Breve historia Delena de 4 capítulos situada poco después del capítulo 5x10 (contiene spoiler del capítulo en cuestión, pero no de los próximos a emitir).
Amor, amistad, felicidad, tristeza. La vida da muchas vueltas y nunca se sabe cómo terminará, sobre todo cuando se vive en un mundo en el que ni la muerte es algo definitivo.
+18
Los personajes pertenecen a L. J. Smith y a The CW.
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Todos estaban reunidos en el salón de la casa de los Salvatore, celebrando dos semanas sin incidentes.
-Yo me voy yendo ya -anunció Caroline-. Le prometí a mi madre que me pasaría por casa antes de volver a la facultad.
-Voy contigo -se apuntó Bonnie, para luego despedirse de Jeremy con un rápido beso.
El pequeño Gilbert, por su parte, no tardó en irse a la cama a dormir, puesto que estaba cansado. Stefan fue más consciente entonces de las miraditas que su hermano y Elena intercambiaban. Damon y ella no habían hablado mucho desde que este decidió romper, por lo que la tensión era palpable en el ambiente. Otra cosa de la cual también fue testigo era ese sentimiento tan potente que ellos habían tenido el uno por el otro, sentimiento que Stefan nunca supo comprender pero ahora podía jurar que era mucho más que simple amor. Damon y Elena estaban conectados, destinados a formar las dos piezas de un todo, amarse eternamente sin importar lo que ocurra.
Consciente de todo ello, Stefan decidió que ahora más que nunca se haría a un lado y dejaría de entrometerse por activa o pasiva en la relación.
-Voy a ir a casa de Tyler -anunció Stefan tras unos minutos de silencio-, a ver cómo lleva Matt todo esto de los travellers. Dormiré fuera esta noche.
Elena comprendió el sentido de esa última aclaración: Stefan no solo les estaba dejando intimidad para hablar, sino que incluso les estaba dejando la oportunidad de pasar la noche juntos si querían. Por ese motivo, una vez que el chico se hubo ido, Elena se levantó de su asiento y fue hacia Damon, quien estaba sentado en el sofá junto a la chimenea. La chica posó sus manos en las mejillas del vampiro y se inclinó para darle un beso.
-Elena... -se quejó él contra sus labios.
Damon no le había rechazado el beso, pero tampoco se lo había devuelto. Simplemente le había dejado dárselo.
-Te he echado de menos -confesó ella, volviéndole a besar pese a las quejas de él.
-No deberíamos.
-Claro que sí -insistió Elena.
Esta vez, cuando la joven le besó, Damon no pudo resistirse a corresponderle. El chico, deseoso de volver a estar con Elena, se dejó llevar por sus sentimientos hasta el punto de ampliar tanto el beso que sus lenguas se encontraron en el proceso.
Al separarse para respirar, la vampira le quitó el vaso de Bourbon que él tenía en la mano y lo dejó en la mesa. Después, miró al chico con una sonrisa pícara y le ofreció una mano para que este la tomara. Damon, tras dudarlo por un momento, aceptó la mano que la joven le ofrecía y se dejó conducir por ella hacia su habitación.
Una vez en el dormitorio de Damon, la pareja se besó con deseo y pasión, demostrándose cuánto se extrañaban. Aquella noche, unieron sus cuerpos como tantas veces habían hecho.
D&E
Elena despertó muy temprano por la mañana, sonriendo radiantemente al ver a su chico durmiendo a su lado. Damon parecía recién sacado de una revista de ropa interior masculina: músculos perfectamente definidos, rostro hermoso, labios perfectos y unos bóxers negros como única prenda para cubrir su espectacular cuerpo. Lo único que no encajaba era su pelo revuelto, aquel en el que Elena había enterrado los dedos de sus manos cuando se besaron. Incluso tan desordenado como lo tenía, a la chica le volvía loca su cabello, era tan sedoso y daban tantas ganas de hundir las manos en él...
Casi sin darse cuenta, Elena se descubrió a sí misma acariciando el pelo de vampiro, provocando que este comenzase a despertarse.
-Hmm... -murmuró Damon, acomodando la cabeza contra la almohada.
-Buenos días, dormilón -sonrió ella feliz.
El chico abrió los ojos en el acto, tomando una mirada tan serena que Elena se sintió algo intimidada, por lo que retiró sus manos del cabello de él para darle esa distancia que sabía que necesitaba en ese momento.
-Lo de anoche no debió haber ocurrido -dijo él al fin.
-Pues yo me alegro de que ocurriese.
-Ya no estamos juntos.
-Eso fue decisión tuya, no mía -le corrigió ella.
-Elena, no he hecho más que traerte problemas desde que llegué a Mystic Falls, no soy bueno para ti.
-Es que yo no quiero que seas bueno para mí. Te quiero, Damon. Te quiero tal y como eres. No tengo intención de cambiarte. Sé que tú también me quieres. Así que, no pienso dejar que tomes esta decisión por mí. Estoy harta de que todos decidáis lo que es bueno o no para mí, quiero poder elegir. Y ya tomé mi decisión, te elegí a ti. Y no me arrepiento de ello.
Damon no supo qué más decir para convencerla. Elena, viendo que este estaba en un debate mental sobre lo que debería o no debería hacer, decidió tomar la iniciativa. Tal y como había hecho la noche anterior, la chica se inclinó para unir sus labios. El vampiro tardó unos segundos en reaccionar, pero acabó cediendo ante la enormidad de los sentimientos que los labios de Elena le hacían sentir.
D&E
Horas más tarde, la chica volvió a despertarse en la cama de Damon. A diferencia de la otra vez, él no estaba a su lado. Preocupada, Elena no tardó en vestirse y bajar al salón, donde había oído a Stefan encender la chimenea.
-Stefan, ¿sabes dónde está Damon?
-Se fue hace unas horas -explicó él sin darle mucha importancia, para luego cambiar a un tono más amigable cuando vio la pena reflejada en el rostro de la joven-. Creo que fue a reunirse con Enzo. No te preocupes, volverá. No es tan estúpido como para dejarte así sin más -intentó animarla.
-Eso espero -murmuró ella más para sí misma que para Stefan.
D&E
Bonnie estaba paseando por el campus de la universidad cuando, derepente, Damon se apareció ante ella, haciéndola pegar un bote del susto.
-Dios mío, Damon... -murmuró ella, para luego quejarse-. ¿Tienes que aparecerte así siempre?
-¿De qué hablas? -preguntó él sin comprender, mirando a su alrededor con sorpresa y confusión-. ¿Qué hago en la universidad?
-¿No recuerdas cómo has llegado hasta aquí?
-No...
Antes de que la chica pudiese decir algo más, Elena fue hacia ellos.
-¡Hey, Bonnie! -saludó ella muy feliz-. ¿Estabas hablando con alguien?
-Sí, con... -balbuceó esta muy confusa, señalando hacia Damon con una mano.
-¿Con quién? -volvió a preguntar la chica, mirando a su alrededor pero sin dirigir la mirada hacia el vampiro.
-Con nadie, no importa -respondió la morena con una sonrisa forzada.
Damon, quien no comprendía por qué las chicas actuaban tan raro, intentó llamar la atención de Elena. La llamó por su nombre un par de veces, incluso pasó una mano por delante de ella, pero esta no parecía prestarle atención.
-¿Qué está pasando, Bonnie? -preguntó él preocupado.
-Elena -llamó la chica a su amiga, ignorando a Damon-, tengo que pasarme por la biblioteca. ¿Nos vemos en clase?
-Claro -accedió esta, para luego despedirse animadamente-. Hasta luego.
Una vez se hubo ido la joven, Bonnie se giró para mirar a Damon fijamente.
-¿Cómo has llegado a parar aquí? -preguntó ella muy seria, como si se tratase de una pregunta crucial.
-Ya te lo he dicho, no lo recuerdo.
-Haz memoria.
-¿Qué demonios está ocurriendo, Bonnie? -exigió saber él, ignorando la demanda de esta-. ¿Por qué Elena no puede verme?
-Soy el ancla entre este mundo y el Otro Lado -dijo ella, como si eso lo explicase todo.
-¿Y eso qué quiere decir?
-Necesito que me digas lo último que recuerdas -pidió Bonnie, intentando mantener la calma.
-Estaba con Enzo. Estábamos en la Casa Whitmore buscando información sobre la Sociedad Secreta cuando entró un grupo de sus miembros... -recordó él, para luego darse cuenta de lo ocurrido-. Dios... Estoy muerto.
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No me matéis aún, quedan 3 capítulos para ver cómo se resuelve todo esto.
Muchas gracias por leer, publicaré pronto el siguiente capítulo! ;)
PD: no es muy apropiada para Navidades, lo sé, pero quiero tenerla terminada antes de que se emita el próximo de la serie.
