Ser para ti

Escrito por


۝¤ Doraibu ¤


Prólogo: Desde hoy...۝

De la rabia, sacaba la ropa bruscamente del armario. Los ganchos sonando en sus vibraciones debido a la fuerzas de los tirones. Y así como sacaba, colocaba…mejor dicho…arrugaba, amontonaba iracunda las camisas y trajes del que alguna vez llamó prometido con orgullo.

Se detuvo, viendo la maleta con las prendas desordenadas. De nuevo las palabras frías y concisas sonaron en su mente; una declaración que la dejó helada en su escritorio y que luego la hizo estallar.

Realmente, no sabía el por qué de su reacción. La centrada y serena Tachibana Ann sacó al descubierto la parte de su personalidad que tantos problemas le había traído. Le había costado mucho dominarlo, pero lo logró exitosamente.

Pero este día…

No sabía si sentirse traicionada, utilizada…asqueada…fue despreciada de la manera más sutil y fría.

Pero la ira y ofensa estaba escrita en toda su cara, su cuerpo y su alma.

Sacó todo lo que le pertenecía del escaparate; zapatos, corbatas, medias…todo, todo lo que él había dejado en su departamento para vivir juntos como la posible pareja que eran. Todo lo metió desorganizado en la maleta. Ya no le importaba nada.

O tal vez sí…

Quizás todo era un mal entendido. Después de todo Echizen Ryoma era famoso por su actitud inmadura y despilfarradora, para él no había importado nada si se había comprometido o no. Claro, él confesó sentirse abrumado por el carácter, la belleza y astucia que ella tenía…más nunca había estado… enamorado propiamente.

Ella había permanecido fiel, cuidándolo y preocupándose con él…teniéndolo vigilado, mientras él se veía con otras de sus "momentitos".

Sostenía largas discusiones acerca de su actitud…pero él siempre se regresaba con ella…después de todo era lo único serio que él tenía en su vida…aunque fuese más una imposición que algo electo por voluntad.

Pero ya desde hace unos meses lo notaba raro. Más serio, perdido mentalmente. Si ya de por sí era algo despistado, estaba peor. No podían concretar ningún negocio en la empresa, ya que el pequeño presidente tenía la mente en otra cosa…como por ejemplo un par de piernas.

Fue cuando él le contó la situación. Desde hace algún tiempo él había tenido un contacto cercano con otra mujer. Una pequeña e insignificante mujer. La tipa no le llegaba a los tobillos. No era ni atractiva, fuerte, temible e inteligente como Ann.

Era un mera cosita, una más del mediocre mundo. Apenas y era bonita, de contextura infantil, tímida e insegura…

¿Y cómo lo sabía?

Pues… Ryoma se atrevió a llevarla a la empresa, y los pilló abrazados. Decir que no estaban sorprendidos, sería decir la mentira más grande del mundo; se quedó ahí plantada, sorprendida por el atrevimiento del hombre… restregarle la tipita en la cara. Rió, una risa hueca y lúgubre, y pronunció una disculpa venenosa para luego cerrar la puerta fuertemente, hizo temblar hasta los cuadros decorativos en las paredes de la oficina.

Salió caminando tan rápido que no vio con quien tropezaba, y solo gritó más histérica. Algo de la gente incompetente e ineficaz, y los estorbos que le hacían padecer a su vida. Y con otro portazo se encerró en su oficina…hasta tarde en la noche…cuando regresó a su departamento, se tomó una copa de vino rojo y comenzó empacarle todo.

No tenía ni idea por qué hacía todo eso, se molestaba en hacerle la maleta, para que después de una violenta discusión él no la tomara y se quedara con ella, como siempre solía hacer. Siempre hacía eso.

Salió del cuarto a la sala, al mini bar donde se sirvió otra copa del vino. Se acomodó un poco su cabello cobrizo de perfecto corte y simetría, seguramente con todo la agitación debía de verse fatal.

El lujoso apartamento estaba oscuro, con algunas luces blancas encendidas. Llevó consigo la maleta y la dejó sobre la mesa de la sala. Allí estaba todo, ropa, zapatos, cepillo de dientes… perfecto para que se fuera.

¡Ja!...Igual él iba a regresar, con ella. Con la prometida, la futura esposa.

Se sirvió otro trago. Cuando comenzó a beber, el ascensor que daba al pent-house se abrió silencioso y fallo y unos pasos tranquilos se hicieron camino por el recinto. Hasta que al fin se dignaba a aparecer.

Cuando él entró se encontró de golpe con la figura de Ann sentada y con una copa de vino rojo en las manos. Con la mirada chispeante en rabia y un poco de rubor de sangre en los altos pómulos.

Ryoma nunca iba a negar lo atractiva que era Ann…pero simplemente… no…

Su mirada parda se dirigió a la maleta sobre la mesa. Arqueó una ceja y cerró los ojos tranquilamente. Cómo si eso lo hubiese esperado.

-Hola, Ryoma.

No fue un saludo normal; fue frío, duro.

Hoy tenía que aclararse todo. Esta noche.

Ya.

Continuará…


Se vienen más capítulos si lo desean.

Este fic es de mi autoría

No se permiten hacer transcripciones ni adaptaciones

Respeten mis ideas y respeten su condición de lectores. si alguna vez leen otro fic con iguales escenas, POR FAVOR CONTÁCTENME.

SEAN SOLIDARIOS Y SOLIDARIAS

Todos los derechos de los personajes y nombres pertenecen al respectivo autor:

Konomi Takeshi, autor del anime Tennis no Ohjisama

Lo único que me pertenece es la trama y el fic.

Sin más que decir…

Se despide

۝¤ Doraibu ¤ ۝