Hola a todos, quiero decirles que es mi primera vez aportando algo a esta página, espero que no sean muy duros conmigo pero aceptaré cualquier crítica buena o mala y por supuesto espero que sea de su agrado; Para empezar este fic se basa en el tiempo actual, es un crossover y espero que sea una historia nueva y fresca en donde no faltaran los personajes auténticos y en algún momento de la historia verán el korrAsami en acción, cualquier pregunta que tengan no duden en hacérmela saber y bueno sin más les dejo disfrutar del primer capítulo de esta historia.

Los personajes que aquí encuentren pertenecen a LOK (la leyenda de korra) y sus creadores Michael Dante DiMartino y Bryan Konietzko, pero la historia es original.

Capítulo 1 - Nueva identidad.

Aire fresco, un sol resplandeciente, el cielo despejado obsequiándonos ver el azul en toda su tonalidad, un día como cualquier otro del cual nunca me imaginé que pasaría algo que cambiaría mi vida por completo o más bien, nadie se imaginaria que podría cambiar todo lo que ya se conocía.

...

Mentiría si dijera que estaba concentrada en la clase, incluso mentiría si dijera que siempre estaba concentrada en las clases, es solo que mi cabeza siempre formulaba preguntas que eran difíciles de responder y a pesar de su irrelevancia siempre lograban captar por completo mi atención hasta el punto de formular una hipótesis lo suficientemente creíble para satisfacerme por el momento prometiéndome que más tarde buscaria la verdadera respuesta para saber qué tan cerca estuve, cuando de repente alguien interrumpe mis pensamientos.

-korra,¡KORRA! es la cuarta vez que voy a preguntártelo - se dirigía a mí la maestra un tanto frustrada "espero que no sea un problema matemático, oh espera! esto es biología" - ¿Entonces? - suspiro un poco molesta.

- ¿podría... repetirme la pregunta si es tan amable? - hmm mi encantadora sonrisa no podrá salvarme todo el tiempo.

La profesora emitió un gruñido y después suspirando cansada y resignada respondió - ¿Cuando hablamos de función endocrina a qué nos referimos?

Todos voltearon a verme, me gustaba ser el centro de atención muchas veces pero en esos momentos solo me encogía de hombros, ¿eso acaso me servirá para algo en la vida? pff recuerda korra, trata de recordar, lo leíste, estaba en el libro, aclarándome la garganta - hmm, quizás al, al hipo ¿hipotálamo? algo así.

La profesora al igual que todos se sorprendió de que la respuesta estuviese correcta - Muy bien es correcto, pero por favor pon más atención, no siempre tendrás buena suerte-. dicho esto prosiguió con la clase.

Realmente quería poner atención después de ese incomodo momento, pero lo que dijo la maestra solo hizo que se abriera una nueva interrogante para mí, y es que literalmente suelo tener muy buena suerte, claro existen excepciones, pero si la suficiente para que las personas que me conocen lo puedan reconocer, desde olvidar la tarea y el maestro opte por dejarlo para otro día, llegar tarde a una clase y aún no se encuentre el docente, decidir no ir un día a la escuela y no perderme de nada que sea importante e incluso no tener inasistencia, eran los motivos por los cuales algunos de mi compañeros envidiaban mi suerte por mi casual manera de llevar las cosas, pero tal vez tenía razón la maestra tanto en la vida escolar como la cotidiana esa suerte pueda desaparecer en algún momento.

-Muy bien ya acabo la clase chicos, no olviden leer las páginas que les encargue y tampoco el reporte sobre el cariotipo - "¿En serio? ¿tan absorta estoy en mis pensamientos?"

Caminaba por los pasillos de la escuela, como siempre, mirando como estudiantes al igual que yo iban y venían algunos con entusiasmo de encontrarse aquí para poder superarse, terminar la escuela, encontrar una buena carrera y graduarse, y muchos otros solo por diversión y para convivir con personas y crear muchos lazos; No me encuentro entre ninguna de esas dos clases, tengo amigos si, los suficientes y sé que debo estudiar y seguir como cualquier otra persona pero no quiero que mi vida sea tan cotidiana, que caiga en la rutina de lo simple, quiero algo más, el punto es saber ¿qué quiero?

- KORRA! KORRA! - se apresura a gran velocidad un robusto chico de ojos verdes por el pasillo sacándome de mis pensamientos -Hey, ¿qué sucede bolín? - Bolín es uno de esos chicos muy difíciles de encontrar, amable, tierno, gracioso, confiable, que siempre está ahí cuando lo necesitas... y también cuando no, pero a pesar de la manera en la que se dio nuestro primer encuentro en el que al parecer yo fui su tipo de chica al verme, al igual que su hermano Mako, ahora somos los mejores amigos y eso es algo que no cambiaría por nada.

- Hola korra, olvidaste tu cuaderno, has estado más distraída de lo usual, ¿te sucede algo? - decía bolín un tanto exhausto y siempre preocupándose por mi.

-No es nada, es solo que anoche no pude dormir bien - "mentira"

-Oh bueno, ¿te veré en el entrenamiento de hoy? - ahí estaba bolín con esa sonrisa contagiosa.

-Claro, ahí y en el almuerzo torpe, no lo olvides.

- ¡Por supuesto! Te veré ahí junto con Mako y Opal, y oye Korra por favor no faltes a tus clases.

- Tranquilo boo, tomaré todas como si fuera una buena chica estudiosa, ¿qué te parece?

-Perfecto, entonces nos vemos en dos horas - se despidió bolín con una sonrisa satisfecha.

No le había mentido a bolín, pero a veces las cosas suceden, se dan por si solas, después de la charla con él, me fui a "mi lugar" un pequeño vivero de la escuela apartado de todos los estudiantes en donde el intendente Bumy me dejaba pasar el tiempo que quisiera, ahí podía relajarme antes de entrar a una clase o.… podía salir y dar una vuelta ya que había una salida escondida entre los arbustos, por lo cual si me iba muy lejos no solía entrar a mis clases.

Ahí me encontraba, tranquila disfrutando de la refrescante brisa de ese día, cuando de repente escuche un grito proveniente del otro lado de los muros de la escuela, y como instinto animal se tratará ya me encontraba corriendo hacia el lugar de donde venía.

- ¡Es todo lo que tengo! - gritaba una asustada niña de cabello corto, tez blanca y que vestía con un atuendo que combinaba los colores amarillo y naranja.

- Pues no te creo nada mocosa, esas botas que traes son costosas, ¿acaso quieres engañarme? - Un hombre de tez morena, cabello largo negro y que poseía una mirada amenazante acompañada de una sonrisa maliciosa - Tal vez seas más valiosa, si consigo que paguen por devolverte a tus padres, ¿no crees? ¿qué dices? - sonreía el sujeto.

- ¡Ni siquiera se te ocurra tocar a esa niña!

Tanto el sujeto como la niña se encontraban ahora viéndome de manera distinta, la niña de forma esperanzada y el malvado hombre de forma amenazante.

- ¿por qué no te metes con alguien de tu tamaño? - "siempre quise decir eso"

- jajaja, y supongo que ¿tú debes ser de mi tamaño? - se burló.

- Puede que no, pero algo tengo seguro, te quitare esa sonrisa de un solo golpe - sin pensarlo dos veces, corrí hasta el sujeto y este al verme aproximándome soltó un puñetazo que se supone debía estrellarse en mi nariz, pero, no, lo detuve y rodando sobre mi propio eje con el otro brazo lo derrumbe de un codazo que impacto de lleno en su rostro - ¿Quién lo diría? hablaba literalmente - dije en broma

- ¡CUIDADO! - grito la niña.

En ese momento voltee y me encontré con este sujeto que no se rendía, levantándose de manera violenta arrojándome golpes sin precisión los cuales detuve sin problema, pues estaba furioso y eso lo volvía un poco torpe, cansada de sus malos golpes, me aleje unos centímetros y de un brinco acompañado con una patada directa a su mandíbula, el sujeto volvió al suelo esta vez sin fuerza para poder levantarse otra vez.

- Gracias por ayudarme, eso fue impresionante - dijo la niña con un tono de emoción en su voz - ¿cuál es tú nombre?.

- ¿Eso? No fue nada - bromeo de manera arrogante - Me llamo Korra, y tú quién eres pequeña, ¿y qué hacías en este callejón tan sola?

- Mucho gusto korra, mi nombre es Jinora, y suelo venir aquí a alimentar a algunos gatitos sin hogar- dijo esto de manera despreocupada y con una sincera sonrisa.

-Entiendo y es algo muy lindo, pero no deberías andar sola y menos en lugares así creo que ya sabes lo que puede pasar.

- Tendré más cuidado para la próxima.

- hmm bueno - hice una mueca de desaprobación.

- Tranquila Korra, aun así, gracias de nuevo por salvarme, por cierto, tengo que llevarte a conocer a mi padre, el estará más que agradecido por tu gran hazaña.

"que vocabulario tan formal, o ¿yo no tengo tantos modales? bueno, da igual, tengo que ir a clases, pero no creo que tarde tanto en decirme gracias una persona, aparte no puedo dejarla sola después de lo que paso, podría suceder..."

- ¿korra?

- oh claro si, vamos, te acompañaré hasta tu casa.

- jaja eres algo distraída.

De esa manera acompañe a la pequeña Jinora hasta un edificio de aspecto antiguo que daba la impresión de que hubiese sido o podría ser un templo, pero ese tipo de lugares eran imposibles encontrarlos ahora y en la ciudad, incluso de existir uno se tendría que viajar a un país muy, muy lejano.

Se apresuró en abrir la gran puerta de madera y entramos, ese lugar no parecía una casa, más bien era una biblioteca como antigua, pero, estando cerca de la escuela ¿por qué nadie la conocía? En ese momento se acerca un hombre alto y calvo que traía un atuendo con los mismos colores con los que vestía la niña, acompañado de guantes y un turbante que cubría su cabeza.

- Papá te presento a korra, ella me salvo de un sujeto que quería robar mis cosas - dijo Jinora a su padre dándole una mirada un tanto extraña como si lo que acabará de decir tuviera otro sentido y no hubiese sido tan importante que la asaltaran.

El hombre alto, me dio una mirada la cual me hizo sentir que me analizaba por completo y me sentí un poco incomoda con eso - Ya veo - dijo este cambiando su semblante por uno más amable - Es un placer conocerte Korra y muchas gracias por salvar a mi hija, puedes llamarme Tenzin.

- No fue nada de verdad, solo espero que tenga más cuidado cuando ande por la calle sola - dije confiada y cruzándome de brazos.

La pequeña Jinora se acercó a su padre, jalando su ropa, volviendo a darle esa mirada, algo quería decirle, y con eso Tenzin tenía una mueca de no estar seguro, se volvió hacia mí, otra vez con esa mirada como si quisiera encontrar algo en mí, acaso ¿me veía sucia? Tal vez era eso y querían invitarme a comer, si tal vez sea eso, espero porque mi estómago me pide comida...

-Korra, Jinora cree que tienes algo especial, algo... difícil de encontrar en estos tiempos-

Arqueo una ceja, estoy confundida - hmm ¿bondad? ¿valentía? ¿genialidad? - si! acepto que me estaba comportando algo arrogante.

- jajaja, no, es algo más allá de los valores y de ser genial, aunque sí puedo notar que tienes coraje, eres valiente y muy fuerte, pero dime, te molestaría acompañarnos un momento, hay algo que debemos enseñarte - Su semblante era entre serio y amable.

- hmm bueno, si no veo por qué no - dude por un momento - "Creo que no es comida" pensé decepcionada.

Tenzin y su hija me llevaron hacia unas escaleras que nos conducían abajo, tal vez a un sótano, lo cual me hacía ponerme un tanto nerviosa, pero me mantenía alerta, estoy preparada para cualquier cosa.

Era como una gran bodega, con el mismo aspecto que el de la biblioteca, llena de artefactos y objetos algo antiguos, había unas tablas enormes de madera, por un lado, y unos bastones que parecían planeadores por otro, cientos de libros gastados cubiertos de polvo, entre otras cosas extrañas.

- Korra ¿qué sabes acerca del mundo espiritual?

- ¿Mundo espiritual?, pues he escuchado poco sobre ese tipo de historias y muchos lo tienen como un cuento para niños, no sé, desconozco ese tema sinceramente, pero suena a que es un cuento interesante.

- Veras Korra, no se trata de un cuento para niños, pero te diré algo, puede que sepas más que nosotros sobre esas cosas, solo que no lo recuerdas, y es normal, en estos tiempos modernos la personas, mas bien el mundo entero a olvidado algo tan real e importante como lo que estas a punto de descubrir.

esta bien... comienzo a sentirme confundida, ¿debería salir corriendo de ahí? - Ven conmigo - dijo Jinora sacándome de mis pensamientos ella traía cargando consigo una pequeña estatua tallada en madera - quiero que veas algo - Me acerque a ella y contemple la figura, era algo difícil de distinguir, pero parecía tratarse de un hombre.

Algo raro paso porque empece a pensar que ya había visto eso antes, a pesar de no poder distinguirlo bien- Él es Wan, conocido como el primer avatar, con el comienza un ciclo de vidas, su espíritu renace alternativamente en hombres o mujeres al igual que alternando también las nacionalidades - Me señala un libro de aspecto muy antiguo - hay podrás encontrar la historia de su vida, pero antes ven, acércate más - hice lo que me pidio y volví a darle una rápida mirada, sentí un impulso de acercar mi mano hasta tocar la figura.

"Mentí, no estaba preparada para esto"

Todo se volvió blanco, todo lo que estaba a mi alrededor, solo ya no está, ¿qué está pasando? Mire hacia todas partes, pero era igual, blanco todo se torno completamente blanco... - Korra - Volteo rápidamente - ¿tú quién eres?, ¿de dónde saliste? - era un hombre calvo, joven con un rostro muy amable que tenía tatuajes en su cabeza y en sus manos, también vestía los colores de Jinora y su padre.

- Soy el avatar Aang, una de tus vidas pasadas - sonreía

- ¿mi vida pasada? ¿de qué hablas? ¿es acaso una broma?.

- Nada de eso, entiendo que no sepas nada de lo que pasa, hace bastante tiempo que un nuevo avatar se hace presente en el mundo espiritual, pero vamos a refrescarte un poco esa memoria.

Se acerco a mí y en cuanto tomo mi mano, cientos de imágenes pasaron por mis ojos, eran tantas escenas y sentía que eran recuerdos, recuerdos míos, había estado ahí, habían personas mirándome, riendo y luego yacían en el suelo derrotadas, había fuego, había rocas gigantes, estaba en un mar, animales extraños, en algunas podría jurar que hasta estaba volando, también había otras tantas personas que aunque jamás había visto me eran familiares y podía sentir un gran cariño inexplicable por ellas, muchas sonrisas, muchos lugares, batallas, momentos felices, romances, triunfos, wan, Vaatu y Rava y de pronto... todo volvió a tornarse blanco.

- ¿Qué fue eso? - todo se había ido de nuevo - ¿Anng? ¿dónde estas?.

- Tranquila esos solo fueron algunos atesorados recuerdos de tus vidas pasadas, sé que estas confundida, pero primero debes saber quién eres, conocer tus responsabilidades, saber para qué y por qué te encuentras aquí y cuando necesites algo sabrás como buscarnos, estaremos para acompañarte y guiarte. - me hacía sentir con mucha confianza, pero antes de poder preguntarle tantas cosas... - Nos veremos korra y por cierto, bienvenida nuevamente al mundo espiritual, ya te esperábamos - y como si tratase todo de una sola ilusión Anng y todo el entorno blanco desapareció, lentamente abrí los ojos y ahí estaban mirándome de manera confusa las personas con las que me encontraba "¿Qué había ocurrido?"

- y bien Korra, ¿ya sabes la respuesta? - pregunto Tenzin y Jinora se apresuró a contestar.

- Korra... tu eres el nuevo avatar.

!¿EL AVATAR?¡