Los personajes de Dragon Ball no me pertenecen (¿se sigue diciendo esto acá?)
Si, basicamente un CoffeeShop AU, donde Vegeta es el fiel cliente y Goku el tarado que se enamora.
Vegeta consigue un puesto para Lenovo a fines de diciembre y, por primera vez en su vida, siente que las cosas comienzan a ir hacia el rumbo correcto.
No obstante el trabajo es agotador. Durante ocho horas debe permanecer en la oficina, reuniendo documentos y recopilando dicha información para a fin de cada semana, presentarle a sus superiores una simple presentación que éstos se encargan de corregir y aprobar. Así es como a fin de cada mes Vegeta debe presentar, junto con el resto de sus compañeros, las presentaciones completas y ya corregidas de los formularios que han estado presentando cada semana.
Vegeta no pensó por un momento que el trabajo fuera difícil pues las tareas le salían con facilidad y eran pocos sus errores, pero si en lo agotador que era trabajar durante ocho horas porque, no importaba cómo, éstas no eran suficientes para realizar el trabajo de forma eficiente. Pronto se encontró siguiendo el trabajo en su casa, mientras el polvo se juntaba y las compras semanales ahora abarcaban gastos de delivery.
No obstante una tarde, mientras salía de trabajar, notó la construcción de un nuevo local en la esquina de su trabajo. Un letrero gigante colgaba aún vacío mientras hombres iban y venían con baldes llenos de cemento y otros se encargaban de dar órdenes. Fue una rápida vista la que le dio a aquel escenario, demasiado ocupado en su trabajo para distraerse en nimidades.
Pasó una semana para finalmente ver el lugar cómodamente amoblado, con las paredes recién pintadas y el letrero simple pero vistozo como invitación.
Vegeta entraba siempre a las ocho de la mañana a trabajar y se retiraba a las cuatro, por lo que tras salir logró vislumbrar aquel lugar y pensar que no sería una mala idea pasar por un café de camino a casa y de paso empezar a considerar la opción de tener siempre con él una taza de café que lo ayudara a recomponer las energías necesarias para seguir siendo el número uno en la empresa.
Cuando entró el local notó de inmediato que el sistema consitía en atención en la mesa pero que además había una caja aparte para aquellos que quisieran café para llevar, por lo que cambió su rumbo y fue hasta allí, apenas unos pasos para toparse con un joven más alto que él, que con una sonrisa lo miraba detrás del mostrador.
—¡Hola! ¿En qué puedo ayudarte?
Vegeta miró vagamente el pizarrón que colgaba detrás del joven donde detallaba las bebidas con el precio de cada una.
—Un café cortado grande —Respondió sin molestarse en devolver el saludo y buscó su billetera.
—Bien, serán tres dólares —Tomó el dinero que Vegeta con anticipación separó y se dio la vuelta para preparar el café una vez que el ticket hubiera salido.
Ya listo, se volvió hacia Vegeta.
—Aquí tienes, ¡que lo disfrutes!
Vegeta ni siquiera lo miró.
—Wow, ese tipo si que es un idiota —Una voz que también se encontraba detrás del mostrador hizo presencia con el rostro levemente fruncido mientras veía desaparecer la figura de Vegeta.
—Nah, no te preocupes por él, Krillin. Debe haber tenido un mal día.
Con un suspiro, el susodicho replicó: —Eres demasiado bueno, Goku.
