Nota de la Autora: Hola a todos!!!!! Este es mi primer fic, y no podía ser de otro libro que de Harry Potter. Ante todo quiero dejar claro que el todos los personajes (a excepción de los que yo voy a inventar) son propiedad de J.K. Rowling además de todos los escenarios, etcétera. Este fic va a ser algo así como un 5º libro alternativo (inventado por mi) con una historia completamente inventada y con muchas cosas que me gustaría que pasaran en el libro original!!!!!! Va a ver aventuras, acción, muertes pero sobre todo muchisimo amor!!!!!! Es un fic especialmente romántico y 100% Ron/Hermione; aunque también será de Harry y ¿?; y que sepan que los celos van a reinar!!!!!!!

Harry Potter y El Elegido

Por Miyu

Capitulo 1: La señora Figg

Habían pasado varias semanas desde que termino el curso en Hogwarts, el Colegio de Magia y Hechicería, y desde entonces se encontraba (pasando las vacaciones de verano con los Dursley) en Privet Drive(un barrio de Londres) Harry Potter, un alumno de Hogwarts que acababa de terminar 4º curso. Para él este curso había sido, sin lugar a dudas, el peor curso de su vida. Y no fue malo por el hecho de que este curso se había visto obligado a luchar en el "Torneo de los Tres Magos" y se había enfrentado a la muerte en varias ocasiones, no, eso ya era rutina en la vida de Harry. Se llevaba enfrentando a la muerte desde que tenía un año de edad, cuando Voldemort, el mago tenebroso más poderoso del último siglo, entró en su casa, mató a su padre (lanzándole la maldición "Avada Kedabra") y posteriormente entro en su cuarto y mató a su madre. Tras esto, se aproximó a él para matarlo de la misma forma que mató a sus padres, pero Voldemort no contó con el hecho de que la madre de Harry se había sacrificado para salvarlo, creando una especie de escudo alrededor del niño. Por esa razón, cuando Voldemort le lanzó la maldición a Harry rebotó y le dio a él, despojándole de su cuerpo y de todo su poder y convirtiéndolo en un ser apenas vivo, por lo que se vio obligado a vivir oculto en los bosques, alimentándose de sangre de unicornio o parasitando el cuerpo de otros animales. A Harry tan solo le quedaron tres secuelas de ese encuentro: una cicatriz en forma de rayo en la frente, el ser famoso en el todo el mundo mágico por el hecho de que El- que-no-puede-ser-nombrado cayera ante él, y el que se quedara sin padres, por lo que tuvo que quedarse con sus tíos Vernon y Petunia, los cuales odiaban la magia y le habían ocultado durante los diez años antes de que entrara en Hogwarts el hecho de que fuera un mago, y la verdadera razón por la que murieron sus padres. Y luego, desde que entró en Hogwarts, por una u otra razón se había enfrentado a Voldemort (en el primer año al mismo mientras parasitaba el cuerpo del profesor de defensa contra las Artes Oscuras, irónico, en segundo con su recuerdo) o a su vasallo Colagusano(en tercero, el cual traicionó a sus padres y luego fingió su muerte para echarle la culpa al padrino de Harry, Sirius Black, que fue encarcelado por ello, aunque se escapo ese año, y solo sabían la verdad sus dos mejores amigos, Ron y Hermione, el director del Colegio: Albus Dumbledore, el profesor de pociones: Severus Snape, por el cual Harry tenia un odio total, que era reciproco, y la señora Weasly: madre de Ron) el cual se había reencontrado el pasado año con su señor. Este último curso, también se había enfrentado a Voldemort, pero esta vez fue el peor de los últimos encuentros con él (descontando el de su infancia). Ya que tras este último encuentro, el señor tenebroso había retornado. Así es, Voldemort había vuelto, y Harry se sentía terriblemente culpable, ya que una de las razones gracias a las que pudo conseguirlo fue con un poco de su sangre, que su vasallo Colagusano le cogió y la vertió en un caldero junto con cenizas del cuerpo del padre del Señor Tenebroso y una mano de Colagusano. En el caldero se introdujo el ser en el cual se había convertido Voldemort y había salido convertido en el hombre que era antes. Harry se había salvado de morir por un pelo, ya que consiguió escapar a tiempo de Voldemort (tras coger la copa del Torneo de los Tres Magos, ésta, que había sido cambiada por un traslador, lo condujo a él y a Cedric Diggory, el otro campeón del Torneo, ante Voldemort) pero no tuvo la misma suerte Cedric, al cual mató Voldemort nada mas verlo puesto que no le servía para nada. De la muerte de Diggory también se sentía terriblemente responsable Harry, ya que Cedric cogió la Copa con él porque Harry se empeño. Por estas dos razones, Harry se había pasado el verano encerrado en su habitación, sin ni siquiera escribirse con Sirius o con sus amigos, estaba muy deprimido. Y encima, para mas inri, Dumbledore aún no le había dado permiso para poderse ir a pasar el resto de las vacaciones a casa de Ron, cuya familia era la única que le mostraba cariño. Tenía que estar con los Dursley, los cuales odiaban a Harry, (aunque Harry tampoco los quería mucho que digamos). Pero las pocas veces que los había visto este verano Harry los había visto muy extraños: seguían siendo muy desagradables con él pero estaban continuamente preguntándole que cuando se iba a ir con su "amigo ese, el anormal" a pasar el resto de las vacaciones de verano y Harry se había dado cuenta de que se mostraban muy raros cuando salían, mirando hacia todos lados constantemente, y habían puesto un sistema de alta seguridad por toda la casa, era como si tuvieran miedo, miedo a que alguien les pudiera hacer algo. Y Harry creía saber el por qué y de quien, ya que al llegar a Privet Drive Harry se había visto obligado a contarle a sus tíos lo del retorno de Voldemort por petición de Dumbledore, ya que si hubiera sido por él no se lo haría contado, por 2 razones: como dije antes, los Dursley odiaban la magia y por otro Harry no quería que supieran nada de su vida fuera de Privet Drive. Pero Dumbledore le dijo que era necesario que ellos lo supieran, por seguridad de Harry. Harry estaba convencido de que tenían miedo de que El Señor Tenebroso viniera y les hiciera algo por ¿protegerlo y cuidarlo? durante los 10 años antes de su ingreso en Hogwarts o que viniera por Harry les dañara a ellos, y que por eso estaban tan interesados en que Harry saliera pronto de su casa. Pero eso no dependía de él sino de que Dumbledore le escribiera diciéndole que ya podía irse. Pero esa mañana paso un imprevisto que cambió drásticamente el transcurso del verano. Harry estaba durmiendo tranquilamente en su habitación cuando escuchó un ruido enorme que además hizo temblar toda la casa seguido a su vez de un grito de dolor y otro muy agudo de horror. Harry se despertó de golpe y para variar, como estaba intrigado por el ruido, decidió bajar a la cocina a ver que pasaba. Se puso sus gafas y bajó corriendo las escaleras, al menos lo que pudo de ellas, ya que lo que se encontró al final de la misma le hizo esbozar la primera sonrisa de todo el verano: ahí, tirado en el suelo y taponando la escalera se encontraba su primo Dudley (el cual estaba, por increíblemente que parezca, mucho más gordo que él año pasado)que tenía todo su cuerpo echado encima de su pierna izquierda y no paraba de llorar. Al lado se encontraba su tía Petunia también llorando por ver así a su hijo e intentando inútilmente mover su cuerpo rollizo. Tío Vernon estaba en la cocina hablando apresuradamente.

- Envíen inmediatamente una ambulancia al número 10 de Privet Drive - decía Tío Vernon a la telefonista, de repente se puso a gritar - ¡¡¡He dicho 10 no 100!!! ¡¡¿¿Cómo que tengo que esperar 30 minutos??!! ¡¡¿¿Qué clase de servicio de ambulancias es éste??!! ¡¡Mi hijo se ha caído de la escalera y se ha fracturado una pierna!!

Harry no pudo evitar soltar una sonora carcajada al oír lo que le había pasado a Dudley. En el acto, Tío Vernon dirigió enseguida una mirada asesina a Harry, se despidió de la telefonista y se dirigió hacia donde estaba Harry. Pero no pudo subir la escalera porque Dudley estaba en medio, gimoteando, parecía un elefante herido, junto a tía Petunia que seguía llorando e intentando mover fallidamente a Dudley del suelo. -¡Que haces ahí parado!- le grito a Harry Tío Vernon -; y encima te ríes de u pobre primo. ¡Eres la desgracia de esta familia! ¡Haz tus maletas, te vas a ir a casa de ala Señora Figg hasta que volvamos del hospital con Dudley. ¡Y no demuestres tu anormalidad en casa de ella! Harry se quedo de piedra. Lo que le faltaba, irse a casa de la Señora Figg. No pisaba su casa desde hacía 5 años, cuando a los Dursley no se les ocurrió otra cosa que llevar a Dudley a Disney World, y como no, a Harry lo dejaron con ella. La señora Figg se pasó los 9 días que pasó con él hablándole de sus gatos, atiborrándole de galletas (hasta el punto que engordó 2 kilos); y dándole pellizcos en los cachetes. Y si eso ya era molesto cuando tenia 10 años, imagínate cuando estaba a punto de cumplir los 15. Pero bueno, no tenía otra opción que ir a su casa. Ahora estaba convencido de que aunque Dumbledore le dejara no podría ir a pasar el resto de las vacaciones a casa de Ron. No podía irse si estaba en casa de la señora Figg. Harry subió la escalera sin rechistar, y se dispuso a hacer la maleta. Pero entonces se dio cuenta. Con las dimensiones de Dudley y lo exagerada que es Tía Petunia, seguro que lo tenían que llevar a un sitio de rehabilitación especial para niños extremadamente obesos, y eso les ocuparía la mayor parte del verano, sino todo. ¿Y si llegaba el día 1 de septiembre, cuando tenía que coger el Expreso de Hogwarts, y no estaba nadie para llevarlo a la estación? No podía llevar su baúl con todas sus cosas del colegio, su escoba, y la jaula de Hedwig (su lechuza), a casa de la señora Figg sin que esta le mirara con cara de "A este le falta un tornillo". Ella era una simple muggle, y no entendeía nada. Así que decidió coger y arriesgarse a bajar a preguntarle al Tío Vernon que qué podía hacer con sus cosas. Al descencender por la escalera se encontró con una imagen aún más graciosa que la anterior: había unos 8 hombres de mediana edad con el uniforme del 061(N/A: no sé cuál es el número de emergencias en Londres, sorry) alrededor de una camilla increíblemente ancha(unos 2 metros de anchura) intentando con todas sus fuerzas llevarse a Dudley; junto a ellos, Tía Petunia les gritaba que trataran con mas delicadeza a su hijito y Tío Vernon se quejaba del mal servicio del 061.Aunque le entraron unas ganas enormes de reír, esta vez Harry se contuvo y se aproximo lentamente hacia Tío Vernon. Cuando estaba junto a él le dijo muy tranquilamente:

- Tío, ¿Cómo voy a llevarme las cosas de mi colegio a casa de la Señora Figg? -Preguntó Harry. - La vieja Señora Fig. no se encuentra ahora mismo en casa pero me dijo que si tenía algún problema y no tenía donde meterte que la llave de su casa se encontraba bajo la maceta de dibujitos de estrellitas -dijo Tío Vernon sin mirar a Harry a la Cara, pues seguía pendiente de los Enfermeros- meteremos las cosas en la habitación que siempre has ocupado al ir y las encerrarás en el armario. Y recuerda: ¡¡¡¡No demuestres ningún signo de tu anormalidad o te las verás conmigo!!!!

Harry subió inmediatamente a su habitación, e hizo el equipaje, por lo menos la caída de Dudley había servido para que Harry se olvidara durante un rato del sentimiento de culpa que le embargaba, mientras que lo hacía no pudo evitar pensar que era muy extraño que la Señora Figg le hubiera dicho a Tío Vernon eso de "si pasaba algo", era como si hubiera sabido que iba a pasar. "¿Pero qué estoy pensando?" - se dijo para si mismo Harry- "No pienses tonterías Harry, seguro que fue una mera coincidencia". Harry termino de empacar sus cosas y cuando oyó que una puerta se cerraba de golpe, y dejo de oír los gritos de su primo, bajo la escalera con su baúl y la jaula con Hedwig. No estaban ni Tía Petunia ni Dudley, tan solo Tío Vernon, que se encontraba sentado en un sillón esperándolo con impaciencia y que al verlo soltó una mueca de asco.

Vámonos, tengo prisa, me voy enseguida al Hospital- dijo Tío Vernon.

Antes de salir a la calle, Tío Vernon freno a Harry y sacó su cabeza por la puerta. Miró hacia ambos lados y tras comprobar que no había nadie en la calle, empujo bruscamente a Harry y lo echó a la calle. Rápidamente, llegaron a casa de la Señora Figg, Tío Vernon cogió apresuradamente la llave y abrió la puerta. Acto seguido le dio otro empujón a Harry, lo metió dentro y le entregó la llave.

- Dale esta llave a la Señora Figg y sobre todo recuerda: ¡¡No muestres ningún indicio de tu anormalidad!!- le gritó por último Tío Vernon a Harry, justo antes de cerrar la puerta y desaparecer.

Harry se quedó solo en la casa. Mientras subía la escalera se fijo en que toda la casa estaba decorada con muebles antiguos, las paredes eran de un color rosa palido y en toda la casa había un extraño olor mezcla entre perfume de mujer y olor a gato. Dejó las cosas en el armario de una pequeña habitación en la que siempre se había quedado cuando había estado en esa casa, era rosa también, con una cama de matrimonio con una colcha blanca y al lado una mesita de noche con una lamparilla blanca a juego. Tras esto, bajo al salón y se dispuso a sentarse a esperar a la Señora Figg cuando se percató de que estaba totalmente lleno de gatos. "Un paraíso para Mione"- penso para sí Harry, ya que a su amiga le encantaban los gatos.

Al no poder sentarse (puesto que estaban todos los gatos por encima de los sillones dando vueltas) se acercó a la chimenea, sobre la que había 3 fotografías: en la primera se veía retratada a una chica de unos 20 años de cabello negro y ojos de un intenso azul eléctrico, vestida con unos jeans gastados y un top ajustado. Estaba sentada en un banco delante de un establecimiento. El lugar le parecía familiar pero no sabia exactamente de qué. Harry no sabía quien era la muchacha (muy guapa, por cierto), la foto no era muy antigua, debía de tener, como mucho unos 15 años; y Harry no sabía de ningún pariente cercano de la Señora Figg, ya que no tenía hijos. Debía de ser una ahijada o una sobrina. La siguiente foto era de 2 niñas, de unos 11 años, una de las cuales reconoció como la chica de la foto anterior pero mas pequeña, y la otra, pelirroja y con ojos verde esmeralda, le sonaba muy familiar pero tampoco de qué. La foto estaba hecha en un patio muy grande de al parecer una casita de campo. Por último, cogió el marco que quedaba y vio una foto en la que se encontraban las dos chicas junto a 4 chicos mas o menos de su edad. Ésta última foto estaba hecha en un parque de atracciones muggle. Mientras contemplaba la fotografía, para intentar averiguar de qué le sonaba la chica, se escuchó una puerta cerrarse, la puerta de la entrada. Inmediatamente soltó la foto, tiró a un gato de una silla y se sentó en ella. La puerta del salón se abrió. En él entró la señora Figg, la cual no había cambiado nada desde la última vez que la vió. Lo miró y esbozó una gran sonrisa, sin muestras de sorpresa al verlo.

- Hola jovencito, has cambiado mucho desde la última vez que te ví.- le dijo a Harry. - Hola señora Figg- le contestó Harry. -¿Qué te parece si nos vamos a comer?- le pregunto la señora Figg - Muy buena idea, estoy muerto de hambre- Harry no mentía, con todo el bullicio de esa mañana no había podido ni desayunar.

Fueron a la cocina, la mesa ya estaba puerta y la comida servida. Era extraño, cuando entró en la casa Harry miro en la cocina y creyó no ver nada, bueno, no se habría dado cuenta. Durante toda la comida, la señora Figg se dedicó exclusivamente a hablar sobre sus gatos. Cuando ya estaba Harry medio dormido de tanto escuchar hablar de gatos a Harry lo despertó un comentario que le hizo la señora Figg:

Hay que ver que mala suerte a tenido tu primo de caerse por la escalera.

¿Cómo se había enterado de la caída de Dudley si no había hablado con sus tíos?. Bueno, tal vez si que había hablado con ellos y él no lo sabía así que se limitó a decirle que si y a seguir comiendo.

Durante el resto de la tarde la señora Figg se dedicó a volver a hablar de sus gatos. Al llegar la noche, se despidió de ella y se fue a dormir, pero un extraño ruido lo despertó a mitad de la noche. Se puso las gafas y bajó apresuradamente la escalera con miedo a que hubiera un ladrón pero se encontró con lo último que esperaba encontrarse: ahí en medio del salón se encontraba la joven de la foto, la morena, aunque con unos 10 años mas; con una varita en la mano, una tarta gigante en medio de la mesa del salón que decía: "Feliz cumpleaños Harry", y 5 lechuzas encima de las sillas. Los gatos tenían puesto todos un gorrito de fiesta cada uno.

- ¡¡¡¡Feliz 15 cumpleaños Harry!!!! - le dijo al chica a Harry al verlo llegar. ¿Quién es usted?- le dijo Harry entre intrigado y asustado,- ¿Dónde está la señora Figg?. - Yo soy la Señora Figg - le dijo sonrientemente la joven, y añadió - Mi nombre completo es Arabella Figg. Soy la chica de las fotos. Y esa que está a mi lado en las fotos era Lily Evans, tu madre.

Continuará........

N/A: Me ha salido un poco largo y se que no tiene nada de romance pero en el próximo capítulo empezarán los líos. Harry, Ron y Mione se volverán a ver, Harry tendrá una celebración muy especial por su cumple y sabremos toda la historia sobre Arabella!!!!!. Reviews por favor, buenos o malos, admito sugerencias. Si no, significará que no les gusta el fic y dejare de escribirlo.

Hasta el próximo capitulo: Miyu