Alfred F Jones disfrutaba su cumpleaños, pero si el no estaba ahí, nada era igual
Si se divertía, si disfrutaba muchos de los regalos y las felicitaciones, pero sin el que alguna vez fue su hermano mayor o lo que más cerca tuvo de un padre asistiera, la fiesta parecía opacarse por momentos
Era el único al cual nunca visitaba en su cumpleaños, su hermano gemelo, siempre tenia su presencia en su cumpleaños, al igual que sus demás hermanos, incluso Hong Kong recibía su visita, y eso si se cuenta la relación algo volátil que a un conservan Yao y el ingles
Pero el no dejaría que eso arruinara su cumpleaños o si, claro que no el era el Héroe, el era la tierra de la libertad, la tierra donde las calles están pavimentadas de oro, y la fama espera en cada esquina
Sonrió torpemente a su espejo, eso era lo que el mismo se decía, pero de que servia, siempre era igual, cada año lo invitaba y cada año, el ingles le respondía con una cachetada blanca, sin responder ni confirmar su asistencia, simplemente lo ignoraba, pasando sus festividades, su relación seguía como si nada se hubiera festejado
Se acomodo la corbata como el recordaba que el se la solía acomodar, tantos recuerdos, guardaba, algunos mejores que otros, tantos momentos que pasaron uno al lado del otro, pero que ahora parecían tan lejanos
Arthur – susurro el chico al instante de soltar una lagrima, se suponía que no debía llorar, eso le había dicho una vez el ingles, pero si el lo había visto llorar un sin numero de veces, pero a un así el no podía llorar
Se encamino hacia la puerta de su habitación, en la sala de seguro sus invitados ya estarían esperándolo, quizás su hermano gemelo, estaría hablando con sus demás hermanos, sobre lo maravilloso que fue Arthur en su cumpleaños, el gigantesco regalo que le dio, el pastel que le compro, los lugares a donde lo llevo
Mientras el simplemente era una nota en el calendario, una nota que se podía ignorar
Justo cuando iba abrir la puerta, un sobre se deslizo debajo de la misma, extraño, eso si era extraño, pero no le tomo importancia simplemente se agacho y lo miro detalladamente, un sobre sin ninguna firma o remitente nada, solo una pequeña hada dibujada en su esquina superior derecha
Esa hada, esa hada lo decía todo, solo había alguien en el mundo, capaz de dibujar algo tan delicado, abrió el sobre, intentando no romperlo, se había acordado de el, se había acordado de su cumpleaños, quizás las cosas mejorarían, quizás era una invitación a cenar, quizás era, pensó el chico rápidamente
No pudo evitar sollozar en silencio, al instante que la carta caía a sus pies, así que eso era para Arthur, un simple compromiso, si lo había felicitado, pero el papel no llevaba su firma, incluso no iba escrito a mano como el solía hacerlo, solo decía Happy Birthday, escrito a computadora, bien pudo ser una de sus secretarias, incluso uno de los oficiales de su gobierno
En comparación, de las bellas notas de felicitación escrita a mano, que solían recibir sus hermanos, el recibía esto
Su corazón se rompió, en ese instante, mientras la puerta simplemente se abría, dejando ver a su hermano canadiense detrás de ella
Alfred te estamos esperando – susurro, para después añadir – ¿has estado llorando? – pregunto preocupado
El americano simplemente lo negó, no iba a darle el justo a Matthew no, no se lo iba a dar ese justo, se trago su dolor, se trago su enojo se trago su decepción, simplemente puso la sonrisa mas falsa que tenia en su rostro y se animo mentalmente a seguir con esa farsa
- Es hora que el héroe festeje su cumpleaños no es así – grito como si con eso quisiera deshacerse de todo el mal que esa simple nótale había causado, la cual arrugo y metió en un bolsillo de su pantalón
Por que a un que el lo amara profundamente, para el ingles el solo era una simple nota en el libro de su vida
