRY POTTER son propiedad de JKR, Warner Brothers y demás adeptos. No recibo un mango, lamentablemente. ¡Una pena¡Así que no me demanden, esto es SIN FINES DE LUCRO! Mera diversión! Como decimos en Argentina "No me metan en cana!!"

Aclarando ese pequeño detalle solo digo: Hola a todos los lectores. Bueno si hay alguien porque la verdad, es el Prólogo de la historia y puede que del otro lado no haya ni el loro jaja. Soy una persona realista como verán. Nada fácil empezar un nuevo fic. Lo admito, porque uno no sabe si va a tener reviews si va a ser aceptado por todos ustedes... pero bueno, una vez me dijeron "el que no arriesga no gana" y acá estoy, con el prólogo de una nueva historia y presentandola.

Asi que les voy a hablar un poco de mi nuevo fic largo "Antes de Morir". Quiero solamente decirles que es un HG (mi pareja favorita) neto, donde habrá todo tipo de sentimientos. Desde amor, hasta tristeza, soledad y algo de violencia también. Pero eso no pasará hasta capitulos posteriores, por lo que ahora pueden leer tranquilos porque el Prólogo es muy sano. Por lo tanto habrá muchisimo DRAMA y ROMANCE. (valga la redundancia, ya que él genero lo indica) Algunos lectores me conocen por "Querido Diario", en realidad, creo que la mayoría porque es mi primer fic largo y me hasta ahora me ha traido mucha felicidad. (Si algún lector del mismo ha caído aquí les prometo que ese fic es PRIORIDAD y que pronto actualizo)

Sin más palabreríos de mi parte, y si hay alguien quien lo soportó, solamente le hago una cordial invitación a leer el fic. Resta implorar algún review ya que (para ser totalmente realista) de eso depende que la historia continúe. Pero aún sin comentarios creo que voy a poner el capítulo uno mañana, ya que es casi IMPOSIBLE que se enganchen leyendo el Prólogo solamente. En los reviews se aceptan malas palabras, por lo que les pido que no les tiemble el pulso para apretar las teclas diciéndome que fumé algo antes de ponerme a escribir. Lo acepto y me río con ustedes si me comentan eso.jeje

Ahora, si, Nada más... los dejo con el Prólogo de este nuevo fic.

Gracias desde ya por si alguien me está leyendo.

(jajajajaja)


Antes de Morir

Prólogo

10 de Agosto de 1999

Un joven de 19 años, con el pelo negro alborotado y unas gafas redondas caminaba a paso ligero por Callejón Diagon, y con una sonrisa radiante en su rostro. Ese día le parecía que la felicidad no cabía en su pecho, debido a que años antes, jamás la hubiera imaginado. Sin embargo, esa mañana sentía que necesitaba otro cuerpo para abarcar tanta satisfacción. Su vida, que en algún momento se hundió en la desesperación de permanecer carente de perspectivas, ahora nadaba en pompas de jabón.

Voldemort había sido destruido hace dos años con ayuda de Ron y Hermione. A pesar de la pérdida de algunos seres queridos, la paz en el mundo mágico reinaba. Harry se había convertido en una especie de Dios para todos los magos de Inglaterra e inclusive del mundo. Porque era el Elegido. Pero al joven, esos superficiales detalles no le interesaban en lo absoluto. Él estaba feliz porque ya era un Auror calificado y porque desde hacía unos meses se dedicaba a ello con lo que tanto había soñado, con un puesto ejemplar. "Al fin", pensó. Su primera entrevista con el Ministro de la Magia, Kingsley Skhealbolt, había confesado la mejor noticia: el examen que de preparación para postularse en el puesto de Jefe de Aurores había sido perfecto. Y el puesto era suyo. La semana que viene, tomaría posesión como Jefe del Escuadrón. "¡Increíble!" pensaba para sí mismo.

Harry había participado de varias misiones, en los que su desenvoltura era óptima y lo mejor que podía esperarse de él. Pero lo mejor de su vida no era eso: había algo que él, para sus adentros, llamaba "su mascota ronroneante" y la existencia de esa extraña criatura se debía a ese fatídico (y a la vez fantástico) día en el que había visto a Ginny Weasley, besarse con Dean Thomas por un corredor del pasillo. Y al final del año escolar, la había sorprendido con sus deseados labios en frente de no menos que cincuenta personas. Ese día se había enamorado por completo de esa pelirroja de ensueños, con la que no se imaginaba la vida si no estaba. En el presente más hermoso de su vida, con dos años de noviazgo y una feliz relación, Harry había encontrado todo lo que alguna vez soñó y también, por conocidas circunstancias, jactó por imposible: una familia.

Lo que le rodeaba se parecía muchísimo a los besos que Ginny le daba a modo de bienvenida, y esto quiere decir, que era calcado a su clima de perfección en ese momento de su vida: Ron y Hermione, sus compañeros de aventuras, también estaban de novios desde hacía dos años y por ahora marchaba todo bien. Bueno, sin dudas que esos dos tenían sus peleas continuas, sus discusiones y celos inconcebibles, que llegaban hasta reclamos disparatados que incluían nombres propios tales como "Vicky Krum" y "Lav Lav". Pero la mayoría de esos graciosos altercados entre sus dos mejores amigos terminaban con besos poco discretos delante de la familia y reconciliaciones que Harry prefería abstenerse de detalles tapando sus oídos, para evitar los comentarios lujuriosos de Ron.

Caminaba por Callejón Diagon, cuando chocó con alguien.

-Lo siento- se disculpó al instante. Y alzó la vista para verlo. Era un muchacho de su misma edad, con el pelo castaño oscuro y ojos verdes, un poco más oscuros de los de Harry. Era flaco, y tenía un cuerpo tonificado. Una sonrisa se dibujó en su rostro bonito, mostrando dientes perfectos. Harry lo reconoció enseguida y también sonrió.- ¡Jean!

-¡Tonto!- bromeó Jean.

Harry y Jean se habían conocido estudiando en la Academia de Aurores y ambos demostraron excelentes aptitudes en la profesión. Jean Paul Lebon era un chico de muchísimo dinero, que se radicó en Londres tras de la muerte de su madre a manos de Mortífagos, cuando él tenía 17 años. Había ido a la Academia de Beauxbatons y luego de la tragedia, se quedó con su padre, con quien siempre había tenido una relación confusa, que Harry nunca logró entender. Luego de conocer su historia, Harry sintió pena y una obvia identificación, por lo que se llevaron muy bien. Consecuentemente, Jean Paul se unió al grupo de Harry, Ron, Hermione y Ginny sin problemas. El muchacho hablaba sin acento francés por la costumbre. -¡Pensé que nos veríamos en el Escuadrón¿Kingsley no tenía que hablar contigo?- preguntó curioso. Harry lo miró asintiendo y muy feliz.

-Si, y ya hablamos.- contó Harry.- Me dieron noticias sobre el puesto.

-¿Y bien?

-Me ascendieron.- balbuceó Harry con un brillo de emoción en su mirada- Todavía no lo puedo creer.

-¿Cómo que te ascendieron¿Y el examen?- Jean Paul parecía confundido.

-¡Han corregido el mío y saqué cien por ciento!- exclamó Harry, realmente contento.

-¡Oh! Estoy contento por ti, amigo.- repuso Jean. Harry lo abrazó.

-¡¡Felicítame con más ganas porque pensaré que no estás contento!!-recriminó en tono de broma.

-Estoy muy contento por ti.- dijo su amigo. Aunque su rostro no denotaba mucho las emociones. Harry supo que con eso era suficiente, ya que su amigo no era muy demostrativo.- ¿A dónde ibas?

-Debo encontrarme con Ginny-contestó Harry y el rostro de Jean se puso serio, pero el morocho no lo notó porque estaba embelesado con la idea de almorzar con su novia.

-Mañana es su cumpleaños- recordó Jean, con el rostro serio. Harry lo miró y enarcó una ceja, pero con una mueca bromista.

-No creerás que no lo se, soy su novio, navo!!- repuso, dándole una palmada en el hombro. Jean suspiró en algo que parecía ser una sonrisa.

-¿Y donde está ella? – preguntó.

-Me espera en el Caldero Chorreante.- contó Harry.- Quiero darle una sorpresa.-guiñó un ojo con alegría y metió las manos en el bolsillo tocando una cajita aterciopelada.

-¿Y de qué se trata?- inquirió Jean. Harry lo miró suspicaz- ¡No voy a contarle nada!- el pelinegro frunció el entrecejo- ¡Lo juro!- Levantó una mano y Harry lanzó una carcajada.

-Está bien, te lo digo- accedió y sacó la cajita de su bolsillo.

-¿Qué es eso¿Algún colgante?- pregunto curioso Jean.

-No. Son anillos.- explicó Harry y abrió la cajita mostrando dos hermosas sortijas de oro, que tenía grabadas una H y una G en un azul oscuro, con letra cursiva. Los dos objetos de valor brillaron a la luz del sol de ese mediodía de caluroso de Agosto, y se reflejaron en las pupilas de Jean Paul.-Le propondré a Ginny compromiso, y más tarde la boda.- sonrió.

-Estás metido hasta las chapas.- observó su amigo. Harry lo miró decepcionado, guardando la cajita en su bolsillo.

-¿No vas a felicitarme?- preguntó.- ¿Me comprometeré con la pelirroja más preciosa de todo Inglaterra y no me felicitas?

Jean Paul iba a replicar, pero de repente unas manos pequeñas, con las uñas esculpidas y pintadas de un rosa clarito, taparon los ojos de Harry y el francés sintió un perfume a Jazmines inconfundible.

-¿Quién soy?- Preguntó una voz en el oído de Harry, que lo hizo estremecer de felicidad. El muchacho sonrió y puso sus manos sobre las de ella. Ginny vio a Jean Paul y le guiñó un ojo para que se callara. Jean le devolvió una sonrisa radiante, diferente a las que le había dedicado a Harry minutos antes.

-Mmmm… ¿La hermana de mi mejor amigo¿puede ser?- fingió la duda Harry. Ginny largó una efusiva carcajada y lo soltó. Harry se dio vuelta y la abrazó fuertemente, apoyando sus labios en su cuello. Jean Paul los observaba algo serio.-Te extrañe- le dijo y le propino un besazo en los labios, nada envidiable a los de las telenovelas muggles.

-No mientas, Llegabas tarde a la cita!- dijo Ginny al separarse; pero su tono no era enojado. Harry sonrió y señaló a su amigo con la cabeza.- ¡Hola, Jean¿Cómo has estado?- preguntó alegremente y lo abrazó. El muchacho rodeó con sus brazos la cintura de la joven.

-Bueno, bueno.- apaciguó Harry, separándolos- Estoy aquí adelante, tampoco sean tan evidentes.- bromeó, pero aún así estaba un poco serio.

-Tonto.- acusó Ginny dándole un rápido beso en los labios y abrazándolo.-Te amo.

-Y yo a ti.- replicó Harry besando su nariz cubierta de pecas.

-¿Qué hacían los dos hombres más hermosos peligrosamente sueltos en Callejón Diagon?- preguntó Ginny.

-Nos encontramos de casualidad- explicó Jean.

-Si- confirmó Harry- Iba para nuestra cita, preciosa.- le acarició el pelo con ternura.

-Me parece perfecto, Potter.- dijo Ginny bromista- ¿Saben qué? He diseñado mi propio vestido para mi cumpleaños!!

-¿Si?- pregunto Jean interesado. Ginny estudiaba diseño de indumentaria en un Colegio que implementaba técnicas muggles, pero también el uso de la varita. Tenía especial habilidad con los colores y sus gustos eran bien aceptados por sus profesores. La creatividad era un arma mortal en la pelirroja para que sus calificaciones no bajaran de nueve. Le faltaban pocas materias para recibirse y nadie dudaba que su futuro fuera prometedor.

-Exacto, pero no se ilusionen- dijo Ginny- No les contaré nada, es sólo una sorpresa.- Harry frunció el entrecejo.

-No será demasiado corto¿verdad?- su novio la miraba de manera reprobatoria.

-Amor¡no todos los días se cumplen 18!- argumentó Ginny.- Pero no te preocupes, porque no se me verá nada de lo que tu no quieras…- lo besó.

-Siempre me convences.- musitó Harry embobado.- Eres altamente persuasiva cuando te lo propones, Gin.- Jean Paul solo los miraba. Su rostro estaba inexpresivo.

-Lo sé- replicó Ginny y miró su reloj.- ¿Nos vamos ya?- guiñó un ojo a Jean. Éste se cruzó de brazos y sonrió de manera completa.

-Si, amor.- dijo Harry.- Jean, nos vemos.- saludó a su amigo.

-¿Dónde irán?- preguntó su amigo. Harry enarcó las cejas, extrañado por la pregunta controladora.

-Tenemos una cita, te lo dije- contestó Harry, algo contrariado. Ginny miró a ambos y frunció el entrecejo. Antes de que pudiera decir algo para calmar la rara tensión que había dejado el tono de voz de su novio y su amigo, una muchacha castaña se colgó de la espalda de Harry, quién quedo preso de un brusco abrazo. Harry se asustó.

-¿¡Qué diablos!?

-HERMIONE!- gritó Ginny. La castaña se bajó y largó una carcajada. Harry se volteó y la miró ceñudo.

-¿Es una nueva manera de saludar?- gruñó por dolor de la espalda.

-No, de ninguna manera.- contestó Hermione. En ese momento llegó corriendo un agitado Ron.

-¡Hiciste trampa!-Acusó a su novia con el dedo, sin saludar a los presentes.

-No, no lo hice. Lo que pasa es que creíste que no me animaría. ¡Para que no me tildes de amargada y estructurada, amor!- Replicó Hermione, sarcásticamente. Jean, Ginny y Harry no entendían nada.

-¿De que rayos hablan?- les Preguntó Ginny confundida. Los aludidos soltaron una carcajada sonora. Los otros tres rodaron los ojos.

-Le jugué una apuesta a Ronald.- explicó la castaña tras un suspiro.

-¿Cuál era la apuesta¿Romperme la columna?-Preguntó Harry, frotándose las cervicales. Ginny rió por la ocurrencia.

-No- negó el pelirrojo.- Colgarse como una loca del primer hombre que encuentre.

-¿Tú accediste a que se cuelgue de otro tipo?- preguntó Jean anonadado.

-No, Jean, la idea fue de mi adorada novia. Pero bueno, admito que no creí que fuera capaz… por suerte fuiste tú, Harry, sino la mataba…- Hermione le dio un leve coscorrón en los mechones pelirrojos. Ron replicó tomándola de la cintura y besándola.

-Están locos- afirmó Harry negando con la cabeza-Por cierto¿Qué hacían por aquí?- los dos tortolitos se separaron sonrientes.

-Vinimos comprar una Saeta para Ron.- contó Hermione.

-¡Si!- se entusiasmó Ron y sus ojos azules brillaron soñadoramente.

-¿Y con que dinero?- preguntó Ginny abrazada a Harry.

-Con el dinero de las Avispas, ellas cubren los gastos. Suelen hacer las compras los entrenadores, pero pedí permiso para venir a buscarla yo- dijo su hermano con orgullo.

-Eso es genial, Ron- lo felicitó Harry, golpeándolo en la cabeza de forma un tanto brusca.

-No me pegues Potter!- se quejó su amigo.- Y ojo conmigo, porque hoy me he despertado sorprendido por las ganas de asesinar a mi mejor amigo con la cabeza rajada, que encima le da besos indecentes a mi hermana.

Todos, incluso Harry largaron una carcajada.

-Nos vamos, mejor.- anunció el mismo, tomando a Ginny de la mano.

-Nosotros también- dijo Hermione.- Debemos apurarnos.- Ron la miró como rogándole por algo.- No, Ron¡ni se te ocurra que volveremos volando!- todos volvieron a reírse.

-Por favor…

-No.- sentenció su novia- Definitivamente no.

-¿No me amas?

-¡No me vengas con eso, no podrás convencerme!- Se giró hacia sus amigos y tomando a Ron de la mano dijo- Nos vemos. Cuídense...- comenzó a arrastrarlo alejándose.

-¡Adiós!- decía Ron- Potter¡¡no te sobrepases con mi hermanita o te asesinaré, cabeza rajada!!- le gritó.

-Yo también te quiero, Ronnie. – contestó Harry

-¡¡EL DOMINGO IREMOS A COMER CASA!!- avisó Ginny, antes que se pierdan en la multitud y que Ron volviera a rogar un vuelo aterrorizador para regresar.

-No tienen remedio- dijo Harry divertido.

-No- secundó Ginny pasando su palma por la espalda de Harry y mirando a la multitud.

-¿Vamos, princesa?

-Si,- miró a Jean Paul.- nos vemos Jean- le dio un beso en la mejilla.- Por cierto, festejaremos mi cumpleaños en casa el domingo. Mamá dice que estás raquítico por lo que preparará tu torta favorita para hacerte engordar. – agregó. Harry se puso serio enseguida.

-Ahí, estaré- afirmó Jean. Su semblante estaba alicaído.

Harry y Ginny se alejaron con el último gesto. Jean Paul se quedó observándolos hasta que se metieron en El Caldero Chorreante.