JUSTO AL ALMA DEL SHARINGAN

CAPITULO I: EN TUS OJOS ME PERDI

El joven pelinegro de ojos rojizos, se encontraba solo, pensativo y reflexivo, de todo lo que había hecho en su vida hasta ese momento. No es que sintiera remordimiento, pero se preguntaba como podría haber sido su vida, de no haber sido un Uchiha o haber nacido, en un Clan diferente a la que lo vio crecer.

Sentado con su mirada perdida en el horizonte, en donde los colores de un despejado y hermoso atardecer, comenzaban a pintar el cielo, llenando de paz al joven, que se dejó envolver de la escena frente a sus ojos.

Una vez que la noche se había hecho presente, el muchacho caminó lentamente de regreso a su hogar; cuando de pronto comenzó a escuchar alboroto y el grito desgarrador, de una chica pidiendo ayuda desesperadamente.

Indiferentemente caminó hacia allí, por pura curiosidad, una que lo incitaba hacerlo; ya ahí por unos momentos, observó a un grupo de ladrones y a la muchacha, tratando de defenderse de todos ellos, que sólo se divertían rasgando sus ropas, dejando parte de sus rosados y firmes pechos, además de su vientre, muslos y caderas…

Vamos… no te hagas del rogar, sabemos bien que lo deseas! – arrancando lo que restaba de su blusa, dejándola completamente descubierta, por lo que sólo se dejó caer al suelo de rodillas, al tiempo que llorando, suplicaba

Por favor… que alguien me ayude! – el tono tan angustiado y al ver la pureza que sus ojos reflejaban, de entre sus cabellos rojizo castaño, le llegó profundamente al pelinegro, mismo que no había emitido ni un sólo sonido y pasando completamente desapercibido, para los que estaban frente a él. El que parecía ser el líder de ellos, se hinca frente a la muchacha, que se cubre los pechos con sus brazos – Por favor, déjeme ir! – implorándole llena de lágrimas

Claro que te dejaré ir! – le dijo, tomándole la barbilla sólo con su índice y hasta con cierta delicadeza, lo cual hizo sentir un poco tranquila – Pero no hasta que me des lo que deseo! – la empuja tirándola al suelo y desgarrándole el resto de su pescador, se coloca sobre de ella abriéndole las piernas, mientras el resto de sus secuaces, reían y vitoreaban la escena

Déjala tranquila! – al fin expresa el joven con indiferencia, haciendo que estos por un segundo, volteen hacia él y al ver que está solo; burlándose mientras que el líder, le dice con algo de molestia y apatía

Piérdete o mis hombres te matarán!

No te lo estoy pidiendo… te lo estoy exigiendo! – expone él, con decisión – Déjala en paz! – Rengokumaru se pone de pie, molesto y acomodándose los pantalones, expresa

Muchachito estúpido! – caminando hacia él – No sé quién demonios seas… pero con tu estúpida bandita de ninja, no creas que me intimidarás! – sacando su espada – Yo soy uno de los mejores espadachines de ésta nación… y créeme cuando te digo, que ninjas de mayor edad y experiencia que tú, han sucumbido ante mi espada! – el pelinegro sólo sonríe sarcásticamente, haciendo enojar más al ladrón, que desenvaina su katana, con la que pretende que con un sólo movimiento, cortar la cabeza del pelinegro, que nisiquiera se inmuta

Por un momento se escucha el grito ahogado, de la chica que aún permanece en el suelo, sentada y cubriéndose el pecho, al ver que ese joven que intentó ayudarla, había perdido la cabeza a manos de Rengokumaru, quién se ríe de ver el resultado. Es entonces cuando siente como un escalofrío recorre toda su espalda lentamente, al darse cuenta de que la mayoría de sus hombres, están tendidos en el suelo y sin vida. Voltea pávido lentamente detrás de él, donde la muchacha aún continúa impactada y fuera de sí, por lo que sus ojos están viendo.

Un poco más controlado, sigue buscando la respuesta a su pregunta, pero nada parece decirle qué fue lo que sucedió, en el mismo instante que él parpadeo. A punto de sentir que perdería la razón, corre hasta donde la chica, todavía pasmada y sin emitir un sólo sonido, ni tampoco moverse ni un sólo centímetro de dónde está. Desesperado y poniendo la hoja de su katana en el cuello de ella, por fin grita…

Sal de dónde quiera que estés o la mataré! – mirando hacia todos lados, esperando poder ver al muchacho

Nisiquiera lo intentes! – colocando desde sus espaldas, su kunai en el cuello del mismo, poniéndolo más nervioso

No sé quién te haya mandado a liquidarme, pero sé que podemos llegar a un acuerdo!

No lo creo!

Tengo mucho dinero… y mi padre es una persona muy influyente y con gusto, te dará lo que desees…

Déjala y puede ser que no te mate! – y al ver que no la soltaba – No te lo repetiré otra vez! – el escucharlo decir eso en un tono tan vacío y sin conciencia, le erizó toda la piel, por lo que lentamente levanta su espada, junto con su otra mano

Quién eres tú? – gira lentamente para verle a los ojos y al notar que estos, están todos rojos, siente la fuerte necesidad de tragar saliva

Mi nombre no es importante para ti!

Qué acaso eres un vengador… o algo parecido? – éste no le contesta nada por unos instantes, ya que sólo se le queda viendo directamente a los ojos. Rengokumaru creyó que ya que había logrado acaparar toda la atención del chico, hacia él, podría matarlo con su espada, ya que notablemente éste había bajado la guardia y antes, de que pudiese llevar acabo su plan, se vio despojado de su katana, misma que ya estaba encajada en su pecho y por él mismo. Ve al joven frente a sí, quién ya tiene a la chica cubierta con su capa y aún desmayada, en su brazo izquierdo – E…res… un… de…mo…nio! – la expresión en su mirada reflejaba la estupefacción que sentía

No! – indiferente le contesta – Tampoco soy ningún vengador ni justiciero! – volteando a la chica desmayada – Sólo odio a las personas que como tú, lastiman o matan a las personas, sólo por diversión y sin ninguna razón o propósito, porque eso es lo que el resto de la gente espera de ustedes! – una vez dicho eso, le retira la katana de un jalón y le corta la cabeza de una vez por todas, con tal indiferencia, como sí sólo se tratase de un muñeco de práctica

Llegó por fin con la chica en brazos, a la que sería su casa y en su cama, la recostó con delicadeza, ya que continuaba inconsciente.

Ella estaba semidesnuda, sólo parte de su pescador cubría un poco de su cadera, dejando al descubierto, algo de su vientre y tanga, además de la mayor parte de sus firmes muslos. Lentamente recorrió con su mirada, el delgado, torneado y curvilíneo cuerpo de la joven. Era la primera vez que veía a una chica de esa manera, muy a pesar de que como ninja, conocía perfectamente el cuerpo humano, para infringir el mayor daño con el mínimo de esfuerzo. No obstante la figura de la muchacha, lo hacía desear tocarla, pero no así, al menos no en las condiciones en las que ahora ella se encontraba. Decidió cubrirla vistiéndola con unas ropas, que hacía mucho que ya no utilizaba. Al fin la dejó descansar y él, se dispuso a dormir en un sillón cerca de la ventana, de aquella habitación.

Los pequeños rayos que se filtraban a través de los vidrios, deslumbraron un poco el rostro del chico, quién poco a poco fue abriendo los ojos para encontrarse, con los verde aceitunados de ella, que lo miraba agradablemente…

Gracias! – le sonríe dulcemente, sacando de onda al chico – Gracias por salvar mi vida! – con una reverencia

No tienes por qué agradecerme! – responde y al intentar ponerse de pie, los ojos de la chica se clavan en él, por lo que él no puede dejar de mirarlos, ya que la manera en que estos lo miran, es de una forma muy diferente, a la que todos los que ha conocido lo habían hecho, por lo que lo hacen sentir mucha paz y es por ello que no desea dejar de verlos – Cuál es tu nombre? – a pesar de no ser del tipo de persona que le gustase socializar, tenía la necesidad de saber cuál era el nombre de esa chica

Mi nombre es Shune! – con una hermosa sonrisa, que iluminaba la mirada de ella, haciendo que él se reflejara en ésta – Y el tuyo? – sin quitar la expresión ni de su mirada ni su rostro, cuando de pronto la puerta de aquel cuarto se abre repentinamente, al tiempo que la voz expresa

Itachi… – por un momento los tres se quedan en silencio, hasta que el Uchiha, pregunta

Kisame… qué pasa? – éste no le responde, ya que jamás pensó encontrar a su compañero con alguna muchacha… o por lo menos no en la situación en la que estaban

Itachi… el objetivo se mueve! – es todo lo que éste comenta, antes de que el pelinegro responda sin quitar su mirada de ella, que también lo veía directamente

Kisame… dame un minuto por favor! – el escucharle decir esas palabras y verle la expresión tan diferente, lo llevaron a que diera un paso al frente, sólo que al hacerlo, los ojos de su camarada, se depositaron rápidamente en él, mostrando enojo además del Sharingan completamente encendido, como sí fuera atacarlo

Te esperaré afuera! – dice con algo de reserva

Deja la habitación, no sin antes de percatarse que los ojos de éste volvieron a la normalidad, cuando puso su mirada en ella. Itachi no deseaba dejar de verse en esos ojos, que eran tan puros, cálidos y dulces y que lo invitaban, anhelar saber todo de la dueña de estos, muy a pesar de que esos mismos, lo desarmaban completamente aunque él no lo deseara…

En verdad tienes que irte? – suavemente le cuestiona y la voz de ella, se clavó directamente en su interior, como el más filoso de los kunais que él había usado, para acabar con sus enemigos; por lo que sin lograr evitarlo, delicadamente con sus dedos, le acaricia la mejilla

Será mejor que regreses con los tuyos! – cosa que entristeció mucho a la joven, al tiempo que él mismo sentía una especie de dolor, que no había experimentado antes, por tan sólo verla así; sin embargo, no le dijo más y caminó hacia la puerta – La ropa es tuya si la quieres! – ésta vez sin mirarla atraviesa la puerta y ella corre para alcanzarle, pero solamente se queda parada al pie de esa habitación

Te volveré a ver? – se detuvo un instante ya que él deseaba con todas sus fuerzas, que así fuera; pero con la vida que llevaba, lo más seguro es que cuando ella lo descubriera, no quisiera volver a verlo, así que sin girar hacia ésta, no le responde y al fin deja el lugar – Itachi… – se dice para sí misma en voz baja y nuevamente corre para alcanzarle; pero al salir de la casa, se da cuenta de que lo único que hay a su alrededor, es solamente bosque y sin ninguna señal de él o de su compañero

Tanto Kisame como Itachi, van a toda velocidad en busca de su objetivo. Ambos van en silencio hasta que el de piel azulina, pregunta…

Quién era esa chica? – buscando la expresión de su amigo, mismo que se adelanta levemente

Nadie importante! – responde con un cierto dejo de tristeza, que no pasa por desapercibido de su camarada

Pude ver que también es una Uchiha… – comenta él – Creí que sólo Sasuke y tú, eran los últimos de tu Clan que quedaban!? – Itachi se detiene en seco y nuevamente con su mirada encendida, se pone frente al joven azul diciéndole

Escúchame bien Kisame! – con esa seriedad que lo caracteriza – Ella no es nadie! – sólo pocas veces, él lo había visto actuar de esa manera, pero desde que lo conocía, jamás lo había hecho con algún otro Akatsuki, excepto Orochimaru

Como tú lo digas! – responde al fin y reinician su camino

La muchacha caminó por un rato sin rumbo fijo, ya que no sabía exactamente para dónde, es que se encontraba su Aldea; hasta que por fin llegó a la orilla de un pequeño riachuelo, por el cual, muy bien pudo volver a su pueblo; donde ya sus padres y sus amigos, estaban como locos y más aún, después de haber encontrado sin vida a todos los que la secuestraron y de ella, sólo los restos de sus ropas desgarradas, suponiendo lo peor…

Sakumo… qué ha pasado con nuestra hija!? – desesperada le pregunta exigiéndole una respuesta – Dónde está?

Mikoto… – abrazándola trata de tranquilizarla, pero es obvio que la angustia que ella siente, no se calmará hasta que sepa lo que pasó con su hija – Pronto la encontraremos, ya lo verás! – en ese momento la mejor amiga de la muchacha, grita

Shune ha vuelto! – corre hacia ella, para abrazarla llena de felicidad, al igual que la recién llegada hace lo mismo

Dende! – con enorme alegría las dos abrazadas

Shune… hija! – gritan llenos de regocijo al ver que su niña se encuentra bien

Padre… madre!? – lanzándose a los brazos de estos, buscando el consuelo que tanto necesitaba, después de la amarga experiencia con Rengokumaru

Estás bien? – tomándola por la cara, su padre le cuestiona

Sí!

Temimos lo peor… – expone Dende – Qué fue lo que pasó? – su amiga la mira, aún abrazada de su madre, toda temblorosa

Dende… – una voz ajena a ellos, expone – Shune debe estar muy cansada, así que dejemos que descanse y después nos contará todo lo que pasó!

Ryoga! – murmura la de ojos aceitunados y le sonríe levemente, al dirigir su vista hacia él, quien a pesar de que estaba feliz de verla con bien, no lo mostraba del todo, ya que temía de demostrarle sus verdaderos sentimientos, porque no soportaría que ésta lo rechazara

Siguiendo la sugerencia del muchacho de cabellos negros y cortos y ojos cafés, regresaron a casa, para dejar que Shune descansara, seguida de Dende, que necesitaba saber lo que le había pasado.

Ryoga al quedarse detrás de ellos, pudo notar el emblema de la playera que portaba su amiga y sorprendido, murmuró para sí mismo…

Ese, ese es el símbolo del Clan Uchiha… – bastante asombrado por el hecho – Pero cómo puede ser posible? – sin quitar su mirada del símbolo – Será que… – meditando un momento sus palabras, ya que como Chuunin de la Aldea de la Hoja, para él ese emblema, no le era para nada desconocido…


Hola!

Soy Nueva en esta sección de Fics, así que espero que comprandan que es mi primer fic de Naruto y de verdad deseo que les agrade.

Me gustaría mucho que me dejen reviews aunque no sea una historia Yaoi (la verdad para mí nada que ver con ello sorry u.u) ya que de verdad me esfuerzo siempre mucho en todas mis historias para no salirme de lo ya establecido, con respecto a los personajes o al menos siempre con una justificación valida dentro de mis fics!

Que lo disfruten y espero sus reviews n.n

Salu2 a todos! .

Tschüs!