Disclaimer -- Hola a todos, me llamo Disclaimer, he venido aquí para contaros que... El otro día viendo la tele...

Miru// (tose) ... Haz tu trabajo...

Tani// .¿A este le pagamos?

Disclaimer-- El caso es que... DOMINARÉ EL MUNDO Y OS MATARÉ A TODOS... LAS PRIMERAS VOSOTRAS (señala a Tani y Miru)

Miru// (sacando un lanzallamas y persiguiendo al disclaimer) ¡SERÁS!

Tani// (corriendo detrás de Miru) ¡PAGANOOOOOS!

Disclaimer -- Los personajes no pertenecen en su mayoría a... (esquiva una llama) estas dos de aquí atrás!!

(Se pierden en la lejanía)

El comentario de Miruru

Si me preguntáis... ¿Por qué escribir un fanfic con Tani? Yo respondo... ¿Por qué no? xD Las dos estamos como chotas (y eso está comprobado científicamente ù.ú) y las dos escribimos fanfics de humor. Si alguien se pregunta porqué no lo subimos con mi cuenta... la culpa es mía (levanta la mano) SOY CULPABLE DE ASESINAR A UN ACARO T-T!!! ... Ehem... Bueno, solo que leáis el fic, que dejéis review y ... Que nos vemos en el próximo capítulo :)

El comentario de Taniuskey

Un día le dije a Miru¿hacemos un fic juntas? Y ella me dijo: Vale :)

Pasaron los meses y no hicimos nada…

Un día Miru me preguntó¿hacemos un fic juntas? Y yo la dije: Esto ya lo he vivido…

El caso es que después de mucho pensar, nos decidimos por hacer este fic tan loco fruto de las dos mentes mas pochas y retorcidas de la historia XDD Viva el humor absurdo!! Y vivan los caracoles hermafroditas y las pelis de piratas!!

Leed y si os gusta pues dejáis review XDD


Un día en la vida de...

Gaara, el Dictador de Arena

En un país muy lejano, el sol salía por el horizonte denotando que un nuevo día empezaba para todos en la villa. En el tejado de un edificio, un joven pelirrojo y con cara de malas pulgas miraba el sol saliendo por el horizonte mientras hablaba aparentemente solo.

- Entonces fue cuando me dijo que solo me quería como amigo, que quería... -decía el pelirrojo indignado- ¡Qué quería que su novio tuviese cejas!.¿Tú te crees?

- No es por nada mocoso, pero deberías aceptar que la gente te odia -dijo dentro de él la voz de Shuukaku- ¿Y quieres dejarme tranquilo? Que tu no puedas dormir no significa que yo no lo haga¿sabes?

- ¡Eres un arisco! Te he estado dando de comer todos estos años -dijo Gaara- Escucharme es lo menos que puedes hacer.

- Vaya pelma de Jinchuuriki... -murmuró el Shuukaku- Niño me voy a dormir, tú más vale que te estés calladito un rato, que sino me apodero de tu mente¿eh? Ya sabes, esas cosas que dan mal rollo y tal, me cargo pueblos... mato gente... Cosas del guión.

- ¡Eh Shuukaku!.¡Ahora no me dejes tirado! -gritó Gaara- ¿A quién le cuento yo ahora lo que me pasó ayer?

- ¡Cállate ya! -gritó una voz por la calle.

- La discriminación... -murmuró Gaara con odio mientras una lagrimilla corría por su cara.

Bajó del edificio, ahora que Shuukaku se había dormido, no tenía con quien hablar ya que todo el mundo dormía aún. Por ese motivo, como a Shuukaku lo podía despertar cuando quisiera, este se había convertido en su confidente. Aunque al bijuu aquello no parecía gustarle. Llegó a su despacho, que estaba pobremente iluminado por la luz del sol y empezó a sacar papeles. A las horas, una rubia con coletas caminaba por los pasillos desperezándose, iba a ver si Gaara quería desayunar algo, entró en el despacho y encontró a Gaara metido tras un fuerte de papel y toda la habitación estaba llena de figuritas de papel.

- ¡Gaara¿qué estás haciendo?! -preguntó la rubia haciendo que el susodicho se asomara con un casco de papel.

- No infancia. No jugar. Yo recuperar -dijo a modo de telegrama Gaara. No le gustaba hablar con la gente así que se ahorraba todas las palabras que podía.

- ¡Pero no con los papeles de la Villa! -gritó de nuevo la rubia.

- Bah, pero si son cosas sin importancia... -dijo cogiendo los papeles y abriéndolos para leerlos- "Gaara te queremos", "Señor Jinchuuriki, en breve le vendremos a secuestrar. Akatsuki", "Viagra", "Siete días..." ¿Ves? Nada que se merezca especial atención.

La rubia le miro con los ojos como platos.

-¿Pe…pero acaso has perdido la cabeza?

Gaara estaba haciendo el pino encima de la mesa.

-¡Temari¡Mira lo que sé hacer!

La susodicha se llevo una palma a la frente. Pensó que quizás seria mejor idear un plan para hacer que su hermano durmiera sin despertar al Shukaku… Podrían encerrarle en una urna de cristal pequeñita de esas de los contorsionistas y así el bijuu no escaparía…pero hoy en día las urnas costaban muy caras, y la Villa de la Arena no tenia muchos fondos... ¡Solo hay que verla¡SUS HABITANTES VIVEN EN CASAS DE BARRO¿A quién demonios se le habría ocurrido semejante burrada?

-Gaara, tienes una reunión dentro de 10 minutos.- explico Temari.

-¡NO¿Cómo se supone que recuperare mi infancia perdida?- inquirió el pelirrojo.

Temari debía pensar en algo rápido...

-No quería decirte esto, Gaara, pero... tu infancia la tiene Baki encerrada en un botijo.

Un aura maligna envuelve a Gaara. De la nada empieza a sonar una música digna de las películas de terror… la del carrito del heladero.

-¿Dónde... esta... Baki...?

-¡En la reunión¡Vamonos!

Temari agarra a Gaara del brazo y se lo lleva en volandas hasta la sala de conferencias. Por el camino se llevaron por delante a tres personas, un perro, un concejal, un puesto de frutas y a un elefante amarillo. La rubia derrapó en el esquinazo del pasillo y arrastró a su hermano pequeño hasta una puerta al fondo del corredor.

-¡Venga¡Entra ya!- le azuzó la mayor.

-Quiero... mi... botijo...

El pelirrojo entra en la gran sala circular y mira a su alrededor con ojos de psicópata buscando a Baki.

-Buenos días, Kazekage-samma.- saludó un concejal.

-¿Dónde... está... mi botijo?

El concejal se alejo del chico lentamente, sin mirarle a los ojos. A continuación todos se sentaron en sus respectivos asientos y la reunión dio comienzo.

Viendo que no podía escaparse, Gaara se sentó en una silla mientras miraba a los presentes en la sala.

- "Alguno de ellos tiene que ser Baki... Debería aprenderme sus nombres..." -pensaba Gaara seriamente.

- Bien, ahora decidiremos en que gastar el millón de ryô que tenemos como presupuesto para este año -dijo uno de los concejales y seguidamente todos miraron a Gaara, que desde hacía poco estaba dibujando en un papel. Al rato, al ver que Gaara no contestaba todos le miraban con una gota- ¿Kazekage-sama?

- Os tengo dicho que no me llaméis por ese nombre tan feo -dijo Gaara levantando la cabeza molesto- Llamadme Dios.

- ¿Q-qué está haciendo Dios-sama...? -dijo uno con una gota, sintiéndose ridículo por llamarlo así- Necesitamos de su consejo para gastar el presupuesto.

- Mira, una mariposa -dijo Gaara contento enseñando un papel con una mariposa mal dibujada y después recuperó la seriedad al recordar- Botijos... infancia...

- ¿Botijos para los niños pequeños? -dijo uno de ellos con una gota.

- ¡QUIERO QUE EN LOS COLEGIOS HAYAN BOTIJOS! -dijo Gaara repentinamente enfadado- ¡CON CANDADOS!.¡Así nadie perderá su infancia!

- ¿Cómo qué? -dijo otro de ellos que no entendía nada- ¿Quiere que nos gastemos el presupuesto para todo el pueblo para todo el año únicamente en botijos?

- En eso y en cajas de arena -dijo Gaara- Quiero que todo los parques tengan mucha arena.

- Señor... vivimos en el país de la arena... Tener más arena me parecería excesivo.

- ¡Quiero tener el monopolio de arena de todo el mundo! -gritó Gaara- Así que no es excesivo¿me entiendes?

Gaara levantó la mano mientras la arena que salía de su tinaja se arremolinaba alrededor de él, el hombre afirmó con la cabeza, Gaara asintió contento y se sentó.

- El siguiente punto son las farolas en Sunagakure -dijo otro concejal.

- Me aburroooooo... -empezó a quejarse Gaara mientras pintaba la mesa con los colores que había estado pintando anteriormente la mariposa.

Todo el consejo se giro para mirar a Gaara.

-¿Qué?- pregunto este.

-Dios-samma…las farolas…

-Ah, si... las farolas…-Gaara se coloco un plastidecor en la oreja.-Veamos, pienso que en vez de farolas deberíamos colocar algo más bonito. Así atraeríamos al turismo y tal…

-¿Y si contratamos a alguien para eso?- sugirió uno de los presentes.

-Vale.-el pelirrojo siguió pintando en la mesa.-Pero que no sea muy caro, ya que tenemos prioridad con los botijos y las cajas de arena.

-Dios-samma…también necesitamos tomar medidas ante la peste que se extiende por nuestra ciudad.

-¿Qué hay peste? Pues comprad ambientadores.

-¡La gente no tiene pan que llevarse a la boca¡Se muere de hambre!

-Pues que coman bollos…-dijo Gaara como si fuera lo más obvio del mundo.

-Bo… bollos…

El Kazekage asintió, sin despegar su vista del dibujo.

-Y quiero que todo el mundo se vista a partir de ahora con bolsas de basura.

-¡No puede hacer eso¡La gente se rebelara!-protesto uno.

-Es cierto... cundiría la anarquía…-Gaara quedo pensativo e nuevo.-Entonces inventare el Día de la Bolsa de Basura y todo el mundo estará obligado a ir ese día vestido con una bolsa de basura. Quien no lo haga será ejecutado.

Los concejales empiezan a apuntar todas las sugerencias de su Kazekage.

-Yo todo esto lo hago por la gente. Para hacerles saber que no soy superior a ellos, que somos iguales y que les quiero. Deben saber que le protegeré siempre siempre siempre y que respetare su dignidad como personas

-¿Entonces usted también vestirá una bolsa de basura?

-No.

El silencio se hizo en la sala mientras Gaara hacía un avión de papel, lo tiraba y le daba en el ojo a un concejal, otro empezó a toser para ver si llamaba la atención del pelirrojo.

- Bueno, estoy muy aburrido y ya se han decidido los temas importantes... Así que lo mejor será que yo me vaya yendo a... em... Salvar a los niños pobres de las ratas mutantes... Eso mismo... -dijo Gaara con una gota recorriendo su rostro y dicho esto salió corriendo de la sala.

Una vez en la calle, Gaara miró a los lados antes de recoger una bolsa llena de pan duro, se puso a caminar hasta que llegó al pequeño parque donde había jugado cuando tan solo era un mocoso. Se sentó en el columpio y empezó a balancearse mientras tiraba las migas al suelo y un montón de palomas se acercaron y empezaron a comer.

- Comed, comed mi pequeño ejército... Cuando crezcáis un poco más podremos ir a conquistar otros países -dijo Gaara con un deje raro- Pero tenéis que haceros más grandes...

Gaara observó al rato como las palomas dejaron un trozo grande y se levantó y se acercó, tiró más migas para acabar comprobando que ese trozo no se lo comían.

- Vamos... Este cacho... Vamos... -insistía Gaara señalando a las palomas el cacho de pan. Estuvo insistiendo hasta que se cansó y se acercó para acabar comprobando que la piedra, a parte de tener aspecto de roca, también tenía la misma consistencia.- ¡Maldita sea!.¡El mundo está en mi contra! -levanta la vista al cielo y un puño- ¿Qué te he hecho yo eh? Prometí que sería bueno, para que los reyes magos me trajesen regalo en vez de carbón... Y ahora conviertes mi comida para palomas en piedras... ¿Qué más me harás hasta satisfacer tu ansia malévola?

Gaara esperó con el puño alzado, durante unos segundos en los que no ocurrió, efectivamente, nada... Lo único es que un pájaro marrón cruzó el cielo y no obtuvo contestación alguna.

- ¡Te odio!.¡No me hagas el vacío! -gritó Gaara.

Con ira tiró el pedazo de miga de pan duro al cielo, que voló y voló hasta que golpeó en el pájaro marrón y este comenzó a descender en picado.

- ¡HUUUUUUUUUUUUUM! -se escuchó gritar.

- ¿Ese pájaro acaba de gritar "hum"? ... No. No puede ser... Habrá sido mi imaginación -dijo confuso el pelirrojo- O puede que sea una especie nueva... Tendré que averiguar que come, porque era un bicho muy grande... Su poder de destrucción tiene que ser muy elevado.

Después de acabar de darle de comer el pan a las palomas, Gaara se disponía a ir a observar la nada, deporte nacional en Sunagakure, cuando un ninja de los que había estado en la reunión le salió al paso.

- Kazeka-- ... ¡Dios-sama!.¡Tenemos una urgencia! ... ¡Un niño ha entrado en su fuerte de papel y se ha asentado con intenciones no pacíficas!.¿Qué hacemos? Tiene que volver a su despacho.

- ¿Habéis probado de entrar dentro?.¿Habéis probado de romper el fuerte ya que es de PAPEL?.¿Habéis probado matar al niño? -dijo Gaara seriamente mientras el ninja negaba- Hay miles de posibilidades, así que empieza por la primera y no me molestes, no voy a volver.

- ¡Dios-sama! Tenemos otro problema menor... Los botijos... No les quedaban en la tienda de Sunagakure...

- ¡DIOS MIO! Eso es un grave problema. Llévame hasta el despacho a caballito -dijo Gaara con el terror en su rostro- ¡No! Déjalo... Con tus débiles piernas no podrías cargarme y me caería al suelo y me ensuciaría la ropa... Y la lavé ayer... Mejor ya iré yo con mi nube Kinton. ¡Nube Kinton!

Después de pegar un silbido la arena se arremolinó debajo de los pies del Kazekage formando una nube que por algún extraño motivo volaba.

- ¡No sufráis niños!.¡Protegeré vuestra infancia! -dijo Gaara y seguidamente alargó un puño hacia delante- ¡hasta el infinito y más allá!