Konichiwa!...después de mucho tiempo por fin logré escribir otra mas de mis historias locas XD...pero en fin...agradesco mucho a todos los que me apoyaron en Ángel, mi último fic, de verdad su apoyo me ayudó mucho a seguir adelante.

Ésta historia no tendrá nada que ver con el Sengoku, si no mas bien todo transcurrirá en una escuela en la que se irá desarrollando el tema. Bueno pero para que adelantar mas n-n...espero que sea de su agrado...los dejo con el primer cap. de ¿Apuestas?.

Disclaimer: Inu y Co. no me pertenecen si no a la sensei Rumiko Takahashi, io solo los tomé prestados para este fic y su diversión.


1. ¿Inicio o Final?

Sus ojos demostraban rabia…su corazón sentía una inmensa desilusión y su rostro solo podía reflejar tristeza. Abrazada por su hermana mayor, quien no estaba en mejor estado, se arrepentía de haber entregado tanto a una persona como él, y de haberse enterado de la peor forma de aquel engaño que por tanto tiempo ella pensó que era amor.

.- No se lo voy a perdonar…-murmuraba entre lágrimas mordiendo su labio-


6 meses antes en la escuela Fukiori.

.- Gané –sonrió al tiempo que estiraba su mano para recibir el dinero-

.- Ja! También gané! –exclamó su hermano menor recibiendo unos cuantos billetes ante la cara decepcionada de muchos que debían pagar-

.- Te demoraste tanto como siempre –le regañó –

.- Es que ustedes jamás van a perder? –Murmuraba un chico que miraba su cartera con decepción al ver que ya no tenía mas dinero-

.- No…jugar con las mujeres es muy fácil, un par de palabras y ya la tienes –terminó de decir el joven de plateados cabellos-

.- Solo debes decir las correctas y caen –finalizó el otro joven de dorados ojos-

.- Deberías dejar esa mala costumbre Inu Yasha… -dijo a sus espaldas un joven de azules ojos y negros cabellos- las mujeres no son un juguete a tu disposición…

.- Pues que yo sepa no sirven para mucho mas…dime alguna mujer que sea distinta…todas quieren los mismo, pasarlo bien nosotros solo les damos en el gusto –exclamó con fastidio. Miroku normalmente intentaba alejarlo de los malos rumbos que había tomado, pero jamás lo conseguía, Inu Yasha tenía en su mente la idea de lo que el creía y nadie se lo podía sacar de la cabeza.

Sesshoumaru e Inu Yasha eran los hermanos mas codiciados en la escuela. Guapos de buena familia, eran el mejor partido para cualquier chica y ninguna se quedaba atrás si se trataba de conquistarlos. Su padre era un gran empresario, divorciado de la madre de Sesshoumaru y casado nuevamente con la mujer que era madre de Inu Yasha.

Los dos eran parecidos a su padre, tenían sus mismos ojos dorados que tanto les caracterizaban entre todos los chicos, la única diferencia, era el color de cabello, Sesshoumaru lo tenía de un tono platinado y acostumbraba llevarlo tomado en una cola mientras que Inu Yasha poseía un cabello tan negro como la noche, igual al de su madre que dejaba suelto.

Se corrían rumores en la escuela que usaban a las mujeres para su conveniencia, pero muy pocas lo creían ya que sus atractivos no solo eran en físico, también sabían manejarse muy bien en cuestión de palabras, por ello muchas caían rápidamente ante ellos y sus insinuaciones de noviazgo.

Ese día habían ganado otra de sus tantas apuestas con chicos de distintos niveles. Les habían dicho que debían conseguir a una chica en específico en un tiempo determinado y como siempre lo habían logrado, dejando en banca rota a muchos de los que apostaban por que no lo lograrían.

La única mujer estable que había tenido Inu Yasha era una joven llamada Kikio, sin duda una de las más hermosas en la escuela. Realmente el la quería mucho, pero ella cansada de la relación decidió terminarla y dejar a Inu Yasha para irse con un chico al poco tiempo. Entre los chicos que apostaban con ellos decían que ese era el motivo de que el utilizara a las mujeres, en cambio de Sesshoumaru no se sabía nada, normalmente permanecía callado y solo hablaba cuando debía pedir el dinero ganado.

La relación entre los dos hermanos no era excelente pero podían tolerarse por cinco minutos.

Un chico llegó corriendo al pasillo en donde era costumbre que se juntaran todos los jóvenes.

.- Oigan no saben de lo que me acabo de enterar! –gritaba de emoción, agitado por correr, sosteniendo su cuerpo apoyando las manos en las rodillas-

.- Habla…-murmuró Sesshoumaru quien estaba sentado contra la pared-

.- Entrarán dos hermanas y dicen que soy muy hermosas! – exclamaba lleno de alegría ante los ojos llenos de brillo de los demás que escuchaban atentos la noticia-

.- Llevamos tres meses de clases…es ridículo que entren en esta fecha –murmuró con confusión el mas joven de los hermanos-

.- Dicen que se cambiaron de una región lejana por temas del trabajo del padre de las chicas y que se quedarán aquí por un tiempo y una de ellas va en un salón menor al de nosotros Inu Yasha y la mayor irá en nuestro nivel.

.- Esto me suena a apuesta! –gritó emocionado Hoyo, uno de los integrantes del grupo- que les parece…-los dos hermanos asintieron con una sonrisa en su rostro. A pesar de llevar tan solo tres meses en la escuela, ya habían hecho mas de 10 apuestas y todas ganadas, ésta, no sería la excepción.

.- Yo digo que ésta vez Sesshoumaru intente con la mas pequeña... –dijo uno-

.- Yo con la mas pequeña?...estás loco? No soy niñera, dale las pequeñas a mi hermano –murmuró al tiempo que apoyaba uno de sus brazos en su pierna flectada.

.- Por qué a mi, olvídalo tú quédate con la menor! O qué…el gran Sesshoumaru tiene miedo? –exclamó con tono irónico ante la mirada sorprendida de todos los presentes.

.- Qué estás tratando de decir? –le contestó molesto-

.- Que eres un cobarde? –respondió en el mismo tono-

.- Hoyo? –llamó Sesshoumaru a lo cual el le miró- dobla la apuesta…yo me quedo con la pequeña…

Todos dieron un grito de alegría y comenzaron a dar sumas de dinero, poniendo las reglas de la apuesta para que finalmente todos se retiraran a sus salones.

Miroku, quien había estado en una esquina escuchando todo, miró lleno de decepción a su amigo, él lo estimaba y no le gustaba que actuara de esa manera, a pesar de lo sufrido por Kikio.

Al pasar por su lado, Inu Yasha se limitó a mirarlo de reojo dándole muestras de desagrado, en ese momento, supo de inmediato que el Inu Yasha que el había conocido hacía años ya no existía.

Una joven puso su mano en el hombre del joven de azules ojos captando su atención, alejando su mente de su amigo. Al mirarla le sonrió.

.- No te desgastes mas por él…onegai… -le pidió la joven quien poseía un largo cabello café que siempre llevaba en una alta cola, sus ojos del mismo color, le hacían el juego perfecto a su esbelto cuerpo.

.- No lo puedo evitar Sango, demo no te preocupes –se acercó a su rostro y dándole un pequeño beso intentó trasmitirle algo de tranquilidad, mas los ojos de la chica seguían manteniendo el brillo de preocupación.

.- Ya verás…él cambiará…es cuestión de tiempo y entenderá que lo que hace está mal –dijo con decisión y al terminar aquellas palabras el timbre dio el sonido tan característico para entrar a clases.

Cuando entraron al salón pudieron observar que muchos chicos le hacían preguntas a Inu Yasha quien se limitaba a contestar unas pocas sin moverse de su asiento.

El profesor llegó y todos guardaron silencio, dejó su libro en la mesa y tras revisar algunos papeles comenzó a hablar.

.- Creo que ya todos se han enterado de la noticia –los chicos comenzaron a mirarse- dos jóvenes han ingresado a nuestro establecimiento a pesar de que ya llevamos 3 meses de clases, la mayor estará en este salón y les pediré que sean amables con ella, Kagome, pasa por favor.

Todos comenzaron a murmurar y sus miradas se dirigieron a la puerta cuando ésta fue abierta por una joven de esbelto cuerpo, largo cabello que caía como cascadas sobre sus hombros y ojos café oscuro que combinaban con su tez mas bien de un tostado claro. El uniforme se adecuaba a su cuerpo como si lo hubiesen hecho para ella. Inu Yasha posó sus ojos en la joven y le pareció atractiva, había escogido bien.

.- Konichiwa mi nombre es Kagome Higurashi –se presentó la chica con un tono de voz que detonaba seguridad en sí misma.

.- Veamos donde hay un puesto…-murmuraba el maestro- ahí, se sentará con Miroku. –el joven sonrió de manera amable. Kagome avanzó hasta su lugar y dejó su cosas.

.- Mucho gusto Miroku-kun –murmuró al tiempo que le sonreía-

.- Igualmente Kagome-chan –le respondió-

La clase comenzó, y el profesor habló de distintos temas de la física que a muchos no les servirían más que para poner la materia en una prueba.

Al momento del receso Inu Yasha iba a acercarse a Kagome, sería su primer paso, pero Miroku junto a Sango se la llevaron del lugar dándole un punto en contra al que alguna vez fue su amigo. Los siguió para ver donde iban y de momento intentar toparse con su hermano para saber como iba.

Los tres chicos caminaban alegres por la escuela, riendo y contándose cosas. Sango le decía algunas reglas de la escuela mientras Miroku le explicaba que tanto habían avanzado en cuestión de materia por cada ramo, Kagome, escuchaba atenta agradeciendo su amabilidad.

De pronto la chica se detuvo y los otros dos jóvenes pudieron observar que se encontraban en el nivel menor al de ellos.

.- Que haremos aquí Kagome-chan? –preguntó Sango-

.- Necesito hablar con mi hermana…no les incomoda?

.- Tienes una hermana?...vaya de segura será tan hermosa como tu n.n –Kagome le sonrió pero Miroku debió callar pues una intensa mirada de su novia le dijo que ni siquiera se atreviera a mirar a la hermana menor de su nueva amiga.

Todas las pequeñas comenzaron a salir y de pronto vieron que una joven estaba rodeada de chicos mientras ella se limitaba a sonreírles a todos de manera simpática. Tenía el cabello hasta su cintura, pero comenzaba corto en su rostro para terminar largo en su espalda, era de un color negro al igual que su hermana mientras que sus ojos tomaban un color café oscuro también, la única diferencia era que su tono de piel era mas claro.

Salió corriendo a su encuentro cuando la vio saludándola desde la puerta dejando a muchos chicos con ganas de seguir conversando con ella. Tenía un atractivo físico muy fuerte, sobre todo porque a pesar de tener un lindo cuerpo reflejaba una ingenuidad que pagaría caro mas adelante.

.- Onee-chan! –le saludó-

.- Como estás Rin? –le preguntó su hermana mayor-

.- Bien me recibieron de manera muy amable n.n –contestó con una sonrisa- hola –terminó por saludar a los dos jóvenes quienes se presentaron y entablaron una animada conversación-

A pocos metros de ellos se encontraban dos jóvenes mirando detenidamente a las chicas, por lo que veían no sería un trabajo difícil conquistarlas, parecían muy ingenuas como para poder sospechar si quiera que jugarían un tiempo con ellas para ganar una buena suma de dinero.

.- No está mal la pequeña –murmuró Inu Yasha-

.- Corriste con suerte, si no hubiese sido una chica linda tú te tendrías que quedar con ella –respondió su hermano-

.- Y eso porqué! –le gritó con enfado-

.- Por que yo soy tu hermano mayor y te lo ordenaría…simple no? –terminó por decir dejando al menor de los dos con fuego en sus ojos clamando venganza. Los cinco minutos de tolerancia entre los dos habían terminado.

Se quedaron en el lugar para no ser vistos y una vez que tocó el timbre de la campana se dispersaron para actuar. Su primer paso: hablar con ellas.

.- Inu Yasha –dijo Sesshoumaru antes de continuar-

.- Que quieres ahora –respondió molesto-

.- No vayas a hacer una estupidez esta es una de nuestras mejores apuestas y no las quiero perder –terminó de decir al tiempo que comenzaba a caminar-

.- No cometeré errores, si algo sale mal serás tu el culpable –exclamó con desgano mientras caminaba en sentido contrario al de su hermano, al salón de clases, donde esperaba al final del día con una buena excusa poder acercarse a la joven que respondía al nombre de Kagome.


Sango y Miroku se dirigieron hacia el salón mientras Kagome se quedaba hablando por unos minutos con Rin en el pasillo, tras decirle algunos detalles sobre la salida se separó de su camino para ir al salón.

Rin iba caminaba mirando todos los lugares de su nueva escuela, con emoción, le atraía conocer nuevos lugares y éste no sería la excepción a su regla, en cualquier cosa sus ojos se posaban y eso ocurrió cuando de pronto alguien chocó con ella lo que la hizo retroceder un par de pasos.

.- Lo siento…iba distraído estás bien? –inquirió con tono de preocupación.

.- Si no se preocupe estoy bien gracias –la chica levantó sus ojos para sonreírle, pero se topó con un color dorado que jamás antes había visto, le dieron la sensación de encontrarse a la merced de aquel joven, se hundía en aquellos ojos quedando completamente absorta en mirarlos, como si tratara de descubrir algún secreto oculto. Cuando despertó de su encanto y le observó bien notó que era muy guapo y se sonrojó.

.- Me alegro, de verdad lo siento mucho ten mas cuidado al caminar –cuando terminó de decir estas palabras comenzó a caminar y pudo notar que la chica aún estaba algo confundida, sonrió para sí- esto será mas fácil de lo que yo creí…


Que tal?...bueno estaré esperando sus reviews para saber que les pareció el primer cap de esta historia n-n...arigato a todos los que han leído este primer cap!...

En el próx. capítulo: comenzarán a salir algunos secretos y el destino comienza a ponerse departe de los hermanos, pero...

Arigato a todos!...Feliz Año Nuevo!..Espero que este nuevo año sea mucho mejor que el anterior en todos los ámbitos y que si trae malas pasadas sirvan para aprender algo de ellas...

Matta ne!