Black & White

I

Disclaimer: Todos los derechos de Harry Potter le pertenecen a J.K. Rowling y esas grandes compañias que pagaron mucho dinero por ellos, yo aquí sin un centavo y escribiendo esto por diversión ;)

La imagen tampoco me pertenece solo la encontré por ahí en Internet.

Notas de autor: Intento de serie de drabbles sin ninguna pretensión en especial, mis divagaciones sobre los Malfoy y uno que otro Black colado. Esto principalmente sera LuciusxNarcissa, me encantan juntos y tienen tan pocos fics que da rabia.

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Siete visitas en un mes, es patético y cualquiera sospecharía.

Compruebo en el espejo que mi apariencia sea perfecta y en el reloj que hayan pasado los suficientes minutos para considerarlo un retraso elegante y no descarada impuntualidad, con una sonrisa considero dejarlo esperar más... pero escucho los tacones de Sissa bajando la gran escalera de la mansión y mis ganas de opacar su llegada son más fuertes que mi capricho de desilusionar a ese tipo.

Llegamos juntas al comedor y él, como siempre, finge perfecta indiferencia mientras discute con mi padre de aburridas cuestiones del Ministerio. Hoy su acto es más convincente que nunca, sus ojos grises no se cruzan ni una sola vez con los míos, pero cuando se despide deja claro que piensa volver pronto mi madre asiente en acuerdo -por Morgana hasta parece emocionada- por mi parte solo ruedo los ojos y me despido con la justa etiqueta. Ni un toque, ni una mirada que ilusionen a este perdedor.

Bien lo acepto no es un mal partido, sangre tan pura como la mía, fortuna y estatus, astucia e inteligencia, y claro también es apuesto aunque bastante arrogante. La arrogancia no es ningún problema para mi pero Lucius Malfoy no es mi tipo y lo considero un crió que no podría satisfacerme. Pobre de él, solo perdió su tiempo desde el instante en que puso sus ojos en mi. Al menos tiene buen gusto y me divertiré rompiendo su orgullo cuando lo rechace.

Décima visita y hoy aparece un un ramo de flores blancas -odio el blanco-, mi discurso para rechazarlo esta listo y sonrió.

Pero él no se acerca. Le ofrece las flores a Narcissa, ella las acepta con una sonrisa elegante y coqueta, él le susurra al oído y estoy segura es alguna obscenidad por que mi simplona hermana se ha sonrojado. Mis padres están encantados y la escena se sigue desarrollando como si yo no existiera.

Esta, y todas las visitas, cada una de las aburridas cenas; todo era para ella. Para ella y no para mi. De alguna forma nunca lo habría considerado, pero ahora estoy segura que nunca voy a olvidarlo.

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